Dante Lawright: Ace Attorney
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Phoenix Wright
Nanako Fey
Regal Reed
7 participantes
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Re: Dante Lawright: Ace Attorney
Fantastico el capitulo 5 regal!!! Sigue asi, te esta quedando fantastico el fic ^^
Phoenix Wright- Pesadilla del Juzgado (Administrador Clan Abogados)
Re: Dante Lawright: Ace Attorney
Capítulo 6
La figura en sombra del fiscal me miró, con una media sonrisa llena de sarcasmo. Me eché sobre mi escritorio, golpeándolo con furia. Ya estaba hecho, todo había acabado… Mis pruebas se habían esfumado ante los argumentos de la acusación.
El juez había tomado su decisión.
-Este tribunal de justicia declara que la acusada, Cassandra Arrow es: CULPABLE.
-¡NOOOOOOOO!
Me desperté sobresaltado bañado en sudor e incorporado por el sobresalto. Me llevé una mano a la cara, tranquilizándome. .
Después de una noche entera sin dormir por estudiarme el Acta del Juicio era lógico que hubiese tenido un sueño de ese tipo.
Miré mi despertador, debía ser temprano, aún no había sonado. Las 9.20 a.m. Lo dicho, tenía tiempo de sobra… o eso creía.
Me levanté lentamente, buscando mis zapatillas. De repente, la vo de Xander cruzó por mi mente diciéndome: “Recuerda, comienza a las 10. ¡Ni se te ocurre llegar tarde!
Cogí de nuevo el reloj: 9.23 a.m .
-¡Maldición!¡Maldición! ¡Voy a llegar tarde!
Lavarme la cara, arreglarme el pelo, el traje, la camisa, la corbata, desayunar y coger el Acta, aún así no llegaría andando y no tendría tiempo de coger un taxi.
¿Por qué no había sonado el estúpido despertador?
El móvil, tenía que encontrarlo y decirle a Xander que viniese a recogerme. Intenté encenderlo mientras me abrochaba la camisa. Nada. No tenía batería. Lo lancé contra la cama y cogí los pantalones de una silla cercana.
Desayuno, desayuno… Con las prisas dejé caer la cafetera, tendría que tomármelo en el tribunal, levanté el brazo y cogí un paquete de galletas.
Me abroché los pantalones, dejando la camisa por fuera. La perfección vendría después. Calcetines. Volví a entrar en micuarto cogiendo un par negros. Me los puse cogiendo el paquete de galletas con la boca. Extendí el brazo para coger la chaqueta.. Oí como algo caía al suelo, me fijé con atención: mi insignia de abogado no estaba prendida en la solapa.
Apreté los dientes con ira: aquel no era mi día.
***
Cuando llegué, casi no podía respirar. Corrrer desde mi apartamento hasta el tribunal había sido una gran idea… suicida. Inspiré con fuerza, mirando mi reloj: 9.56 am. Aún me quedaba un poco de tiempo. Me metí el sobre bajo el brazo y eché de nuevo a correr, sacando con la otra mano una gomilla para recogerme el pelo.
-Mafdita zea –gruñí, aún con una galleta en la boca, sin un café con la que hacerla bajar, aquello era como comer paja.
Me esperaban.
Xander cruzado de brazos paseando de una punta a otra de la sala, claramanete nervioso por mi ausencia. Cassandra Arrow miraba al suelo, con pánico.
Grité para que me oyeses y frené. Había llegado al punto de destino.
-¿Se puede saber donde estabas? –gritó mi amigo, zarandeándome.
-Dé…jame…re-respirar –balbuceé. Me dolía increíblemente el costado por la falta de aire-. Me…he dormi…do…
-¿Se puede saber a qué chapuza de abogado he contratado? –gruñó mi cliente, arrastrando las palabras con un Sueve siseo. Lo dicho, era como tratar con una serpiente.
-A MÍ, al INIGUALABLE, Dante Lawright –repliqué, sonriendo. A mí nadie, excepto yo mismo, me baja el orgullo.
Xander me enderezó, tirando el informe de la autopsia y mis otros papeles a un sofá cercano. Luego, intentó ayudarme a colocarme bien la ropa. Me entretuve haciéndome una coleta.
-Tal y como ha dicho… -musitó, llamando mi atención.
-¿Quién?
-Él –señaló con la cabeza, ocupado con mi corbata.
En una esquina de la sala se encontraba el sr. Wright hablando con otro hombre a quien no conocía. Parecían conocerse por los gestos que hacían. El ex-abogado se percató de mi presencia y se acercó, siguiéndole de cerca su acompañante.
