Phoenix Potter y el misterio del lago

Una ida de olla de última hora. Básicamente son todos los personajes de Phoenix Wright adaptados al mundo de Hogwarts en un universo alternativo :3 ¡Espero que os guste...!



Capítulo 1: Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería

Comenzaba el cuarto curso para Phoenix Wright en la escuela
Hogwarts de magia y hechicería. Los tres anteriores cursos, Phoenix había vivido muchas vivencias:
En primero conoció a sus dos mejores amigos y vio cómo el
profesor de Defensa contra las Artes Oscuras, Yanni Yoggi, era besado por un dementor.
En segundo comenzó su rivalidad con la implacable Dahlia
Hawthorne y escuchó cómo un grupo de alumnos comentaba que la profesora Cindy Stone no iba a volver a dar clase de Defensa contra las Artes Oscuras por un accidente en una mazmorra.

En tercer curso se enamoró perdidamente de una compañera
suya, una agradable muchachita de su casa, y oyó comentar que el profesor de Defensa contra las Artes Oscuras, Russel Berry, había desaparecido sin dejar rastro.


A sabiendas de que el puesto de profesor de Defensa contra
las Artes Oscuras estaba maldito, Phoenix se preguntaba quién sería la persona que se atrevería a afrontar un futuro incierto (aunque probablemente desastroso).

En el andén nueve y tres cuartos de la estación King's
Cross, Phoenix esperaba ansiosamente la llegada de sus dos mejores amigos. Phoenix era un chaval de 14 años, con el pelo de punta y no demasiado alto. Llevaba ropa informal (unos vaqueros y un jersey gris), aunque dentro del tren tendría que cambiarse la ropa y ponerse la túnica de su casa: Gryffindor.

Había sido escogido para pertenecer a Gryffindor tres años
antes, en su primer curso. Era lo que, sin duda, le hacía más ilusión: Gryffindor era la casa de los valientes y de los decididos. Para él era todo un honor pertenecer a ella.

-¡¡Phoenix!!-gritó la voz de una mujer.

Se le acercaba una joven de pelo negro, recogido en un moño,
que portaba un enorme baúl. Le seguía una mujer más alta que ella, con el pelo marrón. Caminaba decididamente.

-¡Maya! ¡Mia! ¡Cuánto tiempo!-dijo éste.

Maya Fey era su mejor amiga. Una chica de 14 años de su
misma casa muy vivaz y simpática, muy poco estudiosa pero dispuesta a todo. Su hermana era Mia Fey, de 17 años. Estaba cursando su
último año en Hogwarts, pero aún así se veía que era una mujer joven.

-Voy a buscar a Alita. Te veo más tarde, Maya-le dijo Mia
mientras se apresuraba a un grupo de chicas que cuchicheaban.

Maya se dirigió a su amigo, Phoenix, y le dio un abrazo.

-¡Cuánto tiempo hacía desde que te vi por última vez!-dijo
muy contenta-¿Qué has hecho este verano? ¿Has ido a algún lado?

-No-contestó Phoenix-. Estuve en la casa de veraneo con mis
padres, y poco más. Ha sido muy aburrido.

-Al menos pudiste estar con tus padres...-replicó Maya con
un hilo de voz.

El padre de Maya y Mia había sido asesinado 12 años atrás, y su madre desapareció sin dejar ningún rastro. Los mortífagos fueron los
causantes, dejando a ambas hermanas huérfanas.

-L... Lo siento...-dijo Phoenix con un hilo de voz.

-No te disculpes. Al fin y al cabo, tú no tuviste la culpa...

Se formó un silencio incómodo, que se rompió con la llegada
del tercer amigo.


Miles Edgeworth, un joven elegante, muy justo e inteligente,
llegaba portando la jaula de su lechuza, Dido. Phoenix también tenía una
lechuza, Dollie, que llevaba en su jaula. Maya tenía un gato llamado Misty.

-Hola, chicos, ¿qué tal?-dijo con una voz que sonaba a autosuficiencia.

-Muy bien, Edgey-respondieron ambos.

-¿Qué tal las vacaciones de verano? ¿Nerviosos por el curso
que se abre ante nosotros? Yo estoy deseoso de usar la magia de nuevo.

-Eso de que los menores no podamos usar la magia fuera del
colegio es un coñazo-comentó Maya, muy indignada.

-¡Es por nuestra seguridad!-contestó Miles, elevando un poco
la voz y haciendo que Maya quedase desconcertada-. Lo que quiero decir-se apresuró a añadir Miles-es que no somos muy dados a esto de la magia con 14 años. Podríamos hacernos daño.

-¡Supongo que tienes razón!-afirmó Phoenix.

-¡Vaya, si son Wright y sus dos alimañas!-dijo una voz
irónica a sus espaldas.

Dahlia Hawthorne, una mujer de 14 años, de pelo rojo
llameante y atrenzado, les sonreía desde un poco más lejos. Iba seguida por sus dos compinches, Matt Engarde y Wesley Stickler.

-Lárgate, Hawthorne-replicó Maya, molesta.

-No me dirijas la palabra, Fey. No tienes tanto poder-dijo Dahlia, y Engarde y Stickler rieron su gracia con retraso.

Los tres se metieron en el tren, dejando a Phoenix, Maya y
Miles con la palabra en la boca.

-Tú ni caso, Maya-dijo Miles, y se fue a despedirse de su
padre.

Phoenix hizo lo mismo con los suyos y acompañó a Maya a
buscar un compartimento. Rápidamente encontraron uno, aunque estaba ocupado por dos personas.

-¡Hola, Phoenix! ¡Hola, Maya!-dijo el chaval que se sentaba
a la izquierda-¡Pasad, pasad, hay sitio para todos!

Su compañera asintió con desgana, y se echó a un lado para
que Maya se sentase.

-¿Qué hay, Larry?-le saludó Phoenix al sentarse a su lado.

Larry Butz era otro estudiante de su mismo curso y de su misma
casa. Era un joven algo torpe y lento, pero muy simpático. Su pasión era la herbología.

-¡Pues nada, aquí, con mi amiga F...!

-¡Ejem, ejem!-interrumpió.

La chica sentada al lado de Maya se levantó y salió del compartimento. Maya se quedó mirando el sitio por el que había salido.

-¿Y qué le pasa a esa?

-Demasiado Gryffindor para un solo compartimento, supongo-comentó Larry, y le dio un bocado a una rana de chocolate.

-¿De qué casa es?-preguntó Phoenix, interesado.

-¿No lo sabes? Hemos coincidido con ella cientos de veces en
algunas clases-le respondió Larry, y siguió mordisqueando su rana con apetito.

Maya había sacado El Profeta y lo leía vagamente, por lo que
Phoenix miró a la estación. Aún quedaban alumnos despidiéndose de sus padres, pero el revisor les instó a que entrasen lo más rápido posible al tren, pues iban a partir en unos minutos.
En ese momento se preguntó dónde estaría Edgeworth y se
asomó por la puerta para ver si andaba por allí, pero no había ni rastro de él.

-Dicen que el nuevo profesor de Defensa contra las Artes Oscuras es un tío duro-comentó entonces Larry, que había terminado con su rana.

-¿Ah, sí?-se sorprendió Phoenix-Esperemos que dure más que los anteriores. Dicen que ese puesto está maldito, aunque no sé yo qué decir.

-Yo creo que sí-dijo entonces Maya-. Antes de que llegásemos
nosotros hubo muchísimos profesores en Hogwarts para esa asignatura, y todos
sufrieron un final terrible: El profesor Gallactica fue atacado por varios grindylows enfurecidos, y el profesor Berry perdió un brazo el año pasado. Y todas las desgracias suceden el mismo día: El penúltimo día de curso.

Phoenix y Larry miraron a Maya en silencio, pensando en lo que había dicho. ¿Tantos profesores de la misma asignatura muertos o heridos
el mismo día en años distintos? No parecía del todo posible, pero así parecía haber pasado.

Y mientras ambos pensaban, entró en el compartimento Miles
acompañado de la chica que había salido antes. Parecían discutir
acaloradamente.

-¡Te digo que no voy a permitir que le insinúes semejante
cosa a la profesora Deauxnim!-gritaba Miles mientras se sentaba entre Phoenix y Larry.

-¡Ja! ¡Edgeworth! ¡Siempre tan orgulloso!-rió la chica, con
un gesto de repugnancia en la cara, y salió del compartimento.

Phoenix, Larry y Maya miraron fijamente a Edgeworth. Tenía
las orejas rojas de furia y parecía muy contrariado. Él se limitó a coger su tomo de "Disipar las nieblas del futuro" al revés y hacer que leía.

-¿Qué te pasa con ésa, Miles?-preguntó Phoenix, apoyándose
en el respaldo de su asiento.

-Es una listilla. Se cree que le puede decir a la profesora
Deauxnim que tengo intención de convertirme en animago ilegalmente. ¡Qué locura, decirle eso a la profesora de transformaciones!

-Es una von Karma-suspiró entonces Larry.

-Es Franziska von Karma-corrigó Miles, con desgana.

Y no era la única que había en el colegio. Su padre, Manfred von Karma, era profesor de pociones y jefe de la casa Slytherin. A pesar de eso, Franziska pertenecía a la casa Ravenclaw debido a su brillante intelecto.

El tren llevaba ya un rato en camino a Hogwarts. La mujer de los dulces pasó y todos compraron encantados un montón de chocolatinas, como meigas fritas o grageas de todos los sabores.

Al cabo de un par de horas, el colegio se hizo visible para todos los estudiantes, que lo miraron sorprendidos desde sus ventanillas.

-¡Sigue tan magnífico como siempre...!-suspiró Maya, observándolo.

Todos los alumnos bajaron cargando su equipaje y mascotas, y
mientras los de primero eran guiados por Gumshoe, el guardabosques, al lago, el resto se dirigieron hacia unos carros que se movían solos. Phoenix, Maya, Miles y Larry ocuparon uno, pero no tardó en montar Franziska von Karma acompañada de otra chica.

Franziska era una chiquilla de 14 años, de pelo azul y complexión atlética, y en ese momento portaba la capa de su casa, Ravenclaw. La otra chica también llevaba esa capa.

