Despacho de la Directora Stevenson

Termino de escuchar en silencio y me dirijo hacia la puerta

-Mejor me voy a investigar poco, al ser policia tengo que averiguar que a sucedido-

Me marcho en direccion al vestibulo

Asiento con la cabeza mientras me dice los lugares donde no debo fumar. Me parece razonable, y más aún en la biblioteca: creo que no entraré mucho ahí por el momento. ¿Entrar en las cocinas? Je, sería interesante ver con el chef del hotel qué platos se pueden preparar teniendo en cuenta a los huéspedes que hay, pero lo dejaré para otro día. Cuando me pregunta sobre mi duda, me llevo la mano al bolsillo.

No sé cómo me atrevo a hacer esto, pero está claro que por algo hay que empezar incluso nada más haber llegado al hotel. Y la verdad, hubiese preferido que fuera un cincuentón o una mujer más amargada en vez de ella, pero es lo que hay. Hay que adaptarse a todo:

-¿Cuántos años lleva dirigiendo este hotel? Verá señorita Stevenson-digo, manteniéndome en mi sitio y dirigiendo mis ojos ámbar hacia los suyos- Es solo una curiosidad, ya que me la mencionaron pero no me dijeron de qué se trataba. ¿Ocurrió algo insólito en este hotel hace veinte años?-pregunto, entonando la voz de forma un tanto dulce e ignorante- Sé que la pregunta es rara, a mí igualmente me lo parece, pero he oído algo del hotel de hace veinte años y solo quería asegurarme si es algo que deba saber o ignorar y no preocuparme por ello.

Dependiendo de su respuesta sabré por dónde van los tiros.

Levanto la mano, quitándole hierro al asunto:

-Puede estar tranquila, señorita Stevenson, tan solo quería preguntar después de tantos rumores de la gente-afirmé- Lamento mucho si le he molestado con esta pregunta, no era mi intención. A veces los chef de cocina somos un tanto bruscos y no sabemos si estamos siendo educados o pasándonos de la línea.

Miente. O lo ignora. Aunque algo me dice que es lo primero: un simple rumor no hace cambiar el ánimo a una mujer tan elegante como ella. Y sencillamente, el hecho de que mi hermana se suicidara por algo ocurrido aquí hace veinte años me dice que aquí hay gato encerrado. No va a ser precisamente fácil descubrir lo que pasó... aunque, ¿por qué hago esto? Me gusta más cocinar, fumar mientras pienso en mis cosas y hablar con damas como la señorita Stevenson. No lo sé, pero en fin...:

-Oh, por cierto-salté de repente, intentando cambiar de asunto- He visto en su folleto publicitario, mientras venía hacia aquí, algunas fotos antiguas del hotel. La verdad es que me sorprende el cambio que le ha dado usted al hotel comparando el presente con el pasado. Por lo que veo había una estatua en la fachada del hotel en aquel entonces. ¿Representaba algo o era simple detalle artístico? No le logro sacar sentido a la estatua, y pensé que usted al ser la directora quizás...

-Oh, muchas gracias-respondí, cogiendo la foto que me ofrecía

La miré detenidamente y me sorprendió un poco. Parecía una de esas estatuas griegas en honor a los dioses, me extraña que la quitaran a pesar de su desfase de moda. Esta estatua... ¿tendrá algo que ver con el misterio que ronda por aquí?:

-Me encantaría seguir hablando con usted, señorita Stevenson-afirmo, llevándome una mano a la nuca sonriente- Pero incluso siendo tan descarado como soy, creo que he abusado de la confianza que me ha mostrado por hoy. Seguramente tenga otros asuntos, aparte de cenar como toda persona aquí. Y me parece haber oído a otros huéspedes que estaban interesados en hablar con usted, así que prefiero no agobiarla más y no molestarla hasta el día en que tenga que pagar mi alojamiento aquí. Muchas gracias por todo, y perdone la curiosidad de este chef que aprecia su elegancia.

Tras unos segundos, me retiro del despacho y vuelvo a mirar la foto recién obtenida. ¿Tendrá algún significado especial? No me atrevo a preguntarle a la misma persona después de lo ocurrido: he de encontrar respuestas en otro lado. Hasta hace veinte años estuvo, curiosamente... En fin, mejor que me dirija al comedor a echar algo en el estómago. Guardo la foto dentro del folleto, lo meto en mi bolsillo cuidadosamente y me dirijo hacia el lugar donde sirven la comida.