Derdian: la Nueva Era

¿Creíais que llevar dos fics a la vez era imposible? ¡Pues con éste ya van tres! XD (eso sí, no escribo muy a menudo, pero bueeeeeeno). Éste está basado en la historia New Era, de Derdian. Es un mundo medieval, con guerreros, dioses, magos, etc.

Prólogo: A través de la puerta

Él tenía una forma muy despiadada de hacer las cosas. Era un guerrero poderoso, pero también rastrero y malvado. Su nombre era Thoglor. Por sus crímenes fue encerrado en una celda de la implacable fortaleza Astar. Sentía que la oscuridad lo invadía, cada día que pasaba, y se sentía más lleno de odio y poder. Ver aquella puerta que le retenía le volvía más loco aún, pues cada día veía la luz de la libertad a través de la puerta. Había ideado varios planes de escape, pero todos habían fallado. Sintió que su alma se perdía en el vacío, y sus sueños se desvanecían. Pronto, quizá en una semana, le matarían. Así, su odio crecía, y ver la puerta de salida hacía que aumentara más y más.
"¡Necesito más tiempo!", pensó Thoglor, "¡Tiempo para huir!"
Pero el tiempo no estaba de su parte. El carceleró le anunció que sería ejecutado al amanecer.
Así fue como Thoglor perdió toda esperanza de ser libre de nuevo. Sin embargo, pensó, no quería vivir encerrado por toda la eternidad, y quizás, sólo quizas, encontraría la paz con la muerte.

Esa noche...

Una historia sugerente y te engancha ( aunque sea la primera parte )... estoy deseando seguir lo que escribas

Gracias phoenixforever, espero engancharte mucho más :D

Capítulo 1: Luz Eterna

Esa noche, Thoglor tuvo un sueño que lo cambió todo. Veía el cielo estrellado, en la noche oscura. Era libre. Mientras contemplaba ensimismado las estrellas pensaba que le gustaría encontrar otro mundo, volando en aquel cielo estrellado. Y siguió atado a este pensamiento varias horas, en su sueño. Se lamentó de que, cuando despertara, le llevarían hacia la muerte.
-¡Oye mis plegarias! -gritó Thoglor al cielo, mientras soñaba -¿No vas a salvarme? ¿No te importo nada? Pronto me reuniré contigo, y veré tus ojos abiertos. Así encontraré el camino para arreglar mi vida.
Como esperaba, no hubo respuesta. Tras despertar, sería ejecutado.
Pero él se dio cuenta de que algo sucedía. La tierra temblaba, las luces estelares se fueron apagando, las nubes se reunían en un único punto. Y, en ese punto en el que las nubes convergían, apareció un ser infernal. Tenía apariencia humana, pero irradiaba un aura extraña y tenía en su mano una espada que brillaba como el Sol, y a la vez era oscura como una noche de luna nueva.
El ente demoníaco bajó del cielo y cayó al lado de Thoglor, le dio su espada y le dijo:
-Ven conmigo, y juntos volaremos en el cielo. Te esperaré en las sombras de la noche. Escapa, y por siempre tu vida cambiará. A la Luz Eterna no debes esperar.
-¿Quién eres? -preguntó Thoglor, aturdido.
-Soy el dios oscuro, traedor de guerra y oscuridad. Soy Mohzer.
Tras oír estas palabras, Thoglor despertó de su sueño. Desanimado, se dispuso a esperar a su ejecución, aunque aún era muy de noche. Pero, en ese momento vio algo a su lado. Era una espada, una espada que brillaba como el Sol, y a la vez era oscura como una noche de luna nueva. La Hoja Divina, el arma de Mohzer. La cogió y, con ella, rompió la cerradura de la celda y ésta cedió. El verdugo, que hacía de carcelero en ese momento, sacó su arma y gritó. Thoglor utilizó su nueva arma con una destreza inusual en él y le derrotó. Mohzer, que le observaba desde el interior de la celda, recitó:

Escoje my camino
y juntos volaremos en el cielo.
Te esperaré en las sombras de la noche.
Escapa, y por siempre tu vida cambiará,
pues, amigo, a la Luz Eterna no has de esperar.

