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"Una Vieja Historia Mia" (Trasistions Investigations: Last Dinner")

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Mensaje por Zilion Magenee Miér Dic 01, 2010 11:52 pm

Bueno, esta fue una historia que se me ocurrio despues de haber leido el fic de un amigo llamado "Lost In Silent Hill" que me parecio muy bueno y me motivo a idear esta novela llamada Transistion Investigations, pero que despues le cambie el titulo y bueno, se divide en otras, pero eso no viene al punto xD

(Aqui las otras porsi quieren saber sus nombres, pronto las pondre por si les interesa:
Código:

Anti-Soul Misterys: Book Of The Deads
Anti-Soul Misterys: The Cursed Symphony
Anti-Soul Misterys: The Dark Fly
)

En fin, al ser esto como un "Boceto" de ver como me salian las historias y todo, empezare a ponerlo en facil para ver si les gusta:

"Una Vieja Historia Mia" (Trasistions Investigations: Last Dinner") Transisitioninvestigati


Sipnopsis: Sipnopsis: Richter es un periodista recien graduado, que ira a un restaurante para entrevistar a una bella modelo de television, lo que no se esperava, es que la mujer termine asesinada, y el, como principal sospechoso de su asesinato, ahora, tendra que descubrir la verdad hacerca de los secretos que guarda el restaurante, sus invitados, y sus disitntas historia, conforme se van formando dudas, la verdad, corre a la luz.



Capitulo 1: Un descuido ocacional
Código:
   
Hoy seguimos en 17 de octubre, Richter Trindy se encuentra sentado en su escritorio, frente a el, un lote de cuadernos para escribir vacios, y algunos a medio llenar, lápices y lapiceros de distinta marca alrededor de lo que Richter tiene la confianza de describir como oficina.
A pesar del estado de su oficina, Richter, un hombre de 21 años de edad, que acaba de ser aceptado para la línea informativa “Newspaper`s Informativos” gracias al consejo que le ha dado un amigo suyo al jefe de la empresa para de esa forma ser ingresado a la misma como un reportero, sin embargo, ya van 5 días desde que ha empezado a trabajar en el periódico, mas no ha entregado noticia alguna, sigue sentado frente a su escritorio como lo ha hecho anteriormente durante los otro 5 días de su estadía, con un silencio casi tan traumante que hasta a el mismo le causa pavor pensar en el, no es de extrañarse, jamás fue una persona de mucha palabra, prefería los libros a una conversación, callar ante un discurso, omitir cualquier señal sentimental, se consideraba a si mismo como lo que puede que otras personas consideraban de el: “Un Estorbo”. A pesar de eso, jamás se le vio afectado por serlo, quizás, ni siquiera le importaba serlo.
 Ya eran las 6:43PM, Richter solo estaba sentando viendo a los minutos pasar a su alrededor, hasta que un hombre entro a su oficina. No era una persona que Richter  apreciara mucho, de hecho, para nadie le seria fácil hacerlo. Vestía una camisa blanca, con los últimos 3 botones sin abrocharse tenia un bigote de un grosor considerable, un poco gordo, y una figura un tanto decepcionante para Richter como jefe.
-Veo que la pasas muy bien sentado en ese sillón, ¿verdad?
-…No creo que esa sea la forma adecuada de describirlo, después de todo es común que a algún periodista le falte algo de inspiración por una temporada.
-Una temporada, desde que estas en este sitio no has hecho nada, mira te lo diré solo una vez. 
-Sin duda alguna será una noticia importante, ¿cierto?
-Un elegante restaurante recibirá hoy a una famosa actriz su nombre es Penélope, y quiero que le agás una entrevista antes de que se marche del país, si hay una oportunidad, es esta.
-Valla… ¿y eso cuando pasara?
-Esta pasando, ahora mismo el restaurante debe estar preparándose para recibir a Penélope quiero que vallas y consigas una gran noticia, de lo contrario, será mejor que te vallas de aquí. 
 Richter no se encontraba en un buen momento, debido a su poco salario, que apenas y había logrado recibir cuando entro a el periódico, era muy poco dinero hasta para una persona de pocos gustos como el, no solía comer en restaurantes, pero tampoco solía ir a comprar su comida para prepararla con buen gusto en su casa, era un hombre que de hecho, casi nunca desayunaba, ni cenaba, pero el almuerzo lo tubo seguro durante estos últimos 5 días, la secretaria del  jefe de Richter le llevaba a diario un almuerzo para animarlo, ya que el nunca solía parecer relajado, todo lo contrario, cada ves se le notaba un toque mayor en su voz, reflejando desesperación o aburrimiento por el trabajo.
 Justo después de las palabras de su jefe, Richter tubo que partir hacia el restaurante donde se iba a presentar Penélope, el  jefe de Richter le había escrito la dirección en uno de los muchos cuadernos en blanco que Richter tenia en su escritorio, no era de extrañarse el hecho de saber que Richter no tenia auto, por lo que tubo que ir caminando hasta el otro extremo de la cuidad, no era una caminata placentera, pero Richter estaba dispuesto a hacer el trabajo, porque sabia que, probablemente, fuera el ultimo de su carrera.
Durante la caminata no se detuvo en ningún momento, por lo que podría decirse que llego, relativamente rápido, ya eran las 7:12PM cuando llego al restaurante, parecía un sitio de lujo, adornado con toda clase de luces, y en la entrada, 2 meseros, vestido con smoking completamente negro, desde la corbata, hasta los zapatos, la entrada estaba hecha de puro cristal, desde la puerta se podía ver el interior del restaurante, que de hecho, no era mucho, solo un largo pasillo hasta otra puerta de madera, decorada con la figura de un león. Si Richter no supiera exactamente la ubicación del restaurante gracias a la nota de su jefe, probablemente lo hubiera confundido con un casino.
 Llevaba ya una gran impaciencia dentro de si, así que decidió sencillamente entrar por la puerta principal, pero fue detenido por uno de los meseros que le dijo:
-He, amigo, no creo que pueda pasar aquí con esas pintas.
Richter sabia muy bien de lo que hablaba el joven, de hecho, el no era un closet  de ropa, pero hubiera deseado presentarse de otra forma ante gente con vestimentas semejantes a la de los camareros.
