En la sombra de la desesperanza
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Phoenix Wright
Nanako Fey
Mia 54
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Re: En la sombra de la desesperanza
Excelente capitulo Mia, sigue asi :P
Phoenix Wright- Pesadilla del Juzgado (Administrador Clan Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
Weee ya están en casita xDD Me mola la cuñá xDDDD Le manda callar al hermano jajaja Pues ea, a apoyar a Mati T_T
Sigue Mia, me encanta *_*
Sigue Mia, me encanta *_*
Tamy- Abogado de renombre (Clan de Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
Bueno, después del record vuelve la normalidad de tardar una semana en escribir un capítulo xD
Lo siento, pero tenía la idea y también exámenes e iba escribiendo cuando tenía ratos libres y alguna noche, hasta que hace un rato lo he acabado :)
Pues nada, aquí dejo el cap. recién salido del horno xD Espero que os guste :D
CAPÍTULO 13: LA VÍSPERA DEL ENTIERRO
- Venga, vamos a comer- les digo a mi marido y a mi cuñada.
- Sí cuñada, me parece una buena idea.
- Coger sitio, ahora preparo los platos.
Alfonso y Erika ya están preparados para comer. Yo acabo de llenar los platos y me reúno con ellos. Hoy he hecho arroz, es nuestro plato favorito, simple, pero nos encanta. Ya está, a comer se ha dicho.
- Que buena pinta tiene, Mati- me dice Alfonso.
- Gracias, no es gran cosa pero…
- Está delicioso Mati, ya hacía tiempo que no comía tan a gusto. La comida del hospital no se parece en nada a esto.
- Me alegro que esté a vuestro gusto. Que aproveche.
- Gracias e igualmente – me contestan los dos al unísono.
De momento, el día va bien. Ya veremos mañana, con el entierro de mi padre que pasa. Tengo la impresión que me derrumbaré, que no podré evitarlo y me vendré abajo…
Ya hemos acabado de comer.
- Estoy lleno. Creo que iré a dar una vuelta ahora luego. Si alguien me quiere acompañar, estaré encantado.
- Lo siento Sito, quiero descansar, sentarme y tal vez dormir en condiciones.
- Tienes razón… ¿Y tú que me dices Mati? ¿Te apuntas?
- Sí, vale. Me apetece salir un poco de casa.
- Vayamos pues.
- Yo si no os importa voy a tumbarme un rato, me apetece descansar en condiciones.
- Por supuesto cuñada, esta es tu casa.
- Sí, buena idea. Ya sabes, instálate en la habitación de tu sobrina, deshaz las maletas si quieres, o mejor, cuando volvamos te ayudaremos nosotros a organizarte.
- Tranquilo Sito. No hay prisa. Si no se puede hoy, mañana me organizo.
- Como quieras, nosotros nos vamos. Si necesitas cualquier cosa nos llamas, que yo me llevo el móvil.
- No te preocupes, estaré bien. Hasta luego.
Alfonso y yo salimos de casa. Somos caminantes sin rumbo, tan solo paseamos por las calles sin destinación alguna.
- Bueno Mati - empieza diciéndome mi marido - había pensado que podíamos llamar a Helena. Ya hace un par de días que no sabemos nada de ella. Lo pensaba esta mañana y ahora me he acordado de decírtelo.
- Claro. Has dicho que te llevabas el móvil, ¿no? Pues la llamamos ahora si te parece bien.
- De acuerdo. Toma, -Alfonso me pasa el móvil- llámala tú, creo que le hará más ilusión.
- ¡Que va! ¿Por qué dices eso?
- No se…
- Venga, llámala tú. A mí me vio el otro día…y las otras veces que llamé, lo hice yo. También se alegrará de que preguntes tú por ella.
- Tienes razón. Pues voy a llamarla.
Alfonso ha sacado el móvil de su bolsillo dispuesto a llamar a nuestra hija, yo espero a su lado a que le respondan.
- Espera, no tengo el número de teléfono de Maite y tú no llevas tu móvil…
- Cierto, no llevo el móvil. Pero ya sabes lo amigas que somos Maite y yo y se su teléfono de memoria, ahora te lo digo. Ah, ahora que me acuerdo, Helenita estará en el cole aún. Bueno, pues da igual, le preguntaremos a Maite.
- Sí, tienes razón. Pero que nos informe ella, no pasa nada.
Le dije el número a Alfonso a la perfección. Además de que somos buenas amigas, ahora necesito llamar bastante a este número y más me vale saberlo por si algún día lo necesito y no lo llevo a puntado en el momento que lo necesito.
- Vale, ya está. Muchas gracias cariño. Voy a llamar ya- me agradece mi marido.
- De nada. Muy bien, aunque esté a tu lado luego me cuentas los detalles que yo solo puedo escuchar una parte de la conversación.
- No voy a hacerlo… Más que nada porque voy a poner el altavoz y tú la oirás también.
- Es una buena idea.
- Claro que sí, es la mejor idea.
En ese momento pone el altavoz y contesta alguien.
- ¿Sí?
- Hola, eres Maite, ¿verdad?
- Sí, la misma con la que está hablando. Dígame, ¿quién es y qué quiere?
- Soy Alfonso, el padre de…
- ¡Ah! Sí, te conozco, ya decía que tu voz me sonaba… Dime, ¿llamabas por Helenita?
- Sí. ¿Cómo está?
- Pues estupendamente, está de maravilla con Pedro. Ahora mismo están en el cole, aún les queda un ratito para salir. Pero podéis estar tranquilos, tú y Mati. No pregunta apenas por vosotros, pero es señal de que todo le parece normal y sigue pensando que esta era vuestra sorpresa. Supongo que hoy cuando llegará sí me preguntará por vosotros, ya que ha estado todo el día fuera de casa y querrá saber si ha pasado algo en su ausencia. Ya le diré que habéis preguntado por ella y que vosotros también estáis bien.
- De acuerdo, muchas gracias Mati. Me alegro que te las puedas apañar con esos dos enanos- dice Alfonso sonriendo.
- ¿Acaso crees que dan guerra? Que va, justo al contrario. Los dejas jugar y hablar de sus cosas y son los niños más felices del mundo. Juntos se entretienen mucho.
- Lo sé Maite, lo sé, era broma.
- Yo me lo imaginaba, pero quien sabe. Alfonso, ¿está tu mujer por ahí cerca? Si está, ¿me la podrías pasar por favor?
- Estoy aquí, dime Maite- digo adelantándome a la contestación de mi marido.
- Mati, qué rapidez.
- Sí, es que Alfonso ha puesto el altavoz del móvil para que yo también pudiera escuchar la conversación. Yo también me alegro que estéis todos bien.
- Ah, muy bien, y gracias. Que te quería decir…¿mañana es el entierro de tu padre?
- Sí, por la mañana.
- Vale, pues…allí nos veremos. Se la iglesia y me imagino que la hora será…¿las doce?
- Exacto. Yo estaré allí antes, pero tú ni pienses venir antes.
- Sí, claro, porque tú lo digas. También iré antes, la compañía nunca viene mal, además los niños no estarán que se quedan a comer al colegio…así que ya está decidido.
- No te molestes Maite…
- Cariño, déjala, seguro que más compañía no te viene mal.
- Sí, es verdad… Muchas gracias Maite.
- No hay de que.
- Bueno, gracias por todo Maite, te dejamos, nos vemos mañana- se despide Alfonso.
- Hasta mañana, cuidaros.
- Adiós- acabé diciendo.
Alfonso, una vez acabada la conversación, guarda el móvil otra vez en su bolsillo.
- Ya sabemos que Helena está bien
- Sí. Me imaginaba que estaría bien, no tengo ninguna duda de que Maite la está cuidando como si fuera hija suya, pero puede pasar cualquier cosa…fíjate lo que nos está pasando ahora, ¿quién se lo iba a pensar?
- Sí…la verdad es que nadie. Pero tenemos que ser fuertes, seguir adelante por muy duro que sea, hay gente que nos necesita.
- Ahora mismo eso es lo único que me ayuda, la gente que me necesita. No se me ocurre otra motivación…
- Tampoco digas eso. Aún tenemos que vivir muchas cosas.
- Supongo que tienes razón, pero en estos momentos me es difícil pensar en lo bueno que puede venir.
- Tranquila, se te pasará. Y ya verás como vendrán tiempos mejores.
- Pero el tiempo no resucita a la gente…
- Bueno, te he dicho que hay que seguir adelante, ¿vale?
- Ya…
- Pues ya está. No, el tiempo no hace que los muertos revivan, pero puede ayudar a cerrar heridas.
- Ya, pero en estos momentos…ya te lo he dicho.
- Te comprendo, pero para eso tienes a mi hermana, a Maite, a mí…y aunque ahora no esté aquí, a Helenita. Nosotros te ayudaremos.
- Sois lo mejor que tengo…
- Ya, bueno, no te quitaré la razón- me dijo sonriendo Alfonso-. Volvamos a casa, ¿no crees?
- Sí, vamos. Ya hemos dado una vuelta y no me apetece caminar más…
Pusimos rumbo a casa de nuevo. No se si Alfonso lo habrá notado, pero me vuelvo a encontrar peor, no de salud, si no de…alma. Mañana es el entierro de mi padre y no se como reaccionaré, espero poder controlar la situación. Además estará allí mucha gente que me apoyará, creo que será más fácil. Esta tarde me volveré a acostar, no quiero pensar más, pensar sólo me va destruyendo por dentro. Mañana, aunque tengo la corazonada de que irá peor, será otro día.
Ahí queda. Ha salido un poquillo largo...pero hay bastante diálogo, así que creo que se va superando xD
En el proximo habra un cap. que sera tipo "extra", a ver si hoy lo empiezo xD
Lo siento, pero tenía la idea y también exámenes e iba escribiendo cuando tenía ratos libres y alguna noche, hasta que hace un rato lo he acabado :)
Pues nada, aquí dejo el cap. recién salido del horno xD Espero que os guste :D
CAPÍTULO 13: LA VÍSPERA DEL ENTIERRO
- Venga, vamos a comer- les digo a mi marido y a mi cuñada.
- Sí cuñada, me parece una buena idea.
- Coger sitio, ahora preparo los platos.
Alfonso y Erika ya están preparados para comer. Yo acabo de llenar los platos y me reúno con ellos. Hoy he hecho arroz, es nuestro plato favorito, simple, pero nos encanta. Ya está, a comer se ha dicho.
- Que buena pinta tiene, Mati- me dice Alfonso.
- Gracias, no es gran cosa pero…
- Está delicioso Mati, ya hacía tiempo que no comía tan a gusto. La comida del hospital no se parece en nada a esto.
- Me alegro que esté a vuestro gusto. Que aproveche.
- Gracias e igualmente – me contestan los dos al unísono.
De momento, el día va bien. Ya veremos mañana, con el entierro de mi padre que pasa. Tengo la impresión que me derrumbaré, que no podré evitarlo y me vendré abajo…
Ya hemos acabado de comer.
- Estoy lleno. Creo que iré a dar una vuelta ahora luego. Si alguien me quiere acompañar, estaré encantado.
- Lo siento Sito, quiero descansar, sentarme y tal vez dormir en condiciones.
- Tienes razón… ¿Y tú que me dices Mati? ¿Te apuntas?
- Sí, vale. Me apetece salir un poco de casa.
- Vayamos pues.
- Yo si no os importa voy a tumbarme un rato, me apetece descansar en condiciones.
- Por supuesto cuñada, esta es tu casa.
- Sí, buena idea. Ya sabes, instálate en la habitación de tu sobrina, deshaz las maletas si quieres, o mejor, cuando volvamos te ayudaremos nosotros a organizarte.
- Tranquilo Sito. No hay prisa. Si no se puede hoy, mañana me organizo.
- Como quieras, nosotros nos vamos. Si necesitas cualquier cosa nos llamas, que yo me llevo el móvil.
- No te preocupes, estaré bien. Hasta luego.
Alfonso y yo salimos de casa. Somos caminantes sin rumbo, tan solo paseamos por las calles sin destinación alguna.
- Bueno Mati - empieza diciéndome mi marido - había pensado que podíamos llamar a Helena. Ya hace un par de días que no sabemos nada de ella. Lo pensaba esta mañana y ahora me he acordado de decírtelo.
- Claro. Has dicho que te llevabas el móvil, ¿no? Pues la llamamos ahora si te parece bien.
- De acuerdo. Toma, -Alfonso me pasa el móvil- llámala tú, creo que le hará más ilusión.
- ¡Que va! ¿Por qué dices eso?
- No se…
- Venga, llámala tú. A mí me vio el otro día…y las otras veces que llamé, lo hice yo. También se alegrará de que preguntes tú por ella.
- Tienes razón. Pues voy a llamarla.
Alfonso ha sacado el móvil de su bolsillo dispuesto a llamar a nuestra hija, yo espero a su lado a que le respondan.
- Espera, no tengo el número de teléfono de Maite y tú no llevas tu móvil…
- Cierto, no llevo el móvil. Pero ya sabes lo amigas que somos Maite y yo y se su teléfono de memoria, ahora te lo digo. Ah, ahora que me acuerdo, Helenita estará en el cole aún. Bueno, pues da igual, le preguntaremos a Maite.
- Sí, tienes razón. Pero que nos informe ella, no pasa nada.
Le dije el número a Alfonso a la perfección. Además de que somos buenas amigas, ahora necesito llamar bastante a este número y más me vale saberlo por si algún día lo necesito y no lo llevo a puntado en el momento que lo necesito.
- Vale, ya está. Muchas gracias cariño. Voy a llamar ya- me agradece mi marido.
- De nada. Muy bien, aunque esté a tu lado luego me cuentas los detalles que yo solo puedo escuchar una parte de la conversación.
- No voy a hacerlo… Más que nada porque voy a poner el altavoz y tú la oirás también.
- Es una buena idea.
- Claro que sí, es la mejor idea.
En ese momento pone el altavoz y contesta alguien.
