Y no quedó ninguno... [Rol]
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Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
OFF:
Blood, pudiste dejarme una lista del orden en el que querías que muriera la gente antes de desaparecer igual que hiciste lo de la asfixia, así que no te respaldes en eso. No tengas morro, anda.
Blood, pudiste dejarme una lista del orden en el que querías que muriera la gente antes de desaparecer igual que hiciste lo de la asfixia, así que no te respaldes en eso. No tengas morro, anda.
Sankii- Fiscal Sobresaliente (Moderador del clan de los fiscales)
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
Las sospechas comenzaban a nacer de manera exagerada entre los cinco invitados que aún quedaban con vida.
<¿Quién ha sido? ¿Quién será? No sé... No debo tener miedo... Pero uno de estos hombres... Oh, cielos...>
<Todos los pecadores irán al infierno según la sagrada Biblia... ¿Acabaré yo allí? Tengo que ser fuerte...>
<¿Para qué querrá verme? ¿A mí? Si no fuera por mi desesperación... Pero iré. No soy ningún cobarde.>
<¿Podré hacerlo? ¿Tendré la oportunidad? ¿Y si me ven? No, no puede ser... Pero... ¿Qué excusa pondré?>
Los cinco negritos decidieron ir a comer algo. La Srta. Airy y el Sr. Breaks frieron un poco de panceta y unos huevos, y prepararon unos zumos. Los demás se encargaron de poner la mesa. Cuando todo estuvo dispuesto, se sentaron todos a la mesa.
-Está exquisita la panceta.
-¿Me pasa el zumo, Sr. Black?
-¿Quiere más panceta, Sr. Breaks? Tenga.
Pero en esa aparente normalidad, cinco personas estaban vigilándose mutuamente, desconfiando uno de los otros... ¿Quién iba a morir a continuación?
-Tenga un bollo de pan, Srta. Bernardus.
----------------------------------------------------
Cuando terminaron de desayunar, el Sr. Breaks tomó la palabra:
-Muy bien, lo mejor será que nos reunamos los cinco en el salón y comentemos todo lo que ha sucedido, ¿de acuerdo? Sin el Sr. Kasg estamos un poco perdidos, pero tenemos que organizarnos. Lo más importante es que NO nos separemos, ¿de acuerdo? Es lo que el asesino busca.
El Sr. Black asintió:
-Pero llevamos con esa tontería de no separarnos desde que murió la Srta. Stone. Y mire, desde entonces dos muertes.
-No servirá de nada.
La que habló fue la Srta. Bernardus. Su mirada parecía desquiciada:
-¡El asesino nos encontrará! ¡Ahora mismo, uno de nosotros se ahogará! ¡En la bañera, en el mar, da igual! ¡El asesino nos busca y lo peor es que nos encontrará!
Todos la miraron, asombrados. A cada palabra, gritaba muchísimo más. Pronto sus berridos inundaron el comedor.
-¿¿No se acuerdan?? ¡Cinco negritos fueron a nadar, uno se ahogó y quedaron cuatro! ¿¡Qué pasa!? ¿¡Voy a morir por ducharme!? ¡Ja, ja, ja!
El Sr. Breaks se acercó ella pausadamente y le dio un cachete en la cara. La mujer pareció calmarse.
-M... Muchas gracias, Sr. Breaks...
-No importa. Todos estamos un poco paranoicos últimamente. Entonces, ¿nos reunimos en el salón?
-Esperen un momento... ¿Y el Sr. Hohenstaufen?-preguntó la Srta. Airy, asustada-. ¡Se ha ido del comedor! ¿Dónde está?
-¿C... Cómo que se ha ido?-exclamó el Sr. Black.
-¡En efecto, no está!-gritó el Sr. Breaks.
Los cuatro negritos recorrieron la casa de cabo a rabo, sin separarse los unos de los otros. Inspeccionaron todas las habitaciones y salas, pero el Sr. Hohenstaufen no estaba en ningún lado. Sin embargon, descartaron buscar al Sr. Hohenstaufen por la isla, debido a que la tormenta seguía asolándolos. Se reunieron los cuatro en el salón.
-Muy bien, creo que los cuatro estamos de acuerdo en que ese hombre ha huído-comentó la Srta. Airy.
-¿Eso quiere decir... que él es...?
Fue el Sr. Breaks el que habló a continuación:
-¡Exactamente! ¡Ese hombre es el asesino! ¡El Sr. Owen! Ha decidido no ocultarse más y darse a conocer ante nosotros... ¡Pero ha cometido un error! Ahora estamos sobre aviso. Les recomiendo encerrarse en sus habitaciones. Y si aparecer el Sr. Hohenstaufen no le abran la puerta, ¿entendido? ¡Vamos!
Los cuatro negritos que quedaban con vida se encerraron en su habitación, tal y como había dicho el Sr. Breaks. Encerrados... Con el miedo... Un asesino rondando la casa... Cinco cadáveres en las habitaciones contiguas...
OFF:
Blood, has sido eliminado del juego. A partir de este mismo momento no puedes seguir roleando y además la sanadora no puede revivirte. ¡Adiós muy buenas!
<¿Quién ha sido? ¿Quién será? No sé... No debo tener miedo... Pero uno de estos hombres... Oh, cielos...>
<Todos los pecadores irán al infierno según la sagrada Biblia... ¿Acabaré yo allí? Tengo que ser fuerte...>
<¿Para qué querrá verme? ¿A mí? Si no fuera por mi desesperación... Pero iré. No soy ningún cobarde.>
<¿Podré hacerlo? ¿Tendré la oportunidad? ¿Y si me ven? No, no puede ser... Pero... ¿Qué excusa pondré?>
Los cinco negritos decidieron ir a comer algo. La Srta. Airy y el Sr. Breaks frieron un poco de panceta y unos huevos, y prepararon unos zumos. Los demás se encargaron de poner la mesa. Cuando todo estuvo dispuesto, se sentaron todos a la mesa.
-Está exquisita la panceta.
-¿Me pasa el zumo, Sr. Black?
-¿Quiere más panceta, Sr. Breaks? Tenga.
Pero en esa aparente normalidad, cinco personas estaban vigilándose mutuamente, desconfiando uno de los otros... ¿Quién iba a morir a continuación?
-Tenga un bollo de pan, Srta. Bernardus.
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Cuando terminaron de desayunar, el Sr. Breaks tomó la palabra:
-Muy bien, lo mejor será que nos reunamos los cinco en el salón y comentemos todo lo que ha sucedido, ¿de acuerdo? Sin el Sr. Kasg estamos un poco perdidos, pero tenemos que organizarnos. Lo más importante es que NO nos separemos, ¿de acuerdo? Es lo que el asesino busca.
El Sr. Black asintió:
-Pero llevamos con esa tontería de no separarnos desde que murió la Srta. Stone. Y mire, desde entonces dos muertes.
-No servirá de nada.
La que habló fue la Srta. Bernardus. Su mirada parecía desquiciada:
-¡El asesino nos encontrará! ¡Ahora mismo, uno de nosotros se ahogará! ¡En la bañera, en el mar, da igual! ¡El asesino nos busca y lo peor es que nos encontrará!
Todos la miraron, asombrados. A cada palabra, gritaba muchísimo más. Pronto sus berridos inundaron el comedor.
-¿¿No se acuerdan?? ¡Cinco negritos fueron a nadar, uno se ahogó y quedaron cuatro! ¿¡Qué pasa!? ¿¡Voy a morir por ducharme!? ¡Ja, ja, ja!
El Sr. Breaks se acercó ella pausadamente y le dio un cachete en la cara. La mujer pareció calmarse.
-M... Muchas gracias, Sr. Breaks...
-No importa. Todos estamos un poco paranoicos últimamente. Entonces, ¿nos reunimos en el salón?
-Esperen un momento... ¿Y el Sr. Hohenstaufen?-preguntó la Srta. Airy, asustada-. ¡Se ha ido del comedor! ¿Dónde está?
-¿C... Cómo que se ha ido?-exclamó el Sr. Black.
-¡En efecto, no está!-gritó el Sr. Breaks.
Los cuatro negritos recorrieron la casa de cabo a rabo, sin separarse los unos de los otros. Inspeccionaron todas las habitaciones y salas, pero el Sr. Hohenstaufen no estaba en ningún lado. Sin embargon, descartaron buscar al Sr. Hohenstaufen por la isla, debido a que la tormenta seguía asolándolos. Se reunieron los cuatro en el salón.
-Muy bien, creo que los cuatro estamos de acuerdo en que ese hombre ha huído-comentó la Srta. Airy.
-¿Eso quiere decir... que él es...?
Fue el Sr. Breaks el que habló a continuación:
-¡Exactamente! ¡Ese hombre es el asesino! ¡El Sr. Owen! Ha decidido no ocultarse más y darse a conocer ante nosotros... ¡Pero ha cometido un error! Ahora estamos sobre aviso. Les recomiendo encerrarse en sus habitaciones. Y si aparecer el Sr. Hohenstaufen no le abran la puerta, ¿entendido? ¡Vamos!
Los cuatro negritos que quedaban con vida se encerraron en su habitación, tal y como había dicho el Sr. Breaks. Encerrados... Con el miedo... Un asesino rondando la casa... Cinco cadáveres en las habitaciones contiguas...
OFF:
Blood, has sido eliminado del juego. A partir de este mismo momento no puedes seguir roleando y además la sanadora no puede revivirte. ¡Adiós muy buenas!
Sankii- Fiscal Sobresaliente (Moderador del clan de los fiscales)
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
HABITACIÓN DE ALPHONSE BREAKS
Tras asegurarme de que la puerta de mi habitación está bien cerrada, me acerco al pequeño escritorio que hay. Me siento y cojo una pluma que hay puesta justo en el centro de la mesa. Con una hoja en blanco que tenía en mi maleta, ya que tengo algún que otro documento financiero por si al final me cansaba de la fiesta que iba a darse cuando llegamos, intento escribir... pero lanzo la pluma a un lado y arrugo la hoja de papel:
-¡Maldita sea!-grité, llevándome las manos a la cabeza mientras me hundía en el escritorio. Me sentía intranquilo en el fondo, después de todo
Que el señor Hohenstaufen fuera el asesino, o al menos estuviera relacionado con todo esto del señor Owen, era algo que ya no podía dudar. ¿Por qué desaparecer así sin más justo cuando habíamos dicho que debíamos estar juntos? Y sinceramente, ¿pasear por ahí con un asesino suelto? Es tan sospechoso que pensaba que podíamos equivocarnos, pero ya no podemos confiar en él. Tenemos que mantenernos a salvo hasta el lunes... ya queda menos para que esta pesadilla acabe.
