Mi fin justifica los medios...
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Kail
Zion Stone
Deivi_jd
Beatrix
Paula
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Página 1 de 1.
Mi fin justifica los medios...
Bueno... No se porque, pero me entraron ganas de ponerme a escribir un relato ^^
Doy gracias a:
Bea: por ayudarme con el titulo ^^
Chris: Porque de alguna manera, aun estando dormido, me dio la inspiracion xDDDD
Bueno, os dejo leer el primer capítulo... No esta muy bien echo, pero igualmente... Espero que seais sinceros xD ^^
El frío era insoportable... Las calles estaban completamente cubiertas de una capa blanca y fría; adornada con hermosas luces de colores que daban la alegría típica navideña, los niños jugando en la nieve, lanzandose bolas o simplemente haciendo muñecos de nieve.
Yo, caminaba apresuradamente para llegar lo antes posible a mi casa y ver a mi herma Lucy. Odiaba tener que trabajar el día de Navidad, pero le había prometido estar en casa para la cena.
Trabajo en una tienda de móviles desde hace unos cuantos meses. No ganaba una cantidad muy grande de dinero, pero no me podía quejar, ya que a mi edad, que tan solo tengo 22 años; y con el paro que hay... En fin, otro trabajo no podía esperar la verdad... Despues de haber dejado mi antiguo empleo... No puedo optar a otra cosa...
Al fin llegué al portal de mi edificio. Con los dedos entumecidos por el frío, busqué las llaves entre la multitud de objetos de mi bolso (La mayoría de los objetos que están ahí están por la simple vagancia de limpiar el bolso). Tras una insistente busqueda, conseguí encontrar las llaves; primera dificultad superada. Pasemos al nivel dos; meter las llaves en la cerradura. Me estaba resultando completamente imposible debido al temblor de mis dedos por el frío. Tras unos cuantos minutos intentando encajar la llave, al final logré abrir la puerta (quien me viera pensaria que tenia parkinson, o que simplemente era tonta).
Cuando al fin entre en el portal, noté el calor que había dentro, la verdad esque era muy gratificante... Me dirijí hacia el interruptor de la luz para poder subir las escaleras, pero, para mi "sorpresa" no habia luz en los pasillos del edificio. "Que novedad..." fue lo que pensé. Desde luego, subir hasta un segundo por las escaleras, y aun encima a oscuras, no es algo que me hiciera mucha gracia. No porque tuviera miedo, sino por el simple echo de tropezar... A escuras, busqué mi móvil por el bolso para que pudiera darme algo de luz. Comienza el nivel tres: subir las escaleras.
La luz del movil se me apagaba cada dos por tres, asi que tenía que pulsar una tecla cada rato, y, seamos sinceros, eso me atrasaba bastante... "Cuando le cuente esto a Lucy se reirá de mí. Seguro."
Así que decidí guardarmelo para la cena, y no contarselo en cuanto la viera, así tendríamos algo de lo que reirnos durante la cena. Al fin conseguí llegar a mi puerta. La abrí lentamente, de modo que Lucy no pudiera escuchar mi llegada y poder meterle un susto. La televisión estaba encendida, así que supuse que Lucy, habia permanecido toda la tarde tumbada en el sofá viendo la tele, jugando a su maquinita dichosa o con el ordenador. Me acerqué lentamente al salón, no obstante, allí no había nadie. Me extrañé y fui a su habitación, pero no había rastro de ella. Era como si no hubiera pasado por su cuarto en todo el día... Me empecé a preocupar, pero me di cuenta de una cosa. Tyler, mi novio. El había quedado de venir a cenar con nosotras el día de Navidad. Ya lo tenía, esto era una broma ideada por ellos dos. Seguro. Pues no se iban a ir de rositas, me puse mi bufanda, mis guantes y salí a la calle, en dirección a la casa de Tyler.
Caminé veinte minutos por la nieve, pero el frió era tan intenso que me pareció el doble. En cuanto llegué al portal, decidí que esta vez no me pasaría como en mi edificio, no quedaría como una idiota, así que intenté mantener el pulso firme y cojí las llaves que Tyler me había dado y abrí el portal. Subí en el ascensor y en unos segundos ya había llegado a la duodécima planta; es decir, donde estaba el piso de Tyler.
Entré sigilosamente en la casa, de modo que no supieran que yo estaba allí y poder darles una sorpresa (aclarando: Que su broma no había colado). Ya tenía pensado que decirles... "Hola chicos. ¿Bonita la broma que le habeis gastado no? Menos mal que ella no es lista". Sin embargo... la casa estaba completamente vacía. Ni Tyler ni Lucy estaban en ella. Me empecé a preocupar de verdad. Busqué por toda la casa sin resultados... Hasta que, por pura casualidad encontré un papel colgado en la nevera. Un mal presentimiento pasó por mi mente, un escalofrió me recorrió el cuerpo. Con las manos temblorosas, cojí el papel y leí lo que ponía.
"Ellos no estan aquí. Si estas leyendo esto, no tienes opción de volver atrás. Si quieres recuperar a tu novio y a tu hermanita, llama al número que hay en la otra cara de la nota"
Me llamo Megan Hudson, y aquí comenzó una etapa oscura, fría y dolorosa de mi vida.
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Espero que os haya gustado (¿?) xD
Doy gracias a:
Bea: por ayudarme con el titulo ^^
Chris: Porque de alguna manera, aun estando dormido, me dio la inspiracion xDDDD
Bueno, os dejo leer el primer capítulo... No esta muy bien echo, pero igualmente... Espero que seais sinceros xD ^^
El frío era insoportable... Las calles estaban completamente cubiertas de una capa blanca y fría; adornada con hermosas luces de colores que daban la alegría típica navideña, los niños jugando en la nieve, lanzandose bolas o simplemente haciendo muñecos de nieve.
Yo, caminaba apresuradamente para llegar lo antes posible a mi casa y ver a mi herma Lucy. Odiaba tener que trabajar el día de Navidad, pero le había prometido estar en casa para la cena.
Trabajo en una tienda de móviles desde hace unos cuantos meses. No ganaba una cantidad muy grande de dinero, pero no me podía quejar, ya que a mi edad, que tan solo tengo 22 años; y con el paro que hay... En fin, otro trabajo no podía esperar la verdad... Despues de haber dejado mi antiguo empleo... No puedo optar a otra cosa...
Al fin llegué al portal de mi edificio. Con los dedos entumecidos por el frío, busqué las llaves entre la multitud de objetos de mi bolso (La mayoría de los objetos que están ahí están por la simple vagancia de limpiar el bolso). Tras una insistente busqueda, conseguí encontrar las llaves; primera dificultad superada. Pasemos al nivel dos; meter las llaves en la cerradura. Me estaba resultando completamente imposible debido al temblor de mis dedos por el frío. Tras unos cuantos minutos intentando encajar la llave, al final logré abrir la puerta (quien me viera pensaria que tenia parkinson, o que simplemente era tonta).