- ¿Sí?
- Hola, eres Maite, ¿verdad?
- Sí, la misma con la que está hablando. Dígame, ¿quién es y qué quiere?
- Soy Alfonso, el padre de…
- ¡Ah! Sí, te conozco, ya decía que tu voz me sonaba… Dime, ¿llamabas por Helenita?
- Sí. ¿Cómo está?
- Pues estupendamente, está de maravilla con Pedro. Ahora mismo están en el cole, aún les queda un ratito para salir. Pero podéis estar tranquilos, tú y Mati. No pregunta apenas por vosotros, pero es señal de que todo le parece normal y sigue pensando que esta era vuestra sorpresa. Supongo que hoy cuando llegará sí me preguntará por vosotros, ya que ha estado todo el día fuera de casa y querrá saber si ha pasado algo en su ausencia. Ya le diré que habéis preguntado por ella y que vosotros también estáis bien.
- De acuerdo, muchas gracias Mati. Me alegro que te las puedas apañar con esos dos enanos- dice Alfonso sonriendo.
- ¿Acaso crees que dan guerra? Que va, justo al contrario. Los dejas jugar y hablar de sus cosas y son los niños más felices del mundo. Juntos se entretienen mucho.
- Lo sé Maite, lo sé, era broma.
- Yo me lo imaginaba, pero quien sabe. Alfonso, ¿está tu mujer por ahí cerca? Si está, ¿me la podrías pasar por favor?
- Estoy aquí, dime Maite- digo adelantándome a la contestación de mi marido.
- Mati, qué rapidez.
- Sí, es que Alfonso ha puesto el altavoz del móvil para que yo también pudiera escuchar la conversación. Yo también me alegro que estéis todos bien.
- Ah, muy bien, y gracias. Que te quería decir…¿mañana es el entierro de tu padre?
- Sí, por la mañana.
- Vale, pues…allí nos veremos. Se la iglesia y me imagino que la hora será…¿las doce?
- Exacto. Yo estaré allí antes, pero tú ni pienses venir antes.
- Sí, claro, porque tú lo digas. También iré antes, la compañía nunca viene mal, además los niños no estarán que se quedan a comer al colegio…así que ya está decidido.
- No te molestes Maite…
- Cariño, déjala, seguro que más compañía no te viene mal.
- Sí, es verdad… Muchas gracias Maite.
- No hay de que.
- Bueno, gracias por todo Maite, te dejamos, nos vemos mañana- se despide Alfonso.
- Hasta mañana, cuidaros.
- Adiós- acabé diciendo.
Alfonso, una vez acabada la conversación, guarda el móvil otra vez en su bolsillo.
- Ya sabemos que Helena está bien
- Sí. Me imaginaba que estaría bien, no tengo ninguna duda de que Maite la está cuidando como si fuera hija suya, pero puede pasar cualquier cosa…fíjate lo que nos está pasando ahora, ¿quién se lo iba a pensar?
- Sí…la verdad es que nadie. Pero tenemos que ser fuertes, seguir adelante por muy duro que sea, hay gente que nos necesita.
- Ahora mismo eso es lo único que me ayuda, la gente que me necesita. No se me ocurre otra motivación…
- Tampoco digas eso. Aún tenemos que vivir muchas cosas.
- Supongo que tienes razón, pero en estos momentos me es difícil pensar en lo bueno que puede venir.
- Tranquila, se te pasará. Y ya verás como vendrán tiempos mejores.
- Pero el tiempo no resucita a la gente…
- Bueno, te he dicho que hay que seguir adelante, ¿vale?
- Ya…
- Pues ya está. No, el tiempo no hace que los muertos revivan, pero puede ayudar a cerrar heridas.
- Ya, pero en estos momentos…ya te lo he dicho.
- Te comprendo, pero para eso tienes a mi hermana, a Maite, a mí…y aunque ahora no esté aquí, a Helenita. Nosotros te ayudaremos.
- Sois lo mejor que tengo…
- Ya, bueno, no te quitaré la razón- me dijo sonriendo Alfonso-. Volvamos a casa, ¿no crees?
- Sí, vamos. Ya hemos dado una vuelta y no me apetece caminar más…
Pusimos rumbo a casa de nuevo. No se si Alfonso lo habrá notado, pero me vuelvo a encontrar peor, no de salud, si no de…alma. Mañana es el entierro de mi padre y no se como reaccionaré, espero poder controlar la situación. Además estará allí mucha gente que me apoyará, creo que será más fácil. Esta tarde me volveré a acostar, no quiero pensar más, pensar sólo me va destruyendo por dentro. Mañana, aunque tengo la corazonada de que irá peor, será otro día.
Ahí queda. Ha salido un poquillo largo...pero hay bastante diálogo, así que creo que se va superando xD
En el proximo habra un cap. que sera tipo "extra", a ver si hoy lo empiezo xD
Mia 54- Abogad@ Novat@ (Clan Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
Ay T_T Mañana el entierro T_T Pobrecilla, lo tiene que estar pasando muy mal =( Ánimo!! xDD
Venga sigue Mia!!!!=D
Venga sigue Mia!!!!=D
Tamy- Abogado de renombre (Clan de Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
Fantastico capitulo Mia, te ha salido algo largo, pero asi esta mejor, sigue por favor :P
Phoenix Wright- Pesadilla del Juzgado (Administrador Clan Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
Aquí dejo esta especia de "extra" que dije, a ver si tiene éxito :)
CAPÍTULO 14: PESADILLAS
Llegaba ya la noche. Todos se iban a dormir, Mati, Alfonso y Erika. Había sido un día un poco duro, pero como todos llegaba a su fin. Aunque cada uno fuera diferente, había sensaciones que nunca cambian. Al final Mati consiguió dormirse, era el principio de una mala noche.
“- Venga Matilde, que vas a llegar tarde a la escuela.
- Ya voy papá- le contestaba la hija a su padre.
- Tranquilo, aún queda tiempo.
- Sí, hay tiempo. Pero si tu hija hace como todos los días no vamos a llegar. Recuerda que hoy tiene excursión.
- Anda, es verdad papá, me tengo que dar prisa- recordada la pequeña mientras aceleraba la marcha. Ya casi estoy.
- Vamos, coge la bolsa que lo otro ya te lo he preparado yo- decía la madre sonriéndole a su hija.
- Gracias mamá.
- Pues si lo tienes todo nos vamos ya, ¿vale?- preguntaba el padre a su hija.
- Vale. Quiero llegar pronto.
- Y eso que no te acordabas de la excursión…
- Sí que me acordaba, pero contaba con que fuera la misma hora y no, tenemos que estar antes. Hasta luego mamá, te veo por la tarde.
- Adiós hija, pásatelo bien. Hasta luego cariño.
- Adiós. Venga Mati, no nos entretengamos más.
Ambos, padre e hija, se dirigen al coche para ir al colegio. La madre, puesto que viven en una casa, sale a la puerta para despedirles. En el momento en que el coche arranca, sale del garaje y recorren unos cuantos metros, una inmensa sombra atrapa la casa de donde salen y a la madre, que se había quedado en ella. En cuanto la niña se giró hacia su padre para comprobar que él estaba bien y que había sido una imaginación lo que acababa de ver, notó que empezaba a alejarse de su padre sin que ella quisiera hacerlo, pero una fuerza sobrenatural le impedía quedarse al lado de su familiar. Era la sensación de estar en un túnel sin posibilidad de salir de él.”
Mientras soñaba esto, Mati no paraba de moverse.
“- Mamá, ¿sabes dónde está mi camiseta azul? Ésa que me gusta tanto.
- No se Mati. ¿Has mirado en la habitación de la plancha? Creo que está allí.
- No he mirado, ahora voy.
A ver si mi madre tiene razón… Vaya, sí, aquí está.
*Se oye un fuerte ruido.*
¿Eh? ¿Qué ha sido eso? ¿De dónde viene? Ah, solo es la puerta, pero que raro, no hay corriente para que el aire cierre la puerta de esa manera. Bueno, voy a vestirme. ¿Pero cómo…? No se abre. Es imposible, no tiene cerradura, no puede estar atrancada de ninguna manera… ¡Esto no se abre ni a golpes! ¡¡Mamá!! ¡¡Mamá!! No…mamá…ayúdame…necesito salir.”
Mati cada vez estaba más inquieta.
“- Sí, ahora mismo la aviso.
- Gracias.
- Ha dicho Matilde Soler, ¿verdad?
- Exacto, de 4º A.
- De acuerdo, enseguida le digo que tiene que ir a casa urgentemente.
El conserje del instituto va a buscar a Matilde a su clase correspondiente.
- ¿Se puede?- pregunta el conserje mientras llama a la puerta.
- Por supuesto, pase.
- Venía a buscar a la señorita Matilde Soler, han llamado desde su casa diciendo que debe acudir allí urgentemente.
- De acuerdo. Hasta mañana Mati- la despedía su profesora.
- Pero…bueno, si han llamado debe tratarse de algo importante, además tengo que ir rápidamente…-dice Matilde para sí misma desconcertada por tal aviso de su familia. Vayamos.
Matilde y el conserje llegan a secretaría.
- Tienes que firmar este papel como que te vas antes de hora- le indicaba el conserje a Matilde.
- Muy bien. ¿Lo firmo y me voy?
- Sí, exacto.
- Bueno pues- empieza diciendo Matilde- la firma ya está. Me voy, tengo la impresión de que se trata de algo grave.
- De acueerdo, hasta mañana Matilde.
- Adiós.
Matilde sale y llega a casa en menos de diez minutos. Además de que vive cerca del instituto al que va ha ido corriendo.
- ¿Papá?- preguntaba Matilde llamando a la puerta. Vaya, no contesta nadie, que extraño, si han llamado desde casa hace apenas veinte minutos y pedían que viniera lo más rápido posible…no entiendo nada.
- Matilde…- decía suavemente una voz.
- ¡Eh! ¿Quién me ha llamado?
- Matilde…
- No…esa voz me resulta familiar…es…
- Mira en el suelo…- indicaba la voz.
- ¿Pero qué…? Hay un…papel. Voy a leerlo.
“Matilde, se que me conoces, así que fuera presentaciones. Acabo de matar a tus padres, nunca más volverán (como van a volver si están MUERTOS). No servían para nada, tan solo eran marionetas que yo manejaba y ahora ya no me hacían falta. Así que les di un último uso y alcancé mi “meta” a duras penas. Mi “meta” ha sido el dolor. Es mi último recurso, digamos que mi plan B y Z por ser el segundo y último, pero a mí me resulta igual de satisfactorio. Así que si alguien se niega…lo paga la gente de su alrededor. Y a ti te ha tocado pagarlo. Pero no me culpes a mí… Yo también debo cumplir órdenes o de lo contrario acabaría como la gente que se opone a mi poder, acabaría como tus padres. Así que, yo he acabado mi trabajo en tu entorno, te dejo a ti con la pena.
- ¿Qué significa esta nota? No puede ser verdad, si mi padre ha dicho que volviera rápido…pero este ambiente…tiene un cierto misterio, algo que no será fácil de descifrar… Se acabó, voy a entrar en casa, a ver que es lo que ha pasado.
- Sí, Matilde…entra…entra y verás…
- Dichosa voz… ¿Seré yo misma? ¿Mi propia cabeza?
Matilde nada más entrar en casa ve una escena muy extraña. Toda la casa pintada de rojo. Toda, incluyendo paredes, muebles, objetos…todo cubierto de rojo, un rojo que traía tras él un profundo sufrimiento. Mati se dirige a la habitación de sus padres, algo le indica que debe ir allí, una fuerza que le obliga a dirigirse a aquel sitio. Se encuentra con la puerta cerrada, a lo que Mati se dispone a abrirla. Mientras la abre tiene un mal presentimiento, siente que no habrá nada bueno tras ella. Cuando por fin logra ver que hay dentro de la habitación, se queda boquiabierta. No puede asimilar lo que ocurre. Era imposible, debía ser…”
- ¡¡¡Ah!!! ¡No! ¡Déjalos!… No puedes… Ayuda…- decía Mati aún en sueños y moviéndose a causa de las pesadillas.
- Cariño, despierta Mati- intentaba despertarla Alfonso. ¡Venga!
- ¿Eh?... ¿Pero donde están mis?… ¿Y qué hago aquí? ¿Qué ha pasado?
- Has tenido una pesadilla cariño.
- Mis…mis padres. Alguien los había matado y me había dejado una nota.
- Déjalo, solo ha sido eso, una terrible pesadilla.
- Sí… Ahora será mejor que me levante ya. Es pronto pero creo que si me vuelvo a dormir me atacarán esas pesadillas otra vez…y no podré volver a soportarlas.
- Como quieras, yo voy a seguir acostado un rato. Si necesitas algo ya sabes.
- Sí. Tranquilo, habrá sido porque hoy es el entierro ya…y me han venido muchas cosas a la cabeza. Intentaré olvidarlas…aunque hay una cosa que se me ha quedado grabada…el dolor de la piedad, ¿qué tipo de asesino gastaría ese nombre y qué órdenes seguía?
Hasta aquí el extra. Es un poco rarillo, pero bueno, capítulo al fin y al cabo xD
Y bueno...el próximo capítulo no lo esperéis para pronto...hoy soy sincera xD aunque intentare ir escribiendo pronto. Espero que os haya gustado el cap. de hoy!
CAPÍTULO 14: PESADILLAS
Llegaba ya la noche. Todos se iban a dormir, Mati, Alfonso y Erika. Había sido un día un poco duro, pero como todos llegaba a su fin. Aunque cada uno fuera diferente, había sensaciones que nunca cambian. Al final Mati consiguió dormirse, era el principio de una mala noche.
“- Venga Matilde, que vas a llegar tarde a la escuela.
- Ya voy papá- le contestaba la hija a su padre.
- Tranquilo, aún queda tiempo.
- Sí, hay tiempo. Pero si tu hija hace como todos los días no vamos a llegar. Recuerda que hoy tiene excursión.