-B-buenos días –saludé, metiéndome la camisa por dentro de los pantalones
El desconocido enarcó una ceja, cruzándose de brazos. Parecía molesto por mi comportamiento y mi forma de de “adecentar” mi aspecto. Me ofendí, yo no había dicho nada sobre la servilleta con volantes que llevaba atada al cuello.
-¿La carrera ha aliviado los nervios? –bromeó el sr. Wright, sonriendo con sinceridad
-Más o menos –admití. Habría necesitado litros y litros de tila para calmarme del todo. Pero en cierto modo el deporte había ido bien.
-Así que éste es Dante Lawright –murmuró el desconocido, sonriendo mordazmente
-¿Me conoce?
-El inspector Dick Gumshoe me habló de cierto abogado que había tratado de sobornar a los forenses para que le dejasen ver las pruebas…
Sí, esa imagen encajaba bien conmigo ayer por la tarde. Me quedé pensativo, así que ese tipo conocía al “Gummy”, entonces debía ser…
-¿Edgiwerz? ¿Usted es… el Sr. Edgiwerz?
-Edgeworth –me corrigió, bruscamente
Ahí va, primera metedura de pata con alguien que no parecía soportarlas demasiado bien. Me llevé una mano a la cabeza, pidiendo perdón.
Edgeworth permaneció en silencio mientras que el sr. Wright comenzó a reírse con las manos metidas en los bolsillos de su chándal. Eso hizo que el otro le dirigiese una mirada de advertencia, luego, volvió a observarme con recelo.
-Igual que en los viejos tiempos, ¿verdad, Edgeworth?
El otro sonrió con algo de lástima, mirando a Phoenix de reojo.
-Algo así –murmuró, con desgana-. Sólo espero que Lawright tenga más en cuenta que tú no aceptar cosas de desconocidos…
La sonrisa del sr. Wright se desvaneció y decidió mirar a un punto indefinido.
-El pasado queda mejor en el pasado. No sirve de nada rebuscar en él –replicó el antiguo abogado
-Exacto, el pasado ya no tiene arreglo, está ahí –contestó Edgeworth-. Así que no sirve de nada olvidarlo, sólo aprender de él.
Phoenix miró hacia el suelo, sin darle del todo la razón. Edgeworth no añadió nada, se marchó en silencio, sacando algo de su bolsillo y mirándolo un instante antes de guardárselo. Me puse de puntillas por curiosidad, viendo con claridad de qué se trataba: una insignia de fiscal. ¡Un fiscal! ¡Ése tío era un fiscal!
Balbuceé un par de veces el nombre de quien acababa de marcharse. Finalmente, el sr. Wright decidió ayudarme con mi duda.
-Sí, es Miles Edgeworth. Uno de los fiscales más conocidos en este distrito, y… una amigo. Un viejo amigo
Tragué saliva: fiscal.
-Se-señor… ¿tendré que… ya sabe… enfrentarme con él en el juicio? –tenía la sensación de que era mejor retirarme antes que ir en su contra. Ese tipo infligía respeto.[/size]
[size=12]-¿sabes qué? No se lo he preguntado –sonrió
-¿Qué? ¡Sr. Wright! –protesté
-Pero Dante, piénsalo un poco –siguió diciendo, sin tener en cuenta mi interrupción-, si un fiscal está aquí es porque tiene un caso, ¿note parece?
Asentí, con los nervios a flor de piel. Aquello empeoraba las cosas… y MUCHO. Nervioso, cogí mi Acta, presa del pánico. Phoenix Wright me miró de manera neutral.
-Sr, ¿puedo preguntar algo?
-Ya me has preguntado –sonrió
-Bueno… ¿a qué se refería el fiscal con lo de aceptar cosas de desconocidos?
-Al pasado –contestó, bajándose el gorro y quedando sus ojos en penumbra-.
-Dante Lawright –dijo Xander, apareciendo de repente entre nosotros-, el alguacil me ha dicho que podemos pasar
-Bien –tartamudeé-. Estoy dispuesto a darlo todo por mi cliente
El señor Wright me colocó la mano sobre el hombro.
-Me voy con el público: suerte
Se lo agradecí mientras acompañaba a Xander, si estaba preparado o no, se vería en el juicio.
La figura en sombra del fiscal me miró, con una media sonrisa llena de sarcasmo. Me eché sobre mi escritorio, golpeándolo con furia. Ya estaba hecho, todo había acabado… Mis pruebas se habían esfumado ante los argumentos de la acusación.