Cuando al fin entre en el portal, noté el calor que había dentro, la verdad esque era muy gratificante... Me dirijí hacia el interruptor de la luz para poder subir las escaleras, pero, para mi "sorpresa" no habia luz en los pasillos del edificio. "Que novedad..." fue lo que pensé. Desde luego, subir hasta un segundo por las escaleras, y aun encima a oscuras, no es algo que me hiciera mucha gracia. No porque tuviera miedo, sino por el simple echo de tropezar... A escuras, busqué mi móvil por el bolso para que pudiera darme algo de luz. Comienza el nivel tres: subir las escaleras.
La luz del movil se me apagaba cada dos por tres, asi que tenía que pulsar una tecla cada rato, y, seamos sinceros, eso me atrasaba bastante... "Cuando le cuente esto a Lucy se reirá de mí. Seguro."
Así que decidí guardarmelo para la cena, y no contarselo en cuanto la viera, así tendríamos algo de lo que reirnos durante la cena. Al fin conseguí llegar a mi puerta. La abrí lentamente, de modo que Lucy no pudiera escuchar mi llegada y poder meterle un susto. La televisión estaba encendida, así que supuse que Lucy, habia permanecido toda la tarde tumbada en el sofá viendo la tele, jugando a su maquinita dichosa o con el ordenador. Me acerqué lentamente al salón, no obstante, allí no había nadie. Me extrañé y fui a su habitación, pero no había rastro de ella. Era como si no hubiera pasado por su cuarto en todo el día... Me empecé a preocupar, pero me di cuenta de una cosa. Tyler, mi novio. El había quedado de venir a cenar con nosotras el día de Navidad. Ya lo tenía, esto era una broma ideada por ellos dos. Seguro. Pues no se iban a ir de rositas, me puse mi bufanda, mis guantes y salí a la calle, en dirección a la casa de Tyler.
Caminé veinte minutos por la nieve, pero el frió era tan intenso que me pareció el doble. En cuanto llegué al portal, decidí que esta vez no me pasaría como en mi edificio, no quedaría como una idiota, así que intenté mantener el pulso firme y cojí las llaves que Tyler me había dado y abrí el portal. Subí en el ascensor y en unos segundos ya había llegado a la duodécima planta; es decir, donde estaba el piso de Tyler.
Entré sigilosamente en la casa, de modo que no supieran que yo estaba allí y poder darles una sorpresa (aclarando: Que su broma no había colado). Ya tenía pensado que decirles... "Hola chicos. ¿Bonita la broma que le habeis gastado no? Menos mal que ella no es lista". Sin embargo... la casa estaba completamente vacía. Ni Tyler ni Lucy estaban en ella. Me empecé a preocupar de verdad. Busqué por toda la casa sin resultados... Hasta que, por pura casualidad encontré un papel colgado en la nevera. Un mal presentimiento pasó por mi mente, un escalofrió me recorrió el cuerpo. Con las manos temblorosas, cojí el papel y leí lo que ponía.
"Ellos no estan aquí. Si estas leyendo esto, no tienes opción de volver atrás. Si quieres recuperar a tu novio y a tu hermanita, llama al número que hay en la otra cara de la nota"
Me llamo Megan Hudson, y aquí comenzó una etapa oscura, fría y dolorosa de mi vida.
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Espero que os haya gustado (¿?) xD
Última edición por Paula el Jue Dic 09, 2010 10:42 pm, editado 1 vez
Paula- Médium en prácticas (Clan Kurain)
Re: Mi fin justifica los medios...
Muy bien Paula!! ^^
Aunque ya te lo he dicho por msn, pero me paso a postear, que me viene bien (?) Bueno, lo único, que debes hacer que yo aparezca (?) Nah, es broma, vas muy bien, pequeña saltamontes (?) ((¿cuantos (?) llevo ya?)) xDD
Bueh, que espero con ansias (?) tu siguiente capítulo, nos vemos ^^
Aunque ya te lo he dicho por msn, pero me paso a postear, que me viene bien (?) Bueno, lo único, que debes hacer que yo aparezca (?) Nah, es broma, vas muy bien, pequeña saltamontes (?) ((¿cuantos (?) llevo ya?)) xDD
Bueh, que espero con ansias (?) tu siguiente capítulo, nos vemos ^^
Beatrix- Abogado de confianza (Clan Abogados)
Re: Mi fin justifica los medios...
Como mola Paula ^^ Espero leer pronto el proximo cap.
Zion Stone- Fiscal Novato
Re: Mi fin justifica los medios...
Juas! Como odio estas historias de dolor y tristeza humana, de ahi que siempre me decante por la fantasia de Krystal lanzando rayos y driver piedras pervertidas, pero aun asi, me ha gustado, es una de esas historias que sabes que van a pasar cosas peliagudas. Dicho de otra manera, tristes.
Pero bueno, te animo a seguirla, paula, xD
Pero bueno, te animo a seguirla, paula, xD
Kail- Colaborador Clan Abogados
Re: Mi fin justifica los medios...
Que intriga, Paula! Espero que pongas otro capitulo pronto.
Edward Von Karma- Fiscal en Prácticas
Re: Mi fin justifica los medios...
Lo sientoooo~~
Se que me retarde casi UN MES!! Perdón, perdón!! >.<
Pero esque pasaron cosas que no me dejaban tener la mente libre como para escribir >.<
Me alegro de que os haya gustado (¿?) ^^
Aquí os dejo el cap. 2 ^^
Con la nota en las manos, me acerqué lentamente al teléfono. La mente empezaba a jugarme malas pasadas... Me sentía mareada, y, aun así me mantube firme y cojí el teléfono. Marqué lentamente los dígitos que había en el papel y esperé unos cuantos segundos. Nadie respondía, así que me dispuse a colgar el teléfono, pero una voz habló.
-Sabía que no podrías negarte a saber como estaban ellos.- Era una voz de hombre, quizás de unos treinta y poco de años. No parecía estar nervioso, es más, su voz parecía estar alegre de hablar conmigo.
-¡¿Quien eres?! ¡¿Qué quieres de mí?!- Fue lo único que supe decir en aquel momento. Sabía que esto era un chantaje, había visto mucho de estos en mi anterior trabajo, no obstante siempre había sabido como actuar, pero ahora... me sentía impotente.
-Tranquila... Me conoces... Pero ahora mismo no sabes quien soy... - ¿Le conocía? ¿Quen era? No era capaz de pensar con claridad, lo único que me importaba en aquel momento era volver a ver a Tyler y a Lucy.- Lo que quiero de tí es muuuy fácil...- ¿Fácil? En aquel momento pensé que quizás era solo una persona que quería pasar alguna noche con una chica, pero el echo de que para conseguirlo tuviera que secuestrar a los seres mas queridos de alguien... No me cuadraba.- Preciosa, no es lo que piensas...
-¿¡Entonces que quieres de mí!?- Estaba demasiado nerviosa como para darme cuenta en aquel momento que sabía lo que estaba pensando.
-Se quien eres. Quien eras... -Su voz parecía feliz de haberme echo recordar quien había sido antiguamente- Si quieres volver a ver a ver a estas dos personas...