-No creo que sea necesario hablar de cómo visto yo, por favor, déjeme pasar.
-Señor, ya se lo he dicho, no creo que me permitan hacer algo como eso, aquí solo entra gente importante.
-Entiendo, entonces déjeme entrar, yo soy una persona importante.
-¿Qué quiere decir?
-Soy reportero, he venido a hacer un artículo acerca de este restaurante, y la entrada de la actriz Penélope.
-Ah, ya entiendo, ustedes debe ser de aquel periódico “Newspaper`s Informaciones”
-Es: “Newspaper Informativos”, señor, ahora, ¿podría permitirme la entrada? Llevo algo de prisa.
 El camarero se queda callado, no sabría decir si era debido a la actitud de Richter, su vestimenta, o sus palabras,  pero después de unos pocos segundos de retrospectiva le abrió la puerta a el periodista para que entrara.
 Ese restaurante no era como ningún otro, su alfombra roja adornada toda la sala de recepción, sus paredes de color amarillo con hermosos decorativos daban la a Richter la impresión de que su articulo, iba a salir mucho mas barato que lo que le cobrarían por estar en el restaurante.
 En cuento entro a la sala principal vio exactamente 10 mesas ordenadas simétricamente, con unos manteles blancos impecables, cubiertos por otro mantel transparente, los platos vacios daban la impresión de que ya alguien había comido en ese lugar, pero si se apreciaba lo suficiente, se podrían dar cuenta con facilidad que estaban completamente blancos, en el centro de cada meza había un Recipiente de cristal con agua, que contenía en su interior una rosa blanca, ese recipiente no era como ningún florero, la rosa apenas y alcanzaba a salir por un pequeño orificio en la parte superior del recipiente, daría la impresión de que esa rosa ha estado allí, desde siempre.
 Richter se sentía mas confundido en ese momento, de lo que estuvo anteriormente en el exterior del mismo edificio, no era un restaurante común y corriente, eso se notaba con claridad, no solo sus adornos, su estructura era extremadamente fascinante, mas que un restaurante, parecía un auditorio.
 Justo después de entrar, a Richter lo atendió un hombre muy alto, con un bigote sumamente cuidado, y la misma vestimenta que los camareros de la entrada, pero lo que mas impacto a Richter, fue el hecho de que en ningún  momento el hombre había abierto los ojos.
-Buen día, joven hombre.
-Buenos días, ¿puedo preguntarle algo?
-Como no, dígalo.
-¿la actriz Penélope, cuando llega exactamente?
-A las 7:30PM, estimado cliente. Usted debe ser uno de sus muchos fans que han venido a verla.
-Se equivoca, soy periodista, debo hacerle una entrevista a la dama.
-Bueno señor, yo le aconsejo que se siente en una mesa mientras la señora llega.
 El señor acompaño a Richter hacia una de las mesas mas alejadas de la puerta, y le entrego la carta en sus manos, pero inmediatamente Richter dijo:
-Estimado señor, no tengo interés en comer ahora, si me disculpa, solo quiero hacer la debida entrevista antes de retirarme.
 El mesero se retiro sin decir ni una palabra, con pasos lentos, que debido a la gran extensión de la sala, y la poca gente que había, se repetían entre si como ruidos sin contemplación en la mente de Richter.

Capitulo 2: Minutos de Agonia
Código:
  Ya eran las 7:30PM y la sala vacía y silenciosa donde hasta los pasos de un mesero podrían ser escuchados, se había convertido en una sala llena de gente, cuyas voces se repetían y se confundían, al menos que tú estuvieras hablando en el grupo de gente, dudo que mucho que no te pareciera incomodo. Justo a las 7:32PM se abre la puerta, Una señora alta, de pelo negro y largo, con un vestido de rojo carmesí que la cubría hasta los pies exceptuando sus brazos, paso de largo alrededor de la sala hasta llegar a la mesa que se encontraba en todo el centro de la habitación, Se sentó al lado de un hombre bajo, con un traje de clase alta de color marrón, con un pañuelo color amarillo en el bolsillo, parecían conocidos, puesto que después de sentarse, la señora no dejo de hablar con el durante lo que parecieron horas.
Richter estaba empezando a desesperarse, no era el tipo de persona que se podría decir paciente, aunque si lograba mantener la calma muy bien, y disimular su desesperación. Hasta había logrado aguantar los discursos “inspiradores” que sus compañeros se daban entre si para animarse, aunque el nunca quiso decir uno.
 Richter se apartado la mirada de aquella señora durante por lo menos 10 minutos, por lo que sabría afirmar con seguridad que eran mas de las 7:40, pero no exactamente la hora. La señora se paro de su asiento y salió directo hacia una de las puertas que tenia la sala. Volvió unos pocos minutos después y se volvió a sentar en la misma mesa, Richter se encontraba a más de 10 metros de distancia, aunque fuera difícil de creer, Richter ya estaba muy molesto, por lo que salió un momento para ir al baño, y volvió, pero para el, nada en la sala había cambiado en lo absoluto. Ni siquiera la postura de las personas para hablar.
 Ya había pasado otros 10 minutos cuando Richter miro algo inquietante, la señora se levanto de su silla de una forma rápida y probablemente dolorosa, ya que mientras corría hacia una puerta, termino golpeándose con una de las patas de la silla de un cliente ajeno a ella. Tras ese importuno incidente, no le presto la menos atención y siguió corriendo hacia la una de las puertas de la habitación, Richter, sorprendido ante tal acción, decidió seguirla, lo que encontraría mas adelante, cambiaria el rumbo de su historia, no solo su articulo, cambiaria su trabajo, e incluso, su forma de pensar para siempre.
 No fue hasta entonces, que descubrió lo sucedido: Entro en esa habitación, y miro alrededor unas 5 puertas de cada extremo de un pasillo que parecía interminable. Una de las puertas entre abiertas, la primera que examino debido a que precia una de las habitaciones donde alguien iría  en una situación similar. “Baño de Mujeres”, lo que pensó en ese momento Richter fue “Voy a tener mi entrevista, aquí y ahora” jamás se le hubiera ocurrido que mas que una entrevista, obtendría una reputación, y mas que eso, obtendría una visión de su futuro.