Pinta genial esta nueva historia Kanetsu!!!
Tengo ganas de que postes mas capis ^^

LIBRO I: THOGLOR

Capítulo 2: Fuego en la noche

Thoglor miró atrás, y allí estaba el dios oscuro Mohzer, mirándole, parecía que quería matarle con su mirada.
-¿A qué esperas? -dijo Mohzer con su grave e imponente voz -Fuera te espera la libertad. ¡Tu destino es ser libre!
Thoglor no dijo nada, pero el odio de su corazón parecía reaccionar cuando miraba a Mohzer, y eso le daba más ganas de destruir, de matar. De vengarse.
-No conseguirás nada quedándote mirándome. Vete, y sé libre.
-Sí... pero, ¿irme adónde?
Mohzer sonrió como si hubiera estado esperando esa pregunta.
-¿Qué quieres hacer tú?
-Quiero vengarme de los habitantes de Astar. En especial de Exenthar.
-¿Estás loco? -comenzó Mohzer su preparado discurso -Ni siquiera el poder de la Hoja Divina puede contra tantas personas juntas. Necesitas un ejército. ¿Qué tal si te unes a mi causa? Necesito gente como tú: oscuros, ambiciosos y con sed de venganza.
-He cogido la Hoja Divina y gracias a ti soy libre para vengarme. Si en tu camino está la venganza que tanto ansío, hágase tu voluntad.
-Bien. Entonces ven. Tenemos que impedir que te vean.
Mohzer desapareció en ese instante.
-A partir de ahora le hablaré a tu alma, aunque no me veas -sentenció.

Con las indicaciones de Mohzer, Thoglor fue capaz de huir de la prisión sin ser visto, y huyó de la fortaleza si matar a nadie.
-¿Y bien? -preguntó Thoglor -¿Qué debo hacer ahora?
-Hay un lugar cerca de las montañas de Lorvath, relativamente cerca de Astar. Debes ir allí y matar al rey de la fortaleza que encontrarás.
-¿No es lo mismo que matar a Exenthar aquí?
-No, porque aquí te conocen. Probablemente ya habrán visto la celda vacía y te estarán buscando.
-Entiendo. Muy bien, allá voy.

-Al fin, Lorvath. ¿Estás ahí, Mohzer?
-Sí. Este es el plan: te infiltrarás diciendoque traes un mensaje para el rey de esta fortaleza, y después le matarás a él y a los que haya en la sala del trono. Luego, te sentarás en el trono a esperar
-¡Pero, Mohzer...!
-Hazlo.
-S... Sí, mi señor. Pero, ¿no intentrán los demás habitantes de la fortaleza...?
-¿Tienes miedo?
-¡No! ¡Por supuesto que no!
-Pues... adelante.
Dubitante, Thoglor fue hacia la puerta de la fortaleza. Un guerrero armado con una lanza le abrió.
-¿Cuál es tu nombre y a qué se debe tu visita?
-Traigo un mensaje de Astar urgente para vuestro rey.
-Pasa.
Thoglor fue guiado a la sala del trono. Allí, vio al rey, protegido por dos guardas. Eligió matar primero a uno de los guardas, que le pilló desprevenido y murió al instante. El otro, sin entender lo que estaba pasando, se lanzó hacia él con su espada, pero no fue rival para la Hoja Divina. Luego mató al rey clavándole la Hoja Divina en el pecho, y después le cortó la cabeza para verificar que había muerto. Se sentó en el trono ha esperar, como se le había ordenado. Pronto entró un sirviente y, tras mirar los tres cadáveres, le dijo a Thoglor:
-Ah, milord. He oído que hay un mensaje para vos.
Thoglor no entendía lo que había ocurrido. Afortunadamente, Mohzer le aclaró las dudas:
-He borrado la memoria de esta gente. Ahora tú eres su señor. Pero no podemos asediar Astar tal como estamos. Mi plan es que te conviertas en un dios, como yo, antes de lanzar un ataque allí. Recuerda, ahora eres mi siervo. Yo te he ofrecido un escape de la prisión, pero ahora estás bajo mis órdenes.
Thoglor contestó de forma simple y tajante:
-Hágase tu voluntad.