-¡¡Quiero pruebas de que están vivos y de que están contigo!!- No sabía lo que hacía ni donde me metía. No tendría que haberle gritado, podría hacerle algo a alguno de ellos.
-Como quieras...-Escuché unos pasos y decir en bajo: "Habla con tu chica". Después, escuché como si alguien arrancara algo, creo que era un esparadrapo.
-¡¡Cariño!! ¡No te preocupes! ¡Estaremos bien! ¡No hagas nada de lo que te pueda pedir...-La frase quedó incompleta. El secuestrador le quitó del teléfono, sim embargo no pude escuchar más a Tyler. Deduje que le había dormido, o que le había dejado inconsciente con un golpe, aunque lo último era poco probable, ya que no había escuchado ningún golpe.
-Qué quieres cambio de que ellos queden libres...- Se acabaran las tonterías. Ese hombre iba en serio, y yo iba a hacer cualquier cosa por ver a Tyler y a Lucy libres.
-Me alegro de que quieras colaborar... - Soltó una carcajada bastante siniestra. De alguna manera, sentía que tenía razón. Le conocía, pero no me acordaba en aquel instante de que.- Lo único que tienes que hacer, a partir de ahora, a la mañana siguiente, es: cortarle el pelo de manera que seas irreconocible y ponerte unas lentillas de color en los ojos, no queremos que nadie arruine la reputación de la srta. Hudson... ¿Verdad?
-... Está bien... ¿Para mañana, no?- Ese hombre se había salido con la suya. Haría lo que fuera con tal de salvarles.
-Así me gusta... Sigues siendo una chica lista. Muy bien...- ¿Seguía? Estaba claro, me conocía.- Mañana recibirás una carta con el número de teléfono al que me has de llamar, y, un paquete. Ya verás mañana lo que contiene.
-¿Una carta y un paquete? ¿Qué quieres de mí?
-Lo verás mañana, encanto... -El hombre estaba disfrutando al verme sufrir. Si supiera lo que me iba a pedir, podría haberme preparado, pero sus intenciones no eran claras.
-Está... Está bien... Adios...- Quería colgar. Colgar y ponerme a llorar, pero el hombre aun añadió algo más.
-Adios... y... una última cosa... Ten preparados tus "juguetes". Te van a hacer mucha falta.
El hombre colgó el teléfono y un silencio se apoderó de la casa. Salí lentamente del edificio, caminando lentamente por la nieve y pensando, rezando por que todo fuera una pesadilla.
-Mis juguetes... ¿A qué se refiere?- Por aquel entonces no lo entendía, pero resultava obvio al día siguiente.
Cuando llegué a casa, tiré mi chaquetón en el sofá, cogí unas tijeras y me fui al cuarto de baño. Me miré al espejo. Adios a mi pelo largo, a mis ojos... Era algo que iba a perder por completo, aunque eso no era lo que más me importaba... Pensé en Tyler y Lucy y en lo que les podía hacer. No me anduve con rodeos, y me corté el pelo a la altura de los hombros, y me hice un flequillo de manera que me cubriese gran parte de mi cara y esta irreconocible.
Tras limpiar el cuarto de baño de pelos, me fui a mi habitación y empecé a buscar en un baúl. Allí estaban. Mis juguetes... Los cogí y comencé a llorar. Nunca pensé en volver a tenerlas en mis manos, no después del error que cometí... Pero el hombre me había dicho que los necesitaría, así que para salvarles, debía volver a usarla... Las guardé en el cajón y me tumbé en cama... Poco a poco me quedé dormida.
Desperté a eso de las siete y algo de la mañana... Me acordé de las lentillas, así que cojí las que use para la broma del Halloween, las lentillas de color gris claro... Me senté a desayunar, pero a penas pude saborear la crepe, porque sonó el telefonillo del portal. Era el cartero. Un escalofrío me recorrió el cuerpo. En unos minutos, ya estaba entregandome el paquete. Cuando se fue me senté en salón y abrí la carta. Como bien había dicho, había un número de teléfono, lo apunté en el móvl y opté por abrir el paquete. En el había un carnet de identidad falso. La chica que aparecía era exactamente igual que yo, salvo por la longitud del pelo. El nombre que figuraba en el era el de Samantha Evans.
Supuse que me tendría que hacer pasar por otra persona. Seguí mirando en el paquete y había un billeta de avión para un vuelo para esta tarde. No habia nada más en el paquete así que decidí llamar a aquel hombre preguntarle que quería. Tadó en cojerme el teléfono, como la otra vez, pero contestó.
-Has recibido el paquete. ¿Me equivoco?- Parecía adivinar lo que sentía, lo que iba a decir. Sabía como actuaba.
-...Si... ¿Para qué quiero el carnet de identidad falso? ¿Para qué quiero usar mis "juguetes"? ¿Para qué quiero un billete de avión?
-Supongo que es el momento adecuado de que te explique todo. Verás... Quiero que uses tus antiguas habilidades de tu anterior empleo para mí. Yo ta mandaré recados, y tu los tienes que cumplir en el límite de tiempo que te de. Tranquila, seré justo. Habrá recados que llevarán tiempo. El carnet de identidad es más que nada por tí. No queremos que Megan Hudson acabe mal... ¿Verdad?- Empezaba a entender lo que quería de mí, pero lo que no era capaz de asimilar era porqué quería proteger mi identidad, porque quería que no me incriminasen de nada.- Y sobre el billete... Indica tu destino, Londres. Como bien ves, el billete es para esta tarde, así que ponte a preparar ya tu maleta. Cuando llegues al aeropuerto, llamame de nuevo.
No me dio tiempo a preguntar ni decir nada, colgó inmediatamente. Miré el billete, que indicaba que el vuelo era a las 14:50. Me fui a mi habitación mentalizada de que tenía que obedecer a ese hombre. De alguna manera, tenía la determinació que creía haber perdido hace un año y que no volvería a recuperar. Mantuve la mente fría mientras hacía la maleta. Si obedecía al hombre, ellos dos saldrían bien, y eso era lo único que me importaba.
Mucho más tarde, estaba en el aeropuerto, y me tocaba pasar por la aduana... Pero me di cuenta de una cosa: mis juguetes... mis pistolas estaban en mi bolso. No me iban a dejar pasar, me arrestarían, no podría cumplir los recados, ellos morirían... Por desgracia, ya era tarde para echarme atrás, mi bolso estaba pasando por la cinta, mi fin era próximo. Pasé por la aduana sin problemas y espere como si nada, con naturalidad a cojer mi bolso... Cuando lo tube en mis manos, no me dijeron nada, como si no hubieran visto lo que llevaba dentro... Miré al hombre extrañada, había algo en él que no me cuadraba, aunque solo tardé unos segundos en darme cuenta el que era. Detrás suya, había una chica alta, rubia y con una cresta, y estaba muy pegada a él. De su bolsillo, era como si sobresaliese algo largo y que terminaba en punta. Decidí irme de allí por mi seguridad. Esa chica estaba compinchada con mi chantajista, y sabía lo que ocurriría. Sabía el problema de la cinta en la aduana y había hablado con una chica... ¿Tanto le importaban mis servicios?