Aunque espero que no acabe con más muertes. Ni ser yo el próximo en visitar el infierno...
Tras asegurarme de que la puerta de mi habitación está bien cerrada, me acerco al pequeño escritorio que hay. Me siento y cojo una pluma que hay puesta justo en el centro de la mesa. Con una hoja en blanco que tenía en mi maleta, ya que tengo algún que otro documento financiero por si al final me cansaba de la fiesta que iba a darse cuando llegamos, intento escribir... pero lanzo la pluma a un lado y arrugo la hoja de papel:
-¡Maldita sea!-grité, llevándome las manos a la cabeza mientras me hundía en el escritorio. Me sentía intranquilo en el fondo, después de todo
Que el señor Hohenstaufen fuera el asesino, o al menos estuviera relacionado con todo esto del señor Owen, era algo que ya no podía dudar. ¿Por qué desaparecer así sin más justo cuando habíamos dicho que debíamos estar juntos? Y sinceramente, ¿pasear por ahí con un asesino suelto? Es tan sospechoso que pensaba que podíamos equivocarnos, pero ya no podemos confiar en él. Tenemos que mantenernos a salvo hasta el lunes... ya queda menos para que esta pesadilla acabe.
Aunque espero que no acabe con más muertes. Ni ser yo el próximo en visitar el infierno...
Evans- Fiscal Sobresaliente (Moderador del clan de los fiscales)
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
HABITACION DE ETHAN BLACK
Ese alemán... nos engaño a todos desde el principio, pudo simular ser un invitado cuando en realidad nos quería ver muertos a todos... pero esa canción asesina...."ahogar" y si el señor hohenstaufen esta afuera en la lluvia ahogado?... solo puede ser algo que se puede comprobar cuando termine la tormenta...
*compruebo de nuevo que la puerta esta bien cerrada*
creo que aquí estaré seguro de momento, al igual que los demás invitados... la única duda que sigue rondando en mi cabeza es ¿porque el asesino nos querría matar? por los crímenes de los cuales nos acusaron... creo que el asesino tiene alguna otra razón... bueno solo espero poder salir de aquí.
Ese alemán... nos engaño a todos desde el principio, pudo simular ser un invitado cuando en realidad nos quería ver muertos a todos... pero esa canción asesina...."ahogar" y si el señor hohenstaufen esta afuera en la lluvia ahogado?... solo puede ser algo que se puede comprobar cuando termine la tormenta...
*compruebo de nuevo que la puerta esta bien cerrada*
creo que aquí estaré seguro de momento, al igual que los demás invitados... la única duda que sigue rondando en mi cabeza es ¿porque el asesino nos querría matar? por los crímenes de los cuales nos acusaron... creo que el asesino tiene alguna otra razón... bueno solo espero poder salir de aquí.
damon gant- Fiscal en Prácticas
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
HABITACIÓN DE CELESTE AIRY
Y allí me quedé, encerrada conmigo misma. Al menos así el asesino no podría actuar... ¿o sí?
Todos los acontecimientos recientes eran muy desconcertantes. Las notas del detective Kasg, la huida del profesor Hohenstaufen... ¿Adónde había ido? ¿Planeaba volver para matarnos a todos? Aquello no tenía sentido...
Me senté en la cama, mareada. No sabía qué podría pasar a continuación. Y tampoco podíamos quedarnos allí encerrados como prisioneros toda la vida; tendríamos que salir para comer y demás.
Miré a mi alrededor, pero todo se me antojaba frío y claustrofóbico. Puse mis manos una encima de la otra sobre mi regazo, y me quedé observando el vacío.
Y allí me quedé, encerrada conmigo misma. Al menos así el asesino no podría actuar... ¿o sí?
Todos los acontecimientos recientes eran muy desconcertantes. Las notas del detective Kasg, la huida del profesor Hohenstaufen... ¿Adónde había ido? ¿Planeaba volver para matarnos a todos? Aquello no tenía sentido...
Me senté en la cama, mareada. No sabía qué podría pasar a continuación. Y tampoco podíamos quedarnos allí encerrados como prisioneros toda la vida; tendríamos que salir para comer y demás.
Miré a mi alrededor, pero todo se me antojaba frío y claustrofóbico. Puse mis manos una encima de la otra sobre mi regazo, y me quedé observando el vacío.
Skythe Skye- Fiscal en Ascenso
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
HABITACIÓN DE JEANETTE BERNARDUS
Todo aquello había sucedido muy rápido... La muerte del inspector, la desaparición del Sr. Hohenstaufen... Jeanette se sentó en la cama y cogió el marquito en el que estaba la canción asesina...
Alguien tenía que ahogarse... Si no lo había hecho ya... ¿Quién sería la próxima víctima? ¿No sería... ella?
Llamaron a la puerta. Jeanette se acercó, cautelosa.
-¿Quién es?-preguntó con un hilo de voz.
-Soy yo. Estamos buscando al Sr. Hohenstaufen, ¿le importaría ayudarnos?
-Eh... Supongo que no...
Jeanette abrió la puerta y esa persona entró. La Srta. Bernardus dijo:
-Tengo que coger mi chaqueta, ahora mismo voy con ustedes. ¿Dónde están los demás?
-Esperando abajo.
-De acuerdo...
Se aproximó al armario y de él sacó una chaqueta de lana para resguardarse del frío. Luego cogió un chubasquero para la lluvia. Notó que aquella persona se estaba acercando, pero no le importó. Una fina seda se aposentó sobre su cuello y entonces empezó a sentir que se asfixiaba. No podía respirar... No podía... Sentía que las fuerzas le abandonaban, pero todo le daba igual en ese momento. Y entonces... murió. El cuerpo de Jeanette cayó al suelo, sin vida.
------------------------------
HABITACIÓN DE CELESTE AIRY
Eran ya las ocho de la tarde cuando Celeste notó pasos fuera de su habitación. Se acercó cautelosamente a la puerta para escuchar. ¿Había sido su imaginación o había oído pasos de verdad? La verdad era que estaba aburrida y asustada, y su mente podía jugarle malas pasadas. Pero entonces oyó una puerta al cerrarse y alguien que corría. Dudaba si salir o quedarse escondida dentro. Si salía, descubriría al asesino... Pero eso supondría arriesgarse demasiado. Si se quedaba dentro, todo seguiría igual. Entonces alguien llamó a su puerta:
-¡Srta. Airy! ¡Srta. Airy!
-¿Sr. Breaks? ¿Qué pasa?
-He oído ruidos fuera y he salido a comprobar quiénes estaban en sus habitaciones. Espere un segundo.
Celeste esperó. Oyó al Sr. Breaks llamar al Sr. Black, el cual respondió enseguida. El Sr. Breaks repitió lo mismo y corrió hacia la habitación de la Srta. Bernardus.
-¡Srta. Bernardus!
Pero nadie contestó. Aporreó la puerta. Nadie dio señales de vida. Celeste e Ethan salieron, asustados.
-¿Qué pasa, Sr. Breaks?
-Oí pasos en el pasillo y salí a ver quién estaba allí, pero no pude alcanzarle, así que decidí comprobar quiénes estaban en sus habitaciones. La Srta. Bernardus no responde.
-¿¡Qué!? ¿No está?-exclamó el Sr. Black.
-Eso parece.
-Quizá se ha quedad dormida. Deberíamos echar la puerta abajo...-propuso la Srta. Airy.
Los dos hombres aporrearon la puerta de nuevo para ver si la Srta. Bernardus estaba o no, y de nuevo no hubo respuesta. Tiraron la puerta abajo.
-¡¡Aaaaaaaaaaah!!
Jeanette Bernardus yacía en el suelo. Parecía muerta o inconsciente. Tenía una bufanda de seda en la mano y llevaba un precioso vestido de gala puesto. Teniendo en cuenta que su atuendo anterior era un jersey morado y unos jeans, aquello no tenía mucho sentido. El Sr. Black le tomó el pulso.
-¡Esta mujer está muerta!-exclamó.
-¡Ha sido Hohenstaufen!-decidió Celeste-¡Él la mató y salió huyendo, y eso fueron los pasos que oímos!
-¿Usted cree?-dijo el Sr. Breaks-. Ciertamente es una posibilidad. Entonces ese loco maníaco sigue fuera, esperándonos, escondido en algún sitio.
-¿¿No lo entienden??-gritó el Sr. Black entonces-¡Esta es la séptima estrofa! ¡"Cuatro negritos se pusieron elegantes"! ¡El asesino se ha saltado la anterior! O eso, o la anterior la ha cumplido Friedrich.
-Es una estratagema del Sr. Hohenstaufen para confundirnos, de eso no hay duda-afirmó Celeste.
Tres negritos estaban solos en la mansión. La noche se cernía sobre ellos. Al día siguiente, les esperaba la libertad. La barca de Fred Narracott les iría a recoger, pero... ¿Estarían vivos para entonces?
OFF:
Krystalwitch, eliminada del juego. A partir de este momento se pierde la posibilidad de resucitar (juas, ¿a que no lo esperabais?), así que la sanadora se convierte en un negrito normal y corriente. Quedan tres negritos, aún podéis pillar al asesino si leéis con atención lo que acaba de suceder.
Todo aquello había sucedido muy rápido... La muerte del inspector, la desaparición del Sr. Hohenstaufen... Jeanette se sentó en la cama y cogió el marquito en el que estaba la canción asesina...
Alguien tenía que ahogarse... Si no lo había hecho ya... ¿Quién sería la próxima víctima? ¿No sería... ella?
Llamaron a la puerta. Jeanette se acercó, cautelosa.
-¿Quién es?-preguntó con un hilo de voz.
-Soy yo. Estamos buscando al Sr. Hohenstaufen, ¿le importaría ayudarnos?
-Eh... Supongo que no...
Jeanette abrió la puerta y esa persona entró. La Srta. Bernardus dijo:
-Tengo que coger mi chaqueta, ahora mismo voy con ustedes. ¿Dónde están los demás?
-Esperando abajo.
-De acuerdo...