- Anda, es verdad papá, me tengo que dar prisa- recordada la pequeña mientras aceleraba la marcha. Ya casi estoy.
- Vamos, coge la bolsa que lo otro ya te lo he preparado yo- decía la madre sonriéndole a su hija.
- Gracias mamá.
- Pues si lo tienes todo nos vamos ya, ¿vale?- preguntaba el padre a su hija.
- Vale. Quiero llegar pronto.
- Y eso que no te acordabas de la excursión…
- Sí que me acordaba, pero contaba con que fuera la misma hora y no, tenemos que estar antes. Hasta luego mamá, te veo por la tarde.
- Adiós hija, pásatelo bien. Hasta luego cariño.
- Adiós. Venga Mati, no nos entretengamos más.
Ambos, padre e hija, se dirigen al coche para ir al colegio. La madre, puesto que viven en una casa, sale a la puerta para despedirles. En el momento en que el coche arranca, sale del garaje y recorren unos cuantos metros, una inmensa sombra atrapa la casa de donde salen y a la madre, que se había quedado en ella. En cuanto la niña se giró hacia su padre para comprobar que él estaba bien y que había sido una imaginación lo que acababa de ver, notó que empezaba a alejarse de su padre sin que ella quisiera hacerlo, pero una fuerza sobrenatural le impedía quedarse al lado de su familiar. Era la sensación de estar en un túnel sin posibilidad de salir de él.”
Mientras soñaba esto, Mati no paraba de moverse.
“- Mamá, ¿sabes dónde está mi camiseta azul? Ésa que me gusta tanto.
- No se Mati. ¿Has mirado en la habitación de la plancha? Creo que está allí.
- No he mirado, ahora voy.
A ver si mi madre tiene razón… Vaya, sí, aquí está.
*Se oye un fuerte ruido.*
¿Eh? ¿Qué ha sido eso? ¿De dónde viene? Ah, solo es la puerta, pero que raro, no hay corriente para que el aire cierre la puerta de esa manera. Bueno, voy a vestirme. ¿Pero cómo…? No se abre. Es imposible, no tiene cerradura, no puede estar atrancada de ninguna manera… ¡Esto no se abre ni a golpes! ¡¡Mamá!! ¡¡Mamá!! No…mamá…ayúdame…necesito salir.”
Mati cada vez estaba más inquieta.
“- Sí, ahora mismo la aviso.
- Gracias.
- Ha dicho Matilde Soler, ¿verdad?
- Exacto, de 4º A.
- De acuerdo, enseguida le digo que tiene que ir a casa urgentemente.
El conserje del instituto va a buscar a Matilde a su clase correspondiente.
- ¿Se puede?- pregunta el conserje mientras llama a la puerta.
- Por supuesto, pase.
- Venía a buscar a la señorita Matilde Soler, han llamado desde su casa diciendo que debe acudir allí urgentemente.
- De acuerdo. Hasta mañana Mati- la despedía su profesora.
- Pero…bueno, si han llamado debe tratarse de algo importante, además tengo que ir rápidamente…-dice Matilde para sí misma desconcertada por tal aviso de su familia. Vayamos.
Matilde y el conserje llegan a secretaría.
- Tienes que firmar este papel como que te vas antes de hora- le indicaba el conserje a Matilde.
- Muy bien. ¿Lo firmo y me voy?
- Sí, exacto.
- Bueno pues- empieza diciendo Matilde- la firma ya está. Me voy, tengo la impresión de que se trata de algo grave.
- De acueerdo, hasta mañana Matilde.
- Adiós.
Matilde sale y llega a casa en menos de diez minutos. Además de que vive cerca del instituto al que va ha ido corriendo.
- ¿Papá?- preguntaba Matilde llamando a la puerta. Vaya, no contesta nadie, que extraño, si han llamado desde casa hace apenas veinte minutos y pedían que viniera lo más rápido posible…no entiendo nada.
- Matilde…- decía suavemente una voz.
- ¡Eh! ¿Quién me ha llamado?
- Matilde…
- No…esa voz me resulta familiar…es…
- Mira en el suelo…- indicaba la voz.
- ¿Pero qué…? Hay un…papel. Voy a leerlo.
“Matilde, se que me conoces, así que fuera presentaciones. Acabo de matar a tus padres, nunca más volverán (como van a volver si están MUERTOS). No servían para nada, tan solo eran marionetas que yo manejaba y ahora ya no me hacían falta. Así que les di un último uso y alcancé mi “meta” a duras penas. Mi “meta” ha sido el dolor. Es mi último recurso, digamos que mi plan B y Z por ser el segundo y último, pero a mí me resulta igual de satisfactorio. Así que si alguien se niega…lo paga la gente de su alrededor. Y a ti te ha tocado pagarlo. Pero no me culpes a mí… Yo también debo cumplir órdenes o de lo contrario acabaría como la gente que se opone a mi poder, acabaría como tus padres. Así que, yo he acabado mi trabajo en tu entorno, te dejo a ti con la pena.
Piety’s pain: Someone that never want to kill.”
- ¿Qué significa esta nota? No puede ser verdad, si mi padre ha dicho que volviera rápido…pero este ambiente…tiene un cierto misterio, algo que no será fácil de descifrar… Se acabó, voy a entrar en casa, a ver que es lo que ha pasado.
- Sí, Matilde…entra…entra y verás…
- Dichosa voz… ¿Seré yo misma? ¿Mi propia cabeza?
Matilde nada más entrar en casa ve una escena muy extraña. Toda la casa pintada de rojo. Toda, incluyendo paredes, muebles, objetos…todo cubierto de rojo, un rojo que traía tras él un profundo sufrimiento. Mati se dirige a la habitación de sus padres, algo le indica que debe ir allí, una fuerza que le obliga a dirigirse a aquel sitio. Se encuentra con la puerta cerrada, a lo que Mati se dispone a abrirla. Mientras la abre tiene un mal presentimiento, siente que no habrá nada bueno tras ella. Cuando por fin logra ver que hay dentro de la habitación, se queda boquiabierta. No puede asimilar lo que ocurre. Era imposible, debía ser…”
- ¡¡¡Ah!!! ¡No! ¡Déjalos!… No puedes… Ayuda…- decía Mati aún en sueños y moviéndose a causa de las pesadillas.
- Cariño, despierta Mati- intentaba despertarla Alfonso. ¡Venga!
- ¿Eh?... ¿Pero donde están mis?… ¿Y qué hago aquí? ¿Qué ha pasado?
- Has tenido una pesadilla cariño.
- Mis…mis padres. Alguien los había matado y me había dejado una nota.
- Déjalo, solo ha sido eso, una terrible pesadilla.
- Sí… Ahora será mejor que me levante ya. Es pronto pero creo que si me vuelvo a dormir me atacarán esas pesadillas otra vez…y no podré volver a soportarlas.
- Como quieras, yo voy a seguir acostado un rato. Si necesitas algo ya sabes.
- Sí. Tranquilo, habrá sido porque hoy es el entierro ya…y me han venido muchas cosas a la cabeza. Intentaré olvidarlas…aunque hay una cosa que se me ha quedado grabada…el dolor de la piedad, ¿qué tipo de asesino gastaría ese nombre y qué órdenes seguía?
Hasta aquí el extra. Es un poco rarillo, pero bueno, capítulo al fin y al cabo xD
Y bueno...el próximo capítulo no lo esperéis para pronto...hoy soy sincera xD aunque intentare ir escribiendo pronto. Espero que os haya gustado el cap. de hoy!
Mia 54- Abogad@ Novat@ (Clan Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
Explendido el capitulo expecial mia, me ha gustado mucho, sigue asi por favor ^^
Phoenix Wright- Pesadilla del Juzgado (Administrador Clan Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
o: Un poco raro sí que ha sío o.O xDD Pero ha molado!!OwO
Ains pobre Mati! T_T Quién leches es ese asesino?O.o Madre mía me he liado xDDD
Sigue sigue!owo A ver si me aclaro un poco @.@ xD
Ains pobre Mati! T_T Quién leches es ese asesino?O.o Madre mía me he liado xDDD
Sigue sigue!owo A ver si me aclaro un poco @.@ xD
Tamy- Abogado de renombre (Clan de Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
Vuelve un nuevo capítulo. Espero que os guste. :)
CAPÍTULO 15: EL ENTIERRO
Aquí estoy, sentada en la cama, con miles de pensamientos que acuden a mi mente subconscientemente, sin que pueda evitarlo. Solo cabe esperar la hora de partir hacia la iglesia, que está al lado del cementerio. Alfonso y Erika ya hace rato que están despiertos, Erika está ya preparada, a Alfonso solo le falta vestirse.
- Ya casi estoy cariño- me dice Alfonso.
- No te preocupes, aún es pronto.
- Bueno, tan solo aviso. ¿Tenemos que ir a recoger a Maite?
- No. Dijo que acudiría ella directamente a la misa.
- Vale, pues yo…ya estoy. Cuando quieras nos vamos.
- Sí…avisa a Erika y vamos haciendo camino. Yo ahora salgo.
Alfonso me mira con cara rara, creo que no acaba de entender porque quiero estar sola. Aun así, se va de la habitación para decirle a su hermana que nos vamos en cuanto yo salga. Yo, mientras, miro la foto de mis padres que tengo en la mesita. La cojo y no puedo evitar sonreír un poco al verla, aunque es una sonrisa nostálgica. Algunas lágrimas invaden mi rostro, la impotencia se apodera de mí. Le doy un beso a la foto y vuelvo a dejarla donde le corresponde. Un poco más triste que antes, salgo de la habitación dirigiéndome a la entrada, donde esperan Alfonso y Erika para acompañarme a darle un último adiós a mi padre. Al verme, mi cuñada viene a darme un abrazo.
- Vamos cuñada, mucho ánimo, ¿vale?
- Lo intentaré…
- No, no, no…lo conseguirás- rectificaba Alfonso-. Va a ir mucha gente a apoyarte y acompañarte, no vas a estar sola así que tienes que conseguirlo.
- Vale… Bueno, vayamos ya.
- Sí, quizá sea lo mejor- decía Erika dándole la razón a Mati.
Todos salimos de casa y nos dirigimos hacia la iglesia. Somos los primeros en llegar, naturalmente, pero apenas han pasado cinco minutos cuando aparece Maite.
- Buenos días- empieza saludando-. ¿Cómo estás Mati?- dice esta vez dirigiéndose hacia mi y dándome un abrazo.
- Buenas Maite- saluda Alfonso.
- Buenos días, soy Erika, la cuñada de Mati- se presenta Erika-, encantada.
- Ah, hola, yo soy Maite, amiga de Mati. Me comentó que vendrías, así que he intuido que tú eras su cuñada. Encantada también.
- Hola- consigo decir por fin-. Bueno, no se puede decir que bien, claro está- dije contestando a la pregunta de Maite-, pero lo voy soportando, ya veremos luego…
- Bueno, ya sabes que yo estoy aquí.
- Y nosotros también Mati, todos estamos para lo que necesites- añade Alfonso.
- Lo se, lo se, tranquilos. Os lo agradezco mucho.
Tras esto, pasó un largo rato hasta las doce, hora en que estaban presentes todas las personas que le querían dar el último adiós a mi padre y ayudarme a superarlo. La misa ha empezado, la expresión de mi rostro no cambia, sigue triste y sin ningún cambio de emoción aparente, pero peor es mi interior, donde la pena y el dolor me consumen. Llegan hasta tal punto que se me está nublando la vista…
* * * *
- ¡Mati!
Acaba de caer al suelo…la estoy llamando pero no reacciona. Vamos Mati, se fuerte.
- Matilde, ¿me escuchas?- decía Maite mientras cogía la mano de mi mujer-. Venga, no nos des otro susto…
- A ver, dejarle espacio. Necesita aire y no gente agobiándola. Vamos retrocedan, por favor- decía mi hermana imponiéndose.
La gente le ha hecho caso. Cuando quiere puede ser muy autoritaria, la verdad.
- Gracias Eri- le agradezco a mi hermana-.
- No hay de que.
- Otra vez…él…
- Mati. Ya has despertado- dice mi hermana.
- Sí…eso parece… No se lo que me ha pasado, solo se me nubló la vista y…ya habéis visto el resto, para que explicar más…
- Tranquila, ahora estás bien, eso es lo que importa- le decía a Maite su amiga.
- Sí, seguramente…
Miro a Mati. Se que esa frase va con segundas. Pero a su vez, ella me indica con un gesto que ya me explicará de que se trata. Maite no le da la menor importancia a la frase, pensará que se debe a las circunstancias por las que está pasando. Tras la recuperación de Mati, la misa continúa. Una vez ha acabado, la gran mayoría de personas nos dirigimos al cementerio, para enterrar a mi suegro. Todos sabemos la parte que sigue ahora, en la que se dice adiós para siempre a la persona que nos ha dejado, aunque luego se le visite con regularidad. Así que paso a la parte en que todos abandonamos en cementerio, rumbo a nuestras casas. Todos se despiden de nosotros, dando ánimos a Mati en especial. Una vez que todo el mundo ha concluido la despedida, nos quedamos solos en el cementerio, delante de la tumba de mi suegro, las cuatro primeras persona que llegamos a la iglesia, Mati, Eri, Maite y yo.
- Me voy a ir. Si necesitáis algo avisadme- se despedía Maite abrazando a Mati.
- Tranquila. Gracias por todo. Hasta luego.
- Adiós Maite, también yo te doy las gracias por todo lo que estás haciendo…- le decía como agradecimiento a Maite.
- Si apenas hago nada.
- Cuidar de Helena…- recordaba Mati.
- Mujer, por favor. Eso no es nada. Es como si yo me la hubiera querido llevar a mi casa unos días antes de las vacaciones. No te preocupes por eso.
- Como digas, tú sabrás mejor que yo si es molestia o no.
- Claro que lo se, y te digo muy en serio que lo hago encantada. Así que deja el tema.