-...... aunque, Ema-iba diciendo Franziska-, no creo que con
3 galeones puedas comprar esa Barredora 9 que vi en el Callejón Diagon. Debe de costar por lo menos 10 más.

-Ya, pero me haría ilusión estar en el equipo de quidditch...-contestó Ema con tristeza.

Phoenix y Miles intercambiaron una mirada, y Franziska pareció darse cuenta.

-Hola a todos-dijo simplemente.

-Hola, yo soy Ema Skye-se presentó la otra chica-. Soy de
Ravenclaw.

-Yo soy Maya Fey, y estos son Phoenix Wright, Miles Edgeworth y Larry Butz-Los tres saludaron-. ¿Dices que eres Ema Skye? ¿La hermana de la profesora Skye?

-Así es. Mi hermana da Estudios Muggles. ¿Vosotros la habéis
escogido como optativa?-preguntó Ema, animada.

-Yo no-se apresuró a decir Franziska-. Ya sé mucho sobre
muggles y su modus vivendi.

-Yo tampoco estoy interesado en los muggles-comentó Larry
después.

-Ni yo. Aunque admiro a la profesora Skye-añadió Maya.

-Ya, pero es que es un rollo de asignatura-suspiró Phoenix.

-Vaya...-suspiró Ema, desanimada.

-Pues yo sí he escogido Estudios Muggles-comentó Miles, mirando por la ventanilla del carruaje.

-¿Ah, sí?-exclamó Ema-Tú eres Miles Edgeworth, ¿verdad? Hemos coincidido alguna vez en clases, pero es un placer hablar contigo en
priv...

-¡Edgeworth!-gritó Franziska interrumpiendo a Ema- ¿Qué
interés tienes en Estudios Muggles?

-Como provengo de una familia de magos, no tengo demasiada
idea de lo que pasa con los muggles. Es interesante conocer cosas de las que no tienes idea-dijo simplemente Miles.

Franziska lanzó al aire una carcajada jactanciosa, y luego exclamó:

-¡Bueno! ¡Pues quizás escoja Estudios Muggles!

-¡Qué bien, Frannie!-sonrió Ema, muy animada-¡Así tendremos
otra clase más en común!

Sin embargo, Phoenix estaba mucho más ocupado en pensar en
su horario. Aunque ese año había prescindido de Estudios Muggles y Runas Antiguas, impartida por el profesor Gant, todavía tendría que soportar las tediosas clases de Pociones e Historia de la Magia. Maya parecía comprenderle muy bien, pues miraba con asco el ejemplar de "Moste Potente Potions" que llevaba Ema en el regazo.

Poco rato después, llegaron a la escuela. Franziska y Ema se
despidieron de Phoenix y los demás y subieron las amplias escaleras de la entrada. También Larry se adelantó a ellos, con la excusa de que iba a hablar con el profesor Armstrong sobre unos temas de herbología.


El Gran Comedor les esperaba, reluciente, con cientos de velas volando sobre sus cabezas bajo un cielo estrellado.

Phoenix, Maya y Miles se sentaron a la mesa de Gryffindor,
al lado de Desirée Maddy, una jugadora del equipo de quidditch de Gryffindor, del que también formaba parte Phoenix.

-¡Hola, chicos! ¿Habéis pasado unas buenas vacaciones?-decía
la chica, sonriente.

-Hola, Desirée-saludaron los tres.

La mesa de profesores ya estaba ocupada. Presidía el profesor Dumbledore, director de la escuela, muy mayor y con una larga barba
blanca, que vestía una toga negra, y a su lado estaban la profesora Deauxnim, profesora de transformaciones y jefa de la casa Gryffindor, y Winston Payne, profesor de encantamientos y jefe de la casa Ravenclaw. Phoenix buscó un rostro nuevo para identificar al profesor de Defensa contra las Artes Oscuras, pero no encontró ninguno, a excepción de una mujer que ocupaba el sitio del profesor Cadaverini.

-¡Vaya!-comentó entonces Maya-¡Parece que el nuevo profesor
no ha llegado aún! Hay un sitio libre al lado del profesor von Karma.

Llegaron los alumnos de primer año acompañados de Gumshoe, y
la profesora Deauxnim cogió un sombrero lleno de remiendos y un taburete.

-Procedemos a la selección de casas para los nuevos
estudiantes-dijo la mujer, mirando a ningún sitio en concreto, y luego sacó un pergamino y comenzó a leer-. El primero es Andrews, Adrian.

Para sorpresa de todos, una chica y no un chico se dirigó
hacia el sombrero. La profesora Deauxnim pareció darse cuenta de su error al poner una cara difícil de describir.

El sombrero vaciló un momento y luego exclamó:

-¡Hufflepuff!

La chica salió corriendo hacia la mesa de su nueva casa.

Uno a uno fueron siendo seleccionados un montón de niños para las distintas casas.

-¡Callad, callad-gritó Maya al ver que Phoenix y Miles se ponían a comentar cosas sobre los nuevos profesores-, es el turno de mi prima!

-Fey, Pearl-exclamó inmediatamente la profesora Deauxnim.

Una niña de pelo marrón, como Mia, salió corriendo atropelladamente hacia el gorro. La profesora se lo puso en la cabeza, y sin dudar un
momento, el gorro exclamó:

-¡Gryffindor!

La niña se dirigió hacia el lado de Mia, que estaba sentada cerca de Phoenix.

Cuando finalmente fue seleccionado el último niño, el profesor Dumbledore habló para todos los alumnos:

-¡Bienvenidos, una vez más, a Hogwarts! Muchos me conoceréis, pero para los que no, me presento. Soy Judge Dumbledore, el director de la escuela. Me encanta tener el honor de deciros: ¡Que aproveche!
¡A comer, venga, a comer!

Frente a todos ellos aparecieron cientos de platos llenos de comida deliciosa. Comenzaron a comer con mucha ansia acumulada por el largo viaje en tren.

-¡Esto está riquísimo!-exclamó Maya, mordisqueando un trozo
de pollo frito.

Al cabo de un rato la niña pequeña que habían seleccionado
antes, y que según dijo Maya era su prima, se dirigió hacia ellos. Phoenix la miró más detenidamente: Era una niña bastante bajita, con el pelo marrón y la túnica mal colocada. Parecía algo nerviosa.

-¡Pearls!-exclamó su prima, emocionada-¡Ya estás en Hogwarts! Qué bien, ¿no?

La niña, muy alterada, le dio algo a Maya.

-¿Qué es esto, Pearls? ... ¡Ah, ya! ¡Muchas gracias!-dijo, dándole un beso, y la vio marchar hacia Mia.

-¿Qué te ha dado?-preguntó Phoenix, dejando la copa de gaseosa en la mesa.

-Nada, una tontería-se apresuró a decir Maya, mientras se lo guardaba en la túnica.

Edgeworth, que no había hablado en toda la comida, observaba la mesa de Ravenclaw con disimulada atención.

-¿Sigues preocupado por Franziska, Miles?-preguntó Harry, mientras Maya devoraba sus huevos con salchichas.

-¿Qué?-se sobresaltó Edgeworth-¡No, no! ¡Qué va! Yo... Meditaba, eso es todo.

Phoenix observó a sus amigos detenidamente. Parecían tener
secretos nuevos desde la última vez que los había visto, a principios del
verano. Sin embargo, a él no le había pasado nada emocionante.

Al cabo de un rato, el profesor Dumbledore se puso en pie de nuevo.

-Una vez estamos saciados, me gustaría dar la bienvenida al
nuevo profesor de Defensa contra las Artes Oscuras. Sin embargo, se ha visto indispuesto y no ha podido asistir a la cena inaugural, así que con nuestros mejores deseos esperemos que se mejore y podáis conocerle mañana. También dar la bienvenida a la profesora Viola Cadaverini, que sustituye a Bruto Cadaverini como profesora de astronomía.

Todo el Gran Comedor aplaudió por rutina. La mujer, que llevaba un vendaje en la cabeza, no se inmutó ante nada.

-Deseamos que el profesor Cadaverini disfrute de su
jubilación. Como siempre, advertir a los alumnos de primer curso de que está terminantemente prohibido acercarse a las inmediaciones de los bosques de Hogwarts o vagar por el castillo más allá de la medianoche. El alumno que sea visto en alguna de estas situaciones, será severamente castigado y su casa perderá 10 puntos, como es habitual. Y ahora, partid a las habitaciones. Espero que paséis una buena noche.

Todo el mundo se levantó de sus asientos, y los prefectos guiaron a los alumnos de primer curso de sus casas a la sala común correspondiente.

-¡¡Venga, mocosos, subid detrás de mí y que nadie se pierda!!-gritaba un hombre rubio y narigudo, con la túnica de Gryffindor.

-¿Quién es ése?-preguntó Phoenix, sorprendido al ver el trato que tenía hacia los niños.

-Luke Atmey, el nuevo prefecto de Gryffindor-contestó Miles, con desprecio-. Es un arrogante y un malcarado. No hay quien le soporte, en serio.

Subieron los largos escalones hasta llegar al séptimo piso, donde estaba el cuadro que les llevaría a la sala común de Gryffindor.

-¿Santo y seña?-preguntó una gorda señora que estaba en el cuadro.

-¡Dejad paso, dejad paso!-gritaba Luke Atmey, empujando a los niños más lentos-¡La contraseña es "Jugo de gusarajo"!

-Correcto-dijo el retrato, y se abrió para que entraran los niños.

Al llegar a la sala común de Gryffindor, una amplia estancia abarrotada de sillones, mesas y estanterías, con una chimena en la pared del fondo, Phoenix se lanzó a una butaca y se sentó en ella. Maya y Miles le imitaron.

-Así que el nuevo profesor de Defensa contra las Artes Oscuras no aparece, ¿hm?-dijo Phoenix.

-Estará enfermo, o algo-le contestó Miles de nuevo.

-Ya, pues yo tengo curiosidad de ver cómo es-dijo de repente Maya, mirando a la chimenea crepitando.

Pasaron el resto de la velada comentando cosas futiles y tontas,
y riendo las ocurrencias de Maya. A las once, Miles anunció que se iba a la cama y Phoenix le siguió. Ambos se dirigieron al dormitorio de los chicos, donde Larry Butz ya estaba poniéndose el pijama.