Se aproximó al armario y de él sacó una chaqueta de lana para resguardarse del frío. Luego cogió un chubasquero para la lluvia. Notó que aquella persona se estaba acercando, pero no le importó. Una fina seda se aposentó sobre su cuello y entonces empezó a sentir que se asfixiaba. No podía respirar... No podía... Sentía que las fuerzas le abandonaban, pero todo le daba igual en ese momento. Y entonces... murió. El cuerpo de Jeanette cayó al suelo, sin vida.
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HABITACIÓN DE CELESTE AIRY
Eran ya las ocho de la tarde cuando Celeste notó pasos fuera de su habitación. Se acercó cautelosamente a la puerta para escuchar. ¿Había sido su imaginación o había oído pasos de verdad? La verdad era que estaba aburrida y asustada, y su mente podía jugarle malas pasadas. Pero entonces oyó una puerta al cerrarse y alguien que corría. Dudaba si salir o quedarse escondida dentro. Si salía, descubriría al asesino... Pero eso supondría arriesgarse demasiado. Si se quedaba dentro, todo seguiría igual. Entonces alguien llamó a su puerta:
-¡Srta. Airy! ¡Srta. Airy!
-¿Sr. Breaks? ¿Qué pasa?
-He oído ruidos fuera y he salido a comprobar quiénes estaban en sus habitaciones. Espere un segundo.
Celeste esperó. Oyó al Sr. Breaks llamar al Sr. Black, el cual respondió enseguida. El Sr. Breaks repitió lo mismo y corrió hacia la habitación de la Srta. Bernardus.
-¡Srta. Bernardus!
Pero nadie contestó. Aporreó la puerta. Nadie dio señales de vida. Celeste e Ethan salieron, asustados.
-¿Qué pasa, Sr. Breaks?
-Oí pasos en el pasillo y salí a ver quién estaba allí, pero no pude alcanzarle, así que decidí comprobar quiénes estaban en sus habitaciones. La Srta. Bernardus no responde.
-¿¡Qué!? ¿No está?-exclamó el Sr. Black.
-Eso parece.
-Quizá se ha quedad dormida. Deberíamos echar la puerta abajo...-propuso la Srta. Airy.
Los dos hombres aporrearon la puerta de nuevo para ver si la Srta. Bernardus estaba o no, y de nuevo no hubo respuesta. Tiraron la puerta abajo.
-¡¡Aaaaaaaaaaah!!
Jeanette Bernardus yacía en el suelo. Parecía muerta o inconsciente. Tenía una bufanda de seda en la mano y llevaba un precioso vestido de gala puesto. Teniendo en cuenta que su atuendo anterior era un jersey morado y unos jeans, aquello no tenía mucho sentido. El Sr. Black le tomó el pulso.
-¡Esta mujer está muerta!-exclamó.
-¡Ha sido Hohenstaufen!-decidió Celeste-¡Él la mató y salió huyendo, y eso fueron los pasos que oímos!
-¿Usted cree?-dijo el Sr. Breaks-. Ciertamente es una posibilidad. Entonces ese loco maníaco sigue fuera, esperándonos, escondido en algún sitio.
-¿¿No lo entienden??-gritó el Sr. Black entonces-¡Esta es la séptima estrofa! ¡"Cuatro negritos se pusieron elegantes"! ¡El asesino se ha saltado la anterior! O eso, o la anterior la ha cumplido Friedrich.
-Es una estratagema del Sr. Hohenstaufen para confundirnos, de eso no hay duda-afirmó Celeste.
Tres negritos estaban solos en la mansión. La noche se cernía sobre ellos. Al día siguiente, les esperaba la libertad. La barca de Fred Narracott les iría a recoger, pero... ¿Estarían vivos para entonces?
OFF:
Krystalwitch, eliminada del juego. A partir de este momento se pierde la posibilidad de resucitar (juas, ¿a que no lo esperabais?), así que la sanadora se convierte en un negrito normal y corriente. Quedan tres negritos, aún podéis pillar al asesino si leéis con atención lo que acaba de suceder.
Sankii- Fiscal Sobresaliente (Moderador del clan de los fiscales)
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
Ya Es Suficiente! Nosotros somos los unicos que quedamos, los unicos de 10 personas, vimos morir a cada uno de ellos y no pienso dejar que ese asesino me gane, ni a mi ni a la otra persona inocente, suponiendo que el sr.... Como se llame ese aleman este muerto!
*lo digo precipitadamente*
Sr. Breaks, Srta. Celeste uno de nosotros es el asesino y cualquier deduccion que tengamos es hora de sacarla a la luz, lo que mas me sorprende es que la srta. Celeste este tan precipitada en echarle la culpa a al sr. Aleman si probablemente ya este muerto, no creo que el asesino se haya saltado una estrofa, anteriormente mataba en orden porque se saltaria una estrofa? Mi deduccion es que el sr. Aleman esta muerto y sr. Breaks si acordamos estar en nuestras habitaciones me parece raro que usted saliera por un ruido y mas que sea la persona que descubrio el cadaver.... Uno de nosotros acaba de matar a la srta. Jeanette y hay que averiguarlo.
(Off: aunque este lejos de mi casa no me perderia este momento XD por cierto para los que insinuan que el aleman mato a jeanette les puedo desmontar la teoria facilmente: cuando tocaron la puerta de ella pregunto quien era y le respondieron SOY YO si hubiera sido el aleman NO hubiera abierto la puerta no creen?)
*lo digo precipitadamente*
Sr. Breaks, Srta. Celeste uno de nosotros es el asesino y cualquier deduccion que tengamos es hora de sacarla a la luz, lo que mas me sorprende es que la srta. Celeste este tan precipitada en echarle la culpa a al sr. Aleman si probablemente ya este muerto, no creo que el asesino se haya saltado una estrofa, anteriormente mataba en orden porque se saltaria una estrofa? Mi deduccion es que el sr. Aleman esta muerto y sr. Breaks si acordamos estar en nuestras habitaciones me parece raro que usted saliera por un ruido y mas que sea la persona que descubrio el cadaver.... Uno de nosotros acaba de matar a la srta. Jeanette y hay que averiguarlo.
(Off: aunque este lejos de mi casa no me perderia este momento XD por cierto para los que insinuan que el aleman mato a jeanette les puedo desmontar la teoria facilmente: cuando tocaron la puerta de ella pregunto quien era y le respondieron SOY YO si hubiera sido el aleman NO hubiera abierto la puerta no creen?)
damon gant- Fiscal en Prácticas
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
HABITACIÓN DE JEANETTE BERNARDUS
-Espere un momento, señor Black. Me parece que está siendo víctima de los nervios-dije, tras llevar a la señorita Bernardus a su cama, por no dejarla tirada en el suelo. Me giro para encarar al señor Black- ¿Que yo descubrí el cadáver? Lo acabamos de descubrir ahora mismo, los tres, a menos que me esté volviendo loco y haya derribado yo solo la puerta de esta habitación y después hayáis venido vosotros, cosa que creo que no ha sido así. En cuanto a por qué he salido, ciertamente ha sido porque había escuchado un ruido en el exterior de mi habitación. Había llegado a pensar que alguien había salido de su habitación y por eso fui a echar un vistazo, pero solo me pareció ver una sombra alejándose y fue cuando decidí preguntar en cada habitación por si era alguno de vosotros el que se había retirado de su cuarto. De hecho, antes habría propuesto ir a la planta baja para ver si estaba allí la señorita Bernardus, pero al final hemos acabado derribando su puerta y... bueno, ya lo véis. A estas alturas el único sitio donde podíamos quedarnos solos y seguros era en nuestros propios cuartos. Pero parece que lo ocurrido con la señorita Bernardus nos ha demostrado que ni las habitaciones son lugares seguros.
Me acerco por la ventana a mirar el ambiente. La bella noche estaba ya cerca, con el sol a punto de morir hasta mañana... ¿seré capaz de sobrevivir para volver a verlo? Me giro y me dirijo a ellos de nuevo. Puede que uno de ellos sea el asesino, o puede que el asesino sea otro:
-¿Están ustedes seguros de que el señor Hohenstaufen está muerto? Todo eso de la canción puede ser en parte cierto, pero no veo por qué él haya tenido que morir. La canción habla de diez negritos, y diez personas llegamos aquí. ¿Me está usted diciendo, señor Black, que el asesino se suicidaría, por ejemplo? No lo creo. Pero está bien, digamos que el señor Hohenstaufen está realmente muerto. ¿Qué hacemos? ¿Nos atamos los tres en cada esquina de la mansión hasta mañana? Lo siento, pero no pienso correr el riesgo al menos hasta que vea el cadáver del señor Hohenstaufen, que es el único que no hemos visto aún muerto si es que está en verdad. Por mi parte, con esta desconfianza que reina, tengo claro qué hacer: voy a cenar rápidamente y me encerraré en mi cuarto sin abrirle a absolutamente a nadie. Si quieren ustedes dos hagan las investigaciones que quieran, yo personalmente ya no sé qué hacer. Pero si me permitís un consejo como compañero de "misterio": no salgáis bajo ningún concepto de la mansión. Una de las estrofas habla precisamente de ello, si mal no recuerdo.
(((OFF: Sí, es cierto Damon, pero técnicamente nuestros personajes no saben ese detalle, así que no podemos hacer nada en ese punto XD. Aunque claro, sabiéndolo nosotros los jugadores es ya un punto a nuestro favor, juas juas)))
-Espere un momento, señor Black. Me parece que está siendo víctima de los nervios-dije, tras llevar a la señorita Bernardus a su cama, por no dejarla tirada en el suelo. Me giro para encarar al señor Black- ¿Que yo descubrí el cadáver? Lo acabamos de descubrir ahora mismo, los tres, a menos que me esté volviendo loco y haya derribado yo solo la puerta de esta habitación y después hayáis venido vosotros, cosa que creo que no ha sido así. En cuanto a por qué he salido, ciertamente ha sido porque había escuchado un ruido en el exterior de mi habitación. Había llegado a pensar que alguien había salido de su habitación y por eso fui a echar un vistazo, pero solo me pareció ver una sombra alejándose y fue cuando decidí preguntar en cada habitación por si era alguno de vosotros el que se había retirado de su cuarto. De hecho, antes habría propuesto ir a la planta baja para ver si estaba allí la señorita Bernardus, pero al final hemos acabado derribando su puerta y... bueno, ya lo véis. A estas alturas el único sitio donde podíamos quedarnos solos y seguros era en nuestros propios cuartos. Pero parece que lo ocurrido con la señorita Bernardus nos ha demostrado que ni las habitaciones son lugares seguros.