Los cadáveres fueron incinerados en la plaza central de la fortaleza. Esta fortaleza fue bautizada Derdian, y en aquel infierno levantarían un gran imperio. La ambición de Thoglor no hacía sino crecer

Muy interesante
Me esta gustando mucho esta historia, espero que postes pronto el proximo capitulo :P

LIBRO I: THOGLOR

Capítulo 3: La llamada de Anubis

Seis acólitos se habían reunido alrededor del sarcófago, con el objetivo de hacer que su maestro se levantara. Él había hablado a su gente de la Fortaleza de Federland, en especial al rey Gorgias, y les había comandado que le revivieran, pues pronto se verían envueltos en una guerra sagrada. Gorgias no sabía nada, pero él tenía muy claro que su antiguo enemigo había encontrado a un nuevo humano, y necesitaba resurgir de las cenizas para vencerle de nuevo.
El rey Gorgias observaba el ritual complacido. Los acólitos bailaban alrededor del sarcófago para darle poder a su maestro. Tras una hora de ritual, estando éste a punto de finalizar, uno de los acólitos tropezó y cayó al suelo. Fue en el momento justo en que el sarcófago se abrió, y de él salió un ser humano, con cara de chacal y una lanza, que le clavó al acólito que se había tropezado.
–Por culpa de este incompetente, no tengo todo mi poder. Bueno, no importa. Soy inmortal, al fin y al cabo.

Seis días habían pasado desde que Thoglor y Mohzer se asentaran en Derdian. Tras ese tiempo en el que Thoglor había librado pequeñas batallas contra pueblos vecinos, Mohzer volvió a hablar a su alma.
–¿Te has divertido, humano?
–Sí… ¡Sí, amo!
–Bueno, pues se acabó el tiempo. A partir de ahora disfrutarás de otra manera: en la guerra. –dijo Mohzer con una significante sonrisa.
–No esperaba menos, señor. ¿A dónde debemos dirigirnos?
–Esa es la actitud. Lo próximo que debes hacer es destruir al dios de la muerte.
–Pero, señor –gimió Thoglor –pensé que tú eras el dios de la muerte
Thoglor profirió una carcajada extraña.
–Ya me gustaría a mí –dijo –ser el dios de la muerte. Pero antes yo era humano, como tú, solo que me… divinicé, como pretendo hacer contigo. Una vez que Anubis esté muerto, yo seré el único dios de la muerte. Y tú vives para servirme, así que lo harás por mí.

Apenas cuatrocientos soldados de la fortaleza Derdian, comandados por Golstar, excelente guerrero y la mano derecha de Thoglor en cuanto a batallas. Su única ventaja era la Hoja Divina.
Llegaron a Federland al amanecer. Las tropas de Anubis les esperaban allí. Golstar fue el primero en hablar.
–Representamos a la fortaleza Derdian. ¡Hora de combatir!

La batalla comenzó pronto. Thoglor y Golstar iban delante, seguidos de sus guerreros. Delante del otro ejército iban Anubis y Gorgias. La batalla iba ciertamente mal para Derdian: Anubis era muy poderoso, mucho más que Thoglor, y pronto éste estaba fuera de combate y fue salvado por Golstar. Gorgias fue corriendo hacia el ejército de Derdian y mató algunos de ellos. Federland los superaba en número, y Thoglor ya había perdido la esperanza, pero había algo que Anubis y Gorgias no tenían: el juego sucio.
Durante la batalla, Mohzer entró secretamente en la fortaleza y fue directo a la sala del trono (que en realidad era un sarcófago) y vio a cinco acólitos rezando por su dios Anubis, y los aniquiló.