-Hola, chicos, ¿qué hay?

En el dormitorio de cuarto curso había cuatro camas en total: La de Phoenix, la de Miles, la de Larry y la de Wocky Kitaki, un malcriado que no se llevaba muy bien con sus compañeros y que ya estaba durmiendo
en la cama.

Phoenix y Miles se pusieron sus pijamas y se echaron sobre sus camas. Un nuevo día se abría ante ellos.

Continuará...

¿Y bien? ¿Qué os parece? Hay muchas cosas que pueden no entenderse, por eso aquí pongo una list ade conceptos para los no-fans de Harry Potter =D

-Moste Potente Potions: Es uno de los libros de Pociones que aparece en Harry Potter.
-Disipar las nieblas del futuro: Lo mismo que el anterior, solo que éste es de Adivinación.
-Desirée Maddy: Como Desirée aparece en Phoenix Wright con el apellido de casada (DeLite), tuve que inventarme uno para ella, ya que Ron también aparecerá en los próximos capítulos.
-Callejón Diagon: Distrito comercial de Harry Potter donde los magos compran sus libros, escobas, mascotas, varitas, etc... También hay un banco, una heladería y un bar, el Caldero Chorreante.
-Barredora 9: En Harry Potter aparecen un montón de escobas, como la Nimbus 200 o la Saeta de Fuego, que son muy caras. Para los pobretones están las Barredoras, que son más lentas pero más baratas.
-Animagos: Son los magos que en Harry Potter logran transformarse en animales, como la profesora McGonagall y Sirius Black. En este caso, Franziska quiere decirle a la profesora Deauxnim que Miles quiere convertirse en animago sin consentimiento del Ministerio, lo cual es un delito.
-Mortífagos: Los ayudantes de Voldemort en Harry Potter. En este caso, son magos tenebrosos que no siguen las órdenes de nadie en concreto. Los mortífagos que mataron a los padres de Mia y Maya tendrán cierta importancia... Quién sabe.

Ey Sankii, está entretenida la mezcla ésta. No soy muy fan de Harry Petas (sólo he visto las tres primeras películas, y la tercera porque la echaron en la tele, que sino...), pero mola ver a Phoenix and company por ahí rondando. Lo cierto es que me extraña un poco la actitud de Edgeworth en el fic... y a Gumshoe le queda que ni pintado su puesto XDDD. Y anda que poner a Luke Atmey del viejo ese de las escaleras... juas.

Pues nada, estaré atento al fic. Venga, ánimo para escribir y suerte. ¡Nos vemos!

Edit: Ups, perdona, olvidé dejarte un pequeño detalle XD. Es sólo una pequeña crítica: intenta combinar narración con diálogo. Quiero decir que no siempre hagas cadenas de diálogos, queda algo "feo" y podría llegar hasta a cansar (je, hace tanto que no leo un fic hecho en plan serio en el foro que hasta me he olvidado de hacer críticas constructivas XD). ¡A seguir bien!

Weeeee ya te he dicho por msn que me gusta mucho!owo

Está divertida y entretenida xDD Sigueeeee!=D

PD:A Gusmhoe ese papel le queda genial xD

Cool! ¡Una mezcla entre Harry Potter y AA! ^^ Me encantó la saga yel capi esta muy currao. ^^ Continue please, dood!

ay my LOOOOOOOOL
Que buena es xDDDD

Menuda mezcla has hecho Sankii, mola mucho, sigue asi xD

Este capítulo es un poquito corto, pero sirve para meter en escena la trama principal de la historia, que es... evidentemente, el misterio del lago :3

Capítulo 2: La leyenda de Neil casi atravesado

A la mañana siguiente, Phoenix y Miles se despertaron bien temprano. Era el primer día de curso, lunes, y la profesora Deauxnim solía repartir los horarios a primera hora de la mañana durante el desayuno.
La sala común estaba vacía cuando Phoenix y Miles bajaron a ella después de vestirse. Solo unos niños de 2º curso Luke Atmey, el prefecto, se encontraban en ella. Phoenix y Miles bajaron los siete pisos que les correspondían hasta llegar al Gran Comedor, donde se encontraron a Maya hablando con Desirée. La chica se estaba sirviendo un apetitoso flan que estaba a su vera.

-¡Buenos días! ¿Qué tal la primera noche en Hogwarts?-dijo, muy animada.

-Se duerme muy bien en las mulliditas camas-comentó Phoenix, echándose zumo de calabaza en el vaso.

-¡Repámpanos! ¡Si son el señor Wright y sus fieles compañeros!

El fantasma de la casa Gryffindor, Neil casi atravesado, pasó a su lado y les tendió su transparente mano como saludo. Phoenix dudó qué hacer, y finalmente tendía la suya y atravesó la de Neil. Un escalofrío le recorrió la espalda.

-¡Cuánto tiempo, viejos amigos! ¿Dirían que han pasado un buen período de descanso?-preguntó el fantasma.

-Hola, Neil. Ha estado muy bien el verano-respondió Maya.

La historia de Neil casi atravesado, el fantasma de Hogwarts, se remontaba a cuando fue atravesado por la lanza de una armadura en su séptimo curso, hacía cientos de años, y murió. No pudiendo abandonar el colegio debido a lo muchísimo que le gustaba, Neil casi atravesado se quedó como fantasma.

-¡Ah, el pobre Dumbledore!-suspiró de repente Neil, mirando por el rabillo del ojo a los compañeros para ver sus reacciones.

-¿Pasa algo, Neil?-dijo Miles, que estaba pelando con dificultad una naranja.

-¿Sabéis?-dijo entonces Neil, aproximándose a ellos-¡Hay rumores! ¡Rumores horribles!

-¿Rumores?-se extrañó Phoenix.

-Sí, sí-La tez del fantasma se ensombreció más de lo habitual-. Rumores de que... Bueno... Sois muy jóvenes, no puedo atormentaros con esto.

-¡No, no! ¡Podremos soportarlo!-afirmó con rotundidad Maya, que se moría de la curiosidad.

-Ahhhh... Es que... Hmmm... Veréis... Las malas lenguas dicen que una bestia ronda Hogwarts.

-¿¡Una bestia!?-se extrañaron los tres amigos.

Desirée Maddy y otros estudiantes que estaban cerca se callaron de repente y empezaron a escuchar a Neil con mucha atención. Parecía que el fantasma había conseguido el efecto deseado.

-Veréis, hace cien años, cuando yo ya era fantasma de la casa Gryffindor, hubo una serie de misteriosas desapariciones. Unos diez alumnos y dos profesores, a lo largo de un curso, se esfumaron. Pum.
Sin dejar rastro.

-¿Qué quieres decir?-inquirió Phoenix.

-Nadie lo sabe con seguridad. Al cabo del tiempo, la mayoría volvió al colegio sin recordar nada. Pero dos de los alumnos fueron hallados muertos una mañana en la superficie del lago de Hogwarts. Fue un suceso macabro.

Todos los alumnos que escuchaban comenzaron a cuchichear asombrados y, en parte, asustados.

-Al curso siguiente no desapareció nadie, ni al otro, ni nunca más volvió a desaparecer nadie, pero la muerte de estos dos muchachos dejó al por aquel entonces director de Hogwarts completamente hundido.

-Pero si dices que de esto hace ya cien años-dijo Miles, lentamente y arrastrando las palabras-, ¿por qué tiene importancia ahora?

-No. No sé. No importa. Da igual-balbuceó el fantasma, y se dirigió hacia otro punto de la mesa. Se dio cuenta que realmente había hablado más de la cuenta.

Maya había dejado caer la cuchara del postre sobre el plato y miraba afectada a Phoenix y Miles.

-S... ¿Será v-verdad que desaparecieron dos alumnos?-preguntó Maya, asustada.

-Qué más da-replicó Miles, mordazmente-. Es un cuento para asustar, me temo. Y en caso de que fuese verdad, de eso hace ya cien años. No debemos preocuparnos ahora.

-T-Tienes razón, supongo...-contestó Maya, y cogió de nuevo la cuchara.

Continuará...

Esta vez no hay nada que aclarar, ¿no? ¡Pues a ver si llega pronto el capítulo 3! >.<

Jo, comparado con el primer capitulo, esto se ha quedado corto XD. En fin, nada que objetar (supongo que con Neil te refieres a Neil Marshall, que con tanto foro ya me creo es el admin XD), espero el tercer capítulo. Tengo ganas de ver qué personajes más aparecerán XD.

Hay dios que inchada a reirme xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
gran capitulo Sankii, sigue asi xDDDD

Jajajajaja mola mola!owo Me está gustando mucho :3

Sigue Sankiiiii!=D

Bueno, aquí llega el tercer capítulo :3 Bieeeeen.
Avance de la trama: 0%
Avance de personajes: 90%

Capítulo 3: Primera mañana en Hogwarts

Tras que la profesora Deauxnim repartiese los horarios, Phoenix y Maya observaron con desgana que su primera clase del nuevo curso era una sesión doble de Encantamientos. Hora y media con el aburrido y lento profesor Payne, un viejo cascarrabias inseguro de sí mismo.

Cuando sonó la campana que indicaba el inicio de las clases, Miles se levantó a toda prisa y se dirigió velozmente al aula de Encantamientos, en el tercer piso. Phoenix y Maya se lo tomaron con más calma, y en el pasillo del segundo piso se encontraron con Mia, que iba acompañada de Alita Tiala, otra estudiante de Gryffindor.

-Buenos días, Maya-saludó Mia con una sonrisa de oreja a oreja-. ¿No vas a llegar tarde?

-Al profesor Payne no le importa demasiado la puntualidad mientras no sea exageradamente tarde, la verdad.

-Bueno, yo tengo algo de prisa porque tengo Pociones en las mazmorras, pero quiero hablar contigo luego en la Sala Común, después de la última clase-le dijo Mia.

-¿Eh? ¿Por qué? ¿Qué pasa?-se extrañó Maya, y ladeó un poco la cabeza para meditar.

-Te lo diré entonces. Y ven sola-y Mia bajó a toda prisa los escalones para ir a las mazmorras.