Dos horas despues, estaba en el aeropuerto de Heatrow, Londres. Recogí mi maleta y me fui al exterior, no obstante, notaba que alguien me vigilaba, pero siempre que me daba la vuelta, no había nadie que me prestara atención, todo el mundo estaba empujandose por cojer un taxi, por salir del aeropuerto. Me sentía extraña ante aquella gente, se reían, se insultaba por los aparcamientos, sus emociones y sentimientos estaba ahí, se podían ver... Los mios, no debían salir a la luz, no podía permitirme venirme abajo. Mi nueva vida comenzaba allí y en ese lugar, y no podía echarme para atrás. Cogí mi móvil y llamé al hombre, esta vez, no tardo en contestarme.
-Vete a la calle de St. Giles. Sabrás encontrarme.
Fue lo único que dijo. Con la mirada decidida, me subí a un taxi, con rumbo a la calle de St. Giles.
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Lo siento, este la verdad, esque no me gusta mucho, pero fue lo único que se me venía a la cabeza -3-
Se que me retarde casi UN MES!! Perdón, perdón!! >.<
Pero esque pasaron cosas que no me dejaban tener la mente libre como para escribir >.<
Me alegro de que os haya gustado (¿?) ^^
Aquí os dejo el cap. 2 ^^
Con la nota en las manos, me acerqué lentamente al teléfono. La mente empezaba a jugarme malas pasadas... Me sentía mareada, y, aun así me mantube firme y cojí el teléfono. Marqué lentamente los dígitos que había en el papel y esperé unos cuantos segundos. Nadie respondía, así que me dispuse a colgar el teléfono, pero una voz habló.
-Sabía que no podrías negarte a saber como estaban ellos.- Era una voz de hombre, quizás de unos treinta y poco de años. No parecía estar nervioso, es más, su voz parecía estar alegre de hablar conmigo.
-¡¿Quien eres?! ¡¿Qué quieres de mí?!- Fue lo único que supe decir en aquel momento. Sabía que esto era un chantaje, había visto mucho de estos en mi anterior trabajo, no obstante siempre había sabido como actuar, pero ahora... me sentía impotente.
-Tranquila... Me conoces... Pero ahora mismo no sabes quien soy... - ¿Le conocía? ¿Quen era? No era capaz de pensar con claridad, lo único que me importaba en aquel momento era volver a ver a Tyler y a Lucy.- Lo que quiero de tí es muuuy fácil...- ¿Fácil? En aquel momento pensé que quizás era solo una persona que quería pasar alguna noche con una chica, pero el echo de que para conseguirlo tuviera que secuestrar a los seres mas queridos de alguien... No me cuadraba.- Preciosa, no es lo que piensas...
-¿¡Entonces que quieres de mí!?- Estaba demasiado nerviosa como para darme cuenta en aquel momento que sabía lo que estaba pensando.
-Se quien eres. Quien eras... -Su voz parecía feliz de haberme echo recordar quien había sido antiguamente- Si quieres volver a ver a ver a estas dos personas...
-¡¡Quiero pruebas de que están vivos y de que están contigo!!- No sabía lo que hacía ni donde me metía. No tendría que haberle gritado, podría hacerle algo a alguno de ellos.
-Como quieras...-Escuché unos pasos y decir en bajo: "Habla con tu chica". Después, escuché como si alguien arrancara algo, creo que era un esparadrapo.
-¡¡Cariño!! ¡No te preocupes! ¡Estaremos bien! ¡No hagas nada de lo que te pueda pedir...-La frase quedó incompleta. El secuestrador le quitó del teléfono, sim embargo no pude escuchar más a Tyler. Deduje que le había dormido, o que le había dejado inconsciente con un golpe, aunque lo último era poco probable, ya que no había escuchado ningún golpe.
-Qué quieres cambio de que ellos queden libres...- Se acabaran las tonterías. Ese hombre iba en serio, y yo iba a hacer cualquier cosa por ver a Tyler y a Lucy libres.
-Me alegro de que quieras colaborar... - Soltó una carcajada bastante siniestra. De alguna manera, sentía que tenía razón. Le conocía, pero no me acordaba en aquel instante de que.- Lo único que tienes que hacer, a partir de ahora, a la mañana siguiente, es: cortarle el pelo de manera que seas irreconocible y ponerte unas lentillas de color en los ojos, no queremos que nadie arruine la reputación de la srta. Hudson... ¿Verdad?
-... Está bien... ¿Para mañana, no?- Ese hombre se había salido con la suya. Haría lo que fuera con tal de salvarles.
-Así me gusta... Sigues siendo una chica lista. Muy bien...- ¿Seguía? Estaba claro, me conocía.- Mañana recibirás una carta con el número de teléfono al que me has de llamar, y, un paquete. Ya verás mañana lo que contiene.
-¿Una carta y un paquete? ¿Qué quieres de mí?
-Lo verás mañana, encanto... -El hombre estaba disfrutando al verme sufrir. Si supiera lo que me iba a pedir, podría haberme preparado, pero sus intenciones no eran claras.
-Está... Está bien... Adios...- Quería colgar. Colgar y ponerme a llorar, pero el hombre aun añadió algo más.
-Adios... y... una última cosa... Ten preparados tus "juguetes". Te van a hacer mucha falta.
El hombre colgó el teléfono y un silencio se apoderó de la casa. Salí lentamente del edificio, caminando lentamente por la nieve y pensando, rezando por que todo fuera una pesadilla.
-Mis juguetes... ¿A qué se refiere?- Por aquel entonces no lo entendía, pero resultava obvio al día siguiente.
Cuando llegué a casa, tiré mi chaquetón en el sofá, cogí unas tijeras y me fui al cuarto de baño. Me miré al espejo. Adios a mi pelo largo, a mis ojos... Era algo que iba a perder por completo, aunque eso no era lo que más me importaba... Pensé en Tyler y Lucy y en lo que les podía hacer. No me anduve con rodeos, y me corté el pelo a la altura de los hombros, y me hice un flequillo de manera que me cubriese gran parte de mi cara y esta irreconocible.
Tras limpiar el cuarto de baño de pelos, me fui a mi habitación y empecé a buscar en un baúl. Allí estaban. Mis juguetes... Los cogí y comencé a llorar. Nunca pensé en volver a tenerlas en mis manos, no después del error que cometí... Pero el hombre me había dicho que los necesitaría, así que para salvarles, debía volver a usarla... Las guardé en el cajón y me tumbé en cama... Poco a poco me quedé dormida.
Desperté a eso de las siete y algo de la mañana... Me acordé de las lentillas, así que cojí las que use para la broma del Halloween, las lentillas de color gris claro... Me senté a desayunar, pero a penas pude saborear la crepe, porque sonó el telefonillo del portal. Era el cartero. Un escalofrío me recorrió el cuerpo. En unos minutos, ya estaba entregandome el paquete. Cuando se fue me senté en salón y abrí la carta. Como bien había dicho, había un número de teléfono, lo apunté en el móvl y opté por abrir el paquete. En el había un carnet de identidad falso. La chica que aparecía era exactamente igual que yo, salvo por la longitud del pelo. El nombre que figuraba en el era el de Samantha Evans.
