Vestíbulo

Desmond entra por la puerta principal cargado únicamente por una maleta
de color marrón claro. Camina a paso lento fijándose en todo lo que rodea el vestíbulo.

-No ha cambiado nada...- Piensa para sí.

Se acerca a un tipo que parece ser el recepcionista.

-Buenos días- Dice él a la vez que deja caer su maleta al suelo y se calienta las manos con su aliento.

Entre al vestíbulo del hotel. Era un lugar enorme, y por supuesto, estaba decorado con todo tipo de lujos. No me agradaban mucho los sitios así, pero hay que reconocer que quedé bastante impresionado.

Busque el mostrador y ví a un tipo hablando con el recepcionista. Me acerque tras él y saludé a ambos.

- Buenos días, caballeros. - Dejé la pesada maleta con mi equipaje en el suelo. Tenia pensado hospedarme por tiempo indefinido, en principio, ya que el dinero no era un problema.

Tras entrar por la puerta he tenido una sensacional de pequeñez, ya que era bastante grande el Vestíbulo. Tampoco llevo mucho equipaje, pero lo necesario para una larga temporada o lo que necesite estar. Al llegar había dos hombres mas ya dentro, mas huéspedes supongo, ambos con maletas.

Sin demorar mas tiempo me puse a la cola para conseguir una habitación.

-Buenos días.- dicho esto espero mientras observo la decoración del lugar, que es bastante elegante. Aun sin creerme que este en el mismo hotel de hace 20 años.

Entro al vestíbulo sin mi sombrero directo a quejarme con Christopher.

-Señor Carlsson, el agua de la ducha sigue funcionando mal ¿podría solucionarlo?-

Saludo con la mano a los recién llegados y aguardo la respuesta de Christopher.

Desmond se ve acompañado de cuatro caballeros.
-Buenos días- Ve que todos se quedan embelesados con la decoración.
-¿No les parece un poco Barroca?- Dice mientras muestra una pequeña
sonrisa que deja ver sus finos dientes.

Llego al hotel con mis gafas de sol y mi pañuelo al cuello. Llevaba mis propias maletas y me anduve quejando. ¡Es increíble! ¡Nadie me ha recogido las maletas al entrar! ¡Soy una actriz de prestigio! ¡Esto es increíble!¡Increíble he dicho! Veo que ya habían allí algunas personas. ¡No, si encima incluso habrá cola! Dejo las maletas en el suelo y me siento en uno de los sillones con las piernas cruzadas.

- Lo siento, yo no entiendo mucho de estas cosas... - Dije, aun mirando al lejano techo del vestíbulo.

Un momento después, baje la vista para observar al resto de personas que esperaban su turno. Como era de esperar, parecían gente adinerada. Un momento después escuché algunas voces, y vi a una mujer quejándose.

- Lo que faltaba... - Murmuré.

Entro al vestibulo, nada más llegar me quedo absorto unos instantes mirando la decoración de la sala, pero enseguida me doy cuenta que hay una fila de 4 personas en la recepción.

Buenos dias.-
Como veo que la cola es grande me siento en un sillón y me pongo a leer un periodico que hay en la mesa.

Irrumpo en el vestíbulo con un bolso de mano y una pequeña maleta.
No me centro demasiado en la decoración, estoy cansado, ya la admiraré mas adelante.
Dirijo mi mirada hacia el mostrador, y observo que hay varias personas esperando.
Me aproximo al mostrador y aguardo mi turno.
-Buenas noches, señores, y señorita.
Tras saludar a los hombres del mostrador, guardo mi sitio en la cola, y espero mi turno pensativo.

- A mi me parece bien la decoración, es cuestión de gustos, señor.-Le dirijo una sonrisa.

Por la cola yo era el tercero, pero al girar la cabeza vi a dos personas mas, una chica seguramente adinerada y creída y otro señor, justo despues entro mas gente. Aunque los quejidos de la joven, me daban dolor de cabeza.

Me levanto impaciente del sillón y me dirijo a la cola, me senté porque los tacones me molestaban. Me pongo en mi sitio de la cola, donde estaban mis maletas y alzo el cuello en acto de superioridad.

Veo a toda le gente que a llegado

-Disculpen que los demore con mis problemas con el baño, llegue ayer y todavia me estoy acomodando. Por sierto me llamo Axel-

Les dirijo una sonrisa a los recien llegados.

-A mi me parece bien la decoración, es cuestión de gustos, señor.-Le dirijo una sonrisa.

-Tiene gracia... mi mujer siempre de excusaba en ese tipo de cosas... como los ''gustos''- Mueve la cabeza
levemente hacia un lado y otro.
-Este sitio sigue igual que hace diez años. Aunque antes venía gente con clase...- Echa una pequeña mirada a
la mujer que llegaba hace breves instantes.

Observo la sonrisa del huésped, mas no se la devuelvo.
-Encantado, Axel.
Yo soy Jonathan Harker, y como ya habrá deducido, acabo de llegar.
¿Sería tan amable de indicarme su número de habitación, si no es molestia?
Le deseo suerte con su problema en el baño.

Observo dudativo a el señor Jonathan.

-Un momento.... ¿para que desea usted saber mi numero de habitación?-

Me cruzo de brazos.

Escucho como el señor que está en la cola hace un comentario sobre su clase. Disculpe, señor, pero usetd no me conoce de nada. Y no sabe la clase que tengo. Ni sabe quién soy. Aunque debería. Giro la cabeza para no mirarle.

Luego habla el recepcionista.
¿fecha de registro? ¿nombre? Yo no tengo por qué dar mis datos delante de gente que podría venderla a alguna revista del corazón.

Despues de relajarme un momento me levanto del sillón y ocupo mi sitio en la cola, me doy cuenta de que un desconocido me saluda así que yo tambien lo hago.

-Un placer, encantado de conocerle
-Me llamo Kristian Sampson, arquitecto,
*Le devuelvo la sonrisa*

Noto como Axel está a la defensiva, dato de utilidad para tratar con el mas adelante.

Oh, nada importante, no me gusta la gente que lo pasa mal y me gustaría observar su problema en el baño.
Naturalmente, nadie le obliga a compartir dicha información.

- Yo tambien prefiero dar los datos en privado.

Me alejé de la cola y me senté a esperar a que los demás se registrasen. Nunca me han hecho mucha gracia las presentaciones, y no quería tener a esa gente llamando a la puerta de mi habitación creyéndose mis amigos. Tenía cosas mucho mas importantes en las que pensar.

Al fin nos hablo el recepcionista, pidiendo los datos para nuestro registro, yo no veo inconveniente decir mi nombre delante de todos, así me ahorro presentaciones.

-Claro, me llamo Alec Weningar. Estare un tiempo indefinido.-digo mientras estornudo.

Estaba a punto de contestarle al señor Jonathan cuando veo que otra persona me saluda.

-Un gusto señor Kristian-

Cruso los brasos observo que hay demasiada gente en el vestibulo.

-No quiero molestarlos mas, mi problema puede esperar, estare en el bar por si alguien me necesita-

Observo al recepcionista
-Encantado, Christopher Carlsson. Le daré encantado la información que me pide.
Mi nombre es Desmond Lamoretti y me gustaría pasar siete días desde hoy mismo.

Me quedo serio ante la actitud tan extraña del resto.

Veo que es mi turno en la cola, por lo tanto me dirijo al recepcionista:
Buenos dias encantado de conocerle.No tengo problema en darle mis datos.Soy Kristian Sampson y voy a estar en este hotel una semana desde hoy