Phoenix no comentó nada sobre la conversación que tuvieron las dos hermanas hasta que se sentaron en la clase de Encantamientos, al lado de Miles, quien ya había sacado su varita. Ese día compartían aula con los alumnos de Ravenclaw, por lo que Franziska von Karma los miraba desde la otra punta de la clase, con aire de superioridad.

-Buenos días-saludó el profesor Payne, que se había sentado a su escritorio.

-Buenos días, profesor Payne-saludaron todos con un tono de voz monótono.

-En este nuevo curso vamos a aprender hechizos convocadores. Son muy útiles cuando no nos apetece, por ejemplo, levantarnos del sofá a coger un libro o algo así-comentó el profesor Payne.

En seguida los alumnos estuvieron levantados practicando con plumas. Por turnos, tenían que gritar "Accio Pluma" y esperar a que ésta se dirigiese hacia ellos. Miles y Franziska lo consiguieron a la primera, pero a Maya le costó un par de intentos por dar demasiado énfasis al
modo de decir el conjuro. Phoenix también tardó lo suyo.

-Muy bien, chicos, el miércoles practicaremos con cosas más pesadas, como zapatos o piedras-dijo el profesor Payne una vez sonó la campana que marcaba el final de la clase.

Franziska y su amiga Ema Skye salieron del aula sin mirar siquiera a Miles, a pesar de que se habían pasado la hora cuchicheando y observándole.

-¿Qué clase hay ahora?-preguntó Phoenix, buscando su horario en la mochila.

-Historia de la Magia, en el quinto piso-se apresuró a decir Miles, y esta vez acompañó a sus dos amigos al aula.

El quinto piso era en el que más gente solía haber, porque aparte del aula de Historia de la Magia y Transformaciones, se encontraba el despacho del profesor Dumbledore y de la profesora Deauxnim, la enfermería y los baños de los prefectos.

Historia de la Magia la impartía el profesor Kudo, un anciano cascarrabias que se pasaba las clases rememorando su juventud y criticando a los niños de hoy en día. Tras una aburrida charla sobre un tirano mago llamado Warren, el grande, sonó el timbre que marcaba el final de esa clase.

-Como deberes-gritó el profesor Kudo para que los alumnos le prestasen atención-, quiero una línea del tiempo sobre la vida de Warren, el grande. Con tinta azul. No, no, no. Mejor negra. Sí, tinta negra.

Phoenix, Miles y Maya se dirigieron ahora a los jardines del castillo, concretamente a los invernaderos donde se desarrollaba la clase de Herbología, impartida por el extravagante profesor Armstrong.

-Bonjour a todos!-gritó él, con un delantal manchado de tierra en el que ponía "I love Mandrágoras"-¿Qué tal fuegon las vacaciones?

Phoenix, Miles y Maya se pusieron en una mesa cerca de la puerta, junto con Desirée Maddy y su mejor amiga Lotta Hart, una niña con el pelo afro que siempre estaba sonriendo y que adoraba cotillear sobre todo.

-¡Vaya, Phoenix!-gritó Lotta, ignorando al profesor Armstrong, quien seguía comentando las maravillas de las Mimbulus Mimbletonia-¡Te veo más moreno! ¿Has ido a la playa en vacaciones? ¡¡Ay, qué guay!! ¡Yo estuve en los Pirineos! ¡Fue muy divertido, aunque esquiar sin magia es todo un peligro! ¡Jajajajaja!

-Mademoiselle Hagt-dijo entonces el profesor Armstrong, notablemente irritado-. No cgeo que los jugos de la Mimbulus Mimbletonia sean motivo de guisa. Cinco puntos menos paga Gyffindog.

Lotta parecía bastante avergonzada, pues comenzó a juguetear con sus tijeras de podar, con la cabeza baja y con las mejillas ardiendo.

La clase de Herbología la compartían con los alumnos de Slytherin, por lo que Dahlia Hawthorne y sus compinches estaban en la otra parte del invernadero, mirando por el rabillo del ojo a Phoenix y los demás. Phoenix se fijó en cómo le susurraba algo a Engarde y luego se reían por lo bajo.

-Trés bien! Aujourd’hui vamos a poneg en peligo a la Mimbulus Mimbletonia paga veg sus mecanismos de defensa.

Todos tuvieron que echar hechizos de fuego para observar cómo la planta se lo devolvía con un apestoso jugo en toda la cara del emisor del conjuro.

-Bien, bien! ¿Alguien sabe algún hechizo paga contgagestag los efectos del jugo de la Mimbulus Mimbletonia?-preguntó el profesor Armstrong, limpiándose la cara con un pañuelo para poder ver.

Miles levantó la mano y dijo simplemente:

-Fregotego.

-Trés bien! Has guecupegado los puntos que pegdió mademoiselle Hagt, monsieur Edgewogth-anunció el profesor Armstrong, y luego agitó su varita, retirando los jugos de la cara de todos los alumnos.

Y con el fin de la clase de Herbología, llegó la hora del descanso. Dos horas que los alumnos podían aprovechar para adelantar deberes hasta la hora de comer, o descansar en los jardines o en la sala común.

Phoenix y Maya ignoraron los consejos de Miles, quien les decía que la redacción sobre los efectos del jugo de la Mimbulus Mimbletonia del profesor Armstrong era muy larga y tediosa, y que además era para el día siguiente, y se fueron a los jardines a jugar al snap explosivo. Miles les acompañó, pero él dedicó su descanso a escribir la redacción.

En plena partida de snap explosivo, Desirée llegó para hablar con Phoenix.

-¡Hola, Phoenix!-le saludó, y éste se levantó del suelo donde jugaba con Maya-Supongo que este año también estarás en el
equipo de quidditch, ¿no?-preguntó Desirée, con curiosidad.

-Hm, sí, ¿por?

-Es que me han nombrado capitana, ahora que Machi Tobaye se ha graduado y ha dejado el colegio.

-¿Ah, sí? ¡Enhorabuena!-se alegró Phoenix.

-Dentro de unos días haremos la selección de los nuevos jugadores, así que me gustaría que tú y el resto del equipo estuvieseis presentes, ¿vale?-dijo con una sonrisa.

-Sí, por supuesto, tú dime día y hora y allí estaré.

Desirée se despidió del grupo y se dirigió hacia Mia Fey, que era la guardiana del equipo. A Phoenix le extrañó que hubiesen nombrado capitana a Desirée, que era del cuarto curso, y no a Mia, que era del séptimo y estaba infinitamente más experimentada que ella.

-Es que Mia rechazó el puesto de capitana-comentó Maya desde el suelo al ver la cara de Phoenix.

-¡Oh...! Eso lo explica todo. ¿Y por qué lo rechazó? Yo siempre he querido ser capitán...

-Está muy ocupada con los ÉXTASIS, así que dijo que ser capitana era una responsabilidad muy grande y no la podría abordar del todo bien-continuó.

El recreo fue de lo más tranquilo. Una vez Miles les logró convencer de que empezasen con la redacción de herbología sonó la campana, así que Phoenix y Maya guardaron la pluma y el pergamino en la mochila y corrieron hacia el Gran Comedor. Se encontraba ya abarrotado por numerosos alumnos de todos los cursos. Algunos profesores ya habían ocupado sus asientos, pero no había ni rastro del misterioso profesor de Defensa contra las Artes Oscuras.

-Tenemos clase con él después de comer, ya habrá tiempo de conocerle-dijo Miles.

-Sí, tienes razón-asintió Phoenix, y se sentó en un banco cerca de los platos de salchichas con tomate.

Phoenix se dio cuenta de que Neil casi atravesado parecía evitarles y se iba a la otra punta de la enorme mesa de Gryffindor, pero considerando que era una paranoia suya no le dio más importancia. Por otro lado, Luke Atmey estaba aconsejando a unos alumnos de segundo curso que cogiesen bien los tenedores o penalizaría a su casa, y Phoenix creyó
que en esa ocasión el profesor Dumbledore se había equivocado estrepitosamente escogiendo los prefectos.

-Ho... Hola, Ph... Phoenix...-saludó una vocecilla detrás suya.

Phoenix se giró y pudo ver a la perfección a Iris Hawthorne, miembro de la casa Gryffindor y hermana gemela de Dahlia Hawthorne. A diferencia de ésta, Iris tenía el pelo negro, pero por lo demás eran muy, muy parecidas. A Phoenix siempre le había parecido que Iris era una muchacha muy guapa y amable, y en tercer curso se había
enamorado de ella perdidamente, aunque no sabía interpretar la actitud de Iris y no podía decir a ciencia cierta si él también le gustaba a ella.

-Espero que Dahlia no te haya vuelto a dar problemas-dijo en un susurro. Iris estaba rígida como una piedra y el color escarlata se imponía en sus mejillas.

-¡Ah! No. No, no, no. Qué va. No me ha dado ningún problema-se apresuró a decir Phoenix, e Iris suspiró aliviada.

-Menos mal... Te veo luego en Defensa contra las Artes Oscuras, ¿vale?-se despidió Iris, y se fue corriendo a donde estaba sentada Lotta.

Maya sonreía maliciosamente mientras miraba fijamente a Phoenix.

-Como diría el profesor Armstrong... L'amour!-rió.

Continuará...

No os acostumbréis mucho a estos capítulos cortitos que el que llega después es lo que viene siendo larguísimo :3 ¡Hasta entonces!

L'amour eh? XD Pobre Iris, tan cerca y a la vez tan lejos. XD Bueno han estado muy bien, y me los he bebido igual que el de los libros. ^^ Sigue Sankii por favor. n _ n

xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
Es buenisimo de verdad, sigue Sankii que te esta quedando de lujo xDDDDDDD

Weeeee!!! Me gusta mucho Sanki!!*_* Amstrong es dios jajajajaja y Kudo igual xD Joder, es que les pega mazo o.O Los has clavao xDD

Sigueeee!!^^

Y llega ya el cuarto capítulo. Ay, mamita, qué emosióoon.

