El Juego. La Llegada

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Nada pasó.

Pulsar la tecla de contestar fue lo mismo que colgar. Mi cara debía reflejar una tremenda sorpresa, que se acentuó cuando me llegó un mensaje. ¿De quién? No hace falta ser un genio... Mío. "Te esperan a tu espalda".

Me giré, y me encontré con una puerta abierta. Nunca me han gustado los viejos caserones de la Calle Arrabal. Por si fuera poco, la puerta abierta conectaba con la casa más cochambrosa del lugar. Pero ya había llegado hasta allí, y no me iba a echar atrás. Entré, y mientras chirriaban las bisagras cerré la puerta tras de mí. Si alguien estaba fuera, tratando de seguirme, escucharía cualquier intento por abrir la vieja madera.

Me encontré con un pasillo escalonado, que descendía. La iluminación, contrario a lo que esperaba en una casa tan antigua, era buena. Varias lámparas de diseño moderno colgaban de la pendiente que hacía de techo. Fui descendiendo los escalones hasta llegar a un rellano. Al fondo había una persona. ¿Qué clase de juego era este? Al ver la ropa que llevaba, mi corazón dejó de tratar de escapar de mi pecho. Vaqueros, sudadera gastada, y un móvil en la mano. De complexión normal, no aparentaba ser un peligro, en caso de querer asaltarme. Más bien, parecía una figura amistosa, aunque aún me separaban de ella unos diez metros.

Me acerqué, sólo para ver que no tenía rostro. Una capucha gris, acoplada a la sudadera, se lo tapaba. Extendió la mano.

- El móvil - pidió.

Hice el gesto de dárselo.

- Sólo sostenlo - ordenó, empezando a teclear en el suyo.

Un mensaje llegó a mi móvil. Bajé la vista. "Si quieres entrar en El Juego, cruza la puerta y toma uno de los dos caminos". Cuando alcé la mirada, no había nadie, pero sí algo: la citada puerta. Quizás mi desconocido compañero había entrado ya. No quería hacerle esperar, pues la inquietud ya era dueña de todo mi cuerpo. Alargué el brazo, giré el picaporte... Y entré.

Dos caminos. Dos carteles. Dos encapuchados más. Llevaban un gorro y una bufanda. Vaqueros y zapatillas. Y una camisa. El de la izquierda tenía una camisa blanca. El de la derecha una camisa negra. Al unísono, sacaron sus teléfonos. Me llegaron dos mensajes apenas yo hice lo propio con el mío.

"La luz es el camino rápido. El camino directo al triunfo." Muy prometedor, sin lugar a dudas. A saber qué escondía.

"Las sombras encierran aventuras. La ruta contra el aburrimiento." Aburrimiento.

¿Me habían leído la mente? Estaba allí por puro aburrimiento... Y el de la camisa negra me ofrecía la cura. El cartel a su lado rezaba "Camino de las sombras". No dudé ni un segundo. Avancé.

Mi lugar estaba en esas sombras.

Waaaaaaaaa me mola *_* sigue la historia por fa *_*

quiero mas xDDDDDD

que hay ahi dentro??? T_T!!!

que quieren esos??

:D me encanta franchu ^^ SIGUE!

Gran capitulo como siempre franchu ;)

Sigue asi ^^

Me vais a matar si os digo que el relato lo tengo mucho más adelantado xDD Pero me da la sensación de que publico demasiado rápido.

El viernes pondré la... ¿quinta? Pero llevo tres más escritas... Las horas de Biología son eternas...

PD: Gracias, esos comentarios me animan a seguir contando mis sueños :D