- De acuerdo. Nos vemos Maite.
- Adiós, le diré a Helena que estáis bien.
Finalmente Maite se va y nos quedamos mi mujer, mi hermana y yo solos.
- Venga, vayámonos nosotros también- indico yo-. Solo quedamos nosotros.
- Vale…será lo mejor- decía tristemente Mati.
Pusimos rumbo a casa. A Mati le costó separarse de su padre, pero no tenía otro remedio.
El entierro ya había pasado y no sería fácil de olvidar…
Pues hasta aquí el entierro. A ver si voy escribiendo y no tardo en hacer un capítulo xD
CAPÍTULO 15: EL ENTIERRO
Aquí estoy, sentada en la cama, con miles de pensamientos que acuden a mi mente subconscientemente, sin que pueda evitarlo. Solo cabe esperar la hora de partir hacia la iglesia, que está al lado del cementerio. Alfonso y Erika ya hace rato que están despiertos, Erika está ya preparada, a Alfonso solo le falta vestirse.
- Ya casi estoy cariño- me dice Alfonso.
- No te preocupes, aún es pronto.
- Bueno, tan solo aviso. ¿Tenemos que ir a recoger a Maite?
- No. Dijo que acudiría ella directamente a la misa.
- Vale, pues yo…ya estoy. Cuando quieras nos vamos.
- Sí…avisa a Erika y vamos haciendo camino. Yo ahora salgo.
Alfonso me mira con cara rara, creo que no acaba de entender porque quiero estar sola. Aun así, se va de la habitación para decirle a su hermana que nos vamos en cuanto yo salga. Yo, mientras, miro la foto de mis padres que tengo en la mesita. La cojo y no puedo evitar sonreír un poco al verla, aunque es una sonrisa nostálgica. Algunas lágrimas invaden mi rostro, la impotencia se apodera de mí. Le doy un beso a la foto y vuelvo a dejarla donde le corresponde. Un poco más triste que antes, salgo de la habitación dirigiéndome a la entrada, donde esperan Alfonso y Erika para acompañarme a darle un último adiós a mi padre. Al verme, mi cuñada viene a darme un abrazo.
- Vamos cuñada, mucho ánimo, ¿vale?
- Lo intentaré…
- No, no, no…lo conseguirás- rectificaba Alfonso-. Va a ir mucha gente a apoyarte y acompañarte, no vas a estar sola así que tienes que conseguirlo.
- Vale… Bueno, vayamos ya.
- Sí, quizá sea lo mejor- decía Erika dándole la razón a Mati.
Todos salimos de casa y nos dirigimos hacia la iglesia. Somos los primeros en llegar, naturalmente, pero apenas han pasado cinco minutos cuando aparece Maite.
- Buenos días- empieza saludando-. ¿Cómo estás Mati?- dice esta vez dirigiéndose hacia mi y dándome un abrazo.
- Buenas Maite- saluda Alfonso.
- Buenos días, soy Erika, la cuñada de Mati- se presenta Erika-, encantada.
- Ah, hola, yo soy Maite, amiga de Mati. Me comentó que vendrías, así que he intuido que tú eras su cuñada. Encantada también.
- Hola- consigo decir por fin-. Bueno, no se puede decir que bien, claro está- dije contestando a la pregunta de Maite-, pero lo voy soportando, ya veremos luego…
- Bueno, ya sabes que yo estoy aquí.
- Y nosotros también Mati, todos estamos para lo que necesites- añade Alfonso.
- Lo se, lo se, tranquilos. Os lo agradezco mucho.
Tras esto, pasó un largo rato hasta las doce, hora en que estaban presentes todas las personas que le querían dar el último adiós a mi padre y ayudarme a superarlo. La misa ha empezado, la expresión de mi rostro no cambia, sigue triste y sin ningún cambio de emoción aparente, pero peor es mi interior, donde la pena y el dolor me consumen. Llegan hasta tal punto que se me está nublando la vista…
* * * *
- ¡Mati!
Acaba de caer al suelo…la estoy llamando pero no reacciona. Vamos Mati, se fuerte.
- Matilde, ¿me escuchas?- decía Maite mientras cogía la mano de mi mujer-. Venga, no nos des otro susto…
- A ver, dejarle espacio. Necesita aire y no gente agobiándola. Vamos retrocedan, por favor- decía mi hermana imponiéndose.
La gente le ha hecho caso. Cuando quiere puede ser muy autoritaria, la verdad.
- Gracias Eri- le agradezco a mi hermana-.
- No hay de que.
- Otra vez…él…
- Mati. Ya has despertado- dice mi hermana.
- Sí…eso parece… No se lo que me ha pasado, solo se me nubló la vista y…ya habéis visto el resto, para que explicar más…
- Tranquila, ahora estás bien, eso es lo que importa- le decía a Maite su amiga.
- Sí, seguramente…
Miro a Mati. Se que esa frase va con segundas. Pero a su vez, ella me indica con un gesto que ya me explicará de que se trata. Maite no le da la menor importancia a la frase, pensará que se debe a las circunstancias por las que está pasando. Tras la recuperación de Mati, la misa continúa. Una vez ha acabado, la gran mayoría de personas nos dirigimos al cementerio, para enterrar a mi suegro. Todos sabemos la parte que sigue ahora, en la que se dice adiós para siempre a la persona que nos ha dejado, aunque luego se le visite con regularidad. Así que paso a la parte en que todos abandonamos en cementerio, rumbo a nuestras casas. Todos se despiden de nosotros, dando ánimos a Mati en especial. Una vez que todo el mundo ha concluido la despedida, nos quedamos solos en el cementerio, delante de la tumba de mi suegro, las cuatro primeras persona que llegamos a la iglesia, Mati, Eri, Maite y yo.
- Me voy a ir. Si necesitáis algo avisadme- se despedía Maite abrazando a Mati.
- Tranquila. Gracias por todo. Hasta luego.
- Adiós Maite, también yo te doy las gracias por todo lo que estás haciendo…- le decía como agradecimiento a Maite.
- Si apenas hago nada.
- Cuidar de Helena…- recordaba Mati.
- Mujer, por favor. Eso no es nada. Es como si yo me la hubiera querido llevar a mi casa unos días antes de las vacaciones. No te preocupes por eso.
- Como digas, tú sabrás mejor que yo si es molestia o no.
- Claro que lo se, y te digo muy en serio que lo hago encantada. Así que deja el tema.
- De acuerdo. Nos vemos Maite.
- Adiós, le diré a Helena que estáis bien.
Finalmente Maite se va y nos quedamos mi mujer, mi hermana y yo solos.
- Venga, vayámonos nosotros también- indico yo-. Solo quedamos nosotros.
- Vale…será lo mejor- decía tristemente Mati.
Pusimos rumbo a casa. A Mati le costó separarse de su padre, pero no tenía otro remedio.
El entierro ya había pasado y no sería fácil de olvidar…
Pues hasta aquí el entierro. A ver si voy escribiendo y no tardo en hacer un capítulo xD
Mia 54- Abogad@ Novat@ (Clan Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
Como siempre genial Mia, sigue asi ^^
Phoenix Wright- Pesadilla del Juzgado (Administrador Clan Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
Oooh pobrecillos... =( Jo qué triste T_T
Sigue Mia!!=D Ains me encanta!owo
Sigue Mia!!=D Ains me encanta!owo
Tamy- Abogado de renombre (Clan de Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
Bueno, llega otro capítulo. Este a lo mejor puede ser un poco lioso. La primera parte tiene algo que ver con la pesadilla y luego hay un cambio radical, salta al día siguiente xD ya lo veréis.
CAPÍTULO 16: SOSPECHA INFUNDADA
Después del eterno camino, por fin llegamos a casa. Recuerdo las palabras de Mati al despertar de su desmayo y decido preguntarle sobre ello aunque no directamente. Así que empiezo a conversar con ella.
- Bueno- digo dirigiéndome a mi mujer-, ¿ya estás recuperada de tu desmayo?
- Sí, tan solo era fatiga acumulada que al final ha acabado conmigo. Pero ahora no hay nada de lo que preocuparse.
- ¿Cómo que no nos preocupemos?- pregunta mi hermana.
- Tan solo ha sido eso, fatiga, muchas cosas que se me juntan, ya está, tan solo eso…
- Ya, claro…“solo”…- digo yo irónicamente-. Cuéntame, ¿por qué cuando te has despertado has dicho “otra vez”?
- Porque me ha vuelto a hablar la voz de la pesadilla mientras estaba inconsciente…Y ya se que voz es- me aclara Mati.
- ¿Cómo que sabes que voz es?- pregunto extrañado.
- Pues que en la pesadilla, la voz me sonaba, la había escuchado antes. Ahora ya se con exactitud de quien es. Y, la verdad, me da mala espina.
- Y es…venga, no mantengas esta intriga- dice mi hermana.
- Es la voz del doctor Valverde.
- ¿Qué? ¿Cómo que del doctor Valverde?
- Sí, lleva siendo el médico de mi familia desde que yo era pequeña, por ese lado es posible que sea su voz. Y por otro lado, ha sido también el que ha tratado a mi padre en sus últimos momentos. Así que no me cabe la menor duda de que es su voz.
- Vale, son buenas razones para llegar a esa conclusión. Pero, ¿me puedes decir dónde está la mala espina?- le pregunto atónito a mi mujer.
- Empiezo a pensar que esa pesadilla significa algo, es más que un simple mal sueño. Y para colmo…
- Es el médico que lleva a tu madre…- dice Erika acabando la frase.
- No saquéis conclusiones precipitadas- digo parando la teoría de Mati-. También ha sido el médico que ha llevado a Erika en el accidente que tuvo hace apenas unos días y no tenemos queja alguna del doctor.
- Bueno, dudo que supiera la relación que hay entre nosotras.
- Pero sabía mis apellidos, y seguro que se dio cuenta que coincidían con los suyos.
- Seguro que no se daría cuenta…
- Oye, y a todo esto, ¿qué es lo que te imaginas?- le pregunté directamente a mi mujer.
- Pues que quiere hacerme daño- respondió.
- No tiene sentido.
- Sí lo tiene. Quiere hacerme daño pero sin involucrarme a mi. Quiero decir, que está acabando y quiere acabar con la gente que quiero, la gente de mi alrededor.
- No pienses eso porque es una idea equivocada, no tiene ni pies ni cabeza. Además, nuestro subconsciente es capaz de hacernos pasar muy malas jugadas. Así que no quiero que siga pasándote esa idea por la cabeza, ¿de acuerdo?
- No se…la pesadilla me pareció muy real…
- Todos los sueños parecen que sean realidad. Y ya ves que rara vez se cumplen.
Mati para de hablar vista la ráfaga de contestaciones que le estoy dando y porque se ha dado cuenta de que no tiene razón.
- Vale…tienes razón…en todo. Sí, es una idea descabellada que todo lo que he dicho sea verdad.
- Tranquila, rectificar es de sabios. Pero no puedes ir acusando a la gente sin motivos. Ni tampoco creer que la primera cosa que pienses sea verdad.
- Ya, ya. Lo se.
- Sito, tampoco la agobies. Lleva unos días duros y es normal lo que le pasa- interviene mi hermana.
- Sí, pero necesitaba entrar en razón. No era justo que lanzara esas acusaciones.
- No te quito la razón, solo digo que seas un poco comprensivo.
- Eri, todos lo estamos pasando mal, pero no por eso hace falta perder la capacidad de razonar y encontrar la respuesta más acertada.
- Vale, ya está bien- dice Mati-. No hace falta discutir por esta tontería. Es lo que menos necesitamos ahora mismo.
- Sí, dejemos el tema.
- Alfonso- me dice Mati-, cambiando de tema, mañana me gustaría ir a visitar a mi madre.
- Por supuesto, como tú quieras, no hay inconveniente.
- Me gustaría contarle el entierro de mi padre…aun en estado de coma la gente escucha…espero que no pase como cuando fui a avisarle de la noticia de mi padre…
- No mujer, ya veras que no- comenta Erika.
Tras esta conversación no pasó nada interesante en ese mismo día. El día siguiente iríamos a ver a mi suegra.
AL DÍA SIGUIENTE
- Venga Mati, entra tú, nosotros nos quedamos fuera, querrás hablar con tu madre a solas.
- La verdad es que sí, gracias.
Mi hermana y yo nos quedamos en el pasillo del hospital. Desde fuera se oía a Mati hablar con su madre. Solo se distinguían frases sueltas, aunque sabíamos lo que iba a contarle ya que nos lo había dicho de antemano. Lo demás eran susurros. De cuando en cuando los susurros paraban, pero no daban lugar a las frases que se entendían claramente, sino a sollozos. Palabras que Mati empezaba a decir pero eran inundadas de llantos. Sabíamos que hablaba porque los sollozos cortaban algunos de los susurros. Así pasó un tiempo, hasta que finalmente Mati se despidió de su madre.
- Me voy mamá. Prometo venir a verte otro día, intentaré no tardar. Te quiero mamá, hasta luego- decía mi mujer mientras se oían unos pasos, caminaba hacia la puerta.
Tras escuchar esta frase, yo pensaba que no iba a aguantar más, que se derrumbaría y se repetiría la escena de la iglesia pero acabaría de peor modo.
- Venga- decía Mati saliendo de la habitación con signos evidentes de haber llorado recientemente-, vámonos…
Le hago un gesto a mi hermana como que deje estar a mi mujer y acato las órdenes. Lo mejor en momentos como este, era dejarla sola, que piense tranquilamente. Es algo que ayuda enormemente a Mati. A paso lento, emprendemos el camino de nuevo a casa. Éste transcurre en silencio, en un ambiente tenso, triste y extraño. Todos queremos romper el silencio pero no sabemos como, de que tema hablar. Finalmente llegamos a casa. El día ha sido eterno. No ha habido una conversación normal, tan solo preguntas, la mayoría de ellas de fácil respuesta, de sí o no. Pasamos por unos días difíciles, de los que no me cabe duda que tardaremos en levantar cabeza. Aunque nos tengamos unos a otros ha habido pérdidas…grandes pérdidas que han creado un gran vacío en nuestros corazones. Mi pregunta es, ¿habrá manera de tapar este vacío?