Capítulo 4: La clase de Defensa contra las Artes Oscuras

Phoenix, Maya y Miles se dirigían a toda velocidad a la clase de Defensa contra las Artes Oscuras, pues se habían atrasado un poco porque Maya había tenido que ir a la Sala Común a por el libro de la asignatura.
Vieron a varios alumnos de Hufflepuff, por lo que comprendieron que ese día compartirían la clase con ellos. Maya y Phoenix cogieron un sitio en una esquina del aula, mientras que Miles fue a primera fila y se sentó con Larry Butz, quien ya había sacado sus pergaminos y esperaba al comienzo de la clase. Poco a poco el aula se fue llenando por los alumnos más rezagados, pero no había ni rastro del profesor.

-¡No me digas que tampoco va a venir a esta clase! ¡Esto ya es de risa!-oyó comentar Phoenix a April May, una atractiva alumna de Hufflepuff que estaba sentada delante de él.

Pero su voz se vio cortada por un montón de gritos ahogados de asombro. De la puerta del despacho del profe sor había salido un hombre enmascarado. Llevaba el pelo de punta blanco y cargaba una taza de algo que parecía café o té. Se sentó parsimoniosamente a su mesa y apoyó la taza. Los alumnos no tenían muy claro hacia dónde miraba el profesor, que portaba una túnica negra y oscura, pues la máscara se lo impedía. La máscara despedía cuatro haces de luz roja que cegó a algún alumno que decidió intentar mirarle a los ojos. Cuando el profesor habló lo hizo con una voz grave y amarga, denotando
los duros momentos que probablemente había tenido que vivir.

-Soy Godot, profesor legendario-se presentó éste-. Y soy vuestro nuevo profesor de Defensa contra las Artes Oscuras. He estado algo indispuesto estos días, pero ya estoy capacitado para daros clase. Es un placer.

Dio un sorbo a su taza, y luego volvió a dirigir su cara hacia los alumnos, pero de nuevo nadie sabía a quién miraba. Hizo un gesto
tosco con la boca, como una sonrisa pero llena de tristeza.

-Este curso-dijo, levantándose de la silla y apoyándose en la mesa-, vamos a estudiar muchos contraconjuros. También bestias tenebrosas, aunque veréis alguna en Cuidado de Criaturas Mágicas. Pero antes me gustaría saber qué os dio vuestro anterior profesor.

Miles levantó la mano rápidamente, y todos dirigieron su mirada hacia él.

-¿Sí, señor...?

-Edgeworth-dijo Miles, rápidamente.

-¿Sí, señor Edgeworth?

-El profesor Berry nos enseñó los peligros de los hombres lobos y cómo reconocer uno, a parte de hechizos para situaciones de alto riesgo, como el hechizo Ennervate o el Finite Incantatem.

-Entiendo-susurró el profesor Godot, sorbiendo de su taza.

Se hizo un silencio tremendo en el que los alumnos miraron fijamente al misterioso profesor, y éste a su vez dirigió su cara hacia la taza y dio otro sorbo.

-Este año-dijo por fin-vamos a estudiar las Tres Maldiciones Imperdonables, los boggarts, las banshees y por último daremos un repaso a los hechizos de desaparición.

El profesor había cogido su tomo de "Artes Oscuras y cómo evitarlas" y parecía leerlo muy concentrado.

-En este libro-dijo después de leerlo un rato-viene mucha información sobre banshees y hechizos para pasar desapercibido, pero no se mencionan las maldiciones ni los boggarts.

Phoenix observó a Miles hojeando el libro velozmente. Maya, a su vez, estaba jugando con la pluma.

-En cualquier caso, empezaremos con los boggarts-anunció el profesor Godot-, así que podéis guardar los libros.

Todos obedecieron y guardaron los manuales rápidamente en la mochila y se levantaron. Con un veloz movimiento de varita, el profesor Godot hizo que las mesas y las sillas se apartasen hacia una esquina, y con otro movimiento de varita un armario apareció en medio del aula.

-¿Alguien me puede decir qué es un boggart?-preguntó el profesor Godot, bebiendo de su taza.

Miles había levantado la mano, pero ésta vez no había sido el único. Otro alumno de Hufflepuff también la levantaba.

-¿Sí, señor...?-dijo el profesor Godot, tendiendo su taza de café hacia el de Hufflepuff.

-DeLite. Ron DeLite. Un boggart es un monstruo que vive en... lugares oscuros y cubiertos, como... como armarios, o cajones o despensas y... y... que adopta la forma de lo que más teme la persona junto con la que... se encuentra, ¿no?

-Correcto. Cinco puntos para Hufflepuff-asintió el profesor Godot-. Como bien ha dicho el señor DeLite, el boggart adopta la forma de lo que más tememos, así que nadie sabe cómo es un boggart sin transformarse. Ahora bien, ¿quién sabe cómo se derrota un boggart?

Esta vez Ron no levantó la mano, pero sí lo hizo Miles.

-Dígame, señor Edgeworth.

-La única forma de derrotar a un boggart es con la risa. Se usa el hechizo Riddikulus para que el boggart adopte una forma cómica y la gente se ría de él, haciendo que huya.

-¡Ja...! Correcto. Cinco puntos para Gryffindor. Como os imaginaréis-continuó el profesor Godot después de una pequeña pausa-, dentro del armario hay un boggart. Uno a uno quiero que os enfrentéis a él. Sed conscientes de que el boggart adoptará una forma que os asustará muchísimo, pero no quiero que huyáis. Manteneos firmes, gritad <> y
el boggart no os asustará más. Pero recordad que si lo hacéis mal, el boggart se volverá más agresivo y espantoso.

Los alumnos formaron una hilera frente al armario, que temblaba con los golpes del boggart, el cual luchaba por salir. April May, la chica a la que escuchó hablar antes Phoenix, estaba la primera en la fila, con la varita apuntando al armario.

-Muy bien. Voy a abrir la puerta, ¿estás preparada?-preguntó Godot.

-Sí, profesor-confirmó April, y se puso en una posición defensiva.

El profesor Godot agitó su varita y la puerta del armario se abrió con un horrible chirrido. Pasaron varios segundos hasta que del interior del armario surgió una serpiente gigantesca. Muchos alumnos, entre ellos April, se estremecieron.

-¡Ahora!-gritó el profesor Godot.

April May extendió su brazo justo cuando la serpiente parecía dispuesta a atacar, y gritó: <<¡Riddikulo!>>. La serpiente se anudó torpemente y cayó al suelo de manera estrepitosa. Todos rieron animadamente mientras April se alejaba del principio de la fila y se ponía en cabeza Maya.

¡Pam! La serpiente enredada se convirtió en Mia. Pero Mia cayó al suelo y empezó a sangrar brutalmente. Maya observó la escena horrorizada, pero se armó del valor suficiente para gritar <<¡Riddikulo!>>. Mia se levantó y comenzó a bailar un paso doble mientras tarareaba la música. Maya rió, aliviada, y siguió el camino de April. Ahora era Larry Butz el
que estaba en cabeza.

¡Pam! Mia, que seguía bailando, se transformó en un mago tenebroso que empezó a lanzar hechizos asesinos por todas partes. Larry gritó: <<¡Riddikulo!>> y de la varita del mago empezó a salir serpentina y confeti. Turno de Miles.

¡Pam! Esta vez el mago desapareció y no se transformó en nada, pero el suelo comenzó a vibrar de manera brutal. El mayor miedo de Miles era, por lo visto, un terremoto. Con un hilo de voz exclamó <<¡Riddikulo!>> y el temblor pasó a ser una sonora pedorreta. Todos rieron y se puso en cabeza Ron DeLite.

¡Pam! La pedorreta se dejó de oir y de la nada surgió Desirée Maddy. Todos se miraron, extrañados, esperando que a la falsa Desirée le pasase algo horrible (pues era sabido por todos que Ron estaba locamente enamorado de Desirée). Pero lo que hizo ésta fue pegarle un pisotón a Ron y luego gritarle: <<¡Te odio!>>. Ron, dolorido por el pisotón, gritó: <<¡Riddikulo!>> y la falsa Desirée se lanzó a sus brazos pidiéndole un vuelo en escoba a la medianoche como símbolo de su
amor eterno. Todos rieron, incluida Desirée, quien se puso en cabeza.

¡Pam! Ahora el boggart se transformó en un nundu, un peligroso leopardo mágico que se dispuso a atacar a Desirée. Ella gritó el hechizo con todas sus fuerzas y el nundu tropezó al saltar y cayó de bruces al suelo, rompiéndose los colmillos y lloriqueando con pena. Desirée rió mirando al nundu herido y se fue detrás de Ron. Era el turno de
Phoenix.

¡Pam! El nundu llorica se transformó en un gigante dragón, concretamente un Ridgeback noruego. El profesor Godot, por primera vez, ahogó un grito, pero no intervino en absoluto. Phoenix, atemorizado, gritó torpemente <<¡Riddikulo!>> pero el dragón siguió ahí, y exhaló una nube de humo. Phoenix repitió <<¡¡Riddikulo!!>> y el dragón siguió sin inmutarse. Esta vez, el profesor Godot ante el peligro inminente salió al paso y se puso delante de Phoenix, por lo que el boggart se transformó en otra cosa. Parecía una especie de mujer guapísima cuyo cabello ondeaba al viento, pero el profesor no permitió que los alumnos se fijasen en su mayor temor mucho tiempo porque hizo un movimiento de varita a toda velocidad y la mujer regresó al armario en un abrir y cerrar de ojos.

-Se acabó la clase-dijo, simplemente, y regresó a su despacho cargando todavía con la taza.

Todos los alumnos salieron desconcertados del aula en pequeños grupos. Maya parecía bastante contrariada:

-¿Su mayor temor es una mujer súper bonita? ¡No lo entiendo!-decía todo el rato.

Pero Phoenix no estaba preocupado por los temores del profesor Godot, sino por el hecho de que él no había sido capaz de neutralizar al boggart. El único de los que lo habían intentado. Tanto Maya como Miles lo habían conseguido, pero él no.
¿Por qué había sido? Lo cierto es que los Ridgeback noruegos le atemorizaban desde que tenía 6 años y estuvo en casa de sus abuelos en navidad (Un dragón enorme que se había escapado de un recinto de seguridad les atacó). Pero eso no explicaba nada. Maya, que había visto a la imagen de su hermana muriendo delante de sus narices, pudo realizar el hechizo sin ningún problema. ¿Y él se había amedrentado con un dragón de pega?