Me acerco por la ventana a mirar el ambiente. La bella noche estaba ya cerca, con el sol a punto de morir hasta mañana... ¿seré capaz de sobrevivir para volver a verlo? Me giro y me dirijo a ellos de nuevo. Puede que uno de ellos sea el asesino, o puede que el asesino sea otro:
-¿Están ustedes seguros de que el señor Hohenstaufen está muerto? Todo eso de la canción puede ser en parte cierto, pero no veo por qué él haya tenido que morir. La canción habla de diez negritos, y diez personas llegamos aquí. ¿Me está usted diciendo, señor Black, que el asesino se suicidaría, por ejemplo? No lo creo. Pero está bien, digamos que el señor Hohenstaufen está realmente muerto. ¿Qué hacemos? ¿Nos atamos los tres en cada esquina de la mansión hasta mañana? Lo siento, pero no pienso correr el riesgo al menos hasta que vea el cadáver del señor Hohenstaufen, que es el único que no hemos visto aún muerto si es que está en verdad. Por mi parte, con esta desconfianza que reina, tengo claro qué hacer: voy a cenar rápidamente y me encerraré en mi cuarto sin abrirle a absolutamente a nadie. Si quieren ustedes dos hagan las investigaciones que quieran, yo personalmente ya no sé qué hacer. Pero si me permitís un consejo como compañero de "misterio": no salgáis bajo ningún concepto de la mansión. Una de las estrofas habla precisamente de ello, si mal no recuerdo.
(((OFF: Sí, es cierto Damon, pero técnicamente nuestros personajes no saben ese detalle, así que no podemos hacer nada en ese punto XD. Aunque claro, sabiéndolo nosotros los jugadores es ya un punto a nuestro favor, juas juas)))
Evans- Fiscal Sobresaliente (Moderador del clan de los fiscales)
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
HABITACIÓN DE JEANETTE BERNARDUS
Oh, dios mío... Jeanette... ella no, por favor...
-Esto no puede estar pasando... -Miré a mi alrededor con nerviosismo-. ¡Seguro que ha sido el profesor! ¡Ha logrado engañar a Jeanette para que le abra y la ha matado! Seguro que está por aquí, esperando a matarnos a nosotros... ¿Pero no se dan cuenta? ¡El asesino está siguiendo las estrofas para que creamos que todo tiene un orden, pero perfectamente puede saltarse las que quiera! ¿O acaso piensan que, como ha dicho Alphonse, el asesino se suicidará?
No puedo apartar el cuerpo de la señorita Bernardus, tran frágil, tan bonita con el traje de gala puesto y la bufanda de seda en la mano... Casi parecía que iba a levantarse en cualquier momento. Pero no lo haría, nunca más.
-Señores, el asesino va a cumplir sus propósitos... si no se lo impedimos. Yo sigo pensando en el señor Hohenstaufen... así que tras cenar y darme un baño, volveré a encerrarme en mi habitación. Y no abriré bajo ningún concepto.
Oh, dios mío... Jeanette... ella no, por favor...
-Esto no puede estar pasando... -Miré a mi alrededor con nerviosismo-. ¡Seguro que ha sido el profesor! ¡Ha logrado engañar a Jeanette para que le abra y la ha matado! Seguro que está por aquí, esperando a matarnos a nosotros... ¿Pero no se dan cuenta? ¡El asesino está siguiendo las estrofas para que creamos que todo tiene un orden, pero perfectamente puede saltarse las que quiera! ¿O acaso piensan que, como ha dicho Alphonse, el asesino se suicidará?
No puedo apartar el cuerpo de la señorita Bernardus, tran frágil, tan bonita con el traje de gala puesto y la bufanda de seda en la mano... Casi parecía que iba a levantarse en cualquier momento. Pero no lo haría, nunca más.
-Señores, el asesino va a cumplir sus propósitos... si no se lo impedimos. Yo sigo pensando en el señor Hohenstaufen... así que tras cenar y darme un baño, volveré a encerrarme en mi habitación. Y no abriré bajo ningún concepto.
Skythe Skye- Fiscal en Ascenso
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
HABITACION DE JEANETTE
Sr. Breaks quizas tenga razon luego de encontrar el cadaver creo que me precipite un poco... Y quizas el aleman siga vivo pero no esta en la mansion ya que la revisamos entonces como entraria el sr. Aleman si la puerta principal probablemente esta cerrada... Sigo creyendo que el esta muerto....
Sinceramente si ustedes creen que separarnos y ir cada quien por su lado nos salvara de la muerte estan muy equivocados pero no los voy a obligar a hacer nada yo por mi parte ivestigare un poco, que puedo perder mi vida? -rio sarcasticamente- de todas formas a lo mejor para mañana todos estemos muertos -vuelvo a reir- solo espero que si me surge alguna duda sobre ustedes me las puedan responder...
(OFF: tienes razon evans y por cierto nadie habra fingido su muerte? Tenemos que tomarlo en cuenta aunque no creo)
Sr. Breaks quizas tenga razon luego de encontrar el cadaver creo que me precipite un poco... Y quizas el aleman siga vivo pero no esta en la mansion ya que la revisamos entonces como entraria el sr. Aleman si la puerta principal probablemente esta cerrada... Sigo creyendo que el esta muerto....
Sinceramente si ustedes creen que separarnos y ir cada quien por su lado nos salvara de la muerte estan muy equivocados pero no los voy a obligar a hacer nada yo por mi parte ivestigare un poco, que puedo perder mi vida? -rio sarcasticamente- de todas formas a lo mejor para mañana todos estemos muertos -vuelvo a reir- solo espero que si me surge alguna duda sobre ustedes me las puedan responder...
(OFF: tienes razon evans y por cierto nadie habra fingido su muerte? Tenemos que tomarlo en cuenta aunque no creo)
damon gant- Fiscal en Prácticas
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
HABITACIÓN JEANETTE BERNARDUS
-Por supuesto señor Black. Estamos juntos en esto. Reconozco que ya he perdido la esperanza, pero aún así sus palabras han hecho que mi curiosidad por descubrir al menos la identidad del asesino haya renacido. De todas maneras, antes que nada, prefiero cenar algo rápidamente y no desfallecer por energía, por si acaso. Y mis modales impiden que una señorita se salte la hora de la comida, aunque si nadie prefiere acompañarme, lo comprenderé. Si por casualidad descubro a alguien abajo, daré un grito aunque la muerte se me venga encima... aunque teniendo en cuenta la siguiente estrofa no creo que pase nada de eso, pero bueno-sonrio tristemente, llevándome la mano a la cabeza
(((OFF: Es muy posible, de hecho, el asesino puede ser cualquiera de los otros ya fallecidos como tú supones XD. Pero no tenemos muchas pruebas como para lanzar acusaciones a estas alturas, a menos que sea Blood y le descubramos por pura suerte)))
-Por supuesto señor Black. Estamos juntos en esto. Reconozco que ya he perdido la esperanza, pero aún así sus palabras han hecho que mi curiosidad por descubrir al menos la identidad del asesino haya renacido. De todas maneras, antes que nada, prefiero cenar algo rápidamente y no desfallecer por energía, por si acaso. Y mis modales impiden que una señorita se salte la hora de la comida, aunque si nadie prefiere acompañarme, lo comprenderé. Si por casualidad descubro a alguien abajo, daré un grito aunque la muerte se me venga encima... aunque teniendo en cuenta la siguiente estrofa no creo que pase nada de eso, pero bueno-sonrio tristemente, llevándome la mano a la cabeza
(((OFF: Es muy posible, de hecho, el asesino puede ser cualquiera de los otros ya fallecidos como tú supones XD. Pero no tenemos muchas pruebas como para lanzar acusaciones a estas alturas, a menos que sea Blood y le descubramos por pura suerte)))
Evans- Fiscal Sobresaliente (Moderador del clan de los fiscales)
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
HABITACIÓN DE JEANETTE BERNARDUS
-Mmm... Les debo una disculpa, quizá me dejé llevar por los nervios -murmuro, arrepentida-. De modo que, si quieren, podemos cooperar los tres para ver qué encontramos... Pero después de cenar, claro. Puedo prepararles un puré de patatas y alguna cosita más -sonrío débilmente. Podía prepararle la comida a un asesino, y lo sabía-. ¿Será nuestra última cena en esta mansión? Quién sabe.
-Mmm... Les debo una disculpa, quizá me dejé llevar por los nervios -murmuro, arrepentida-. De modo que, si quieren, podemos cooperar los tres para ver qué encontramos... Pero después de cenar, claro. Puedo prepararles un puré de patatas y alguna cosita más -sonrío débilmente. Podía prepararle la comida a un asesino, y lo sabía-. ¿Será nuestra última cena en esta mansión? Quién sabe.
Skythe Skye- Fiscal en Ascenso
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
Es usted muy amable srta. Celeste yo tambien podria ayudarla si usted lo desea. Solo me gustaria dejar algo un poco claro y no pretendo ser poco educado.. Hay que tener cuidado, puede que uno de nosotros sea el asesino y puede que no, sinceramente no se si salga vivo de aqui solo digo que si actuamos con cuidado quizas saldremos de esta isla.
damon gant- Fiscal en Prácticas
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
COCINA
Las horas pasaban lentamente. El silencio era brutal. La Srta. Airy había hecho la cena con desgana y no habían tenido ganas de ir al comedor, así que estaban comiendo de pie en la cocina. Tras la desaparición del Sr. Hohenstaufen, parecía claro que él era el auténtico asesino... Pero había una cosa que no entendían... Si Jeanette Bernardus estaba sobre el aviso de que Hohenstaufen era el asesino, ¿por qué le había abierto la puerta, entregándose a una muerte brutal?
"Yo sé por qué es. Uno de estos dos hombres es el auténtico asesino... Pero, ¿cuál?"
"No parecen sospechar nada... Ahora solo me queda descubrir cuál de los dos es..."
"Esa mujer... ¿Será cierto que envenenó a su marido? Qué sospechoso es todo... Y uno de esos dos..."
Tres negritos con vida y uno en paradero desconocido. A saber cuántos negritos vivirían cuando llegase el lunes.
-----------------------------------------
Después de cenar, habían optado por encerrarse en sus habitaciones y dormir. Dormir como si no hubiera mañana.