Inmediatamente, Anubis profirió un grito infernal y su cuerpo comenzó a desvanecerse. Uno de sus gritos parecía ser una orden de retirada a Gorgias, pero él no pudo oírle y continuó matando guerreros de Derdian. Pero, uno de los que intentó matar era Golstar, que le miró con aire arrogante antes de clavarle su espada.
Sin Anubis y sin Gorgias, el ejército de Federland pronto cayó bajo el yugo de Derdian, y Mohzer entró en el sarcófago como paso final para convertirse en el único dios de la muerte.

Cuando los exhaustos guerreros volvieron a su fortaleza, observaron que estaba siendo asediada por otros guerreros: eran de Federland. Ellos no sabían nada sobre la muerte de su dios, y, siguiendo órdenes de éste, iban a asediar Derdian…

Gran capitulo Kanetsu!!!
Tengo ganas de leer tu siguiente capitulo =)

LIBRO I: THOGLOR

Capítulo 4: Gritos de agonía

Los guerreros de Thoglor, exhaustos por la batalla que acababan de librar, no eran rivales para las tropas que habían sido enviadas por Federland, y Thoglor lo sabía. Por ello, en un primer momento, pensó en retirarse. Luego se acordó de Mohzer y sonrió. Nada podía vencerle, o eso pensaba él.
- ¿Qué hacemos, Mohzer?
- Esto pinta mal, -respondió -ya han tomado la fortaleza, y nosotros debemos asediarla, lo que nos convierte en el equipo atacante. Ellos pueden ganarnos por desgaste.
- ¡No! ¿Qué podemos hacer?
- ¡Mente fría! Estas fuerzas tienen un comandante. Lo normal es que, si éste muere, sus guerreros salgan corriendo sin saber qué hacer. Yo no puedo ayudarte aún, estoy en proceso de divinización. Encuentra una manera de entrar en la fortaleza y matar al comandante.

Thoglor estaba totalmene perdido. ¿Cómo colarse en una fortaleza en la que todos te pueden reconocer? Sus pensamientos duraron poco, pues su ejército fue pronto descubierto por los guardias de Federland, y se prepararon para la defensa. Thoglor pensó que así jamás lo lograrían, pero tras razonarlo detenidamente, descubrió que, quizá, este refuerzo defensivo era la oportunidad de entrar sin ser visto. Así, él y su ejército se escondieron, sabiendo que sus enemigos no se atreverían a salir de su escondite,

Esperó a que los guardias hubieron tomado sus posiciones en el puente, tomó unas hierbas venenosas y las esparció por el río que cruzaba Derdian. El veneno pronto se esparció por toda la zona del río cercana a Derdian, sin otorgarle ningún tipo de color extraño. De los setenta soldados que habían salido de Federland, cuarenta estaban en el puente. Y, cuando estuvieron sedientos, bebieron, por supuesto, del agua contaminada.

El veneno no era mortal, como Thoglor bien sabía, pero provocaba síntomas difícilmente compaginables con una batalla a gran escala, como fiebre alta y alucinaciones. Así, el ejército derdiano avanzó corriendo hacia los enfermos guerreros de Federland, y fue así como entraron en Derdian al fin. Siguiendo los consejos de Mohzer, se encaminó a la sala del trono. Conociendo la ruta más corta por ser él el dueño de la fortaleza, llegó pronto y, con la Hoja Divina, dio muerte al comandante. Sus gritos de agonía, alertaron a los guerreros enemigos que su final se acercaba. Así fue como Federland y Anubis cayeron en el olvido.

Debido al fragor, Thoglor no se percató de la ausencia de Golstar durante la batalla...

Excelente capitulo Kanetsu, sigue asi por favor