 Dentro de la habitación de baño, recostada contra el lavamanos, se encontraba, el cadáver de Penélope su boca entre abierta, y su cuerpo tieso, como roca, uno de los zapatos de la señora tenia el tacón roto, lo cual le dio la impresión a Richter de lo que podría haber sucedido:
 “No hay nada que hacer, esta muerto, no puedo creer que halla perdido mi noticia, mi trabajo, probablemente en este cadáver termino también mi vida…”
 Los pensamientos de Richter resonaron en su cabeza hasta que, detrás de el, el mismo joven de la puerta se quedo perplejo al ver la escena: Un hombre de aspecto extraño sosteniendo el cadáver de una famosa actriz. Quizás era de esperarse su reacción, pero lo que dijo, quedo en la mente de Richter resonando, una y otra vez.
-¡Usted la mato!
-Debe de estar bromeando, no conozco a esta señora, no quería mar, de hecho, mi carrera dependía de conseguir que me dirigiera la palabra.
-Entonces ¿Qué hacemos?
-¿Qué espera hacer? ¡Llame a la policía!
-Si, ¡Ya voy!
 Los gritos de desesperación que salieron del joven camarero resonaron en la sala, uno tras otro, atrayendo la atención al público de la sala central y hundiéndolos en el pánico.
 De fondo, el montón de palabras de una conversación que no coincidían entre si, se transformo en gritos agudos, algunos agonizantes, algunos de gente inocente, algunos de gente que guardaban la verdad en lo mas profundo de su alma. Sin embargo Richter solo presto atención a un grito, grito que jamás pensaba que podría oír en toda su carrera “El la mato” aquel grito, sin acento, sin concordancia vocal, sin la mas mínima expresión de duda, mantuvo a Richter atado al cadáver por un hilo de agonía, mientras en el fondo en sabia, que aquellos que lo saben, se reían de su agonía, y gritaban lo falso, creando la doble trama de esta historia.
Richter  solo podría pensar en cosas como “no debí venir” o “no debí aceptar el trabajo”  hasta que de un momento a otro, como si la verdad fuera una dama cuyo blanco vestido ilumino la mente Richter, le vino a la mente la idea mas extraña que pudiera haber pensado en su vida. El no era el tipo de personas que pensaran en esas cosas, de hecho, jamás quiso ser periodista, todo lo que hizo fue por aprecio a un ser querido, pero esa, es otra historia. Richter cambio por completo su actitud y su forma de ver lo que estaba pasando, incluso dejo su papel como periodista que tanto había odiado, lo único que tenia en mente es: “No voy a dejar que esto siga el curso que lleva, voy a averiguar quien hizo esto, y va a pagar por inculparme de su crimen” si eso era algo muy extraño en Richter, puesto que realmente si alguien que no hubiera sido el hubiera sido acusado, lo único que haría seria escribir un articulo acerca del supuesto culpable, esta ves, estaba completamente decidido, se enfocaría en un tema, cosa que no había hecho desde hace mucho, y empezaría a investigarlo, hasta dar con lo que lo liberara, de su horrible situación.
 Justo después de pensar  en todo eso, salió del baño, y miro el reloj del pasillo, no quería perder ninguna posible pista, estaba seguro de que los hechos sucedieron tal y como el los había visto:
“7:30: la señora llego de una forma muy elegante, fue directo a su mesa sin ningún retraso, se sentó, y no se levanto hasta realzar su pedido y comer algo.
  7:40PM, la señora salió durante unos minutos, pero volvió sin ningún problema.
  7:50PM, la señora salió, corriendo sin preocuparse por los golpes que recibió en la pierna izquierda antes de ir hacia el baño de mujeres, donde, murió.”
 Entonces, Richter miro la hora, quería estar seguro delante de cualquier situación, que el en realidad, fue solo a pedir a una entrevista a una hora exacta, nunca pensó lo que vio: 8:12PM, esa hora lo marco todo, nadie pensaría que lo que parecieron horas de agonía, solo fueron unos pocos minutos.
Capitulo 3: Inspector Particular
Código:
 Ya son las 8:15, la policía no tardo en llegar a la escena del crimen, los forenses examinan el cuerpo con suma antelación, no parece una investigación normal, toda la sala que hace tan solo cinco minutos se vio envuelta entre gritos y pensamientos vacios, ahora esta llena de silencio, tanto que es capaz de superar el silencio de la oficina de Richter.
 Entre tanto silencio llega el inspector, un hombre alto, moreno, que viste una camisa de cuero color negra, junto a unos pantalones color negro que le llegan  justo a los tobillos, y unos zapatos color café, que no son usuales para caminar, gafas oscuras y grandes, acompañadas de un fino sombrero de clase, no es el tipo de inspector que Richter esperaba encontrar, pero sin lugar a dudas, eso solo reforzó sus ganas para descubrir lo que en realidad sucedía. No era de menos esperarse, la primera cosa que hizo el inspector en cuanto termino de hablar con los forenses fue dirigirse hacia Richter y decirle:
-No puedo creer que hallas sido tú, después de todo, no pinta como un asesinato normal.
 Su tono de voz despertó duda en Richter,  el sabia también que eso no era un asesinato tan simple, y que el tampoco era el asesino, sin embargo, el tono en el que lo dijo, no estimaba claramente los motivos de aquel mensaje. Conforme la conversación de Richter y el Inspector avanza, no parecen ser mas de unos minutos, sin embargo, la forma de su dialogo se extiende hasta el punto en que se deja claro una idea.
-Yo no he matado a la señora, solo he ido por una entrevista a esa habitación y encontré su cadáver.
-¡Pues claro!, viejo, si pintas de que vas por ahí viendo en los baños de mujeres.
-Solo entre por cosas mías, no suelo hacer ese tipo de cosas, ¿sabe? Soy un reportero, no creo que eso fuera el tipo de cosas que haría uno ¿o si?
-Valla, por lo menos se defiende, ahí que admitir que tiene agallas, mi nombre es Luis, soy el inspector de la zona.
-De hecho ya lo suponía, pero usted ya me conoce, probablemente se lo hallan dicho los policías.