Supuse que me tendría que hacer pasar por otra persona. Seguí mirando en el paquete y había un billeta de avión para un vuelo para esta tarde. No habia nada más en el paquete así que decidí llamar a aquel hombre preguntarle que quería. Tadó en cojerme el teléfono, como la otra vez, pero contestó.
-Has recibido el paquete. ¿Me equivoco?- Parecía adivinar lo que sentía, lo que iba a decir. Sabía como actuaba.
-...Si... ¿Para qué quiero el carnet de identidad falso? ¿Para qué quiero usar mis "juguetes"? ¿Para qué quiero un billete de avión?
-Supongo que es el momento adecuado de que te explique todo. Verás... Quiero que uses tus antiguas habilidades de tu anterior empleo para mí. Yo ta mandaré recados, y tu los tienes que cumplir en el límite de tiempo que te de. Tranquila, seré justo. Habrá recados que llevarán tiempo. El carnet de identidad es más que nada por tí. No queremos que Megan Hudson acabe mal... ¿Verdad?- Empezaba a entender lo que quería de mí, pero lo que no era capaz de asimilar era porqué quería proteger mi identidad, porque quería que no me incriminasen de nada.- Y sobre el billete... Indica tu destino, Londres. Como bien ves, el billete es para esta tarde, así que ponte a preparar ya tu maleta. Cuando llegues al aeropuerto, llamame de nuevo.
No me dio tiempo a preguntar ni decir nada, colgó inmediatamente. Miré el billete, que indicaba que el vuelo era a las 14:50. Me fui a mi habitación mentalizada de que tenía que obedecer a ese hombre. De alguna manera, tenía la determinació que creía haber perdido hace un año y que no volvería a recuperar. Mantuve la mente fría mientras hacía la maleta. Si obedecía al hombre, ellos dos saldrían bien, y eso era lo único que me importaba.
Mucho más tarde, estaba en el aeropuerto, y me tocaba pasar por la aduana... Pero me di cuenta de una cosa: mis juguetes... mis pistolas estaban en mi bolso. No me iban a dejar pasar, me arrestarían, no podría cumplir los recados, ellos morirían... Por desgracia, ya era tarde para echarme atrás, mi bolso estaba pasando por la cinta, mi fin era próximo. Pasé por la aduana sin problemas y espere como si nada, con naturalidad a cojer mi bolso... Cuando lo tube en mis manos, no me dijeron nada, como si no hubieran visto lo que llevaba dentro... Miré al hombre extrañada, había algo en él que no me cuadraba, aunque solo tardé unos segundos en darme cuenta el que era. Detrás suya, había una chica alta, rubia y con una cresta, y estaba muy pegada a él. De su bolsillo, era como si sobresaliese algo largo y que terminaba en punta. Decidí irme de allí por mi seguridad. Esa chica estaba compinchada con mi chantajista, y sabía lo que ocurriría. Sabía el problema de la cinta en la aduana y había hablado con una chica... ¿Tanto le importaban mis servicios?
Dos horas despues, estaba en el aeropuerto de Heatrow, Londres. Recogí mi maleta y me fui al exterior, no obstante, notaba que alguien me vigilaba, pero siempre que me daba la vuelta, no había nadie que me prestara atención, todo el mundo estaba empujandose por cojer un taxi, por salir del aeropuerto. Me sentía extraña ante aquella gente, se reían, se insultaba por los aparcamientos, sus emociones y sentimientos estaba ahí, se podían ver... Los mios, no debían salir a la luz, no podía permitirme venirme abajo. Mi nueva vida comenzaba allí y en ese lugar, y no podía echarme para atrás. Cogí mi móvil y llamé al hombre, esta vez, no tardo en contestarme.
-Vete a la calle de St. Giles. Sabrás encontrarme.
Fue lo único que dijo. Con la mirada decidida, me subí a un taxi, con rumbo a la calle de St. Giles.
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Lo siento, este la verdad, esque no me gusta mucho, pero fue lo único que se me venía a la cabeza -3-
Paula- Médium en prácticas (Clan Kurain)
Re: Mi fin justifica los medios...
Me he empezado a leer tu historia Paula y me ha gustado un monton, esta estupenda y escribes genial la verdad, te animo a continuar con ella ;)
Phoenix Wright- Pesadilla del Juzgado (Administrador Clan Abogados)
Re: Mi fin justifica los medios...
Paula, me gusta mucho tu historia :D (Y el hecho de que te hayas basado en mí para hacer algún personaje xD)
Lo único malo, el tema de las faltas (Que me pides que te corrija xD)
Pero la historia es genial, y bastante original.
Sigue asi, y no tardes mucho en publicar nuevos capis (¿?) xD Es broma, tómate el tiempo que quieras :D
Lo único malo, el tema de las faltas (Que me pides que te corrija xD)
Pero la historia es genial, y bastante original.
Sigue asi, y no tardes mucho en publicar nuevos capis (¿?) xD Es broma, tómate el tiempo que quieras :D
Beatrix- Abogado de confianza (Clan Abogados)
Re: Mi fin justifica los medios...
:o Paula me acabo de leer el primero y me encanta como escribes o.o ahora comensare con el segundo xD a por sierto +1
Voltaire- Abogado de confianza (Clan Abogados)
Re: Mi fin justifica los medios...
:O ¿No sera..?
Lo malo, el tema de las faltas e_e pero eso a todos nos pasa :o
a mi demasiado XD
siguee (Caps largoooooos XD)
- Spoiler:
- Una asesina a sueldo!! O_O
Lo malo, el tema de las faltas e_e pero eso a todos nos pasa :o
a mi demasiado XD
siguee (Caps largoooooos XD)
Peter Levitt- Fiscal en Prácticas
Re: Mi fin justifica los medios...
Muy bien Paula, estas echa una Agatha Cristie (?). Sigue asi con tu historia, y espero con ansias tu proximo capitulo.
Edward Von Karma- Fiscal en Prácticas
Re: Mi fin justifica los medios...
Wiiiii! Me alegro de que os guste ^3^
(Si, el tema de las faltas estoy intentando corregirlo ^^) xDDD
En fin, aqui dejo el cap 3 ^^
Durante los veintidós minutos que duró el viaje en taxi hasta la calle St Giles, estube mirando por la ventana y pensando en que lio me habían metido y en lo que tendría que hacer para salir de él. Lo primero de todo, era encontrar a ese hombre. Me había dicho que sabría como encontrarle, no obstante, era imposible ya que nunca en mi vida había estado en Londres... Ese hombre se estaba riendo de mi.