Maya y él se pusieron en marcha al ala oeste del tercer piso, donde estaba el aula de Aritmancia, y Miles, por el contrario, se dirigió al sexto, donde estaba el de Estudios Muggles.

Después de una aburrida charla de la profesora Vasquez sobre las propiedades mágicas del número siete, Phoenix corrió a toda prisa a una de las torres del castillo, donde estaba el aula de Adivinación, mientras que Maya se dirigió al aula de Runas Antiguas. Miles ya le esperaba dentro, acompañado por Desirée Maddy, Lotta Hart, Larry Butz y Wocky Kitaki.
En ese aula estaban solo los alumnos de Gryffindor (y solo los que habían escogido Adivinación en lugar de Runas Antiguas, que
eran muy pocos), por lo que Phoenix supuso que no compartirían la clase con ninguna otra casa. La profesora Morgan le Fay, una bruja extraña con un pelucón gigante en la cabeza, que sorbía una taza de té grácilmente, les miró uno a uno, y finalmente posó su taza de té en la mesa y habló:

-¡Sed bienvenidos, almas errantes, un año más a mi clase de Adivinación! ¡El futuro se abre ante nosotros, de nuevo, en todo su explendor! ¡La verdad se revela ante nuestros ojos, y solo los que tengamos un interior puro y receptor podremos entenderla! ¡Así que, sacad vuestros manuales y abridlos en la página 6!

Los alumnos obedecieron con desgana. La profesora le Fay era una vieja chocha que, aunque según algún profesor alguna vez había hecho una predicción acertada, no habituaba a "entender la verdad y visualizar el futuro".

-El arte de leer las bolas de cristal es milenario. Yo fui dotada de un don que me permite entender todo lo que aparece, pero a vosotros os costará mucho. Usad la guía de Imágenes que hay en la página 6 del libro y visualizad el futuro de vuestros compañeros en las bolas.

Miles había cogido su libro, y veía la neblina que se formaba dentro de la bola.

-Ehmmmmmmmmm...-decía entrecerrando los ojos-... Parece que... tu futuro... Ehmmmmmm...

-Déjalo, Miles-se enervó Phoenix al cabo de un rato-. No vas a lograr ver nada. Nadie lo va a lograr. Esto es una tontería.

Desirée Maddy, que intentaba en vano visualizar el futuro de Lotta en la bola, apoyó el comentario de Phoenix. La profesora le Fay dejó de insistirle a Kitaki que abriese su interior y se dirigió hacia Phoenix y Miles.

-¿Y bien? ¿Qué veis?-preguntó, después de dar un largo sorbo a su té.

-Errr... Parece que Phoenix va a conseguir lo que se propone-mintió Miles.

-¿Ah, sí? Sabía que dirías eso, y también sé que estás equivocado, querido.

La profesora le Fay había apoyado la taza de té en la mesa y miraba el interior de la bola. Lanzó un suspiro.

-Lo que yo veo es que se va a cumplir lo que más temes, posiblemente mañana-decidió finalmente la profesora, erguiéndose al cabo de un rato.

-¿Lo que más temo?-se extrañó Phoenix, pero la profesora se había dirigido a la mesa de Desirée y Lotta.

Continuará...



¡Oooh...! Pero qué sexy que es Godot >.< Por cierto, os preguntaréis por qué le he cambiado el apellido a Morgan Fey. Bueno, resulta evidente, no quería que tuviese ningún tipo de conexión con las tres Fey que hay en Hogwarts, así que es el mismo caso que Misty Fey, la cual adopta su nombre artístico Elise Deauxnim para que tampoco podamos relacionarla con Mia, Maya o Pearl :3

¡Muy chulo! Me has enganchado mucho Sankii x3 Phoenix se identifica muy bien con Harry, pero Godot no tiene nada que ver con ojo loco. (Aparte de que no se le ven los ojos XD)
¡Sigue porfii! ^^

Lo del boggart me ha encantado, ha sido lo que más me ha gustado de momento xP Y por cierto, Godot tiene 3 luces, no 4... no?O.o xD Creo xD

Estoy enganchadísimaaa =D Sigue!^^

Sankii eres la leche xDDDDDDDDDD
Continua por favor xDD

Y otro nuevo capi, aunque llegue con algo de retraso :3

Capítulo 5: Rumores


-Esas clases son una chorrada-comentaba Miles, después de salir del aula de Adivinación-. ¿Crees de verdad que esa mujer puede saber con seguridad que se va a cumplir tal o cual cosa? Pse, son paparruchas, te lo digo yo.

-¿Y por qué escogiste Adivinación?-se extrañó Phoenix.

-Porque era eso o Runas Antiguas, que es una asignatura demasiado complicada y me quitaría tiempo para las más importantes, como Transformaciones-afirmó Miles, y continuó caminando.

La conserje del colegio, la sra. Oldbag, estaba limpiando los vómitos de algún alumno y al verlos les dirigió una profunda mirada asesina. Siempre había sido una mujer muy amargada y cotilla que se dedicaba a pasear por los pasillos del colegio con el deseo de que pudiese castigar a alguno. Solía trabar amistad con otras cotillas como ella, por lo que Lotta Hart había ido a visitarla alguna vez a la conserjería para marujear juntas.

-No piséis ahí, está recién fregado-masculló la sra. Oldbag.

-Perdone-se disculpó Miles, y se dio la vuelta dirigiéndose a otro pasillo.

Phoenix y Miles no esperaban encontrarse con Maya, ya que Mia la había citado para comentarle algo, pero lo que menos se esperaban
encontrar era a Iris Hawthorne cruzando uno de los corredores.

-¡¡Ah!! Ho... Hola, Phoenix. Hola, Miles-saludó la chica, nerviosa.

-Hola, Iris...-saludó Phoenix, con un hilo de voz.

-¿Sabes?-se apresuró a decir Iris para que no reinase el silencio-Hoy en clase de Runas Antiguas Maya ha hecho un comentario muy ocurrente y el profesor Gant sumó cinco puntos a Gryffindor. Estaba muy contenta.

Phoenix intentó hacer un comentario ingenioso, pero Miles le dio un codazo para que se diese prisa. El chico dijo que Maya era así, se despidió de Iris y echó a correr detrás de Miles.

-Sabes que tenemos que hacer un montón de deberes de Aritmancia e Historia de la Magia. No podemos perder el tiempo-dijo el chico, indignado.

-Sí, sí, tienes razón-se disculpó Phoenix, abochornado.

Pero justo después de encontrarse con Iris, Phoenix chocó sin darse cuenta contra Dahlia, que también iba distraída. Ella cayó al suelo, y mientras Stickler la ayudaba a levantarse, Engarde sacó su varita en señal de ataque.

-Perdona, Hawthorne-dijo con desprecio Phoenix, mientras se levantaba del suelo.

-Mira por dónde vas, Wright-casi escupió Dahlia, y aún apoyada en Stickler, le miró con una habitual cara de asco-. ¿Dónde está tu
amiga la del moño, Wright? ¿Se ha perdido por fin?

Mientras Engarde y Stickler reían tontamente, Phoenix respondió:

-No, pero se dio cuenta de que empezaba a oler fatal y como no quería encontrarse contigo se fue en la otra dirección.

Miles rió la gracia, y luego cogió del brazo a su amigo y tiró de él. Dahlia no les quitó el ojo de encima hasta que se perdieron de vista.

-No caigas en el juego de esa tía, Phoenix-dijo entonces Miles-. Solo quiere provocarnos para dar pie a que nos castiguen.

-Pero me irrita mucho que siempre se esté metiendo con Maya o contigo-masculló Phoenix, entre dientes.

-Oh...-Miles se sonrojó un poco-. Pero aún así. No caigas en su juego, por favor.

Al llegar por fin al Gran Comedor para cenar, después de hacer los deberes, Phoenix divisó al profesor Godot en la mesa de los profesores por primera vez. Estaba charlando con el profesor Payne mientras bebía de su taza. Maya también estaba sentada, junto a Iris y Larry. Phoenix y Miles se sentaron a su lado.

-Hola, chicos, ¿qué tal ha ido la tarde?-preguntó Maya, muy animada, mientras Iris seguía riendo un chiste que acababa de contar Larry.

-Estuvimos haciendo los deberes en la Sala Común, y no te vimos allí-comentó Phoenix, extrañado.

-Es que al final fui con mi hermana a... otra parte, y eso-respondió Maya, de manera brusca.

Comenzaron a cenar y al poco rato llegó Desirée. Saludó a todos y se sentó al lado de Lotta.

-¿Qué tal, Desirée?-preguntó Phoenix.

-He estado informando a todos los miembros de nuestra casa de las pruebas, pero no hay mucha gente dispuesta...-suspiró la chica, mientras apoyaba su cabeza entre sus brazos.

-Hmmm...-dijo entonces Iris, que había estado callada desde que Larry contó el chiste-. Yo... Yo había pensado en apuntarme al equipo... O sea, primero... Primero tendría que hacer las pruebas, claro, pero...

A Phoenix le dio un tumbo el corazón. ¿Iris en el equipo? Eso supondría que pasaría con ella muchas tardes del curso.

-¿Ah, sí?-dijo alegremente Desirée-¿Y qué puesto te interesa? Están libres el de cazador y uno de golpeador.

-Cazador estaría bien, pero ya veré en las pruebas. Son el sábado, ¿no?

-Sí-contestó apresuradamente Phoenix, sin dejar que lo hiciese Desirée.

-Vale, pues lo intentaré-dijo la chica, sonriente, y se dirigió hacia la mesa de Slytherin a hablar con su hermana.

Por un momento Phoenix lo había olvidado, pero si Iris se apuntaba al equipo de quidditch de Gryffindor en el puesto de cazadora, ocuparía el mismo puesto que Dahlia, su hermana, solo que ésta lo hacía en el equipo de Slytherin.