-Si, exactamente, y déjeme decirle, o fueron motivas palabras, pero ningún asesino no deja la escena del crimen en tanto tiempo.
 Los minutos de conversación se extendió hasta que llego un policía, su vestimenta clásica le hacia pensar a Richter que estaba a salvo. Entonces, el policía le entrego a Luis el informe, quien lo leyó con aires desajustados y le anoto a Richter en un papel:
“Se estimula la muerte entre  7:30PM-8:00PM, la muerte fue causada por un veneno, aun no fue detectado cual usaron, pero al parecer, radica en que fue consumido de alguna forma, los sistemas empezaron con dolor estomacal, hasta parálisis y muerte, podría agregar que todo esa transcurre en un lapso de mas o menos 10 minutos, como ve, es imposible que usted fue, ya que para que el veneno matara a la señora Penélope usted debió estar en esa habitación por lo menos 10 minutos”
 Después de leer el papel, Richter lo arrugo y lo tiro contra la pared, acto seguido el inspector Luis le dijo:
-Si quiere, se puede retirar, no parece algo tan difícil de creer como lo fue.
-No es necesario, quiero quedarme y colaborar en la investigación.
-Ah, valla, así que el periodista quiere una buena historia, ¿eh?
-No es eso, sea quien sea que la mato, me intento inculpar, y quiero atraparlo.
-Yo no le aconsejaría hacer eso, pero si tantas ganas tiene de poder atrapar al asesino, agá lo que desee, pero no nos estorbe en la investigación, por favor.
 Entonces el inspector Luis se retira y deja al Richter en el Pasillo donde queda la escena del crimen, prolongando así la estadía de Richter en el campo.
 Richter se dirige inmediatamente al salón central, y a la mesa central donde estaba sentada la señora Penélope, entonces empieza a revisar la comida para saber su estado, mientras lo hace, el inspector le dice:
-¿Seria muy obvio, no cree? Ya revisamos esa comida, mande las muestras a analizar, tanto el agua, como la comida, todo lo que esta en la mesa esta vacio, no hay muestra alguna de veneno.
-Entonces, ¿buscaron en otro sitio donde la victima pudiera digerir el veneno?
-Efectivamente, tanto los cubiertos, como el plato y los vasos, incluso las servilletas, todo esta tan limpio que me sorprende que los usaran.
-Ya veo… entonces, será mejor que busque alrededor de otras cosas, iré a investigar que ahí en el baño.
 Ya eran las 8:26PM Richter no se lo podía creer aun, la victima ingerido el veneno, sin embargo, los únicos sitios donde pudo haberlo ingerirlo están completamente vacios, pero entonces le viene la única posibilidad a Richter, si no fue comiendo, solo pudo ser envenada durante su salida de la sala. Ahora solo falta saber a donde fue, con quien se reunió y que pasó después, conforme el tiempo pasa, Richter piensa mas, ya no esta con la misma impaciencia con la que quería que la señora se levantara de su asiento para entrevistarla, ahora mira al reloj simulándose a si mismo la idea de que por primera ves en su vida, el tiempo no esta pasando, solo es una ilusión de su mente.
Capitulo 4: Interrogatorios Forzados
Código:
 Ya son las 8:30PM y la investigación no prospera, todas las pistas que Richter ha estado investigando no llevan a ningún lugar, con cada segundo que pasa, Richter empieza a cuestionarse a si mismo, no ha logrado nada en todos los minutos que han pasado, por lo que los nervios empiezan a consumirlo, sus pensamientos empiezan a enredarse tal cual como hilo de telaraña, no le queda mas remedio, se dirige a la sala principal donde encuentra a Luis realizando un interrogatorio con un hombre.
 Richter se queda perplejo, es el mismo hombre que estuvo sentado al lado de Penélope durante toda la cena hasta la hora de su muerte.
-Veo que no se ha rendido, y no planea admitir su culpabilidad.
-¡Pero de que habla! Yo no he hecho nada.
-Ya tenemos suficiente evidencia para incriminarlo, no tengo tiempo para sus juegos.
-¡No, no, no, no, yo no fui!
-Ah, esto pinta mal seguirá así hasta que tengamos pruebas suficientes.
 El inspector Luis deja ir al sospechoso, y en cuento se retira Richter entra, habiendo ya escuchado tal conversación podría pensar “Ya han atrapado al asesino” pero había algo que lo incomodaba mucho. Se dirigió a donde se encontraba Luis y en un tomo algo melancólico le dijo:
-Valla, ¿y quien era ese?
-Nadie importante, solo el asesino.
-¿Y que te hace pensar eso?
-Mira, usualmente, no tendría nada en contra tuya, pero mis hombres descubrieron algo, algo importante.
-¿y específicamente que es? –Por primera vez en los últimos minutos de la vida de Richter, le costaba contener la emoción-
-Veras, resulta que había una parte de la mesa donde comieron donde si había veneno, ese lugar no era otro que el salero, piénsalo bien, la señora toma la cuchara, le pone sal a lo que hay en ella, y se lo come, el crimen perfecto.
-Seria perfecto si se hubiera desecho de la sal, ¿cierto?
-Seguramente pensaba hacerlo, no es de extrañarnos –En esos momentos Luis se cruza de bazos-
-Pero no lo hizo, fácilmente pudo tirarlo contra el suelo “accidentalmente” y que el mesero lo recogiera, no ¿“pinta” extraño?
-Vamos amigo, ambos sabemos que el crimen perfecto no existe, solo tuvimos que esforzarnos un poco para conseguir la respuesta y ya, pronto nos iremos todos a casa, solo necesitamos las pruebas.
-¿Sabe que? Me gustaría hablar un poco con el señor con el que estaba usted conversando, si no le importa –El tono de voz de Richter tenia tanto sarcasmo que ni siquiera la extraño a Luis oírlo de esa manera-
-Su nombre es Michel Tromp, es el esposo de Penélope, y déjeme agregar, tiene suficientes motivos como para lograr hacer esto. Penélope tiene un seguro  de vida lo suficientemente grande como para sobrevivir el resto de su vida sin trabajar.