Me bajé del taxi, y el conductor me ayudó a sacar mis maletas del coche. Di algunos pasos por las calles completamente atemorizada. Esa calle era aun peor que esas de las películas... Tabernas viejas y pequeñas, hombres borrachos tirados en el suelo, y otros tantos buscando en la basura. Había varias hogueras, pero no eran de leña, si no de basura. Al lado de una taberna medianamente decente teniendo en cuenta el lugar, había dos hombres luchando por un hueso. El hambre y la pobreza en aquellas calles era horrible... ¿Cómo era posible que en pleno siglo XXI hubiera sitios así? Sentía impotencia y miedo por aquellas personas, así que decidí no mirarlas y me centré en el verdadero motivo por el que estaba allí. Miré a las ventanas de las casuchas pobres de dos pisos que había por la calle, pero no había indicios de que mi chantajista estubiera por ahí, así que seguí buscando por mas zonas de esa calle. Seguí caminando buscandole, pero caí en la cuenta de que no sabía su aspecto y eso me dificultaba aún mas la búsqueda. Ensimismada por los problemas que tenía, tropecé con una botella de cerveza, y caí al suelo. Cuando me levanté, un hombre estaba delante mía. Era un vagabundo, seguramente borracho debido a que estaba colorado. Me cogió de la cintura y ser acercó a mí. Intenté soltarme, pero ese hombre era muy robusto y yo me sentía acongojada.
-Mira que preciosidad tenemos por aquí... Eres muy guapa como para estar en un sitio así...-Intenté forcejear con ese hombre, pero me resultaba imposible, era demasiado musculoso.
-¡Déjame!
-Oh, vamos... Una chica tan guapa como tú no viene a una calle como esta a no ser que venga a hacer su trabajo...- Se acercó aún más a mí. Ese hombre no tenía buenas intenciones, eso era obvio, pero yo no podía hacer nada.
Me arrinconó en una esquina y empezó a acariciarme el pelo. El asco y el miedo me hacían inútil ante estos casos y estaba paralizada. Ceré los ojos con fuerza, deseando que fuera todo una pesadilla, pero no desperté...
De repente, se escuchó un disparo, y sentí como si un líquido fluyese por mi chquetón. Era sangre. El hombre se desplomó encima mía, pero conseguí hacer fuerza como para dejarle en el suelo. Miré hacia donde había escuchado que provenía el disparo y ví a una persona de pie y esbelta a varios metros delante mía. Sostenía una pistola, y aún seguía en la posición de disparo, no obstante, se dio media vuelta y salió corriendo. A pesar de lo confundida que estaba y el miedo que tenía, cogí mi maleta y perseguí a esa extraña persona. Tropecé con varios vagabundos y me dificultaron la persecución y perdí a esa persona de vista. Me dí la vuelta frustrada. ¿Quien era esa persona? ¿Porqué me había ayudado? Quizás sabía algo de mi chantajista, quizás era él, o a lo mejor solamente era alguien de paso que me había visto en apuros.
Caminé sin rumbo por la calle, intentando averiguar quién era esa persona, y donde se encontraba el otro hombre. Me sentía observada, pero no espiada. Los vagabundos me miraban con miedo y se alejaban a mi paso y gritando. ¿Qué les ocurría? ¿Llevaba monos en la cara? Entonces me dí cuenta. No tenía monos en la cara, pero si sangre en el chaquetón. Era comprensible que huyeran de mí. Uno de sus compañeros había muerto y yo tenía el chaquetón manchado de sangre. Me lo quité y lo tiré en la basura, cuando menos me incriminasen en algo así, mejor.
Unos cuantos minutos después, volví a escuchar otro disparo. Este provenía desde donde estaba yo, muy cerca, pero a varios metros por encima de mi cabeza. Alcé la vista y vi a una persona asomada a una ventana mirandome fijamente. Aún tenía la pistola en la mano, deduje que el disparo era para llamar mi atención. Busqué rapidamente la puerta que daba al edificio donde estaba asomada esa persona. Unos dos minutos después, estaba cogiendo mi horquilla del pelo para abrir la puerta, y cuando lo logré, subí corriendo hasta mas o menos, el piso en el que podía estar esa persona. Llamé al timbre, pero nadie me contestó, a pesar de que escuchaba hablar a dos personas. Me harté y volví a usar mi horquilla para abrir la puerta y me adentré en la casa. Allí estaba, la persona que había disparado dos veces, sentada la ventana y jugueteando con una pistola. Se acercó a mí y se quitó la capucha, dejando ver su pelo corto y su cresta. Era la misma chica que había visto en el aeropuerto y me había salvado de la aduana. Esa chica debía de tener unos pocos más años que yo, como mucho. Se quitó la sudadera y pude observar su vestimenta. Unos pantalones cortos de color negro y ceñidos, con unas botas de tacón de aguja hasta las rodillas. La parte de arriba era una camiseta sencilla y de tirantes, pero que pegaba con su estilo. Los ojos los tenía perfilados de negro, y sus labios tenían un color violaceo. Me miró de arriba a abajo, guardó su pistola y cogió su móvil.
-La chica ya está aquí.- Mientras hablaba, cojió su mechero y juguetó con el, encendiendolo y apagandolo. Parecía fascinada por la pequeña llama de fuego que salía de él.-Ajá, muy bien. De acuerdo. Adiós.
Se fue hacia otra habitación, y pude escuchar como buscaba algo. Yo no entendía nada, pero algo me decía que no podía mostrarme indefensa. Cuando estaba forzando la cerradura, escuché a alguien más en la casa, y busqué con la mirada a la segunda persona, no obstante en la casa solo estabamos ella y yo, y era imposible que estubiera escondido entre muebles, ya que en esa casa no había nada, quitando algunas sillas y una cama que se podía ver de la otra habitación. ¿Donde estaba esa persona? La chica salió a los pocos minutos de la habitación con una bolsa de deporte.
-Tu y yo nos vamos.
-¿A donde? ¡Yo no me voy hasta no verle a el!- Le grité con mirada amenazante
-Jajajajja, ¿no me digas que siempre eres así de tonta?... No le verás hasta que el no quiera que lo hagas... Yo seré la intermediaria, si el quiere algo, lo obtendrás por medio de mí.... Y ahora, tira pa'lante.
Me agarró del brazo y salí arrastrada de la casa y de la calle St Giles. Me metió en una furgoneta y ella se puso al volante. Esa chica conducía a una velocidad verdaderamente vertiginosa, y yo me iba dando golpes contra las paredes de la zona de carga de la furgoneta. No sabía a donde ibamos, lo único que sabía esque esta gente iba en serio.
Cinco minutos después, estabamos frente al hotel Tavistock. La chica me empujó hacia delante con rapidez, pero aun así, fui capaz de ver mas o menos la zona en donde estabamos, ya que había un cartel que indicaba que estamos cerca de Bloomsbury, cerca del museo británico.
Entramos en la recepción del hotel sin mirar a la cara a nadie, y chocamos con una señora y, por su forma de vestir y de caminar, resultaba a la vista que era una señora adinerada. Mi "compañera" le ayudó a recoger la boa que le había caido al suelo, y le pidió disculpas.
Cada vez abanzabamos más rápido, era obvio que tenía prisa por llegar a una habitación, al parecer, la 223. Sacó una llave de su bolsillo y abrió la puerta rapidamente. Una vez dentro, me quedé fascinada por la asombrosa decoración.
-¿En serio has pagado tú esta habitación?-Arqueé mi ceja a la vez que la mirada desafiantemente.