HABITACIÓN DE CELESTE AIRY
Había llegado a esa mansión pensando que serían unas vacaciones alegres en una isla lujosa. Nunca hubiera sospechado que acabaría encerrada en su habitación temiendo a sus compañeros. No podía dormir, el miedo se lo impedía. Miró el reloj. Las tres de la mañana. Quizá sí que pudiese llegar viva al lunes por la mañana, cuando el Sr. Narracott apareciese con su barca.
El cansancio hizo mella, y finalmente se quedó dormida. Despertó a las ocho de la mañana. Se vistió y miró fuera: Un sol de justicia la saludaba desde más allá del mar. Sonrió para sus adentros... ¿Había logrado ganar? Lo cierto era que la claridad del sol le proporcionaba cierta alegría.
Salió al pasillo y llamó a la puerta del Sr. Breaks:
-¡Sr. Breaks, despierte! Hace sol y el mar parece en calma, ¡seguramente salgamos vivos antes de que el asesino logre pillarnos!
Pero nadie respondió. Llamó a la puerta del Sr. Black. Cuando abrió la puerta ya estaba vestido y aseado.
-Buenos días, Srta. Airy. ¿Sucede algo?
-El Sr. Breaks... ¡No responde! ¿Cree que le ha podido pasar algo?
-Igual sigue dormido, tranquila. Tiraremos la puerta abajo.
Y así lo hizo. Sin embargo, en el interior no había nadie. La cama ya estaba hecha y la maleta ya tenía todas sus cosas dentros. Pero el Sr. Breaks no estaba allí.
-¿A dónde cree que ha podido ir, Sr. Black?
-Supongo que ha ido al mirador a esperar la embarcación del Sr. Narracott. Desde allí se puede ver la costa de Devon.
Y los dos se dirigieron hacia allí con paso lento pero seguro. El sol les hacía sentirse a salvo, y los miedos de la noche anterior habían desaparecido. Pero el Sr. Breaks no estaba en el mirador.
-¿Y si ha ido al embarcadero?
-Tiene usted razón, Srta. Airy. Es lo más evidente.
Y allá fueron. Sin embargo, antes de llegar allí se encontraron con una sorpresa desagradable.
Alphonse Breaks yacía muerto al pie de las escaleras del embarcadero. Parecía haber tropezado y caído, golpeándose la cabeza y muriendo al instante. Los dos miraron el cadáver en silencio. Otra persona había sucumbido ante las manos del misterioso U. N. Owen. Alphonse Breaks, el que había sabido calmarles y guiarles durante su estancia en la mansión, el que había parecido inmortal ante los ojos de los demás, estaba muerto, como los demás.
-Lo mejor será que llevemos el cadáver del Sr. Breaks a su habitación.
Y así lo hicieron. Cargaron con él a duras penas y lo dejaron en su cuarto. Celeste miró con pena la maleta que estaba sobre la cama. La cogió, la puso en el suelo y los dos colocaron el cadáver en la cama. Después lo taparon con una manta, como habían hecho con los demás.
-Todo ha acabado para el Sr. Breaks...-comentó Ethan Black.
-Entonces supongo que realmente Friedrich Hohenstaufen es el asesino-dijo Celeste atemorizada.
Se asomó a la ventana del cuarto de Alphonse para despejarse un poco. Sin embargo, desde allí vio algo que la horrorizó.
-¡Sr. Black, mire! ¡Hay algo flotando en el mar!
Fueron corriendo hacia allí.
-Parece... ¿Ropa?
-No es ropa... ¡Es un hombre! ¡¡Es un cadáver!!
-¿¡Qué!?
Se acercaron a las piedras entre las que el cadáver flotante se había quedado atascado. El cadáver no era el de otro que Friedrich Hohenstaufen.
-¡Oh, Dios santo! ¡Qué horror!-exclamó Celeste al verlo.
-Definitivamente, no entiendo nada...-dijo para sí el Sr. Black-. Si este hombre ha muerto... ¿Quién es el asesino?
-A mí no me mire. Lo mejor será que llevemos el cadáver del Sr. Hohenstaufen a su cuarto.
-¡Ya estoy harto de cargar con cadáveres!-exclamó Ethan.-Déjemoslo ahí. Total, nadie lo echará en falta... Lo importante ahora es que solo uno de nosotros dos puede ser el asesino, pues todos los demás han muerto.
-¿Qué insinúa? Déjese de tonterías y ayúdeme a llevar el cadáver. Por lo menos dejémoslo en la arena. Sino se lo acabará llevando la corriente.
-Está bien...
Ambos lo cogieron como pudieron y cargaron con él hacia la orilla del mar, empapándose la ropa. Lo dejaron sobre la arena, como pudieron. El cadáver parecía llevar horas en el agua.
Ethan Black se incorporó como pudo, agotado por cargar con el Sr. Hohenstaufen por el agua. Sin embargo, cuando alzó la vista hacia su compañera, comprobó horrorizado lo que tenía en sus manos...
Era una pistola.
-¿De dónde ha sacado eso, jovencita?
-Lo acabo de encontrar entre las ropas del Sr. Hohenstaufen. Y me viene muy bien. Si ninguna de las otras ocho personas pudo cometer los crímenes, solo queda un sospechoso, Sr. Black... ¡Usted! Y no dejaré que me gane. Ha perdido el juego, Sr. Black.
-¿D... Disculpe? Suelte eso, Srta. Airy. Es muy peligroso.
Ethan Black nunca había estado tan cerca de la muerte. Tenía que encontrar la manera de que Celeste Airy soltase la pistola, pues moriría inevitablemente. Podía convencerla de que él no era el asesino y de que realmente había una onceava persona en la isla, o intentar noquearla de alguna manera...
Y entonces, lo hizo. Con un movimiento rápido se apartó del rango de visión de Celeste, y luego saltó hacia ella. Celeste profirió un grito de terror y disparó la pistola.
Ethan Black cayó al suelo, sin vida. Una bala de la pistola le había atravesado el corazón.
Solo quedaba un negrito en la isla... ¡Celeste Airy! De repente, todo fue calma y tranquilidad para ella. Se sentía relajada. Ninguna de las nueve personas allí presentes podía hacerle nada. ¡Era la ganadora! ¡Había acabado con Owen!
Francamente, nunca se hubiese esperado que Ethan Black fuese el auténtico U. N. Owen.
Se dirigió hacia la mansión. De pronto ya no le daba tanto miedo, a pesar de que había siete cadáveres en su interior. ¿Qué podía hacer ahora? Podía relajarse e ir a leer a la terraza, o desayunar algo. Con todas las prisas, no había comido nada. Pero lo cierto era que estaba agotada. No había dormido apenas durante toda la noche. "Me acostaré una hora o dos" pensó, alegremente. Llegó a la mansión y se dirigió al comedor. Todavía había tres negritos sobre la mesa.
-Vais atrasados, pequeños-dijo, riendo. Cogió a dos de los negritos y los tiró por la ventana. Oyó el ruido que hicieron al caer.
-Tú y yo hemos ganado-sonrió, cogiendo al negrito que quedaba.
¿Cómo acababa la canción? Un negrito estaba solo... ¿Y qué más era? ¡Ah, sí! Y se casó, y no quedó ninguno. ¿Casarse? Ya había estado casada, pero con un hombre al que no amó. ¿Con quién se casaría? De repente, estaba nerviosa.
Subió por las escaleras cargando con la figurita. Llegó a su habitación. No, la canción no terminaba con una boda. Entró. Había una cuerda colgada de la lámpara y un taburete. ¿Cómo terminaba? Y se suicidó, y no quedó ninguno. Celeste dejó la figurita de porcelana y escribió unas últimas notas en su diario. Después miró fijamente la cuerda.
Suicidarse... Los Diez Negritos... Su difunto marido... El destino...
Se subió al taburete, nerviosa. Se colocó la cuerda en el cuello e hizo el nudo. Era lo que Owen quería y ella no podía desobedecer. No podía. Simplemente, no podía. Tiró el taburete de un puntapié.
Las horas pasaban lentamente. El silencio era brutal. La Srta. Airy había hecho la cena con desgana y no habían tenido ganas de ir al comedor, así que estaban comiendo de pie en la cocina. Tras la desaparición del Sr. Hohenstaufen, parecía claro que él era el auténtico asesino... Pero había una cosa que no entendían... Si Jeanette Bernardus estaba sobre el aviso de que Hohenstaufen era el asesino, ¿por qué le había abierto la puerta, entregándose a una muerte brutal?
"Yo sé por qué es. Uno de estos dos hombres es el auténtico asesino... Pero, ¿cuál?"
"No parecen sospechar nada... Ahora solo me queda descubrir cuál de los dos es..."
"Esa mujer... ¿Será cierto que envenenó a su marido? Qué sospechoso es todo... Y uno de esos dos..."
Tres negritos con vida y uno en paradero desconocido. A saber cuántos negritos vivirían cuando llegase el lunes.
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Después de cenar, habían optado por encerrarse en sus habitaciones y dormir. Dormir como si no hubiera mañana.
HABITACIÓN DE CELESTE AIRY
Había llegado a esa mansión pensando que serían unas vacaciones alegres en una isla lujosa. Nunca hubiera sospechado que acabaría encerrada en su habitación temiendo a sus compañeros. No podía dormir, el miedo se lo impedía. Miró el reloj. Las tres de la mañana. Quizá sí que pudiese llegar viva al lunes por la mañana, cuando el Sr. Narracott apareciese con su barca.
El cansancio hizo mella, y finalmente se quedó dormida. Despertó a las ocho de la mañana. Se vistió y miró fuera: Un sol de justicia la saludaba desde más allá del mar. Sonrió para sus adentros... ¿Había logrado ganar? Lo cierto era que la claridad del sol le proporcionaba cierta alegría.
Salió al pasillo y llamó a la puerta del Sr. Breaks:
-¡Sr. Breaks, despierte! Hace sol y el mar parece en calma, ¡seguramente salgamos vivos antes de que el asesino logre pillarnos!
Pero nadie respondió. Llamó a la puerta del Sr. Black. Cuando abrió la puerta ya estaba vestido y aseado.
-Buenos días, Srta. Airy. ¿Sucede algo?
-El Sr. Breaks... ¡No responde! ¿Cree que le ha podido pasar algo?
-Igual sigue dormido, tranquila. Tiraremos la puerta abajo.
Y así lo hizo. Sin embargo, en el interior no había nadie. La cama ya estaba hecha y la maleta ya tenía todas sus cosas dentros. Pero el Sr. Breaks no estaba allí.