-Ya veo, ahora si me disculpa, me retiro –Richter se va, su forma de caminar delata lo que piensa: Ese hombre oculta algo, pero no creo que sea el asesino.-
 En cuanto voltea ve al señor Michel, retenido por 3 policías que lo bloqueaban para que no saliera corriendo, si a Richter eso no le pareció extraño, probablemente, a cualquier otra persona si. No tardo mucho en dirigirse hacia el, unos pocos pasos fueron suficientes para llegar y empezar una conversación con el hombre:
-Disculpe, usted es el señor Michel, ¿Cierto?
-Así es, aun me retienen aquí como si fuese un criminal
-Bueno seño, es que eso le hizo pensar al inspector al cargo del caso.
-Yo no hice nada, yo no he puesto veneno en la sal, ni siquiera traía veneno con migo.-Su voz parecía desesperada, pero no lo suficiente para hacerlo parecer nervioso-
-Es evidente, menos no se podría decir, señor, mis disculpas por no haberme presentado, soy Richter.
-Si, si, bueno, no importa ya, yo no he hecho nada, ¿Qué le diré a mi hija?
-¿Hija?
-Si, tengo una hija de 27 años, es idéntica a su madre… recuerdo cuando era…
-Señor por favor, céntrese en el tema, puede ir a la cárcel por esto ¿sabe?
-Si, lo se, pro no he hecho nada.
-Tranquilo, sa quien sea que lo halla hecho, será descubierto a su debido tiempo, solo quiero preguntarle algo.
-¿si?
-Su esposa, ¿tenia la manía de echar sal a sus comidas?
-No, en realidad, yo soy el que tiene esa manía, siempre le hecho sal y condimentos a mi comida antes de saborearla.
-Ya veo, gracias por explicarme lo sucedido, buen hombre.
-¿Saldré bien de esta?
-Puede que si, puede que no, todo depende de lo que pase a partir de ahora.
 Richter se retira, aunque esa conversación no le pareció muy importante, prefirió tenerla en mente, durante mucho tiempo, y se lo ocurrió lo que podrían ser las mayores ideas que vinieron a su mente en aquellos momentos “Todo es relativo… ¿Pero a que?” esa idea rondo en su cabeza por mucho tiempo, hasta que miro el reloj y se dio cuenta de algo que cambiaria la forma de ver de su mente acerca de el asesinato. El reloj apuntaba claramente las 8:49PM, el tiempo pasaba volando frente a el, y en ningún momento se dio cuanta, hasta que pensó “Todo lo hace el tiempo, quizás debí medir mejor mis ideas antes de empezar todo esto”.
Capitulo 5: Lazos Familiares.
Código:
 Después de la conversación que tubo con Michel, Richter se encontraba cansado, decepcionado y hambriento, no tardo mucho en cuanto paso por el pasillo que daba al baño de mujeres cuando vio pasar a una mujer. Una señora de edad considerable, pensaría Richter, con una camisa color gris oscuro, el pelo largo, la cara maquillada casi por completo, y un cintillo en el pelo, probablemente, la hubiera visto antes de el asesinato, pensaría lo mismo que después del mismo: “Una mujer que no se cuida, otra mas para el montón”.
 Ya era demasiado tarde como para pedirle al camarero que le pasara la carta, y ordenar algo para cenar, también se le hacia imposible irse del restaurante para ordenar algo de comida en la calle, su moral se lo impedía por completo, así que decidió hablar con la mujer que había pasado por su lado, probablemente, podría serle de ayuda con su problema,  aunque una idea ridícula, a Richter ya no le sorprendía tener ideas de ese estilo, por lo que se le acerco a la mujer, y con un tono de voz suave le pregunto:
-Disculpe, ¿Usted trabaja en este restaurante?
-¡¿Cómo se le ocurre?! Yo jamás trabajaría en una pocilga como esta. –El tono de voz de la dama le resulto a Richter poco amigable-
-Oh, mis disculpas, no sabia que usted era una… ¿Cómo decirlo? Cliente.
-Ni siquiera tengo porque estar acá, solo he venido para hablar con alguien e irme.
-Ah, claro, supongo que alguien que conoce, trabaja aquí.
-No, solo vino a hacer unos arreglos y ya-El tono de voz de la mujer empezaba a sonar a gritos-Si me disculpa, tengo cosas mas importantes que hacer.
 La mujer, después de ese golpe deja la habitación dirigiéndose hasta la sala principal, por lo que Richter decide moverse hacia la misma. Justo después de entrar, encontró a Michel, discutiendo con un tipo joven, el aspecto del sujeto era todo para dudar, tanto su vestimenta descuidada, su forma de hablar, de pararse, le dieron a Richter la impresión que le daría a cualquier persona común al ver semejante persona, pero quizás, solo por las extrañas ideas de Richter, a el, no le incomodo la presencia en absoluto de aquel joven. I si bien, para Richter le pareció un “Joven” no todo lo que brilla es oro.
 La conversación que llevaban el hombre y Michel era de los más confusa, sin contar poco amistosa:
-¡Valla! Así que asesino a su propia esposa, que hombre, que hombre, eso si es tener pantalones-El tono de vos del joven resaltaba la actitud descuidada que tenía consigo mismo-
-¡Cállese! ¡Es usted un infeliz! ¿Cómo va a pensar que yo pude hacer tal cosa? Aprenda, en cuanto se solucione esto, usted jamás va a volver a tener sus delirios de grandeza.
-Cálmese suegrito, que no se le valla la olla, mire que ya llevo mucho esperando a que usted pudiera explicarme que sucedió.
-¡Sucedió que me están inculpando, nada mas, y si fuera algo mas a usted no le interesa!
-Bueno, bueno, yo solo vine a buscar a mi preciosura, ¿donde se encuentra? Anciano.
-¡Mire lo abusador que es! ¡En primero lugar, ella no esta aquí, y en segundo lugar, no esta en forma para decirme anciano, niño!
-Pues que extraño… hubiera jurado que… en fin, ya que no esta aquí, me iré a tomar un trago, suerte con esto, anciano-El joven se retira-
 Más allá de unos pocos metros, se encontraba Richter, quien había escuchado la conversación a la perfección, y que ya tenía una ligera idea de lo que sucedía. Sin embargo, decidió ir a preguntarle a Michel lo que en realidad pasaba:
-Discúlpeme, pero, en realidad, ¿Quién era el?