Pues ahí queda eso xD
Espero que no os haya liado y os haya gustado.
CAPÍTULO 16: SOSPECHA INFUNDADA
Después del eterno camino, por fin llegamos a casa. Recuerdo las palabras de Mati al despertar de su desmayo y decido preguntarle sobre ello aunque no directamente. Así que empiezo a conversar con ella.
- Bueno- digo dirigiéndome a mi mujer-, ¿ya estás recuperada de tu desmayo?
- Sí, tan solo era fatiga acumulada que al final ha acabado conmigo. Pero ahora no hay nada de lo que preocuparse.
- ¿Cómo que no nos preocupemos?- pregunta mi hermana.
- Tan solo ha sido eso, fatiga, muchas cosas que se me juntan, ya está, tan solo eso…
- Ya, claro…“solo”…- digo yo irónicamente-. Cuéntame, ¿por qué cuando te has despertado has dicho “otra vez”?
- Porque me ha vuelto a hablar la voz de la pesadilla mientras estaba inconsciente…Y ya se que voz es- me aclara Mati.
- ¿Cómo que sabes que voz es?- pregunto extrañado.
- Pues que en la pesadilla, la voz me sonaba, la había escuchado antes. Ahora ya se con exactitud de quien es. Y, la verdad, me da mala espina.
- Y es…venga, no mantengas esta intriga- dice mi hermana.
- Es la voz del doctor Valverde.
- ¿Qué? ¿Cómo que del doctor Valverde?
- Sí, lleva siendo el médico de mi familia desde que yo era pequeña, por ese lado es posible que sea su voz. Y por otro lado, ha sido también el que ha tratado a mi padre en sus últimos momentos. Así que no me cabe la menor duda de que es su voz.
- Vale, son buenas razones para llegar a esa conclusión. Pero, ¿me puedes decir dónde está la mala espina?- le pregunto atónito a mi mujer.
- Empiezo a pensar que esa pesadilla significa algo, es más que un simple mal sueño. Y para colmo…
- Es el médico que lleva a tu madre…- dice Erika acabando la frase.
- No saquéis conclusiones precipitadas- digo parando la teoría de Mati-. También ha sido el médico que ha llevado a Erika en el accidente que tuvo hace apenas unos días y no tenemos queja alguna del doctor.
- Bueno, dudo que supiera la relación que hay entre nosotras.
- Pero sabía mis apellidos, y seguro que se dio cuenta que coincidían con los suyos.
- Seguro que no se daría cuenta…
- Oye, y a todo esto, ¿qué es lo que te imaginas?- le pregunté directamente a mi mujer.
- Pues que quiere hacerme daño- respondió.
- No tiene sentido.
- Sí lo tiene. Quiere hacerme daño pero sin involucrarme a mi. Quiero decir, que está acabando y quiere acabar con la gente que quiero, la gente de mi alrededor.
- No pienses eso porque es una idea equivocada, no tiene ni pies ni cabeza. Además, nuestro subconsciente es capaz de hacernos pasar muy malas jugadas. Así que no quiero que siga pasándote esa idea por la cabeza, ¿de acuerdo?
- No se…la pesadilla me pareció muy real…
- Todos los sueños parecen que sean realidad. Y ya ves que rara vez se cumplen.
Mati para de hablar vista la ráfaga de contestaciones que le estoy dando y porque se ha dado cuenta de que no tiene razón.
- Vale…tienes razón…en todo. Sí, es una idea descabellada que todo lo que he dicho sea verdad.
- Tranquila, rectificar es de sabios. Pero no puedes ir acusando a la gente sin motivos. Ni tampoco creer que la primera cosa que pienses sea verdad.
- Ya, ya. Lo se.
- Sito, tampoco la agobies. Lleva unos días duros y es normal lo que le pasa- interviene mi hermana.
- Sí, pero necesitaba entrar en razón. No era justo que lanzara esas acusaciones.
- No te quito la razón, solo digo que seas un poco comprensivo.
- Eri, todos lo estamos pasando mal, pero no por eso hace falta perder la capacidad de razonar y encontrar la respuesta más acertada.
- Vale, ya está bien- dice Mati-. No hace falta discutir por esta tontería. Es lo que menos necesitamos ahora mismo.
- Sí, dejemos el tema.
- Alfonso- me dice Mati-, cambiando de tema, mañana me gustaría ir a visitar a mi madre.
- Por supuesto, como tú quieras, no hay inconveniente.
- Me gustaría contarle el entierro de mi padre…aun en estado de coma la gente escucha…espero que no pase como cuando fui a avisarle de la noticia de mi padre…
- No mujer, ya veras que no- comenta Erika.
Tras esta conversación no pasó nada interesante en ese mismo día. El día siguiente iríamos a ver a mi suegra.
AL DÍA SIGUIENTE
- Venga Mati, entra tú, nosotros nos quedamos fuera, querrás hablar con tu madre a solas.
- La verdad es que sí, gracias.
Mi hermana y yo nos quedamos en el pasillo del hospital. Desde fuera se oía a Mati hablar con su madre. Solo se distinguían frases sueltas, aunque sabíamos lo que iba a contarle ya que nos lo había dicho de antemano. Lo demás eran susurros. De cuando en cuando los susurros paraban, pero no daban lugar a las frases que se entendían claramente, sino a sollozos. Palabras que Mati empezaba a decir pero eran inundadas de llantos. Sabíamos que hablaba porque los sollozos cortaban algunos de los susurros. Así pasó un tiempo, hasta que finalmente Mati se despidió de su madre.
- Me voy mamá. Prometo venir a verte otro día, intentaré no tardar. Te quiero mamá, hasta luego- decía mi mujer mientras se oían unos pasos, caminaba hacia la puerta.
Tras escuchar esta frase, yo pensaba que no iba a aguantar más, que se derrumbaría y se repetiría la escena de la iglesia pero acabaría de peor modo.
- Venga- decía Mati saliendo de la habitación con signos evidentes de haber llorado recientemente-, vámonos…
Le hago un gesto a mi hermana como que deje estar a mi mujer y acato las órdenes. Lo mejor en momentos como este, era dejarla sola, que piense tranquilamente. Es algo que ayuda enormemente a Mati. A paso lento, emprendemos el camino de nuevo a casa. Éste transcurre en silencio, en un ambiente tenso, triste y extraño. Todos queremos romper el silencio pero no sabemos como, de que tema hablar. Finalmente llegamos a casa. El día ha sido eterno. No ha habido una conversación normal, tan solo preguntas, la mayoría de ellas de fácil respuesta, de sí o no. Pasamos por unos días difíciles, de los que no me cabe duda que tardaremos en levantar cabeza. Aunque nos tengamos unos a otros ha habido pérdidas…grandes pérdidas que han creado un gran vacío en nuestros corazones. Mi pregunta es, ¿habrá manera de tapar este vacío?
Pues ahí queda eso xD
Espero que no os haya liado y os haya gustado.
Mia 54- Abogad@ Novat@ (Clan Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
Wooo o.O a ver qué ha hecho el médico ¬¬ xDD Pobrecillos, lo están pasando muy mal =(
Buen caaaaap!!=D Sigue Mia!^^ wee
Buen caaaaap!!=D Sigue Mia!^^ wee
Tamy- Abogado de renombre (Clan de Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
El capitulo ha sido muy bueno Mia, etngo gaans de leer mas ^^
Phoenix Wright- Pesadilla del Juzgado (Administrador Clan Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
Hello. Bueno este cap es un poco muy narrativo xD
Adelantamos 2 meses y se "cierra" la primera parte de la historia. Quizá sea un poco precipitado contarlo todo así, pero el momento de la inspiración lo determinó así xD por lo menos creo que queda todo claro, aunque el título lo dice todo, ya veréis. :)
CAPÍTULO 17: EL SEGUNDO FINAL
DOS MESES MÁS TARDE…
Hoy vamos a visitar a mi madre. Como las últimas veces, iremos Alfonso y yo. Erika está prácticamente recuperada, pero su marido está de viaje de negocios y todavía sigue quedándose en casa, aunque ya no nos acompaña. Desde que ingresaron a mi madre su estado apenas ha cambiado, sigue en coma, “viva” gracias a que está conectada a una máquina. Durante estos dos meses hemos ido al menos una vez a la semana a verla, esperando que algún día los médicos nos dijeran que se había producido el milagro, pero nunca ha llegado ese día. Ya estamos en el hospital. Iniciamos nuestros pasos hacia la habitación de mi madre, me atrevería a decir que si cerráramos los ojos llegaríamos sin dificultades, ya que con las numerosas visitas al hospital en tan poco tiempo, nuestro cuerpo sería capaz de llegar a su destino sin complicación alguna. Caminamos por el interior del hospital hasta parar delante de la puerta de la habitación, nuestro destino. Hoy Alfonso decide acompañarme y entrar conmigo. La visita transcurre con la misma normalidad que todas. Le contamos lo que nos parece importante y ella duerme, en su profundo sueño del que esperamos que despierte. Estamos poco rato, no hay mucho que contar ya que acudimos regularmente. Nos despedimos, diciéndole que hoy iríamos a visitar a mi padre, y salimos al pasillo. Caminamos hacia el coche cuando, antes de conseguir llegar al ascensor, varios médicos y enfermeras empiezan a correr. Nos alarmamos ante semejante escena y observamos que entran a la habitación donde habíamos estado nosotros hacía apenas un par de minutos. Sin percatarme que Alfonso me ha cogido el brazo, mi instinto hace que empiece yo a correr también hacia la habitación, haciendo que su acción sea en vano. En la puerta dos médicos me impiden entrar, pero no logran evitar que vea el interior. Toda la gente que había entrado estaba gritando, mandando unas cosas y otras que yo apenas entendía, sería por los nombres extraños, la inquietud, el nerviosismo… Acciones como las que se ven por la tele, pero, ahora, más reales que nunca. Todo se calmó cuando se oyó el pitido que indicaba el final de la vida que estaban intentando salvar. Di unos pasos hacia atrás, abatida. Viendo como delante de mis ojos se iba otra de las vidas que yo más quería. Miré a Alfonso, con la cara llena de lágrimas y él entendió al instante lo que eso significaba. Se acercó a mí y me abrazó.
- Se acabó. No quiero más luchas como las que llevamos tiempo afrontando. Nada tiene sentido ya…
- Vamos, juntos saldremos de esta. Y, quieras o no, habrá que luchar.
Tras estas pocas palabras daba por perdida mi vida, mi motivación…me perdía a mi misma. Se llevaron el cuerpo sin vida de mi madre y vino el doctor Valverde, que había estado presente en los últimos momentos de mi madre también, al igual que pasó con mi padre. Nos informó sobre lo que harían con mi madre y unas cuantas más cosas. Cuando acabó nos fuimos a casa. Yo ya no sabía que pensar sobre el doctor, sobre el sentido de mi vida, sobre el rumbo de ésta…
Pasaron un par de días hasta el entierro, dos entierros en dos meses… Barajamos la posibilidad de incinerar a mi madre al no poder enterrarla junto a mi padre, no sabíamos que hacer porque la opción de enterrarla sola no nos gustaba. Sí, mi padre fue enterrado solo, pero no pensábamos en otro final tan repentino. Lo hablamos y finalmente decidimos incinerarla. Lógicamente no hicimos entierro, pero hicimos una misa por ella también, se la merecía. Todo fue una fotocopia de la misa de mi padre, con sólo dos cambios. El primero fue que Maite no pudo acudir, le era imposible porque Helena y Pedro tenían vacaciones, y el segundo fue que no se repitió mi desmayo. Por lo demás, todo igual. Aunque en los próximos días iban a cambiar por lo menos mis sentimientos. Aumentarían los negativos, como la tristeza, impotencia, soledad, etc., y disminuirían los positivos, los pocos que me quedaban. Con estas circunstancias habría una frase que me repetiría constantemente: ¿qué motivación existe cuando crees que lo has perdido todo? Intentaba no pensar demasiado en ella. Ya que la única respuesta que encontraba era que no había ninguna.
Al final lo comprendí, un posible porque para la muerte de mi madre. En nuestra última despedida, aparte de decirle que la quería, le dije que íbamos a ver a mi padre. Quizá ella estaba cansada de permanecer en ese estado y quiso ir a ver a mi padre también, reunirse con él en “el más allá”… A lo mejor esa sea la respuesta. Aunque hace que me plantee que se rindiera y se dejara llevar por la fría mano de la muerte. ¿De verdad tienes que luchar cuando no quieres?
Yo y mi manía de cargarme a la gente xD Si alguien os cae bien decidmelo y no lo mato XD
Espero que os haya gustado.