El juez había tomado su decisión.
-Este tribunal de justicia declara que la acusada, Cassandra Arrow es: CULPABLE.
-¡NOOOOOOOO!
Me desperté sobresaltado bañado en sudor e incorporado por el sobresalto. Me llevé una mano a la cara, tranquilizándome. .
Después de una noche entera sin dormir por estudiarme el Acta del Juicio era lógico que hubiese tenido un sueño de ese tipo.
Miré mi despertador, debía ser temprano, aún no había sonado. Las 9.20 a.m. Lo dicho, tenía tiempo de sobra… o eso creía.
Me levanté lentamente, buscando mis zapatillas. De repente, la vo de Xander cruzó por mi mente diciéndome: “Recuerda, comienza a las 10. ¡Ni se te ocurre llegar tarde!
Cogí de nuevo el reloj: 9.23 a.m .
-¡Maldición!¡Maldición! ¡Voy a llegar tarde!
Lavarme la cara, arreglarme el pelo, el traje, la camisa, la corbata, desayunar y coger el Acta, aún así no llegaría andando y no tendría tiempo de coger un taxi.
¿Por qué no había sonado el estúpido despertador?
El móvil, tenía que encontrarlo y decirle a Xander que viniese a recogerme. Intenté encenderlo mientras me abrochaba la camisa. Nada. No tenía batería. Lo lancé contra la cama y cogí los pantalones de una silla cercana.
Desayuno, desayuno… Con las prisas dejé caer la cafetera, tendría que tomármelo en el tribunal, levanté el brazo y cogí un paquete de galletas.
Me abroché los pantalones, dejando la camisa por fuera. La perfección vendría después. Calcetines. Volví a entrar en micuarto cogiendo un par negros. Me los puse cogiendo el paquete de galletas con la boca. Extendí el brazo para coger la chaqueta.. Oí como algo caía al suelo, me fijé con atención: mi insignia de abogado no estaba prendida en la solapa.
Apreté los dientes con ira: aquel no era mi día.
***
Cuando llegué, casi no podía respirar. Corrrer desde mi apartamento hasta el tribunal había sido una gran idea… suicida. Inspiré con fuerza, mirando mi reloj: 9.56 am. Aún me quedaba un poco de tiempo. Me metí el sobre bajo el brazo y eché de nuevo a correr, sacando con la otra mano una gomilla para recogerme el pelo.
-Mafdita zea –gruñí, aún con una galleta en la boca, sin un café con la que hacerla bajar, aquello era como comer paja.
Me esperaban.
Xander cruzado de brazos paseando de una punta a otra de la sala, claramanete nervioso por mi ausencia. Cassandra Arrow miraba al suelo, con pánico.
Grité para que me oyeses y frené. Había llegado al punto de destino.
-¿Se puede saber donde estabas? –gritó mi amigo, zarandeándome.
-Dé…jame…re-respirar –balbuceé. Me dolía increíblemente el costado por la falta de aire-. Me…he dormi…do…
-¿Se puede saber a qué chapuza de abogado he contratado? –gruñó mi cliente, arrastrando las palabras con un Sueve siseo. Lo dicho, era como tratar con una serpiente.
-A MÍ, al INIGUALABLE, Dante Lawright –repliqué, sonriendo. A mí nadie, excepto yo mismo, me baja el orgullo.
Xander me enderezó, tirando el informe de la autopsia y mis otros papeles a un sofá cercano. Luego, intentó ayudarme a colocarme bien la ropa. Me entretuve haciéndome una coleta.
-Tal y como ha dicho… -musitó, llamando mi atención.
-¿Quién?
-Él –señaló con la cabeza, ocupado con mi corbata.
En una esquina de la sala se encontraba el sr. Wright hablando con otro hombre a quien no conocía. Parecían conocerse por los gestos que hacían. El ex-abogado se percató de mi presencia y se acercó, siguiéndole de cerca su acompañante.
-B-buenos días –saludé, metiéndome la camisa por dentro de los pantalones
El desconocido enarcó una ceja, cruzándose de brazos. Parecía molesto por mi comportamiento y mi forma de de “adecentar” mi aspecto. Me ofendí, yo no había dicho nada sobre la servilleta con volantes que llevaba atada al cuello.
-¿La carrera ha aliviado los nervios? –bromeó el sr. Wright, sonriendo con sinceridad
-Más o menos –admití. Habría necesitado litros y litros de tila para calmarme del todo. Pero en cierto modo el deporte había ido bien.