-Es el novio de mi hija, es un vagabundo en todo el sentido de la palabra-El tono de voz de Michel reflejaba la molestia que le tenia a el joven-Y ahora que estoy en esta situación ¡Mira como se porta!
-Bueno, no siempre se tiene lo que se desea, especialmente en los nueros ¿no es así?
-Valla, ¿usted tiene hijos?-A pesar de ser una pregunta, a Michel no parecía importarle mucho-
-Ninguno por el momento, me dedico mucho a mi profesión.
-Bueno, en ese caso, no es como si alguien pudiese obligarlo a tenerlos.
-Eso creo, si me disculpa, ahí algo que quiero saber, ¿este lugar tiene un “Bar” o algo semejante?
-La verdad no lo se, esta es la primera ves que venimos, tanto mi esposa, como yo.
 En ese momento la sorpresa se apodero de Richter. A pesa que era su primera ves viniendo, la señora Penélope fue directo al baño, contando que en la sala principal hay mas de 3 puertas, al salir, se dirigió a la indicada, y mas aun, no pierdo tiempo siquiera en preguntar, algo aquí andaba mal, y Richter lo sabia, pero aun mas, había algo que lo incomodaba mas que esa noticia, el joven, había dicho algo que había puesto a dudar a Richter sobre que paso en realidad para que la mujer muriera, todas las hipótesis que Richter había hecho, se habían desmoronado, pero esto, en ves de molestarlo, lo hico sentirse despreocupado, porque ahora sabia, Que habían menos posibilidades para realizar este asesinato, la sonrisa mental que mostro Richter ante si mismo era lo suficientemente convincente, como para estar seguro de a donde debía ir ahora.
Capitulo 6: Deduccion.
Código:
 Richter se dirijo hacia uno de los pasillo, donde encontró al joven con quien hablaba Michel, justamente en lo que parecía un bar, el joven estaba mirando el asiento de al lado con una mirada perdida, Richter sabia que no habría forma fácil de sacarle lo que quería, así que fue y le dijo:
-eh, ¿Quieres un trago?
-Ya, claro, ¿Por qué no?-El joven ordeno un brebaje un baso pequeño, la verdad, al Richter verlo se sorprendió, ya que ordeno algo que no contenía Alcohol-Mi nombre es Bill.
-Mi nombre es Richter, ¿Te puedo preguntar algo?
-Si, claro.
-¿Por qué mirabas tan fijamente esa silla?
-Te lo explicare porque, alguien que te invita una copa, no puede ser tan malo-Bill hecho un suspiro y empezó a decir- Fíjate en las sillas con mas atención, están muy bien adornadas, desde el asiento, hasta las mismas patas, miras los bordes de las patas si lo deseas, tienen figuras sobresaltadas de flores, incluso si las tocas, sientes la inclinación que tienen hacia los adornos.
 Efectivamente, Richter se fijo en que las sillas era como el la decía, no solo en esa sala.
-Sin Embargo-Replico el chico- En la sala principal, todas las sillas tienen adornos de animales, cada mesa tiene como adorno un animal diferente, como podrá ver, este restaurante es genial, se enfocaron en cada detalle para hacerlo mas eficiente, pero solo personas con buen ojo son capases de verlos.
-Valla, interesante, has venido mucho acá, ¿Cierto?
-Bueno, si, con mi novia, no sabes la suerte que tengo.
-¿Qué quieres decir?-Richter sabia lo que seria probablemente la respuesta del joven, pero tubo que preguntar de todas formas-
-Mi novia es la hija de la famosa actriz Penélope ¿Eso no te parece suerte?
-Oh, si, claro-Respondió Richter en tono un tanto intrigante-
-Veníamos aquí…-Siguió diciendo el joven- Casi siempre, veníamos muy seguido, era nuestro lugar favorito, ¿Puedes creerlo?
-Oh, claro, ¿Cómo no creerlo? Después de todo, me lo ha confirmado tu suegro.
-Si, bueno, ya sabes, así son los ancianos, con cada segundo que pasa se vuelven más gruñones, esta así por mis deudas.
-¿Deudas?
-Pues claro amigo, tengo muchas deudas, desgraciadamente, pero mi novia me dijo “No te preocupes, ya vas a ver como pronto tendremos dinero para todo” fue todo un milagro, amigo.
 La cara de sorpresa de Richter era casi imposible de reconocer, todo empezaba a tener sentido en su cabeza, por fin, solo quedaba algo por hacer. Salió de la habitación rápido, se dirigió a donde se encontraba Luis, donde inspector estaba sentado, bebiendo una taza de café en un vaso de cristal, lo cual extraño mucho a Richter, ya que no conocía a nadie que podía tomar café en un vaso, y más si era de cristal puro, sin embargo, no le dio ni la menor importancia, en su mente, solo rondaba una idea, la idea que el consideraba “La verdad”.
-Atención Luis-El tono de Richter podría extraña a cualquiera, una desentonación muy grande, y una forma de hablar muy poco coordinada-
-Eh, amigo, que tengo una profesión, “Inspector Luis”
-Ya se, pero es que esto es importante.
-Viejo ¡Mi trabajo es importante!
-Vale, vale, “Inspector Luis”-El tono de voz de Richter paso de ser emotivo, a ser molesto-
-Bien, bien, ¿Qué pasa? ¿Acaso descubriste al asesino o algo así?
 Richter le explico lo que pensaba a Luis, que al principio no se lo creía, y probablemente, muy pocos lo creyeran, pero en cuanto termino de explicar Richter, no solo convenció a Luis, también se convenció a si mismo, para el, ahora no había otra posibilidad, todo sucedía conforme el pensaba, no había duda, ni para Richter, y probablemente tampoco para Luis, todo debía marchar según lo planeado, el asesino, aparecería ante sus ojos tal cual como una mosca en la telaraña de una araña, ahora, lo único que debían hacer era atraer  a los sospechoso, lo cual no fue difícil con la ayuda de los policías que Luis tenia a cargo.
 Llevaron a 6 policías, cada uno con una misión especifica, y lo que en un momento fue un nido de dudas para Richter, se había convertido en un mar de pensamientos tranquilos y pasivos, que el mismo había estado modelando con su mente.