Adelantamos 2 meses y se "cierra" la primera parte de la historia. Quizá sea un poco precipitado contarlo todo así, pero el momento de la inspiración lo determinó así xD por lo menos creo que queda todo claro, aunque el título lo dice todo, ya veréis. :)
CAPÍTULO 17: EL SEGUNDO FINAL
DOS MESES MÁS TARDE…
Hoy vamos a visitar a mi madre. Como las últimas veces, iremos Alfonso y yo. Erika está prácticamente recuperada, pero su marido está de viaje de negocios y todavía sigue quedándose en casa, aunque ya no nos acompaña. Desde que ingresaron a mi madre su estado apenas ha cambiado, sigue en coma, “viva” gracias a que está conectada a una máquina. Durante estos dos meses hemos ido al menos una vez a la semana a verla, esperando que algún día los médicos nos dijeran que se había producido el milagro, pero nunca ha llegado ese día. Ya estamos en el hospital. Iniciamos nuestros pasos hacia la habitación de mi madre, me atrevería a decir que si cerráramos los ojos llegaríamos sin dificultades, ya que con las numerosas visitas al hospital en tan poco tiempo, nuestro cuerpo sería capaz de llegar a su destino sin complicación alguna. Caminamos por el interior del hospital hasta parar delante de la puerta de la habitación, nuestro destino. Hoy Alfonso decide acompañarme y entrar conmigo. La visita transcurre con la misma normalidad que todas. Le contamos lo que nos parece importante y ella duerme, en su profundo sueño del que esperamos que despierte. Estamos poco rato, no hay mucho que contar ya que acudimos regularmente. Nos despedimos, diciéndole que hoy iríamos a visitar a mi padre, y salimos al pasillo. Caminamos hacia el coche cuando, antes de conseguir llegar al ascensor, varios médicos y enfermeras empiezan a correr. Nos alarmamos ante semejante escena y observamos que entran a la habitación donde habíamos estado nosotros hacía apenas un par de minutos. Sin percatarme que Alfonso me ha cogido el brazo, mi instinto hace que empiece yo a correr también hacia la habitación, haciendo que su acción sea en vano. En la puerta dos médicos me impiden entrar, pero no logran evitar que vea el interior. Toda la gente que había entrado estaba gritando, mandando unas cosas y otras que yo apenas entendía, sería por los nombres extraños, la inquietud, el nerviosismo… Acciones como las que se ven por la tele, pero, ahora, más reales que nunca. Todo se calmó cuando se oyó el pitido que indicaba el final de la vida que estaban intentando salvar. Di unos pasos hacia atrás, abatida. Viendo como delante de mis ojos se iba otra de las vidas que yo más quería. Miré a Alfonso, con la cara llena de lágrimas y él entendió al instante lo que eso significaba. Se acercó a mí y me abrazó.
- Se acabó. No quiero más luchas como las que llevamos tiempo afrontando. Nada tiene sentido ya…
- Vamos, juntos saldremos de esta. Y, quieras o no, habrá que luchar.
Tras estas pocas palabras daba por perdida mi vida, mi motivación…me perdía a mi misma. Se llevaron el cuerpo sin vida de mi madre y vino el doctor Valverde, que había estado presente en los últimos momentos de mi madre también, al igual que pasó con mi padre. Nos informó sobre lo que harían con mi madre y unas cuantas más cosas. Cuando acabó nos fuimos a casa. Yo ya no sabía que pensar sobre el doctor, sobre el sentido de mi vida, sobre el rumbo de ésta…
Pasaron un par de días hasta el entierro, dos entierros en dos meses… Barajamos la posibilidad de incinerar a mi madre al no poder enterrarla junto a mi padre, no sabíamos que hacer porque la opción de enterrarla sola no nos gustaba. Sí, mi padre fue enterrado solo, pero no pensábamos en otro final tan repentino. Lo hablamos y finalmente decidimos incinerarla. Lógicamente no hicimos entierro, pero hicimos una misa por ella también, se la merecía. Todo fue una fotocopia de la misa de mi padre, con sólo dos cambios. El primero fue que Maite no pudo acudir, le era imposible porque Helena y Pedro tenían vacaciones, y el segundo fue que no se repitió mi desmayo. Por lo demás, todo igual. Aunque en los próximos días iban a cambiar por lo menos mis sentimientos. Aumentarían los negativos, como la tristeza, impotencia, soledad, etc., y disminuirían los positivos, los pocos que me quedaban. Con estas circunstancias habría una frase que me repetiría constantemente: ¿qué motivación existe cuando crees que lo has perdido todo? Intentaba no pensar demasiado en ella. Ya que la única respuesta que encontraba era que no había ninguna.
Al final lo comprendí, un posible porque para la muerte de mi madre. En nuestra última despedida, aparte de decirle que la quería, le dije que íbamos a ver a mi padre. Quizá ella estaba cansada de permanecer en ese estado y quiso ir a ver a mi padre también, reunirse con él en “el más allá”… A lo mejor esa sea la respuesta. Aunque hace que me plantee que se rindiera y se dejara llevar por la fría mano de la muerte. ¿De verdad tienes que luchar cuando no quieres?
Yo y mi manía de cargarme a la gente xD Si alguien os cae bien decidmelo y no lo mato XD
Espero que os haya gustado.
Mia 54- Abogad@ Novat@ (Clan Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
Mia las muertes molan y de siempre las muertes han hecho que las historias sean mas reales y mejores xDDD
Gran capitulo como siempre ^^
Gran capitulo como siempre ^^
Phoenix Wright- Pesadilla del Juzgado (Administrador Clan Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
Hala....T_T Joer, pobrecilla... más desgracias xD qué va a ser lo próximo? T_T xDDD
Sigue Miaaaa!!=D Me encanta owo wee
Sigue Miaaaa!!=D Me encanta owo wee
Tamy- Abogado de renombre (Clan de Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
Bueno, aquí otro cap.
En este ya un pelín más de acción xD Aparece el/la detective-policia, narra él/ella el cap. ahora lo veréis :)
CAPÍTULO 18: EMPIEZAN LOS PLANES
Voy por buen camino, he encontrado a Pedro rápidamente, ahora necesito contarle lo que se sobre el tema.
- Dígame…señorita, ¿qué quiere?
- Primero necesito hacerte unas preguntas, luego te contaré mi caso y mi plan para solucionarlo.
- Por supuesto, si le puedo ser de ayuda comuníqueme lo que sea. Imagino que tiene algo que ver conmigo…por el contrario no me hubiera localizado.
- Veo que eres inteligente o por lo menos usas la lógica. Sí, en cierta parte tiene que ver contigo.
- Adelante, cuénteme.
- Verás, primero presentarme formalmente, ya que lo que te dije antes, como habrás imaginado, era una especie de apodo, o así lo llamo yo. Me llamo Petra, y soy, digamos, policía. Yo me encargo de investigar casos e intentar desvelar toda la verdad sobre ellos. En estos momentos me centro en uno ocurrido hace ya cinco años, en la ciudad donde trabajo. Creo que no hay nada más sobre mí que debas saber, esto es suficiente. Ahora continuaré haciendo las preguntas.
- De acuerdo, siga Petra.
- Actualmente resides en Gerona, ¿no es así?
- Exacto. Decidí empezar mis estudios universitarios aquí.
- Y antes vivías en otra ciudad.
- Así es, señorita.
- De acuerdo… Se cual es esa ciudad. Pues verás, es la misma donde trabajo y vivo yo. Y como he dicho antes, en esta ciudad es donde ocurrió el incidente en el que ahora trabajo. ¿Sabes cuál es?
- Pues…ahora mismo me viene uno a la cabeza.
- De una amiga tuya, ¿correcto?
- Correctísimo. Perdone que no le deje continuar, pero…quiero preguntarle una cosa.
- Dime, no acostumbro que sea la gente quien me haga preguntas, pero pregúntame.
- Gracias. Verá…ahora que los dos sabemos lo mismo del caso, o eso creo, y se que trabaja en él, me gustaría saber si de verdad quiere llegar al fondo y lograr sacar de la cárcel a mi amiga.
- Por supuesto. Me hice cargo del caso por eso mismo, para intentar devolverle la libertad a una persona inocente y eso quiero conseguir. Me gustan los casos difíciles, hacen que intente superarme.
- Si es así…puede usted contar conmigo para lo que desee. Es más, le contaré un dato que quizá no sea importante para usted, pero hará que confíe en mí. Me mudé aquí…
- Por Helena- dije interrumpiéndolo y acabando su frase-. Lo se. Más bien lo he intuido. Quieres encontrar la manera de ayudarla y para avanzar necesitabas estar cerca de ella.
- Así es. Increíble, me fascina su intuición e inteligencia.
- En eso consiste mi trabajo. Sin esas dotes una persona se puede despedir de cubrir mi cargo. No duraría ni una semana.
- No lo dudo…Entonces, ¿qué va a hacer usted ahora?
- Muy fácil. Mientras hablaba contigo he estado haciendo las gestiones necesarias y también he reservado una plaza en un vuelo para salir mañana mismo hacia Gerona. Así que mañana nos encontraremos y empezaremos a investigar un poco. Cuando consiga la suficiente información, considero que allí no habrá mucha, volveré, y tú puedes venir conmigo si así quieres, para seguir investigando aquí. Al ser la ciudad donde tuvo lugar el incidente deberá ser un punto clave para resolver el enigma, por eso me gustaría que me ayudaras. Así que no hay tiempo que perder, ya mismo me voy a preparar la maleta y lo que necesito para este viaje. En cuando llegue a tu actual ciudad contactaré contigo para encontrarnos.
- Perfecto.
- Me alegro de que te guste el plan. Hasta mañana pues. Prepárate para vivir una experiencia única y rara vez repetible de salvar una vida inocente.
- Me encanta como suena eso. Hasta mañana Petra.
Vale, no tenía esto planeado pero era una posibilidad. Al fin y al cabo necesitaba viajar allí, y cuanto antes mejor. Ahora me voy a casa para prepararme el equipaje y todo lo necesario para este viaje tan peculiar. Voy a decirle al jefe que me ausentaré unos cuantos días.
- ¿Jefe?
- ¿Sí? ¿Qué quiere?
- Por hoy he acabado. Mañana me voy a Gerona a empezar mi investigación en primera persona. Necesitaré algunos días, no se cuantos exactamente, pero hágase la idea de no contar conmigo durante una semana.
- No me parece bien- contesto mi jefe algo molesto.
- Lo se- dije antes de que continuara.
- Además apenas me dejas tiempo para subs…
- ¿Una substitución? Por favor…no exagere jefe. Tan solo son unos días y no hay gran cantidad de trabajo. Y el poco más que pudiera llegar he pensado que me lo podría mandar por fax si necesitara mi ayuda.
- Ya veremos como nos las apañamos… Desde luego me parece de poca educación lo que ha hecho- dijo seriamente. Avisas sin tiempo y encima para ausentarte a causa de un tema que sabes perfectamente que a mi no me gusta que investigues.
- ¿Poca educación? Ahora me tendrá que dar clases a mi usted de educación…- dije también seria y un tanto sarcástica. Hasta donde vamos a llegar- dije esta vez en voz baja para que no me escuchara. En cuanto al tiempo, a mi también me viene como imprevisto, quería viajar pero no tan desesperadamente. Pero ya conoce mi forma de trabajar, todo es imprevisible en ella. Además, si no fuera una causa importante o mi ida supusiera un paro en el trabajo, no me iría. Pero por unos días será soportable.
- Como usted quiera, esta en sus manos hacer lo correcto.
- Por supuesto que sí, ¿en qué otras podría estar?
- Intentaré ponerme en contacto con usted si ocurriera algún problema.
- De acuerdo. Ahora ya me despido, que le vayan bien estos días.
Tras estas palabras se produce un gran silencio, el jefe no ha contestado. Que persona más maja es cuando quiere… Así que me doy media vuelta y salgo de su despacho. Me despido de mis compañeros, los cuales sí me apoyan y me han dicho varias veces que si necesito algún tipo de ayuda y ellos pueden colaborar, que no dude en comentárselo. Ahora tengo que prepararme y pensar en lo que haré los siguientes días, tener un pequeño guión previo para no perder mucho tiempo. Mañana empezará la verdadera “aventura”, a ver si, con un poco de suerte, logro convertirme en su heroína.
Pues eso. Que práctico es internet xD Creo que Petra llegará pronto a su destino...
En este ya un pelín más de acción xD Aparece el/la detective-policia, narra él/ella el cap. ahora lo veréis :)
CAPÍTULO 18: EMPIEZAN LOS PLANES
Voy por buen camino, he encontrado a Pedro rápidamente, ahora necesito contarle lo que se sobre el tema.
- Dígame…señorita, ¿qué quiere?
- Primero necesito hacerte unas preguntas, luego te contaré mi caso y mi plan para solucionarlo.
- Por supuesto, si le puedo ser de ayuda comuníqueme lo que sea. Imagino que tiene algo que ver conmigo…por el contrario no me hubiera localizado.
- Veo que eres inteligente o por lo menos usas la lógica. Sí, en cierta parte tiene que ver contigo.
- Adelante, cuénteme.
- Verás, primero presentarme formalmente, ya que lo que te dije antes, como habrás imaginado, era una especie de apodo, o así lo llamo yo. Me llamo Petra, y soy, digamos, policía. Yo me encargo de investigar casos e intentar desvelar toda la verdad sobre ellos. En estos momentos me centro en uno ocurrido hace ya cinco años, en la ciudad donde trabajo. Creo que no hay nada más sobre mí que debas saber, esto es suficiente. Ahora continuaré haciendo las preguntas.
- De acuerdo, siga Petra.
- Actualmente resides en Gerona, ¿no es así?
- Exacto. Decidí empezar mis estudios universitarios aquí.
- Y antes vivías en otra ciudad.
- Así es, señorita.
- De acuerdo… Se cual es esa ciudad. Pues verás, es la misma donde trabajo y vivo yo. Y como he dicho antes, en esta ciudad es donde ocurrió el incidente en el que ahora trabajo. ¿Sabes cuál es?
- Pues…ahora mismo me viene uno a la cabeza.
- De una amiga tuya, ¿correcto?
- Correctísimo. Perdone que no le deje continuar, pero…quiero preguntarle una cosa.
- Dime, no acostumbro que sea la gente quien me haga preguntas, pero pregúntame.
- Gracias. Verá…ahora que los dos sabemos lo mismo del caso, o eso creo, y se que trabaja en él, me gustaría saber si de verdad quiere llegar al fondo y lograr sacar de la cárcel a mi amiga.
- Por supuesto. Me hice cargo del caso por eso mismo, para intentar devolverle la libertad a una persona inocente y eso quiero conseguir. Me gustan los casos difíciles, hacen que intente superarme.
- Si es así…puede usted contar conmigo para lo que desee. Es más, le contaré un dato que quizá no sea importante para usted, pero hará que confíe en mí. Me mudé aquí…
- Por Helena- dije interrumpiéndolo y acabando su frase-. Lo se. Más bien lo he intuido. Quieres encontrar la manera de ayudarla y para avanzar necesitabas estar cerca de ella.