-Así que éste es Dante Lawright –murmuró el desconocido, sonriendo mordazmente
-¿Me conoce?
-El inspector Dick Gumshoe me habló de cierto abogado que había tratado de sobornar a los forenses para que le dejasen ver las pruebas…
Sí, esa imagen encajaba bien conmigo ayer por la tarde. Me quedé pensativo, así que ese tipo conocía al “Gummy”, entonces debía ser…
-¿Edgiwerz? ¿Usted es… el Sr. Edgiwerz?
-Edgeworth –me corrigió, bruscamente
Ahí va, primera metedura de pata con alguien que no parecía soportarlas demasiado bien. Me llevé una mano a la cabeza, pidiendo perdón.
Edgeworth permaneció en silencio mientras que el sr. Wright comenzó a reírse con las manos metidas en los bolsillos de su chándal. Eso hizo que el otro le dirigiese una mirada de advertencia, luego, volvió a observarme con recelo.
-Igual que en los viejos tiempos, ¿verdad, Edgeworth?
El otro sonrió con algo de lástima, mirando a Phoenix de reojo.
-Algo así –murmuró, con desgana-. Sólo espero que Lawright tenga más en cuenta que tú no aceptar cosas de desconocidos…
La sonrisa del sr. Wright se desvaneció y decidió mirar a un punto indefinido.
-El pasado queda mejor en el pasado. No sirve de nada rebuscar en él –replicó el antiguo abogado
-Exacto, el pasado ya no tiene arreglo, está ahí –contestó Edgeworth-. Así que no sirve de nada olvidarlo, sólo aprender de él.
Phoenix miró hacia el suelo, sin darle del todo la razón. Edgeworth no añadió nada, se marchó en silencio, sacando algo de su bolsillo y mirándolo un instante antes de guardárselo. Me puse de puntillas por curiosidad, viendo con claridad de qué se trataba: una insignia de fiscal. ¡Un fiscal! ¡Ése tío era un fiscal!
Balbuceé un par de veces el nombre de quien acababa de marcharse. Finalmente, el sr. Wright decidió ayudarme con mi duda.
-Sí, es Miles Edgeworth. Uno de los fiscales más conocidos en este distrito, y… una amigo. Un viejo amigo
Tragué saliva: fiscal.
-Se-señor… ¿tendré que… ya sabe… enfrentarme con él en el juicio? –tenía la sensación de que era mejor retirarme antes que ir en su contra. Ese tipo infligía respeto.[/size]
[size=12]-¿sabes qué? No se lo he preguntado –sonrió
-¿Qué? ¡Sr. Wright! –protesté
-Pero Dante, piénsalo un poco –siguió diciendo, sin tener en cuenta mi interrupción-, si un fiscal está aquí es porque tiene un caso, ¿note parece?
Asentí, con los nervios a flor de piel. Aquello empeoraba las cosas… y MUCHO. Nervioso, cogí mi Acta, presa del pánico. Phoenix Wright me miró de manera neutral.
-Sr, ¿puedo preguntar algo?
-Ya me has preguntado –sonrió
-Bueno… ¿a qué se refería el fiscal con lo de aceptar cosas de desconocidos?
-Al pasado –contestó, bajándose el gorro y quedando sus ojos en penumbra-.
-Dante Lawright –dijo Xander, apareciendo de repente entre nosotros-, el alguacil me ha dicho que podemos pasar
-Bien –tartamudeé-. Estoy dispuesto a darlo todo por mi cliente
El señor Wright me colocó la mano sobre el hombro.
-Me voy con el público: suerte
Se lo agradecí mientras acompañaba a Xander, si estaba preparado o no, se vería en el juicio.
Regal Reed- Fiscal en Prácticas
Re: Dante Lawright: Ace Attorney
Ostras, no me di cuenta de que habia otro capítulo xD
Está muy bien, como siempre! ^^
Edgiwerz... xDDDD
Bueno, ahora el juicio, ya se va poniendo la cosa interesante x3
¡Continúa! ^^
Está muy bien, como siempre! ^^
Edgiwerz... xDDDD
Bueno, ahora el juicio, ya se va poniendo la cosa interesante x3
¡Continúa! ^^
Maya- Fiscal en Prácticas
Re: Dante Lawright: Ace Attorney
Anda! Yo tampoco me di cuenta del nuevo capitulo, encima mola un huevo, sigue por favor ^^
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