-¿A dónde cree que ha podido ir, Sr. Black?
-Supongo que ha ido al mirador a esperar la embarcación del Sr. Narracott. Desde allí se puede ver la costa de Devon.
Y los dos se dirigieron hacia allí con paso lento pero seguro. El sol les hacía sentirse a salvo, y los miedos de la noche anterior habían desaparecido. Pero el Sr. Breaks no estaba en el mirador.
-¿Y si ha ido al embarcadero?
-Tiene usted razón, Srta. Airy. Es lo más evidente.
Y allá fueron. Sin embargo, antes de llegar allí se encontraron con una sorpresa desagradable.
Alphonse Breaks yacía muerto al pie de las escaleras del embarcadero. Parecía haber tropezado y caído, golpeándose la cabeza y muriendo al instante. Los dos miraron el cadáver en silencio. Otra persona había sucumbido ante las manos del misterioso U. N. Owen. Alphonse Breaks, el que había sabido calmarles y guiarles durante su estancia en la mansión, el que había parecido inmortal ante los ojos de los demás, estaba muerto, como los demás.
-Lo mejor será que llevemos el cadáver del Sr. Breaks a su habitación.
Y así lo hicieron. Cargaron con él a duras penas y lo dejaron en su cuarto. Celeste miró con pena la maleta que estaba sobre la cama. La cogió, la puso en el suelo y los dos colocaron el cadáver en la cama. Después lo taparon con una manta, como habían hecho con los demás.
-Todo ha acabado para el Sr. Breaks...-comentó Ethan Black.
-Entonces supongo que realmente Friedrich Hohenstaufen es el asesino-dijo Celeste atemorizada.
Se asomó a la ventana del cuarto de Alphonse para despejarse un poco. Sin embargo, desde allí vio algo que la horrorizó.
-¡Sr. Black, mire! ¡Hay algo flotando en el mar!
Fueron corriendo hacia allí.
-Parece... ¿Ropa?
-No es ropa... ¡Es un hombre! ¡¡Es un cadáver!!
-¿¡Qué!?
Se acercaron a las piedras entre las que el cadáver flotante se había quedado atascado. El cadáver no era el de otro que Friedrich Hohenstaufen.
-¡Oh, Dios santo! ¡Qué horror!-exclamó Celeste al verlo.
-Definitivamente, no entiendo nada...-dijo para sí el Sr. Black-. Si este hombre ha muerto... ¿Quién es el asesino?
-A mí no me mire. Lo mejor será que llevemos el cadáver del Sr. Hohenstaufen a su cuarto.
-¡Ya estoy harto de cargar con cadáveres!-exclamó Ethan.-Déjemoslo ahí. Total, nadie lo echará en falta... Lo importante ahora es que solo uno de nosotros dos puede ser el asesino, pues todos los demás han muerto.
-¿Qué insinúa? Déjese de tonterías y ayúdeme a llevar el cadáver. Por lo menos dejémoslo en la arena. Sino se lo acabará llevando la corriente.
-Está bien...
Ambos lo cogieron como pudieron y cargaron con él hacia la orilla del mar, empapándose la ropa. Lo dejaron sobre la arena, como pudieron. El cadáver parecía llevar horas en el agua.
Ethan Black se incorporó como pudo, agotado por cargar con el Sr. Hohenstaufen por el agua. Sin embargo, cuando alzó la vista hacia su compañera, comprobó horrorizado lo que tenía en sus manos...
Era una pistola.
-¿De dónde ha sacado eso, jovencita?
-Lo acabo de encontrar entre las ropas del Sr. Hohenstaufen. Y me viene muy bien. Si ninguna de las otras ocho personas pudo cometer los crímenes, solo queda un sospechoso, Sr. Black... ¡Usted! Y no dejaré que me gane. Ha perdido el juego, Sr. Black.
-¿D... Disculpe? Suelte eso, Srta. Airy. Es muy peligroso.
Ethan Black nunca había estado tan cerca de la muerte. Tenía que encontrar la manera de que Celeste Airy soltase la pistola, pues moriría inevitablemente. Podía convencerla de que él no era el asesino y de que realmente había una onceava persona en la isla, o intentar noquearla de alguna manera...
Y entonces, lo hizo. Con un movimiento rápido se apartó del rango de visión de Celeste, y luego saltó hacia ella. Celeste profirió un grito de terror y disparó la pistola.
Ethan Black cayó al suelo, sin vida. Una bala de la pistola le había atravesado el corazón.
Solo quedaba un negrito en la isla... ¡Celeste Airy! De repente, todo fue calma y tranquilidad para ella. Se sentía relajada. Ninguna de las nueve personas allí presentes podía hacerle nada. ¡Era la ganadora! ¡Había acabado con Owen!
Francamente, nunca se hubiese esperado que Ethan Black fuese el auténtico U. N. Owen.
Se dirigió hacia la mansión. De pronto ya no le daba tanto miedo, a pesar de que había siete cadáveres en su interior. ¿Qué podía hacer ahora? Podía relajarse e ir a leer a la terraza, o desayunar algo. Con todas las prisas, no había comido nada. Pero lo cierto era que estaba agotada. No había dormido apenas durante toda la noche. "Me acostaré una hora o dos" pensó, alegremente. Llegó a la mansión y se dirigió al comedor. Todavía había tres negritos sobre la mesa.
-Vais atrasados, pequeños-dijo, riendo. Cogió a dos de los negritos y los tiró por la ventana. Oyó el ruido que hicieron al caer.
-Tú y yo hemos ganado-sonrió, cogiendo al negrito que quedaba.
¿Cómo acababa la canción? Un negrito estaba solo... ¿Y qué más era? ¡Ah, sí! Y se casó, y no quedó ninguno. ¿Casarse? Ya había estado casada, pero con un hombre al que no amó. ¿Con quién se casaría? De repente, estaba nerviosa.
Subió por las escaleras cargando con la figurita. Llegó a su habitación. No, la canción no terminaba con una boda. Entró. Había una cuerda colgada de la lámpara y un taburete. ¿Cómo terminaba? Y se suicidó, y no quedó ninguno. Celeste dejó la figurita de porcelana y escribió unas últimas notas en su diario. Después miró fijamente la cuerda.
Suicidarse... Los Diez Negritos... Su difunto marido... El destino...
Se subió al taburete, nerviosa. Se colocó la cuerda en el cuello e hizo el nudo. Era lo que Owen quería y ella no podía desobedecer. No podía. Simplemente, no podía. Tiró el taburete de un puntapié.
Sankii- Fiscal Sobresaliente (Moderador del clan de los fiscales)
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
-Esto es inconcebible, Sr. Campbell... ¡Inconcebible! ¿Cómo me explica usted que diez personas hayan muerto asesinadas en una isla y no se haya podido encontrar al asesino?
-Inspector Marthin, yo tampoco lo entiendo. El mar estuvo bravo hasta pasado el lunes por la tarde. Y cuando el mar se calmó, el Sr. Narracott fue inmediatamente hacia la isla con su barca. Cuando llegó, solo encontró diez cadáveres. Hemos inspeccionado la isla de arriba a abajo, pero solo están esas diez personas.
-¿Cómo dice? Esto parece sacado de una novela de misterio... ¿Y quiénes eran esas personas, Sr. Campbell?
-Todas personas de clase alta. Entre ellos se encontraba el inspector Jak Kasg, uno de los nuestros en Scotland Yard. También se encontraba la conocidísima modelo Celeste Airy, una joven promesa del mundo bancario, Alphonse Breaks, dos veterinarios, Violette Stone y Edward Chambers, un español llamado Alberto Mesas, un guardaespaldas llamado Emmanuel Jonhson y el conocido astrólogo Ethan Black. También un hombre alemán llamado Friedrich Hohenstaufen. ¡Ah! Y una joven llamada Jeanette Bernardus.
-Vaya, había personas muy conocidas. De hecho, todos los nombres me suenan un poco.
-Es normal. Todos habían tenido problemas con la justicia antes o después. Del inspector Kasg se dijo que mentía en los tribunales para condenar a gente inocente. Parece que había sido de algún tipo de mafia.
-Recuerdo los rumores, pero creo recordar que se había demostrado que era inocente.
-Sí, eso se demostró. En fin, sigo. La Srta. Airy era la esposa de un magnate millonario que murió por la edad. Mucho se rumoreó que ella se había excedido con la medicación del viejo para heredar su fortuna, pero no se pudo demostrar nada. Respecto a Alphonse Breaks, su hermano gemelo murió en un accidente de coche, pero está claro que él no hizo nada. Violette Stone fue acusada de matar a su profesor de la universidad, pero se demostró que él había abusado sexualmente de ella y se alegó defensa propia, por lo que no fue condenada. Edward Chambers perdió a su hermana en un robo. Mucho se rumoreó que había sido él mismo quien la había matado, pero de nuevo no había pruebas. Jeanette Bernardus era una conocida traficante de drogas. Hizo que su novio se enganchase y él acabó muriendo, pero no se le puede considerar a eso un asesinato.
Respecto al Sr. Hohenstaufen, no hemos encontrado nada sospechoso sobre él. Su mujer murió de una larga enfermedad, pero desde luego él no tuvo nada que ver. Emmanuel Jonhson había descuidado la vida de uno de sus protegidos, pero una negligencia nunca puede ser considerada asesinato. Respecto al español, Alberto Mesas, cobró el seguro de su madre tras su muerte, pero igual que con la Srta. Airy, se supone que la vieja murió porque era muy mayor.
-Entonces son todas personas relacionadas con crímenes aunque no llegasen a cometerlos.
-Exactamente. Entre las pertenencias de las víctimas hemos encontrado unas cartas de un tal U. N. Owen. Hemos buscado quién era este hombre, pero parece un nombre inventado. Solo una persona recibió una carta de una persona distinta.
-¿Quién?
-Emmanuel Johnson fue contratado como guardaespaldas de Owen a través de un tal Isaac Morris. Un contable judío y alcohólico que, se sospecha, asesinó a su mujer. De nuevo no había pruebas concluyentes. Pero parece que Morris era las manos y los ojos de Owen. Él compró la mansión, contrató al guardaespaldas, a la criada y al Sr. Narracott y se encargó de proporcionar los víveres a la gente de la mansión.
-Entonces está claro... ¡Ese tal Morris es el asesino!