- Así es. Increíble, me fascina su intuición e inteligencia.
- En eso consiste mi trabajo. Sin esas dotes una persona se puede despedir de cubrir mi cargo. No duraría ni una semana.
- No lo dudo…Entonces, ¿qué va a hacer usted ahora?
- Muy fácil. Mientras hablaba contigo he estado haciendo las gestiones necesarias y también he reservado una plaza en un vuelo para salir mañana mismo hacia Gerona. Así que mañana nos encontraremos y empezaremos a investigar un poco. Cuando consiga la suficiente información, considero que allí no habrá mucha, volveré, y tú puedes venir conmigo si así quieres, para seguir investigando aquí. Al ser la ciudad donde tuvo lugar el incidente deberá ser un punto clave para resolver el enigma, por eso me gustaría que me ayudaras. Así que no hay tiempo que perder, ya mismo me voy a preparar la maleta y lo que necesito para este viaje. En cuando llegue a tu actual ciudad contactaré contigo para encontrarnos.
- Perfecto.
- Me alegro de que te guste el plan. Hasta mañana pues. Prepárate para vivir una experiencia única y rara vez repetible de salvar una vida inocente.
- Me encanta como suena eso. Hasta mañana Petra.
Vale, no tenía esto planeado pero era una posibilidad. Al fin y al cabo necesitaba viajar allí, y cuanto antes mejor. Ahora me voy a casa para prepararme el equipaje y todo lo necesario para este viaje tan peculiar. Voy a decirle al jefe que me ausentaré unos cuantos días.
- ¿Jefe?
- ¿Sí? ¿Qué quiere?
- Por hoy he acabado. Mañana me voy a Gerona a empezar mi investigación en primera persona. Necesitaré algunos días, no se cuantos exactamente, pero hágase la idea de no contar conmigo durante una semana.
- No me parece bien- contesto mi jefe algo molesto.
- Lo se- dije antes de que continuara.
- Además apenas me dejas tiempo para subs…
- ¿Una substitución? Por favor…no exagere jefe. Tan solo son unos días y no hay gran cantidad de trabajo. Y el poco más que pudiera llegar he pensado que me lo podría mandar por fax si necesitara mi ayuda.
- Ya veremos como nos las apañamos… Desde luego me parece de poca educación lo que ha hecho- dijo seriamente. Avisas sin tiempo y encima para ausentarte a causa de un tema que sabes perfectamente que a mi no me gusta que investigues.
- ¿Poca educación? Ahora me tendrá que dar clases a mi usted de educación…- dije también seria y un tanto sarcástica. Hasta donde vamos a llegar- dije esta vez en voz baja para que no me escuchara. En cuanto al tiempo, a mi también me viene como imprevisto, quería viajar pero no tan desesperadamente. Pero ya conoce mi forma de trabajar, todo es imprevisible en ella. Además, si no fuera una causa importante o mi ida supusiera un paro en el trabajo, no me iría. Pero por unos días será soportable.
- Como usted quiera, esta en sus manos hacer lo correcto.
- Por supuesto que sí, ¿en qué otras podría estar?
- Intentaré ponerme en contacto con usted si ocurriera algún problema.
- De acuerdo. Ahora ya me despido, que le vayan bien estos días.
Tras estas palabras se produce un gran silencio, el jefe no ha contestado. Que persona más maja es cuando quiere… Así que me doy media vuelta y salgo de su despacho. Me despido de mis compañeros, los cuales sí me apoyan y me han dicho varias veces que si necesito algún tipo de ayuda y ellos pueden colaborar, que no dude en comentárselo. Ahora tengo que prepararme y pensar en lo que haré los siguientes días, tener un pequeño guión previo para no perder mucho tiempo. Mañana empezará la verdadera “aventura”, a ver si, con un poco de suerte, logro convertirme en su heroína.
Pues eso. Que práctico es internet xD Creo que Petra llegará pronto a su destino...
Mia 54- Abogad@ Novat@ (Clan Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
Estupendo capitulo Mia, sigue asi ^^
Phoenix Wright- Pesadilla del Juzgado (Administrador Clan Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
Venga Petra!!ò.ó Muy maja muy maja xDD
Sigue Mia!! Buen cap weee =D
Sigue Mia!! Buen cap weee =D
Tamy- Abogado de renombre (Clan de Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
Nuevo cap. a la vista.
Dichosa inspiración que no viene p'aquí... Pero bueno, ya he ido yo hacia ella y he vuelto con un cap bajo el brazo xD
Aquí lo dejo.
CAPÍTULO 19: RECAPITULANDO - SEGUNDO NEXO
Finales. Tan solo finales y malas noticias. Es lo único que recibía mi familia en los últimos momentos que transcurrían. Yo entonces ya llevaba algo más de dos meses en casa de mi amigo, ajena a toda la desgracia que me rodeaba. Pensaba que todo era causa de las vacaciones, aunque no me cuadraba del todo. Aun siendo niña sabía distinguir entre ciertas cosas. Para mí todo iba bien, pero, como siempre, mi familia, la que me iba quedando, sufría como nadie puede imaginar. Me quedé sin abuelos maternos prácticamente en un abrir y cerrar de ojos, y en cuanto a los paternos…todo llegará a su debido tiempo. Solo adelantaré que esa parte será contada pronto. Como también contaré otros acontecimientos, pero vayamos poco a poco… Aunque no serán agradables de contar, pero… ¿Qué hay de agradable en esta historia? Muertes, desgracia… Nada parece tener sentido, nadie se merecía nada malo. Y sin embargo, todo va mal.
Ahora yo, mi presente, mi infierno. Continúo como siempre. Encerrada, esperando un milagro que nunca llegará. ¿Cómo ocurrirá tal milagro si no hay nadie que lo pueda llevar a cabo? Son ilusiones que se pierden a medida que pasan los días. Y las mías desaparecieron ya hace tiempo, de hecho, creo que desde que me acusaron del asesinato y me trajeron aquí, nunca he vuelto a tenerlas. Básicamente porque desde el principio sabía que no habría nadie ahí fuera que intentara arreglar mi situación. No se pueden pedir cosas imposibles, no se cumplirán. De todas maneras, como ya dije una vez, fuera tampoco tengo nada que hacer. Así que…
* * * * *
Vaya, aquí viene el guardia, se dirige hacia mi celda…no me da buena espina. Cuando da una vuelta por las celdas no lo hace de esta manera, ahora viene directo hacia aquí y a paso rápido. Hace tiempo que no me llevan a un interrogatorio, pero no se me ocurre otro motivo por el que venga así. A ver que quiere… Quizá sean buenas noticias… Menudo sarcasmo, claro, buenas noticias, ¿y qué más?
- Hola, Helena- empieza saludando el guardia-. ¿Qué escribes?
- Hola- respondo-. Nada, digamos que es mi diario, con las hojas que me facilitaste. ¿Qué es lo que ha pasado? Y si no, ¿para qué me buscas?
- ¿Cómo? ¿Qué quieres decir?- dice mientras intenta ocultar una pequeña sonrisa.
- Venga…- digo pensando como seguir-. Primero, cuando haces la ronda no vienes tan directo hacia aquí ni a esa velocidad, así que me buscarás por algo. Segundo, no sabes disimular. Tercero, cuando me preguntas que como estoy, nunca empiezas con un hola, de hecho, nunca saludas, me preguntas directamente… ¿Sigo?
- Ah, ¿acaso tienes más puntos que destacar por los que sospechas?- dice ahora ya medio riendo.
- No, pero con eso es más que suficiente.
- Bueno, podría discutir sobre el ser suficiente o no, pero mejor voy al grano- me confiesa-. ¿No te parece?
- Por supuesto- digo nerviosa-. Dime, ¿qué es lo que pasa?
- Buenas noticias.
Lo miro. No parece estar de broma, ahora se ha puesto serio. Pero no pueden ser buenas noticias. Imposible… No lo entiendo, pero empiezo a reírme, es una acción casi involuntariamente pero me río.
- No me hagas reír...
- ¿Crees que bromeo con este tema? No sería capaz.
- Lo siento, pero ya no espero nada bueno. Y menos que…en fin, tú dime la noticia y luego ya veremos que pasa.
- De acuerdo. Aunque solo se una cosa, no tengo ningún tipo de detalles.
- Entonces no será buena…
- No te adelantes. La noticia es que…tienes visita.
Ha dicho… ¿Tengo visita? No puede ser. ¿Quién me buscará? ¿Quién querrá verme? Es…inquietante.
- Helena, ¿te pasa algo?- dice el guardia al ver que yo no contesto.
- Eh, nada, nada… Solo que me ha pillado de sorpresa esta noticia. Venga, dime quien es.
- Mejor míralo por ti misma. Ahora los traigo. He venido yo primero para avisarte de la visita.
- Vale… Espera, espera…¿has dicho que “los” traigo?
- Sí, eso mismo- me dice tranquilamente-. Son dos.
¿Dos? ¿Pero esto que es? Ahora me vendrán por pares… El guardia se ha ido a buscarlos, no tardará en volver con mis visitantes… Mira, ahí están. No puede ser…esto es definitivamente un sueño. Ellos…uno de ellos es…
Ya descargué el cap xD
Espero que os haya gustado y todo eso
Dichosa inspiración que no viene p'aquí... Pero bueno, ya he ido yo hacia ella y he vuelto con un cap bajo el brazo xD
Aquí lo dejo.
CAPÍTULO 19: RECAPITULANDO - SEGUNDO NEXO
Finales. Tan solo finales y malas noticias. Es lo único que recibía mi familia en los últimos momentos que transcurrían. Yo entonces ya llevaba algo más de dos meses en casa de mi amigo, ajena a toda la desgracia que me rodeaba. Pensaba que todo era causa de las vacaciones, aunque no me cuadraba del todo. Aun siendo niña sabía distinguir entre ciertas cosas. Para mí todo iba bien, pero, como siempre, mi familia, la que me iba quedando, sufría como nadie puede imaginar. Me quedé sin abuelos maternos prácticamente en un abrir y cerrar de ojos, y en cuanto a los paternos…todo llegará a su debido tiempo. Solo adelantaré que esa parte será contada pronto. Como también contaré otros acontecimientos, pero vayamos poco a poco… Aunque no serán agradables de contar, pero… ¿Qué hay de agradable en esta historia? Muertes, desgracia… Nada parece tener sentido, nadie se merecía nada malo. Y sin embargo, todo va mal.
Ahora yo, mi presente, mi infierno. Continúo como siempre. Encerrada, esperando un milagro que nunca llegará. ¿Cómo ocurrirá tal milagro si no hay nadie que lo pueda llevar a cabo? Son ilusiones que se pierden a medida que pasan los días. Y las mías desaparecieron ya hace tiempo, de hecho, creo que desde que me acusaron del asesinato y me trajeron aquí, nunca he vuelto a tenerlas. Básicamente porque desde el principio sabía que no habría nadie ahí fuera que intentara arreglar mi situación. No se pueden pedir cosas imposibles, no se cumplirán. De todas maneras, como ya dije una vez, fuera tampoco tengo nada que hacer. Así que…
* * * * *
Vaya, aquí viene el guardia, se dirige hacia mi celda…no me da buena espina. Cuando da una vuelta por las celdas no lo hace de esta manera, ahora viene directo hacia aquí y a paso rápido. Hace tiempo que no me llevan a un interrogatorio, pero no se me ocurre otro motivo por el que venga así. A ver que quiere… Quizá sean buenas noticias… Menudo sarcasmo, claro, buenas noticias, ¿y qué más?
- Hola, Helena- empieza saludando el guardia-. ¿Qué escribes?
- Hola- respondo-. Nada, digamos que es mi diario, con las hojas que me facilitaste. ¿Qué es lo que ha pasado? Y si no, ¿para qué me buscas?
- ¿Cómo? ¿Qué quieres decir?- dice mientras intenta ocultar una pequeña sonrisa.
- Venga…- digo pensando como seguir-. Primero, cuando haces la ronda no vienes tan directo hacia aquí ni a esa velocidad, así que me buscarás por algo. Segundo, no sabes disimular. Tercero, cuando me preguntas que como estoy, nunca empiezas con un hola, de hecho, nunca saludas, me preguntas directamente… ¿Sigo?
- Ah, ¿acaso tienes más puntos que destacar por los que sospechas?- dice ahora ya medio riendo.
- No, pero con eso es más que suficiente.
- Bueno, podría discutir sobre el ser suficiente o no, pero mejor voy al grano- me confiesa-. ¿No te parece?
- Por supuesto- digo nerviosa-. Dime, ¿qué es lo que pasa?
- Buenas noticias.
Lo miro. No parece estar de broma, ahora se ha puesto serio. Pero no pueden ser buenas noticias. Imposible… No lo entiendo, pero empiezo a reírme, es una acción casi involuntariamente pero me río.
- No me hagas reír...
- ¿Crees que bromeo con este tema? No sería capaz.
- Lo siento, pero ya no espero nada bueno. Y menos que…en fin, tú dime la noticia y luego ya veremos que pasa.
- De acuerdo. Aunque solo se una cosa, no tengo ningún tipo de detalles.
- Entonces no será buena…
- No te adelantes. La noticia es que…tienes visita.
Ha dicho… ¿Tengo visita? No puede ser. ¿Quién me buscará? ¿Quién querrá verme? Es…inquietante.
- Helena, ¿te pasa algo?- dice el guardia al ver que yo no contesto.
- Eh, nada, nada… Solo que me ha pillado de sorpresa esta noticia. Venga, dime quien es.
- Mejor míralo por ti misma. Ahora los traigo. He venido yo primero para avisarte de la visita.
- Vale… Espera, espera…¿has dicho que “los” traigo?
- Sí, eso mismo- me dice tranquilamente-. Son dos.