-Le robé las llaves a esa señora... Y ahora, quedate calladita. Tengo que llamar al jefe.
Cogió su móvil y se apoyó en la ventana mientras volvía a juguetear con un mechero.
-¿Quieres que ella haga eso? Es algo muy delicado, ¿lo sabes no? Es una novata... Podrían... Siii, se que tu eres quien manda... Espero al menos no tener que hacer de niñera... Entonces por mí perfecto.
Colgó el móvil, me miró fijamente y con menosprecio, despues se sentó a mi lado y me explicó la misión.
-Es todo muy sencillo, al menos para alguien que tiene experiencia... No como tú... Pero bueno, pasemos a lo que importa, tu encargo. Están a punto de traer al museo británico la esmeralda de Gachala, y lo que tienes que hacer, es robarla.-Se lavantó, sacó de su bolsa un ordenador portátil y lo conecto a un módem.-En esta página está el mapa completo del museo. La esmeralda será colocada en esta sala.-Apuntó con su dedo índice en la pantalla del portátil y me miró de reojo, yo estaba mirando la pantalla con atención y muy nerviosa. Era un robo. Un robo en el museo británico. Pero tenía que hacerlo por ellos. Tenía que mantener la sengre fría y robar esa esmeralda.-Será mejor que entres por esta sala, por el conducto de ventilación. Te será más sencillo ya que en ella hay muchas estatuas, entre las cuales te puedes esconder, y el acceso a las demás salas es bastante sencillo. Nada más estés dentro, vete a la derecha y entrarás en una sala donde la vigilancia es escasa, ya que las obras de artes son de menor valor. Una vez allí, sal al pasillo por la puerta derecha y... ¿Me estás haciendo caso?
Me había pillado desprevenida, hasta hace unos momentos, yo estaba atenta a lo que decía, no obstante, mi mente se había quedado pensando en todas las cosas que tendría que hacer para salvarlos.
-Veo que no. Y paso de perder el tiempo contigo. Llevate ese auricular y yo te daré las indicaciones esta noche... Y no cuentes con que te vuelva a ayudar en TUS encargos...
-....Está bien....
Cerró el portátil y cogió una cerilla. Miró a uno de los floreros, apuntó y lanzó la cerilla, luego, se quedó embelesada mirando el fuego que iba quemando poco a poco las flores...
---
Pues ya van dos caps seguidos que no me gustan, no se porque xDDD
En fin, espero que os guste (¿?)
(Si, el tema de las faltas estoy intentando corregirlo ^^) xDDD
En fin, aqui dejo el cap 3 ^^
Durante los veintidós minutos que duró el viaje en taxi hasta la calle St Giles, estube mirando por la ventana y pensando en que lio me habían metido y en lo que tendría que hacer para salir de él. Lo primero de todo, era encontrar a ese hombre. Me había dicho que sabría como encontrarle, no obstante, era imposible ya que nunca en mi vida había estado en Londres... Ese hombre se estaba riendo de mi.
Me bajé del taxi, y el conductor me ayudó a sacar mis maletas del coche. Di algunos pasos por las calles completamente atemorizada. Esa calle era aun peor que esas de las películas... Tabernas viejas y pequeñas, hombres borrachos tirados en el suelo, y otros tantos buscando en la basura. Había varias hogueras, pero no eran de leña, si no de basura. Al lado de una taberna medianamente decente teniendo en cuenta el lugar, había dos hombres luchando por un hueso. El hambre y la pobreza en aquellas calles era horrible... ¿Cómo era posible que en pleno siglo XXI hubiera sitios así? Sentía impotencia y miedo por aquellas personas, así que decidí no mirarlas y me centré en el verdadero motivo por el que estaba allí. Miré a las ventanas de las casuchas pobres de dos pisos que había por la calle, pero no había indicios de que mi chantajista estubiera por ahí, así que seguí buscando por mas zonas de esa calle. Seguí caminando buscandole, pero caí en la cuenta de que no sabía su aspecto y eso me dificultaba aún mas la búsqueda. Ensimismada por los problemas que tenía, tropecé con una botella de cerveza, y caí al suelo. Cuando me levanté, un hombre estaba delante mía. Era un vagabundo, seguramente borracho debido a que estaba colorado. Me cogió de la cintura y ser acercó a mí. Intenté soltarme, pero ese hombre era muy robusto y yo me sentía acongojada.
-Mira que preciosidad tenemos por aquí... Eres muy guapa como para estar en un sitio así...-Intenté forcejear con ese hombre, pero me resultaba imposible, era demasiado musculoso.
-¡Déjame!
-Oh, vamos... Una chica tan guapa como tú no viene a una calle como esta a no ser que venga a hacer su trabajo...- Se acercó aún más a mí. Ese hombre no tenía buenas intenciones, eso era obvio, pero yo no podía hacer nada.
Me arrinconó en una esquina y empezó a acariciarme el pelo. El asco y el miedo me hacían inútil ante estos casos y estaba paralizada. Ceré los ojos con fuerza, deseando que fuera todo una pesadilla, pero no desperté...
De repente, se escuchó un disparo, y sentí como si un líquido fluyese por mi chquetón. Era sangre. El hombre se desplomó encima mía, pero conseguí hacer fuerza como para dejarle en el suelo. Miré hacia donde había escuchado que provenía el disparo y ví a una persona de pie y esbelta a varios metros delante mía. Sostenía una pistola, y aún seguía en la posición de disparo, no obstante, se dio media vuelta y salió corriendo. A pesar de lo confundida que estaba y el miedo que tenía, cogí mi maleta y perseguí a esa extraña persona. Tropecé con varios vagabundos y me dificultaron la persecución y perdí a esa persona de vista. Me dí la vuelta frustrada. ¿Quien era esa persona? ¿Porqué me había ayudado? Quizás sabía algo de mi chantajista, quizás era él, o a lo mejor solamente era alguien de paso que me había visto en apuros.
Caminé sin rumbo por la calle, intentando averiguar quién era esa persona, y donde se encontraba el otro hombre. Me sentía observada, pero no espiada. Los vagabundos me miraban con miedo y se alejaban a mi paso y gritando. ¿Qué les ocurría? ¿Llevaba monos en la cara? Entonces me dí cuenta. No tenía monos en la cara, pero si sangre en el chaquetón. Era comprensible que huyeran de mí. Uno de sus compañeros había muerto y yo tenía el chaquetón manchado de sangre. Me lo quité y lo tiré en la basura, cuando menos me incriminasen en algo así, mejor.