-Imposible, señor. Isaac Morris murió la noche del jueves 7 de agosto, es decir, un día antes de que los invitados llegasen a la mansión.
-No entiendo nada, entonces.
-Varios invitados escribían diarios y dejaban notas sobre lo que se iba sucediendo, así que podemos hacernos una idea de cómo sucedieron las muertes. Fue en el siguiente: Mesas, Johnson (aunque parecía esconderse bajo otro nombre, el de Cyrus Ardan, a petición del Sr. Morris), la Srta. Stone, Chambers, Kasg y la Srta. Bernardus. A partir de entonces se pierde un poco la pista. Parece que antes de que muriese la Srta. Bernardus desapareció Friedrich Hohenstaufen.
-Entonces esto nos deja cuatro sospechosos principales: Hohenstaufen, Breaks, Black y la Srta. Airy.
-Sin embargo, ninguna de estas personas puede ser el asesino. Comentaré cada caso individualmente. Primero si el asesino fuese el Sr. Hohenstaufen. Pudo empujar al Sr. Breaks por las escaleras, como encontramos en las notas de la Srta. Airy, disparar al Sr. Black y dormir a la Srta. Airy para luego colgarla. No obstante, según el forense el cadáver llevaba más de diez horas en el mar cuando lo sacaron. Es decir, murió la noche del domingo. Sin embargo, los otros tres murieron la mañana del lunes. Además, el cadáver fue arrastrado a la orilla. Es decir, cuando el Sr. Hohenstaufen estaba muerto, había alguien con vida en la isla.
-Entonces el Sr. Hohenstaufen no es el asesino.
-Respecto al Sr. Breaks, pudo ahogar al Sr. Hohenstaufen y disparar al Sr. Black, pero la Srta. Airy escribió en su diario que lo encontraron muerto frente las escaleras del embarcadero y lo cargaron a su habitación. Es decir, que cuando el Sr. Breaks murió Celeste Airy todavía estaba con vida.
-Tampoco pudo ser él, pues.
-El Sr. Black pudo ahogar al Sr. Hohenstaufen y empujar al Sr. Breaks, y acto seguido dormir a la Srta. Airy y después suicidarse en la playa. Pero hay un problema.
-¿Cuál?
-El disparo. Se hizo a más de tres metros de distancia. No pudo haber sido él mismo quien se disparó.
-Entonces solo nos queda una sospechosa.
-Sí, pudo ser la Srta. Airy. Ahogar al Sr. Hohenstaufen, empujar al Sr. Breaks y luego disparar al Sr. Black para finalmente suicidarse. Pero de nuevo hay un problema. El taburete fue encontrado perfectamente colocado en un rincón de la sala, como si alguien lo hubiese movido. Ahora, si es usted capaz de explicarme cómo una mujer que se ha suicidado puede levantarse y colocar el taburete en un rincón, tenemos el caso resuelto.
-Esto, repito, es inconcebible, Campbell... ¿Entonces ninguna de las diez personas pudo cometer los crímenes?
-Puede darse la posibilidad de que hubiese una undécima persona, pero ésta no pudo escapar. El sábado y el domingo hubo una fuerte tormenta que hizo que el mar estuviese muy bravo, y el lunes por la mañana hubo una fuerte marejada que impidió que el Sr. Narracott fuese a la isla cuando le correspondía. Además, los aldeanos de Devon han afirmado que ninguna embarcación salió de la isla. Es imposible que esta undécima persona se desvaneciese, ¿no cree?
-Entonces, este caso es imposible resolverlo... ¿¡Cómo demonios pudieron realizarse los crímenes!? Soy incapaz de entenderlo...
-Inspector Marthin, yo tampoco lo entiendo. El mar estuvo bravo hasta pasado el lunes por la tarde. Y cuando el mar se calmó, el Sr. Narracott fue inmediatamente hacia la isla con su barca. Cuando llegó, solo encontró diez cadáveres. Hemos inspeccionado la isla de arriba a abajo, pero solo están esas diez personas.
-¿Cómo dice? Esto parece sacado de una novela de misterio... ¿Y quiénes eran esas personas, Sr. Campbell?
-Todas personas de clase alta. Entre ellos se encontraba el inspector Jak Kasg, uno de los nuestros en Scotland Yard. También se encontraba la conocidísima modelo Celeste Airy, una joven promesa del mundo bancario, Alphonse Breaks, dos veterinarios, Violette Stone y Edward Chambers, un español llamado Alberto Mesas, un guardaespaldas llamado Emmanuel Jonhson y el conocido astrólogo Ethan Black. También un hombre alemán llamado Friedrich Hohenstaufen. ¡Ah! Y una joven llamada Jeanette Bernardus.
-Vaya, había personas muy conocidas. De hecho, todos los nombres me suenan un poco.
-Es normal. Todos habían tenido problemas con la justicia antes o después. Del inspector Kasg se dijo que mentía en los tribunales para condenar a gente inocente. Parece que había sido de algún tipo de mafia.
-Recuerdo los rumores, pero creo recordar que se había demostrado que era inocente.
-Sí, eso se demostró. En fin, sigo. La Srta. Airy era la esposa de un magnate millonario que murió por la edad. Mucho se rumoreó que ella se había excedido con la medicación del viejo para heredar su fortuna, pero no se pudo demostrar nada. Respecto a Alphonse Breaks, su hermano gemelo murió en un accidente de coche, pero está claro que él no hizo nada. Violette Stone fue acusada de matar a su profesor de la universidad, pero se demostró que él había abusado sexualmente de ella y se alegó defensa propia, por lo que no fue condenada. Edward Chambers perdió a su hermana en un robo. Mucho se rumoreó que había sido él mismo quien la había matado, pero de nuevo no había pruebas. Jeanette Bernardus era una conocida traficante de drogas. Hizo que su novio se enganchase y él acabó muriendo, pero no se le puede considerar a eso un asesinato.
Respecto al Sr. Hohenstaufen, no hemos encontrado nada sospechoso sobre él. Su mujer murió de una larga enfermedad, pero desde luego él no tuvo nada que ver. Emmanuel Jonhson había descuidado la vida de uno de sus protegidos, pero una negligencia nunca puede ser considerada asesinato. Respecto al español, Alberto Mesas, cobró el seguro de su madre tras su muerte, pero igual que con la Srta. Airy, se supone que la vieja murió porque era muy mayor.
-Entonces son todas personas relacionadas con crímenes aunque no llegasen a cometerlos.
-Exactamente. Entre las pertenencias de las víctimas hemos encontrado unas cartas de un tal U. N. Owen. Hemos buscado quién era este hombre, pero parece un nombre inventado. Solo una persona recibió una carta de una persona distinta.
-¿Quién?
-Emmanuel Johnson fue contratado como guardaespaldas de Owen a través de un tal Isaac Morris. Un contable judío y alcohólico que, se sospecha, asesinó a su mujer. De nuevo no había pruebas concluyentes. Pero parece que Morris era las manos y los ojos de Owen. Él compró la mansión, contrató al guardaespaldas, a la criada y al Sr. Narracott y se encargó de proporcionar los víveres a la gente de la mansión.
-Entonces está claro... ¡Ese tal Morris es el asesino!
-Imposible, señor. Isaac Morris murió la noche del jueves 7 de agosto, es decir, un día antes de que los invitados llegasen a la mansión.
-No entiendo nada, entonces.
-Varios invitados escribían diarios y dejaban notas sobre lo que se iba sucediendo, así que podemos hacernos una idea de cómo sucedieron las muertes. Fue en el siguiente: Mesas, Johnson (aunque parecía esconderse bajo otro nombre, el de Cyrus Ardan, a petición del Sr. Morris), la Srta. Stone, Chambers, Kasg y la Srta. Bernardus. A partir de entonces se pierde un poco la pista. Parece que antes de que muriese la Srta. Bernardus desapareció Friedrich Hohenstaufen.
-Entonces esto nos deja cuatro sospechosos principales: Hohenstaufen, Breaks, Black y la Srta. Airy.
-Sin embargo, ninguna de estas personas puede ser el asesino. Comentaré cada caso individualmente. Primero si el asesino fuese el Sr. Hohenstaufen. Pudo empujar al Sr. Breaks por las escaleras, como encontramos en las notas de la Srta. Airy, disparar al Sr. Black y dormir a la Srta. Airy para luego colgarla. No obstante, según el forense el cadáver llevaba más de diez horas en el mar cuando lo sacaron. Es decir, murió la noche del domingo. Sin embargo, los otros tres murieron la mañana del lunes. Además, el cadáver fue arrastrado a la orilla. Es decir, cuando el Sr. Hohenstaufen estaba muerto, había alguien con vida en la isla.
-Entonces el Sr. Hohenstaufen no es el asesino.
-Respecto al Sr. Breaks, pudo ahogar al Sr. Hohenstaufen y disparar al Sr. Black, pero la Srta. Airy escribió en su diario que lo encontraron muerto frente las escaleras del embarcadero y lo cargaron a su habitación. Es decir, que cuando el Sr. Breaks murió Celeste Airy todavía estaba con vida.
-Tampoco pudo ser él, pues.
-El Sr. Black pudo ahogar al Sr. Hohenstaufen y empujar al Sr. Breaks, y acto seguido dormir a la Srta. Airy y después suicidarse en la playa. Pero hay un problema.
-¿Cuál?
-El disparo. Se hizo a más de tres metros de distancia. No pudo haber sido él mismo quien se disparó.
-Entonces solo nos queda una sospechosa.
-Sí, pudo ser la Srta. Airy. Ahogar al Sr. Hohenstaufen, empujar al Sr. Breaks y luego disparar al Sr. Black para finalmente suicidarse. Pero de nuevo hay un problema. El taburete fue encontrado perfectamente colocado en un rincón de la sala, como si alguien lo hubiese movido. Ahora, si es usted capaz de explicarme cómo una mujer que se ha suicidado puede levantarse y colocar el taburete en un rincón, tenemos el caso resuelto.
-Esto, repito, es inconcebible, Campbell... ¿Entonces ninguna de las diez personas pudo cometer los crímenes?
-Puede darse la posibilidad de que hubiese una undécima persona, pero ésta no pudo escapar. El sábado y el domingo hubo una fuerte tormenta que hizo que el mar estuviese muy bravo, y el lunes por la mañana hubo una fuerte marejada que impidió que el Sr. Narracott fuese a la isla cuando le correspondía. Además, los aldeanos de Devon han afirmado que ninguna embarcación salió de la isla. Es imposible que esta undécima persona se desvaneciese, ¿no cree?