¿Dos? ¿Pero esto que es? Ahora me vendrán por pares… El guardia se ha ido a buscarlos, no tardará en volver con mis visitantes… Mira, ahí están. No puede ser…esto es definitivamente un sueño. Ellos…uno de ellos es…
Ya descargué el cap xD
Espero que os haya gustado y todo eso
Mia 54- Abogad@ Novat@ (Clan Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
Por fin Mia,s e hachaba de menos tu historia =D
Muy buen capitulo, ha estado genial, espero con impaciencia el proximo capitulo :P
Muy buen capitulo, ha estado genial, espero con impaciencia el proximo capitulo :P
Phoenix Wright- Pesadilla del Juzgado (Administrador Clan Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
Y después de prácticamente dos meses...Helena vuelve para dar guerra.
Lo siento, pero entre unas cosas y otras...
Bueno, os dejo el capitulillo, a ver que os parece.
CAPÍTULO 20: COMIDA FAMILIAR
Falta poco más de un mes para mi comunión. Será sencilla, en una iglesia pequeña. Después iremos a comer a un restaurante del pueblo donde viven mis abuelos, no muy lejos de aquí. Habrá poca gente, la justa. La semana que viene vamos a quedar con mis abuelos paternos, los únicos que me quedan. Iremos al mismo restaurante donde haremos la comunión, tenemos que confirmar los últimos detalles y además se come muy bien.
A LA SEMANA SIGUIENTE
- Hola Helenita, ¿cómo estás?
- Hola- le contesto a mi abuela-. Bien, con ganas de que llegue la comunión. ¿Y vosotros como estáis?
- Pues- se adelanta mi abuelo-, no nos podemos quejar. ¿No es así?- pregunta hacia mi abuela.
- Claro que no nos podemos quejar, nosotros aquí en el pueblo somos felices, además, dentro de lo que cabe estamos bien.
Mi abuelo tiene cáncer. Se lo detectaron el año pasado. Desde entonces está en tratamiento y apenas ha sufrido complicaciones, lo asume con total normalidad. Los médicos aseguran que si sigue así es probable que se recupere.
- Bueno, entramos, ¿no?- dice mi padre-. Tenemos hambre, ¿verdad, Hely?
- ¡Sí!
- Ya vamos- dice mi madre-. Primero se saluda y luego se entra, impacientes.
- Sí, pero una vez hecho el saludo, a comer.
Mis abuelos se ríen, mi padre es tan impaciente como siempre. Entramos al restaurante y pedimos que nos lleven a nuestra mesa, después de comer informaremos definitivamente al dueño del restaurante respecto al tema de la comunión.
- Aquí tienen su mesa- nos indica el camarero.
- Gracias- le agradece mi padre.
- Enseguida vendré para que pidan lo que deseen comer.
El camarero se va. Nosotros tomamos asiento mientras esperamos la nueva llegada del camarero.
- Yo al lado de mis abuelos, mami- exijo.
- Tranquila, como siempre tú eliges tu sitio- me responde ella.
- Por si acaso…
- Bueno, pues ellos ahí y nosotros en estos dos de aquí, ¿no, Alfonso?
- Sí, me parece bien.
- ¿Tenéis una idea de lo que vais a pedir?
- Pues…más o menos sí- dice mi padre.
- Sí, todos tenemos nuestros gustos- dice mi madre-, así que cuando nos digan el menú ya sabremos que pedir.
- Sí, tienes razón.
Llega el camarero. Nos dice el menú y nosotros elegimos que comer. Cada uno pide lo que más le gusta. Como siempre, variedad, cada uno pide una cosa. Cuando nos la traen, empezamos a comer en silencio, pero más tarde, al segundo plato normalmente, empieza la “tertulia”. Temas para todos los gustos. Finalmente traen el café. El tema durante el café es sobre la siguiente comida, cuando quedaremos.
- Imagino que ahora estaréis ocupados estas próximas semanas- comenta mi abuelo.
- Sí- afirma mi madre-. Tenemos que cerrar los últimos detalles de la comunión, ya estamos en la recta final.
- Así que…
- Si lo dices por quedar otro día antes de la comunión para comer, ya os avisaré- dice mi padre-. Pero supongo que algún día podremos. O, cuando vayáis a ver los regalos, la semana anterior a la comunión.
- Cierto, que enseñaréis los regalos.
- Claro- dice mi madre cerrando el tema-. Bueno- continúa-, tendremos
que ir a hablar con el jefe.
- Sí- contesta mi padre-. Pagamos y luego vamos a buscarlo.
Nos traen la cuenta y pagamos, claro está. Mis padres les dicen a mis abuelos que me lleven fuera mientras ellos van a confirmar unas últimas cosas. Así lo hacen. Una vez fuera, mi abuela me pregunta como me va el colegio.
- Pues, va bien- contesto.
- Pero que preguntas le haces a tu nieta- dice mi abuelo-. ¿No ves las notas que saca?
- Sí, lo se perfectamente. Y me enorgullezco de ella- dice mi abuela sonriente-. Es todo un ejemplo.
- Bueno…tampoco os paséis.
- ¿Cómo que pasarse?- me pregunta mi abuelo-. Nada de pasarse. Mucha gente quisiera ser como tú respecto a estudios.
- Ya bueno, supongo que tenéis razón.
Pasa un rato y nos sentamos en unas sillas que hay fuera.
Después, enseguida salen mis padres.
- Solucionado- informa mi padre-. Todo aclarado.
- ¡Bien!- digo alegre.
- Un tema cerrado.
- Sí- dice mi madre-. Cuando queráis ya nos podemos ir.
- Pues vámonos ya- dice mi abuela-. Estaréis cansados y querréis descansar, aún os esperan unas semanas concretándolo todo.
- La verdad es que sí.
- Entonces, ¿nos vamos ya?- pregunta mi padre.
- Sí- confirma mi abuelo-, no queremos entreteneros más.
- Sabéis de sobra que no entretenéis.
- Ya, pero hemos estado con vosotros un rato, ahora preferiríais descansar.
- De acuerdo, entonces mejor si nos vamos.
- Sí, ya nos veremos el día de los regalos- dice mi abuela despidiéndose.
- Seguramente sí, porque antes lo veo complicado.
- Venga, Helena, dame un par de besos que nos vamos a ver poco antes de la comunión- me dice mi abuela.
- Sí- digo mientras voy a despedirme de ella.
- No te olvides de mí, eh- dice mi abuelo bromeando.
- Claro que no- le digo-, pero comprende que solo soy una persona, no puedo hacer mil cosas a la vez.
- Lo se, tranquila.
Una vez nos despedimos todos, nos vamos. Mis abuelos se van a pie, como viven en el mismo pueblo donde se encuentra el restaurante, su casa no está lejos de allí. Nosotros sí cogemos el coche.
El día de la comunión será feliz y triste a la vez. Por una parte bueno y por otra, malo. La parte buena y feliz es que pasaré un gran día con la familia y algún que otro amigo al que también invitaré. La parte mala es que no tendré a dos de mis abuelos a mi lado, los maternos. Murieron hace unos cuantos años, y aunque los conocí poco, porque entonces yo era pequeña, los echo mucho de menos. Tan solo recuerdo alguna comida o alguna cita con ellos. Desde que murieron mis abuelos, todo ha sido diferente.
Espero que os haya gustado :)
Lo siento, pero entre unas cosas y otras...
Bueno, os dejo el capitulillo, a ver que os parece.
CAPÍTULO 20: COMIDA FAMILIAR
Falta poco más de un mes para mi comunión. Será sencilla, en una iglesia pequeña. Después iremos a comer a un restaurante del pueblo donde viven mis abuelos, no muy lejos de aquí. Habrá poca gente, la justa. La semana que viene vamos a quedar con mis abuelos paternos, los únicos que me quedan. Iremos al mismo restaurante donde haremos la comunión, tenemos que confirmar los últimos detalles y además se come muy bien.
A LA SEMANA SIGUIENTE
- Hola Helenita, ¿cómo estás?
- Hola- le contesto a mi abuela-. Bien, con ganas de que llegue la comunión. ¿Y vosotros como estáis?
- Pues- se adelanta mi abuelo-, no nos podemos quejar. ¿No es así?- pregunta hacia mi abuela.
- Claro que no nos podemos quejar, nosotros aquí en el pueblo somos felices, además, dentro de lo que cabe estamos bien.
Mi abuelo tiene cáncer. Se lo detectaron el año pasado. Desde entonces está en tratamiento y apenas ha sufrido complicaciones, lo asume con total normalidad. Los médicos aseguran que si sigue así es probable que se recupere.
- Bueno, entramos, ¿no?- dice mi padre-. Tenemos hambre, ¿verdad, Hely?
- ¡Sí!
- Ya vamos- dice mi madre-. Primero se saluda y luego se entra, impacientes.
- Sí, pero una vez hecho el saludo, a comer.
Mis abuelos se ríen, mi padre es tan impaciente como siempre. Entramos al restaurante y pedimos que nos lleven a nuestra mesa, después de comer informaremos definitivamente al dueño del restaurante respecto al tema de la comunión.
- Aquí tienen su mesa- nos indica el camarero.
- Gracias- le agradece mi padre.
- Enseguida vendré para que pidan lo que deseen comer.
El camarero se va. Nosotros tomamos asiento mientras esperamos la nueva llegada del camarero.
- Yo al lado de mis abuelos, mami- exijo.
- Tranquila, como siempre tú eliges tu sitio- me responde ella.
- Por si acaso…
- Bueno, pues ellos ahí y nosotros en estos dos de aquí, ¿no, Alfonso?
- Sí, me parece bien.
- ¿Tenéis una idea de lo que vais a pedir?
- Pues…más o menos sí- dice mi padre.
- Sí, todos tenemos nuestros gustos- dice mi madre-, así que cuando nos digan el menú ya sabremos que pedir.
- Sí, tienes razón.
Llega el camarero. Nos dice el menú y nosotros elegimos que comer. Cada uno pide lo que más le gusta. Como siempre, variedad, cada uno pide una cosa. Cuando nos la traen, empezamos a comer en silencio, pero más tarde, al segundo plato normalmente, empieza la “tertulia”. Temas para todos los gustos. Finalmente traen el café. El tema durante el café es sobre la siguiente comida, cuando quedaremos.
- Imagino que ahora estaréis ocupados estas próximas semanas- comenta mi abuelo.
- Sí- afirma mi madre-. Tenemos que cerrar los últimos detalles de la comunión, ya estamos en la recta final.
- Así que…
- Si lo dices por quedar otro día antes de la comunión para comer, ya os avisaré- dice mi padre-. Pero supongo que algún día podremos. O, cuando vayáis a ver los regalos, la semana anterior a la comunión.
- Cierto, que enseñaréis los regalos.
- Claro- dice mi madre cerrando el tema-. Bueno- continúa-, tendremos
que ir a hablar con el jefe.
- Sí- contesta mi padre-. Pagamos y luego vamos a buscarlo.
Nos traen la cuenta y pagamos, claro está. Mis padres les dicen a mis abuelos que me lleven fuera mientras ellos van a confirmar unas últimas cosas. Así lo hacen. Una vez fuera, mi abuela me pregunta como me va el colegio.
- Pues, va bien- contesto.
- Pero que preguntas le haces a tu nieta- dice mi abuelo-. ¿No ves las notas que saca?
- Sí, lo se perfectamente. Y me enorgullezco de ella- dice mi abuela sonriente-. Es todo un ejemplo.
- Bueno…tampoco os paséis.
- ¿Cómo que pasarse?- me pregunta mi abuelo-. Nada de pasarse. Mucha gente quisiera ser como tú respecto a estudios.
- Ya bueno, supongo que tenéis razón.
Pasa un rato y nos sentamos en unas sillas que hay fuera.
Después, enseguida salen mis padres.
- Solucionado- informa mi padre-. Todo aclarado.
- ¡Bien!- digo alegre.
- Un tema cerrado.
- Sí- dice mi madre-. Cuando queráis ya nos podemos ir.
- Pues vámonos ya- dice mi abuela-. Estaréis cansados y querréis descansar, aún os esperan unas semanas concretándolo todo.
- La verdad es que sí.
- Entonces, ¿nos vamos ya?- pregunta mi padre.
- Sí- confirma mi abuelo-, no queremos entreteneros más.
- Sabéis de sobra que no entretenéis.
- Ya, pero hemos estado con vosotros un rato, ahora preferiríais descansar.
- De acuerdo, entonces mejor si nos vamos.
- Sí, ya nos veremos el día de los regalos- dice mi abuela despidiéndose.
- Seguramente sí, porque antes lo veo complicado.
- Venga, Helena, dame un par de besos que nos vamos a ver poco antes de la comunión- me dice mi abuela.
- Sí- digo mientras voy a despedirme de ella.
- No te olvides de mí, eh- dice mi abuelo bromeando.
- Claro que no- le digo-, pero comprende que solo soy una persona, no puedo hacer mil cosas a la vez.
- Lo se, tranquila.
Una vez nos despedimos todos, nos vamos. Mis abuelos se van a pie, como viven en el mismo pueblo donde se encuentra el restaurante, su casa no está lejos de allí. Nosotros sí cogemos el coche.
El día de la comunión será feliz y triste a la vez. Por una parte bueno y por otra, malo. La parte buena y feliz es que pasaré un gran día con la familia y algún que otro amigo al que también invitaré. La parte mala es que no tendré a dos de mis abuelos a mi lado, los maternos. Murieron hace unos cuantos años, y aunque los conocí poco, porque entonces yo era pequeña, los echo mucho de menos. Tan solo recuerdo alguna comida o alguna cita con ellos. Desde que murieron mis abuelos, todo ha sido diferente.
Espero que os haya gustado :)
Mia 54- Abogad@ Novat@ (Clan Abogados)
Re: En la sombra de la desesperanza
Que bien, ya tenia ganas de que postearas nuevo capitulo =D
Ha estado fantastico como siempre, sigue asi ;)
Ha estado fantastico como siempre, sigue asi ;)
Phoenix Wright- Pesadilla del Juzgado (Administrador Clan Abogados)
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