Capitulo 7: Confrontando la Verdad.
Código:
Ya eran las 9:00PM, a pesar de que probablemente Luis tenia dudas al respecto de la deducción de Richter, el no tenia ni una, estaba seguro, por primera ves en lo que pudo haber llamado “vida” estaba completamente seguro de una cosa, y enfocado en decirla a los 4 vientos.
 Bajo las ordenes de Luis, los oficiales trajeron a todos los que se encontraban en el edificio en la sala central, mas de 20 personas, que fueros registradas por Luis para ir deteriorando al grupo a un mínimo de 4 personas: El joven mesero, el esposo de Penélope, La señora con la que se topo Richter anteriormente, y finalmente el novio de la hija de Michel, aunque casi inmediatamente de que entrara el mesero a la sala Luis le dijo:
-Amigo, usted no pinta de sospechoso, solo lo hice venir para que me trajera algo frio de beber, porque tengo mucha sed, apresúrese y tráigame agua-A pesar de esto ser algo inesperado, a Richter no le importo en lo absoluto, estaba absorto en su propia mente-
 Ya habían pasado quince minutos mientras Luis explicaba con sumo detalle la situación, que quedo resumida a esto:
 “Querido sospechosos, digo, amigos, estamos aquí para averiguar quien mato a la señora Penélope, ustedes, mas que nadie fueron los primeros sospechosos desde un principio, pero ahora mas que nunca nos damos cuenta de que cada uno tenia un posible motivo, quizás ya sea demasiado tarde para dar vuelta atrás, pero no es demasiado temprano para avanzar, de ahora en adelante, por lo que nos queda de estancia en este hotel, solo saldrá verdad de nuestras bocas, negaciones , y posibles amenazas, pero mis amigos, les aseguro que todo esto es por el bien común, su bien, el buen de la victima, nuestro bien.”
 Pospuesto, esto no altero nada los nervios de las 3 personas que quedaron como “Sospechosas” frente a otras 17,  si fueron palabras inspiradoras para Richter, y Luis, quien por supuesto, estaba orgulloso por poder haberlas dicho, se encontraba ya parado atrás de Richter con unos papeles que el consideraba “El ultimo recurso” ya todo quedaba en manos de Richter, quien por supuesto ya sabia que era exactamente lo que iba a decir:
-Ahora yo procederé a explicar el plan del asesino, primero que nada, la victima, Penélope se sentó en su asiento a las 7:30PM más o menos, con su esposo, Michel, quien fácilmente puede comprobarlo.
-Bueno, si, así es, pero eso no cambia nada-Michel, estaba muy nervioso, y valla que tenía motivos, y más aun, Richter lo sabia-
-Eso es lo que usted cree, porque a las 7:40PM, la victima salió unos pocos minutos para salir a cierto lugar para encontrarse, cara a cara con el asesino-Richter lo decía con un tono de voz cada ves mas agudo-
-Entonces el viejo es inocente, el no abandono la sala en todo lo que fue de 7:30 a las 7:50-Exclamo firmemente Bill-
-Así es-Continuo Richter- En ese momento, el asesino probablemente uso un somnífero para dormir a la victima, y le dio de comer el veneno mientras esta dormía.
-¡Un segundo!-Grito Bill- ¡Pero si Penélope estuvo entre las 7:30-7:50 en la sala principal! ¿Qué me va a decir, que fue su fantasma?
-No-Respondió Richter calmadamente- A quien vimos en la sala principal almorzando con el señor Michel no fue Penélope ¡fue el asesino!
-Entonces…-Dijo Bill-Para hacer eso, serie necesario ser una mujer, por lo que el viejo y yo quedamos fuera de esto-
-Así es-Dijo Richter de una forma muy grabe, apenas se entendía su voz- Entonces, la única persona que pudo hacer eso ¡fue usted!-Richter señalaba a la mujer con el vestido rojo, por lo que esta con el cabello negro, con el que apenas se podían distinguir sus ojos marco su silencio y Richter prosiguió- Después de envenenar a Penélope usted se dirigió a la sala principal, sabia que el intervalo de tiempo para que el veneno surgiera efecto era de diez minutos, por lo que solo tubo que fingir ser ella durante ese periodo de tiempo. Probablemente, la había citado al baño de mujeres porque tenia “algo” que decirle, y ahí mismo la enveneno, de esa manera, podría haberse ahorrado el trabajo de mover el cuerpo de un sitio a otro.
 La mujer aun guardaba silencio, mientras tanto Bill y Michel la observaban con una mirada fija, y una sorpresa que en realidad, no era por lo que estaba diciendo Richter, si no por otro motivo.
-Después de eso, sin que Michel se diera cuenta, usted enveneno la sal con el mismo veneno con el que mato a Penélope.
-¿Pero porque ella haría algo así?-Pregunto Michel-
-Por que ella-Añadió Richter- Sabia que usted tenia la costumbre de poner sal a sus comidas, ella, ¡Quería envinarlo a usted también!
 El asombro de todos en la sala, incluido Luis, fue asombroso, ya que ese detalle, Richter no se lo había contado a Luis, porque en ese caso, se daría cuenta de algo que quizás a esas circunstancias era obvio, pero en otra, no se podría saber a ciencia cierta.
-Después de eso, usted espero los diez minutos, y se fue de forma muy veloz al baño, probablemente para fingir que estaba bajo los efector del veneno en la etapa crucial-Richter ya no pensaba lo que decía, decía las cosas de una manera rápida, quería ser directo, y acabar con su problema de una vez por todas- La prueba de eso la tenemos nosotros, ya que usted, al hacer eso se golpeo en una pierna, pero en el cadáver no había ninguna marca, seguro que si revisamos en la suya, conseguiremos algún “pequeño” golpe, eso, es toda la verdad y fue lo que sucedió en ese momento.
 Entonces, por primera ves, Richter seguía complacido por si mismo, pero había un detalle que aun no había mencionada, pero que ya todos en esa sala lo sabían, o por lo menos algunos, tanto Luis, como los 3 sospechosos y Richter, pero que era necesario de contar, porque Richter no pensaba dejar ningún cabo suelto.