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El martes amaneció como un día terriblemente lluvioso. Phoenix y Maya se dirigieron al Gran Comedor un poco tarde, pues habían trasnochado jugando al Ajedrez mágico y se habían levantado en una hora del todo inadecuada.
Miles parecía haber terminado ya de desayunar y le estaba explicando algo a Larry sobre un pergamino. Larry parecía no enterarse de nada en absoluto. Al acercarse, Phoenix pudo ver con letras bien grandes sobre el papel "POR QUÉ LOS MUGGLES NO USAN LECHUZAS PARA EL CORREO".

-Buenos días, chicos-dijo Phoenix apresuradamente mientras engullía un trozo de pan con mermelada de naranja.

Maya también tragaba a toda velocidad sus gachas con avena, pero ella no les había saludado por las prisas.

-Buenos d...

Pero las palabras de Miles se cortaron con el ulular estrepitoso y el aleteo de las lechuzas del correo. La lechuza gris de Miles, Dido, se posó en el hombre de su dueño y le tendió una carta.

-Es de mi madre-dijo simplemente-. Parece que se ha enterado de ciertos rumores sobre Hogwarts y quiere que le escriba para saber que estoy bien.

-¿Rumores?-se extrañó Phoenix.

-Sí... Bueno, no especifica nada más, pero eso es lo que pone.

Miles arrancó un trozo de pergamino y comenzó a escribir una respuesta para su madre. Luego la ató en la pata de Dido, la acarició un rato y la lechuza salió volando.

-Será mejor que vayamos yendo ya a Transformaciones. A la profesora Deauxnim no le gusta que lleguemos tarde-dijo Miles, y se apresuró a guardar sus cosas en su mochila.

Al cabo de unos minutos ya estaban en el aula del quinto piso que correspondía a Transformaciones, y la profesora Deauxnim les miraba
desde la otra punta de la clase. Los alumnos de Slytherin llegaron al cabo de un rato.

-Bienvenidos un año más a Transformaciones-saludó la profesora Deauxnim. Era una mujer alta, arrugada, con el pelo recogido en un moño y con una túnica negra y morada. A Phoenix se le daba un aire a alguien, pero no supo decir a quién.

-Parece de buen humor-sonrió Maya.

-Este año-continuó la profesora Deauxnim-vamos a aprender los riesgos de transformar animales en objetos inanimados. Comenzaremos con
algo simple. Tenéis que transformar estas hormigas-señaló una jaula de cristal llena de hormigas-en piedras.

Miles no tardó en formar ante sí un pequeño pedrusco de no más de 5 centímetros de longitud, pero Maya acabó provocando que su
hormiga se lanzase a morderle al hacer aparecer una piedra sobre ella. Phoenix también consiguió que su hormiga se transformase, pero su piedra era más pequeña que la de Miles.

Llegó el fin de la clase doble de Transformaciones, y después de una aburrida mañana en la que Phoenix asistió a Herbología y Adivinación, llegó el turno del recreo y la comida. Phoenix estaba hambriento, por lo que cuando le tocó volver al Gran Comedor lo agradeció mucho.
Sin embargo, Maya parecía un poco frustrada al regresarr de la clase de Runas Antiguas, pero no quiso decirles por qué. Y cuando Phoenix se encontraba devorando un apetitoso plato de patatas sispikin, el profesor Gumshoe, de Cuidado de Criaturas Mágicas, se paró a saludarles.

-¿Qué tal las vacaciones?-saludó el guardabosques, muy animado.

-¡Hola, Gumshoe!

-Esta tarde tenéis clase conmigo, amigos. Vamos a estudiar unos animales muy interesantes.

Los chicos habían conocido a Gumshoe cuando éste los salvó en primer curso del dementor que besó al profesor Yoggi. Desde entonces, su
amistad había ido en aumento a lo largo de los cursos. Se despidió de los chicos y se dirigió a la mesa de los profesores.

-Pobre Dick-suspiró Miles-. A nadie le gusta la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas porque los animales que suele enseñar son un rollazo, a pesar de que él dice que son interesantes...

-Bueno, el año pasado cuando vimos a los thestrals no estuvo nada mal-comentó Phoenix, intentando defender al guardabosques.

-¿Pero cómo que cuando vimos? Sólo una persona pudo ver a los thestrals, y no parecía muy contenta de tener tal privilegio-le recordó Miles de mala gana. Phoenix tuvo que darle la razón, pero refunfuñó algo incomprensible para los oídos de sus amigos.

Continuará...


And that's all!

Tengo que reconocer que no me esperaba un par de cosas. La primera de todas, que Iris apareciese y haya un posible romance (fan de Phoenix x Iris, lo siento por los de Phoenix x Maya chicos XDD). La segunda, que Godot sea el profesor de Artes Oscuras. Era algo tan obvio y lógico que ni se me había pasado por la cabeza, lo admito.

Va muy bien el fic, me gusta la forma que está tomando (y eso que HP no me agrada mucho). Espero el próximo capitulo con impaciencia.

Has trastocado la historia de Harry Potter¡¡¡.... me encanta, una obra maestra

Me encanta Sanki!^^ Aunque son larguísimo los capítulos, pero me encanta xDDD

Phoenix es el mejor!jum y Godot owo xDD Sigue sigue ^^

Necesito más, esto no es suficiente para mí. XD Soy demasiado fan de HP como para perderme tu historia. x3 Continue pleaze!!

Ha estado muy bien el capitulo sankii, aunque eso si, a mi no me haria mucha gracia que Phoenix acabase con Iris xD

Phoenix x Maya forever! :P

Y un nuevo capi, aunque quizá tarde un poco en actualizar con el capítulo 7 :33 Lo sientuu

Capítulo 6: El mayor temor de Phoenix

La clase de Cuidado de Criaturas Mágicas no era la favorita de Phoenix, y horrorizaba al resto de estudiantes. Cuando Gumshoe no les obligaba a cuidar de los peligrosos grindylows, les hacía escuchar una tediosa charla sobre unicornios. Phoenix oía a Lotta Hart quejándose al bajar por la ladera de los jardines de Hogwarts, y parecía no ser la única, pues Dahlia Hawthorne también criticaba al profesor Gumshoe junto con Engarde y Stickler. Por suerte y para mejorar un poco el asunto, había cesado de llover, pero estaba todo encharcado y resbaladizo y un par de alumnos casi se desnucan al caer por la ladera.

-Maldición, otra clase que tenemos que compartir con Slytherin...-suspiró Maya, observando a Dahlia tirando de la corbata de Engarde para que se diese prisa.

-Bueno, no puede ser peor que... eso...-dijo Miles en un susurro, señalando los animales que sacaba Gumshoe a rastras del bosque.

-¿¡QUÉ DEMONIOS...!?-gritaron Phoenix y Maya al unísono.

Una especie de bichos escamosos les esperaban cerca del Bosque Prohibido, exhalando humo por la nariz. Desirée Maddy gritaba horrorizada señalándolos y Larry Butz quedó paralizado al verlos.

-¡Bajad, bajad!-gritaba Gumshoe, haciendo gestos exagerados con las manos.

-¿¡Dragones!?-oyeron escupir a Dahlia Hawthorne-¿¡El majadero este pretende enseñarnos las maravillas de los dragones!? ¿¡La única
neurona que le quedaba se la robó un wrackspurt o qué!?

Pero, evidentemente, eran crías de dragón, muy pequeñas y escuchimizadas, que parpadeaban desordenadamente y lanzaban hileras de humo al cielo con torpeza. Phoenix creyó desmayarse al ver, entre los 11 dragones que había, una cría de Ridgeback noruego, catalogado
por el Ministerio de Magia como uno de los animales más peligrosos de toda la fauna mágica, junto con el nundu y la mantícora.

-¡No puede ser!-masculló-¡N... No podemos estudiar dragones! ¡Tiene que estar prohibido...! ¿No?

-Qué va-negó Miles con un dedo-. Se permite el estudio de dragones de menos de un año de edad y metro y medio de altura.

Y parecía que los 11 dragones de Gumshoe cumplían con la normativa del colegio, para horror de Phoenix. El joven intentó pensar una
enfermedad mortal y peligrosa para que el guardabosques no tuviese más remedio que mandarlo a la enfermería y así la enfermera
Miney le pudiese poner en cuarentena... Pero no se le ocurrió nada.
Tras maldecir repetidamente en su mente y despotricar contra Gumshoe, a Phoenix no le quedó más remedio que seguir a Maya y Miles hasta donde estaban los dragones.

-Tranquilos, amigos-dijo Gumshoe cuando los alumnos llegaron a donde él estaba y vio sus horrorizadas caras-. No tienen ni seis meses. No
son peligrosos.

-¿Que no?-gritó Dahlia, indignada-¡No están criados! ¡Son bebés! ¡Son un peligro!

-Qué va, qué va, no saquemos las cosas de quicio-decía Gumshoe mientras acariciaba a un dragón que jugueteaba con lo que parecía una
pata de caballo.

Todos miraban con pánico a las 11 bestias, mientras se mordían unas a otras, echaban humo a la cara de los alumnos o se elevaban unos
metros con sus pequeñas alas.

-¿Sabe, profesor?-susurró Desirée-Creo que me gustaban más los thestrals que nos enseñó el año pasado...

-¡Tonterías! ¡Si no pudisteis verlos! ¡Vamos a criar a estos adorables dragoncitos! Cuando acabe el curso ya serán adultos y tendremos que
soltarles, pero mientras tanto... A ver, a ver, coged esos guantes de piel de salamandra. Hay un par para todos.

Los alumnos corrieron hacia una especie de estante de madera mal colocado en el que había un montón de guantes de distintos tamaños.
Todos se pusieron un par, aunque a algunos les quedaban pequeños y a otros les sobraban por todos lados.

-¡Oiga, como uno de estos... bichos me queme el pelo, juro que el ministro le manda de una patada a Azkaban!-amenazó Dahlia al profesor, con un dedo en alto. Iris le agarró por un hombro para que se relajase.

-Tranquila, tranquila, apenas pueden echar humo, no te van a quemar nada. Como mucho pueden morderte, pero los colmillos de dragón
no son venenosos, y con esos guantes de piel de salamandra no te pasará nada si ese es el caso-la tranquilizaba Gumshoe, pero Dahlia
no pareció quedar muy convencida de lo que el profesor le comentaba.