Unos cuantos minutos después, volví a escuchar otro disparo. Este provenía desde donde estaba yo, muy cerca, pero a varios metros por encima de mi cabeza. Alcé la vista y vi a una persona asomada a una ventana mirandome fijamente. Aún tenía la pistola en la mano, deduje que el disparo era para llamar mi atención. Busqué rapidamente la puerta que daba al edificio donde estaba asomada esa persona. Unos dos minutos después, estaba cogiendo mi horquilla del pelo para abrir la puerta, y cuando lo logré, subí corriendo hasta mas o menos, el piso en el que podía estar esa persona. Llamé al timbre, pero nadie me contestó, a pesar de que escuchaba hablar a dos personas. Me harté y volví a usar mi horquilla para abrir la puerta y me adentré en la casa. Allí estaba, la persona que había disparado dos veces, sentada la ventana y jugueteando con una pistola. Se acercó a mí y se quitó la capucha, dejando ver su pelo corto y su cresta. Era la misma chica que había visto en el aeropuerto y me había salvado de la aduana. Esa chica debía de tener unos pocos más años que yo, como mucho. Se quitó la sudadera y pude observar su vestimenta. Unos pantalones cortos de color negro y ceñidos, con unas botas de tacón de aguja hasta las rodillas. La parte de arriba era una camiseta sencilla y de tirantes, pero que pegaba con su estilo. Los ojos los tenía perfilados de negro, y sus labios tenían un color violaceo. Me miró de arriba a abajo, guardó su pistola y cogió su móvil.
-La chica ya está aquí.- Mientras hablaba, cojió su mechero y juguetó con el, encendiendolo y apagandolo. Parecía fascinada por la pequeña llama de fuego que salía de él.-Ajá, muy bien. De acuerdo. Adiós.
Se fue hacia otra habitación, y pude escuchar como buscaba algo. Yo no entendía nada, pero algo me decía que no podía mostrarme indefensa. Cuando estaba forzando la cerradura, escuché a alguien más en la casa, y busqué con la mirada a la segunda persona, no obstante en la casa solo estabamos ella y yo, y era imposible que estubiera escondido entre muebles, ya que en esa casa no había nada, quitando algunas sillas y una cama que se podía ver de la otra habitación. ¿Donde estaba esa persona? La chica salió a los pocos minutos de la habitación con una bolsa de deporte.
-Tu y yo nos vamos.
-¿A donde? ¡Yo no me voy hasta no verle a el!- Le grité con mirada amenazante
-Jajajajja, ¿no me digas que siempre eres así de tonta?... No le verás hasta que el no quiera que lo hagas... Yo seré la intermediaria, si el quiere algo, lo obtendrás por medio de mí.... Y ahora, tira pa'lante.
Me agarró del brazo y salí arrastrada de la casa y de la calle St Giles. Me metió en una furgoneta y ella se puso al volante. Esa chica conducía a una velocidad verdaderamente vertiginosa, y yo me iba dando golpes contra las paredes de la zona de carga de la furgoneta. No sabía a donde ibamos, lo único que sabía esque esta gente iba en serio.
Cinco minutos después, estabamos frente al hotel Tavistock. La chica me empujó hacia delante con rapidez, pero aun así, fui capaz de ver mas o menos la zona en donde estabamos, ya que había un cartel que indicaba que estamos cerca de Bloomsbury, cerca del museo británico.
Entramos en la recepción del hotel sin mirar a la cara a nadie, y chocamos con una señora y, por su forma de vestir y de caminar, resultaba a la vista que era una señora adinerada. Mi "compañera" le ayudó a recoger la boa que le había caido al suelo, y le pidió disculpas.
Cada vez abanzabamos más rápido, era obvio que tenía prisa por llegar a una habitación, al parecer, la 223. Sacó una llave de su bolsillo y abrió la puerta rapidamente. Una vez dentro, me quedé fascinada por la asombrosa decoración.
-¿En serio has pagado tú esta habitación?-Arqueé mi ceja a la vez que la mirada desafiantemente.
-Le robé las llaves a esa señora... Y ahora, quedate calladita. Tengo que llamar al jefe.
Cogió su móvil y se apoyó en la ventana mientras volvía a juguetear con un mechero.
-¿Quieres que ella haga eso? Es algo muy delicado, ¿lo sabes no? Es una novata... Podrían... Siii, se que tu eres quien manda... Espero al menos no tener que hacer de niñera... Entonces por mí perfecto.
Colgó el móvil, me miró fijamente y con menosprecio, despues se sentó a mi lado y me explicó la misión.
-Es todo muy sencillo, al menos para alguien que tiene experiencia... No como tú... Pero bueno, pasemos a lo que importa, tu encargo. Están a punto de traer al museo británico la esmeralda de Gachala, y lo que tienes que hacer, es robarla.-Se lavantó, sacó de su bolsa un ordenador portátil y lo conecto a un módem.-En esta página está el mapa completo del museo. La esmeralda será colocada en esta sala.-Apuntó con su dedo índice en la pantalla del portátil y me miró de reojo, yo estaba mirando la pantalla con atención y muy nerviosa. Era un robo. Un robo en el museo británico. Pero tenía que hacerlo por ellos. Tenía que mantener la sengre fría y robar esa esmeralda.-Será mejor que entres por esta sala, por el conducto de ventilación. Te será más sencillo ya que en ella hay muchas estatuas, entre las cuales te puedes esconder, y el acceso a las demás salas es bastante sencillo. Nada más estés dentro, vete a la derecha y entrarás en una sala donde la vigilancia es escasa, ya que las obras de artes son de menor valor. Una vez allí, sal al pasillo por la puerta derecha y... ¿Me estás haciendo caso?
Me había pillado desprevenida, hasta hace unos momentos, yo estaba atenta a lo que decía, no obstante, mi mente se había quedado pensando en todas las cosas que tendría que hacer para salvarlos.
-Veo que no. Y paso de perder el tiempo contigo. Llevate ese auricular y yo te daré las indicaciones esta noche... Y no cuentes con que te vuelva a ayudar en TUS encargos...
-....Está bien....
Cerró el portátil y cogió una cerilla. Miró a uno de los floreros, apuntó y lanzó la cerilla, luego, se quedó embelesada mirando el fuego que iba quemando poco a poco las flores...
---
Pues ya van dos caps seguidos que no me gustan, no se porque xDDD
En fin, espero que os guste (¿?)
Paula- Médium en prácticas (Clan Kurain)
Re: Mi fin justifica los medios...
Ha estado muy bien el capitulo Paula, me ha gustado un monton (nose por que a ti no te gusta o__O xD) sigue asi, tengo ganas de leer el siguiente capitulo ^^
Phoenix Wright- Pesadilla del Juzgado (Administrador Clan Abogados)
Re: Mi fin justifica los medios...
O.O''
molaaaaa e.e
la loca del mechero es la tipica tia cañera e.e XDD
sigue asi ;O
a ver como roba la esmeralda ese o.o
molaaaaa e.e
la loca del mechero es la tipica tia cañera e.e XDD
sigue asi ;O
a ver como roba la esmeralda ese o.o
Peter Levitt- Fiscal en Prácticas
Re: Mi fin justifica los medios...
Peter Levitt escribió:O.O''
molaaaaa e.e
la loca del mechero es la tipica tia cañera e.e XDD
sigue asi ;O
a ver como roba la esmeralda ese o.o
...
Resalto lo de LOCA DEL MECHERO, porque Paula se basó en mi para crear ese personaje...;_; xD
...
Bueno, Paula, lo de siempre, que me gusta mucho el fic y tal, y que el único fallo, lo de las faltas.
Nos vemos :D
Beatrix- Abogado de confianza (Clan Abogados)
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