Capitulo 8: Mentir Friamente
Código:
Entonces,  frente a las personas que estaban en esa sala, jamás en su vida se había sentido igual, se sentía importante, se sentía bien con los demás, pero lo mas importante, por fin, se sentía bien consigo mismo, lo que salió de su boca en ese momento, quedo grabado en la mente de la joven.
-Usted, es la única persona que se beneficiaria de la muerte de Penélope y Michel, usted no es nada menos y nada mas que, ¡La hija de las victimas de este incidente!
 Todos en la sala menos los sospechosos Luis y Michel se sobresaltaron, nadie suponía esa posibilidad y posiblemente a nadie le importaba en ese momento quien era, sin embargo, Richter prosigo:
-Con la muerte de sus padres, podría haber obtenido una buena suma de dinero como única heredera de la familia. De esa forma, podría pagar las deudas de su novio, no hay mucho que decir, solo ahí que fijarse en las piezas de su asesinato que dejo tras si.
-Entonces…-Dijo por primera ves en ese momento la joven-Usted afirma que yo pude hacer eso, ¿Esta usted seguro?
-Claro, su madre era una actriz, con el suficiente maquillaje, y un poco de experiencia, podría fingir ser ella-Dijo Richter, esa conversación, en lugar de hacerlo enojar, lo hacia aun mas feliz, porque sabia que podría ganarle a la asesina en su propio territorio-
-Si, es cierto, es “Posible”-Dijo la joven- Pero, ¿acaso puede demostrar que sucedió como usted lo dice? Supongo que tendrá alguna prueba que demuestre que yo fui, al menos que quiera admitir que usted solo esta imaginando cosas.
-No creo que pueda escapar de esta fácilmente-Dijo Richter-¿Recuerda el golpe que se dio mientras corría hacia el baño disfrazada de su madre? Apuesto a que aun tiene consigo la marca.
-¡Coincidencias!-Grito la joven-Me golpee casualmente hoy en la mañana en la pierna izquierda, eso no demuestra nada.
-Para nada-Dijo con una sonrisa en su rostro Richter-¿Acaso dije yo que fue en la pierna Izquierda? ¿Cómo lo supo?
-¡Erg! ¡Solo lo dije porque fue la pierna donde me golpee!-Dijo con voz de amargura la joven, ya no parecía la persona que era antes de ser acusada, estaba toda cambiada, sudando a cantaros, con rostro pálido y mirada agresiva-
 En ese momento Richter se quedo en blanco, no sabia que decir, esa era su única evidencia y era lo único que tenia en mente, se enfoco tanto en la posibilidad de que el criminal reconociera esa como una prueba infalible, que en ningún momento resalto cualquier otra posibilidad, se sentía perdido por primera ves en su conversación, pero justo en ese momento Luis levanta la mano, y con aires de confianza dice:
-Tenemos pruebas suficientes para afirmar nuestras teorías,  tan solo mire este papel-Luis empezar a palmear el papel de una forma serena y tranquila-Contiene el registro de las huellas dactilares en los cubiertos, y adivine, salen dos huellas, las suya y la de su madre ¿Qué tiene que decir a esto?
-¡Pues!-Dijo la joven pero esta ves, se sentía una voz ahogada, mas inquieta e intranquila-Yo, yo, yo ¡Yo! Vine antes a este restaurante, eso es todo.
-Me temo que no-Interrumpió Richter-Esta no es la clase de restaurante donde no laven los cubiertos con lo que se comen señorita, lo que sucede es fácil, usted tenia que imitar el vestido de su madre a la perfección, porque si venia con otro accesorio como los guantes para no dejar huellas, entonces Michel se daría cuenta que no era usted, sin embargo, tubo mucha confianza y se fue a la meza sin preocuparse por ese detalle, quiero decirle, estimada amiga, no existe el crimen perfecto.
 La chica empezó a dar chillidos agudos y poco a poco fueron menos fuertes, hasta que dejaron de oírse y la habitación se impregno en un silencio profundo, por primera ves, Richter podía considerar ese sonido como nada, algo que jamás tubo en su oficina, en la ocena del crimen, en su pasado, porque aun cuando no escuchaba sonidos en esos lugares sabia que había algo que podría producirlo tarde o temprano, pero allí no, si el no decía nada, posiblemente nadie lo haría.
 Ya eran las 9:30PM, la patrulla se llevaba a la joven, mientras que Luis estaba hablando con los otros dos sospechosos, y Richter, era una nueva persona, con un modo de ver la vida distinto, mirando el rostro de la joven y pensando “Cuando mato a su madre, se mato a si misma, y posiblemente, al resto de su familia” sus palabras, a pesar de no haber salido por su boca, lograron dar la impresión de que ella las había entendido, y justo en el auto, dirigió la mirada a Richter con una sonrisa que desprendía no alegría, si no sufrimiento, quizás, el futuro de alguien no depende de otra persona, pero esa otra persona, puede cambiar drásticamente las dicciones de la primera, tal cual como Bill, logro hacerle hacer eso a la joven, quizás no era su intención hacerlo, pero de alguna u otra forma, lo hizo.
 Richter se sentía muy apenado, por l que decidió ir al auto de la patrulla, y pido que bajaran la ventanilla del auto para preguntarle a la joven:
-Disculpa ¿Cómo te llamas?
-¿Sabe?-Respondió la joven-Aun no me explico como resolvió el caso, apenas cruzamos un par de palabras una ves. ¿Por qué sospecharía así de mí por eso? Vamos, que su truco debe tener.
-Usted se delato en ese momento-Dijo Richter-Describió este sitio, y también describió a su novio, con Bill solo decirme que habían venido antes, comprendí  lo que usted dijo, nadie consideraría bonito, el lugar donde mato a alguien.
-Ya veo-Dijo la joven por última vez, esa ves con un tono de voz que puso pensativo a Richter por unos minutos, y luego de eso continuo- Me llamo Michelle.
 El auto se alejo con una lentitud muy considerable, parecía que el tiempo se detenía, pero en ese momento a Richter no le importaba, no quería que el tiempo se detuviera, quería que cada ves que mirara el reloj, viera una hora diferente.
Zilion Magenee
Zilion Magenee
Fiscal en Prácticas
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