Por parejas, los alumnos se hicieron cargo de un dragón, tuvieron que alimentarlo y jugar con él mientras el profesor Gumshoe les vigilaba
para que no pasase nada malo. Cuando sonó el timbre que marcó el final de la clase, Dahlia Hawthorne se quitó a toda prisa sus guantes y
salió corriendo en dirección al castillo seguida por sus secuaces, Engarde y Stickler.

-Ha sido una clase muy guay, Gumshoe-decía Maya con una sonrisa de oreja a oreja-. Mi dragón se llama Jack, ¿sabes?

-Te he dicho que me gusta más Exor, Maya-dijo indignado Larry.

Y aunque Miles también había disfrutado mucho de la clase, Phoenix estaba horrorizado. A parte de que el profesor Gumshoe les había
asignado como dragón al Ridgeback noruego, éste había intentado morder su pierna, y de no haber sido porque Miles hizo un hechizo
Protego a tiempo Phoenix ahora mismo estaría en el hospital San Mungo de Enfermedades Mágicas.
Mientras subían por la ladera de los jardines, Miles y Maya comentaban encantados las maravillas de sus dragones y Phoenix intentaba
recuperar el color habitual de su cara, que había pasado a ser blanco como la nieve.

-¿Se referiría a esto la profesora le Fay?-preguntó, entre extrañado y divertido, Miles al fijarse en la cara de pánico del chico.

Después de la horrible clase de Cuidado de Criaturas Mágicas Phoenix pensó que el día no podía empeorar, pero se convenció de lo
contrario al ver que le esperaba una sesión doble de Pociones. El profesor von Karma siempre había sido uno de los que menos le
había gustado a Phoenix en toda su estancia en Hogwarts, y además las pociones no eran lo suyo. Para colmo, el aula de Pociones estaba en las mazmorras, muy cerca de la Sala Común de Slytherin, y era habitual ver a Dahlia y sus compinches por ahí. Cuando llegaron allí se podía percibir el olorcillo habitual a esencia de murtlap, que tanto desagradaba a Phoenix. El profesor von Karma se encontraba en su mesa, ordenando los ejemplares de "Moste Potente Potions" que poseía.

-¡Ahhh...!-suspiró lánguidamente-Bienvenidos, un año más, a Pociones. El poder de las Pociones es inconmensurable y pueden conseguir cualquier tipo de efecto. Muchas veces son más poderosas que cualquier embrujo, aunque su efecto no suele ser eterno. Asimismo, una poción mal hecha puede ocasionar un desastroso destino a quien la beba.

El profesor von Karma se paseaba apoyado con su bastón entre calderos y alumnos, con una mirada de suficiencia demasiado enervante. Sacó su varita y la movió rítmicamente, haciendo que se escribiese con letras grandes en una pizarra:
"Filtro de los Muertos".

-El Filtro de los Muertos. ¿Alguien me puede decir cuáles son sus efectos?-preguntó con desdén.

Tanto Franziska von Karma como Miles levantaron la mano a toda velocidad.

-¿Señorita von Karma?

-El Filtro de los Muertos provoca a quien la beba un sueño largo y profundo, que puede ser eterno si se bebe en grandes dosis-recitó
Franziska como si se lo trajese estudiado de casa.

-Correcto-asintió simplemente su padre-. Diez puntos para Sly... Ravenclaw.

Miles bajó la mano de mala gana y miró con descaro a Franziska, la cual cuchicheaba algo con Ema Skye. Por otro lado, Phoenix estaba
muy ocupado buscando en su ejemplar de "Moste Potente Potions" el Filtro de los Muertos, pero no estaba por ningún lado.
Con otro gesto de varita von Karma hizo que apareciesen los ingredientes debajo de "Filtro de los Muertos" en la pizarra.

-Asfófelo... Raíces de valeriana... Belladonna... Judías Soporíferas... Bilis de armadillo... Y ajenjo-decía el profesor von Karma mientras
los nombres iban apareciendo uno a uno. Miles levantó la mano apresuradamente-¿Qué quieres, Edgeworth?

-Profesor, ¿la belladonna no es venenosa?-preguntó, preocupado.

-Ja... Sí, así es. Es venenosa en dosis no muy pequeñas, pero 250 miligramos de belladonna no matarían ni al armadillo del cual
precisamos la bilis-dijo von Karma, arrastrando las palabras. Franziska rió por lo bajo, como si creyese que saber eso era elemental y Miles era un necio y un inculto por haber preguntado semejante estupidez.

Phoenix y Maya siempre necesitaban mucha atención a la hora de echar los ingredientes. Cuando el profesor dio la advertencia de
que el color final de la pócima tenía que ser azul, Maya observó horrorizada que apenas le quedaban por echar dos ingredientes y
su poción era de un naranja vivaz.

-¿¿Pero se acaba poniendo azul, Miles??-preguntaba, desesperada.

-Que sí, pesada. Echa dos raíces de ajenjo y ya verás que empieza a ser azulona-le decía él mientras removía seis veces su poción
en el sentido contrario a las agujas del reloj.

Sin embargo, cuando Maya echó las dos raíces de ajenjo su poción empezó a emitir un vapor con olor a rayos, haciendo que todos los
alumnos tosiesen agitadamente.

-N... ¡Nooo...!-gimió la chica, buscando en la pizarra en qué se había equivocado.

-¡Fatal!-oyeron decir entonces al profesor von Karma. Hizo un gesto con la mano y la poción de Maya se esfumó, junto con el vapor
(pero el olor perduró un rato todavía)-¡Veinte puntos menos para Gryffindor! ¡Y usted, señorita Fey, tiene una D! ¡Sí, de Desastroso!
¡Siga así y quizás le ponga una T de Troll! ¡No sería la primera vez!

Maya le miró con impotencia y los ojos llorosos, y se limitó a coger sus cosas y salir del aula. Cuando la clase terminó, Phoenix y Miles se la encontraron lloriqueando en la Sala Común, acompañada de Mia y Pearl.

-¿Qué ha pasado?-preguntó Mia, asustada-No me quiere decir nada.

Phoenix y Miles intercambiaron una mirada de preocupación, y le contaron todo lo que había ocurrido en la clase de Pociones.

-¿Así que el profesor von Karma le puso una D? Hmm...-Mia se giró hacia su hermana con una mirada de comprensión-Pero no pasa
nada, mujer. Ha sido solo una D. No ha muerto nadie.

-¡Pero... Snifff... Es que es la primera vez que me pasa! ¡Snifff! ¡Y me dijo que la próxima vez sería una T y que no sería la primera vez!

Mia rió durante un buen rato al escuchar lo que le había dicho su hermana. Maya le lanzó una mirada de reproche.

-Si tanta gracia te hace, vete a reírte con el profesor von Karma y déjame en paz. Seguro que os lo pasáis bomba-se quejó, enfurruñada.

-¡Jajaja! ¡No me río de ti, tonta! Con lo de que no sería la primera vez se refería a que en tercer curso me puso a mí una T. Hice la poción tan mal que parecía cemento de lo espesa que estaba. Supongo que quería decir "No sería la primera vez que le pongo una T a una Fey". Y parece que Pearly va po el mismo camino-sonrió Mia.

La niña asintió alegremente y comentó:

-Ayer el profeso von Karma dijo que mi poción no servía ni para dar de comer a un ogro.

-¿A... Ah, sí?-se sorprendió Maya, quien ya había parado de llorar.

-¡Claro! Las Fey siempre hemos sido negadas para las pociones, así que no es de extrañar que tú también acabes sacando una T. No le des más vueltas, ¿vale?-dijo Mia, sonriente, y después de acariciarle el pelo a su hermana se fue de la Sala Común a toda prisa.

Tras la charla con Mia en la Sala Común, Maya estuvo de mejor humor el resto del día, pensando que la cena estaba próxima y ya no había más clases. Sin embargo, Miles los devolvió a ella y a Phoenix a la cruda realidad al recordarles que todavía tenían que hacer los deberes de Herbología, Transformaciones y Adivinación (y aunque Maya no tenía Adivinación, tenía un texto que traducir para la clase de Runas Antiguas). Así que se pasaron el resto de tarde hasta que llegó la hora de cenar escribiendo sobre la Mimbulus Mimbletonia y practicando con la transformación de hormigas en piedras. Esa noche no pasó nada más que fuera interesante, aparte de que Larry Butz tropezó con Dahlia Hawthorne y ésta había intentado usar el hechizo Vomitababosas sobre él cuando fue parada por la profesora Deauxnim y Slytherin acabó perdiendo veinte puntos. Sin embargo, Phoenix tuvo un sueño que no le gustó nada.
En él, Mia y el profesor Armstrong bailaban un pasodoble mientras el profesor von Karma le tiraba frascos de pociones a Maya, la cual huía volando en un Ridgeback noruego con la cara de Dahlia. Se despertó
atemorizado al descubrir las cosas estrambóticas que era capaz de formar su subconciente.

Continuará...

¡Hasta la próxima!

Sankii escribió:-El Filtro de los Muertos. ¿Alguien me puede decir cuáles son sus efectos?-preguntó con desdén.

Tanto Franziska von Karma como Miles levantaron la mano a toda velocidad.

-¿Señorita von Karma?

-El Filtro de los Muertos provoca a quien la beba un sueño largo y profundo, que puede ser eterno si se bebe en grandes dosis-recitó
Franziska como si se lo trajese estudiado de casa.

-Correcto-asintió simplemente su padre-. Diez puntos para Sly... Ravenclaw.

¡Enchufeeeeeeeeee...! Y por toda la cara XDDD

Sankii escribió:Sin embargo, Phoenix tuvo un sueño que no le gustó nada.
En él, Mia y el profesor Armstrong bailaban un pasodoble mientras el profesor von Karma le tiraba frascos de pociones a Maya, la cual huía volando en un Ridgeback noruego con la cara de Dahlia. Se despertó atemorizado al descubrir las cosas estrambóticas que era capaz de formar su subconciente.

Vaya sueño más paranoico tiene el colega Wright, joder XD.

En fin, cortillo el capitulo, pero lleno de situaciones que me han hecho sonreír más de una vez (las citadas, por ejemplo). Tómate tiempo para el próximo capitulo (¡claro!)... pero tampoco te tires dos meses sin decir ni pío XD.