-Entonces, este caso es imposible resolverlo... ¿¡Cómo demonios pudieron realizarse los crímenes!? Soy incapaz de entenderlo...
Sankii- Fiscal Sobresaliente (Moderador del clan de los fiscales)
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
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Y con la confesión del asesino llega a su fin el rol de "Y no quedó ninguno...". Finalmente el asesino es el ganador, así que... ¡NO HAY PREMIO PARA NADIE! ¡BWAHAHAHHAA! Ahora comentad qué tal os ha parecido la experiencia y si os gustaría repetir =3
- Spoiler:
- Carta enviada a Scotland Yard por el capitán del Navío Rosemary Burton.
Desde joven he tenido un fortísimo sentido de la justicia. Siempre he considerado que los inocentes no debían sufrir. Mi vocación era ejercer derecho, pero finalmente me fui por otra rama. Por otro lado, siempre he tenido una morbosa atracción hacia la muerte. Me encanta matar, debo admitirlo. Cuando era pequeño e iba con mi familia a la casa de veraneo en el campo disfrutaba arrancando las alas de las moscas o sacando a los peces fuera de los estanques para verlos morir. Siempre he tenido curiosidad por saber cómo era matar a una persona, pero mi sentido de la justicia me impedía matar a inocentes. Así que me conformé matando insectos durante toda mi infancia. Cuando cumplí los 24 me llegaron los informes de un análisis que me había hecho: Cáncer terminal. Bonita forma de terminar una vida tan corta. Sin embargo, antes de morir quería hacer algo grande, algo que había deseado desde pequeñito: Matar a una persona. Pero de nuevo mi sentido de la justicia me impedía hacer sufrir a los inocentes. La idea me surgió cuando estaba en una cantina de un pueblo costero.
Mientras tomaba un delicioso brandy me encontré con una mujer de unos 60 años. Me comentó, ya muy borracha, que años atrás había amado a un hombre, pero él había decidido casarse con una jovencita modelo. Por supuesto, la modelo había heredado toda la fortuna del viejo tras su muerte. La mujer me comentó que sospechaba que ella misma le había matado, pero era imposible demostrarlo. Ni siquiera la policía se había tomado muy en serio la investigación: Un hombre viejo y débil de salud... No podían sospechar de una mujer encantadora. Así que en mi interior se encendió una lucecita: ¡Matar a asesinos que habían logrado evadir a la justicia! ¡Era perfecto!
Entonces recordé una canción que me cantaba mi abuela cuando era pequeña: La de los Diez Negritos. Me apasionaba y a la vez atemorizaba las formas en la que esos diez pobres negritos iban muriendo uno a uno. Y se me ocurrió: Reunir a diez personas y matarlas a todas, una por una, siguiendo las pautas de la canción.
Pero lo más difícil era encontrar a esas diez personas. Ya tenía a Celeste Airy, la modelo. Me faltaba encontrar otras nueve.
La pista del Sr. Chambers me la contó el novio de una tal Elizabeth Chambers. Resulta que el Sr. Chambers había matado a su propia hermana. Por lo visto un enmascarado había asaltado a Elizabeth en la noche, la había apuñalado y había huido con sus cosas. Nunca se pudo encontrar al ladrón, pero el novio de Elizabeth lo tenía claro: Fue su hermano Edward quien lo hizo.
La historia del Sr. Emmanuel Johnson me llegó en un viaje por el Caribe. Un hombre me comentó que su novia había requerido los servicios de un guardaespaldas, pero éste había descuidado su trabajo y la joven había muerto. El hombre me comentó que Emmanuel había pactado la muerte de esta chica con los que querían asesinarla.
Respecto a la Srta. Stone, me comentó la historia un colega de la universidad. Había alegado que un profesor la había intentado violar para asesinarle. Nunca se pudo demostrar que la historia de la violación fuese cierta, así que la marqué como invitada.
La historia del Sr. Hohenstaufen me la contó una mujer moribunda cuando fui de viaje a Alemania. Me dijo que su marido la había engañado y había asesinado a su amante, desfigurándole la cara para que nunca se descubriese de quién era el cadáver. En Alemania la amante del Sr. Hohenstaufen sigue en paradero desconocido.
Respecto a la historia del Sr. Black, fue bastante curiosa. Fue la única que sí fue marcada de asesinato y se le juzgó, pero su abogado consiguió demostrar que era inocente. Todo trampas. Ethan Black había comprado al juez.
Jeanette Bernardus, según me contó un voluntario en el Proyecto Hombre, había introducido a su novio en el mundo de las drogas, y cuando él intentó desengancharse y denunciarla, le dio una dosis excesiva y acabó matándole. Otro crimen que quedaría impune.
Jak Kasg era el que menos me gustaba de todos. Había mentido en más de quince ocasiones en los tribunales para condenar a personas inocentes y todas estas personas acabaron muriendo.
Por último me queda el caso de Alberto Mesas... Le elegí de entre un montón de gente con motivos estúpidos. Había matado a su vieja madre para cobrar el seguro y así poder seguir con el tren de vida que llevaba. Su madre estaba muy mayor, así que el crimen no fue para tanto.
La historia de Isaac Morris la leí en los periódicos: Un contable borracho que había matado a su mujer bajo los efectos del alcohol. Quedó impune porque la investigación no llegó a ningún lado. Contacté con el Sr. Morris y le propuse que quería comprar la Isla del Negro para poder celebrar una reunión de amigos. Él estuvo encantado de ayudarme y no sospechó nada en ningún momento. Contrató a la asistenta, al barquero y compró la mansión y los víveres. También fue él quien grabó el disco del gramófono en una tienda encargada de eso. Los de la tienda supongo que imaginaron que todos esos "crímenes" eran parte de una representación teatral, o eso les dijo Morris. Todo lo hizo a petición de U. N. Owen, que es como yo me había presentado. Cuando todo estuvo preparado y una noche antes de ir a la mansión, maté al Sr. Morris tirándolo por una ventana. La gente alegaría que se suicidó por los remordimientos.
Finalmente llegó la hora de ir a la mansión. Me presenté como un invitado más e intenté parecer todo lo normal posible. Cuando llegamos a la mansión, la asistenta todavía estaba allí. Ella no pudo reconocerme, pues fue Morris quien la había contratado. Llegada la hora de cenar, y mientras llevábamos la comida al comedor, me aparté lentamente de los invitados y comprobé que el gramófono estaba en su sitio. Después, alegando que tomásemos unas copas, me acerqué al mueble bar, que estaba al lado del gramófono, y lo puse en marcha. La voz no tardó en sonar.
Aprovechando el momento de shock, eché un poco de veneno en la copa que más tarde le daría a Alberto Mesas. El veneno lo había llevado en todo momento en mi bolsillo, en una bolsita. Él se la bebió lentamente, aunque el último tragó lo apuró muy rápido. El veneno no era de efecto inmediato, así que moriría tras beber un par de tragos. Hubo un detalle que me asombró un poco: La mirada de odio hacia el Sr. Hohenstaufen.
Imagino que sospechó que había sido él quien le había envenenado, pues el numerito que se montó fue ciertamente sospechoso y nunca llegaré a entender por qué lo hizo.
Comenté que sospechaba que la muerte de Mesas había sido un suicidio, para disipar las sospechas que empezaban a nacer en el grupo de invitados. Más tarde, nos acostamos. Mi plan era entrar en la habitación de Emmanuel Jonhson y estrangularle, pero él mismo fue quien se entregó al asesino: Cuando me dirigía a mi habitación, vi que él salía de la suya. Me dijo que estaba nervioso por l oque acababa de suceder y que le daba canguelo bajar a la cocina a coger agua para diluir las pastillas para dormir. Le dije que yo mismo bajaría a prepararle el somnífero, y lo único que hice fue echarle unas cuantas pastillas más de las que debería. Él no sospechó nada y murió.
Al día siguiente propusieron buscar al Sr. Owen por la isla y la mansión. Yo fui con el grupo del Sr. Kasg y, en un momento dado, dije que había oído algo en el mirador y me escaqueé. Cualquiera pudo verme, pero tuve cuidado de andar despacio. Imaginaba que Violette Stone estaría en la habitación del por aquel entonces llamado Cyrus Ardan. Primero fui a la cocina, cogí un cuchillo y me lo escondí. Entré en la habitación y le pregunté qué tal iba. Ella no sospechaba nada. En un momento dado se dio la vuelta y yo la cogí por la espalda y la degollé. Después fui corriendo de nuevo al embarcadero y me reuní con el grupo de búsqueda diciendo que en el mirador no había nadie.
Tras eso, y aprovechando el caos producido por el descubrimiento del cadáver de la Srta. Stone, me escapé y provoqué una pequeña gotera en el cuarto de contadores. Al cabo de un rato, las luces de toda la mansión se apagaron debido a un fuerte cortocircuito producido por el agua. En ese momento yo estaba cortando leña con la Srta. Bernardus. La muerte del Sr. Chambers fue plena coincidencia. Yo había colocado un reloj de mármol en el comedor y en cualquier momento podía caerse. Simplemente con rozarlo el reloj caería. Supongo que el Sr. Chambers lo rozó sin querer y el reloj le aplastó la cabeza.
Después de eso propuse que todos nos encerrásemos en nuestras habitaciones. Escribí una nota haciéndome pasar por alguien de quien el inspector apenas sospechaba: Celeste Airy. Conocía sus sospechas acerca de Hohenstaufen, así que en la carta le propuse reunirse con la Srta. Airy para trazar un plan y acabar con el asesino. Él supongo que sospechó un poco, pero aún así fue al sitio en el que le había propuesto reunirnos: El cobertizo. Yo le esperaba fuera, escondido, así que cuando vi que entraba en el cobertizo, me aproximé lentamente y le clavé un hacha por la espalda. Después volví a mi habitación sin hacer ruido.
En ese momento las cinco personas que quedábamos estábamos sobre el aviso de que había un asesino entre nosotros. Le dije al Sr. Hohenstaufen que se reunise conmigo un rato más tarde y él salió "huyendo" a ojos de los invitados que aún quedaban con vida. Aprovechando que los demás estaban asustados y se habían encerrado en su habitación, corrí afuera, frente al acantilado donde me esperaba Friedrich. Le dije que sabía quién era el asesino y él me dijo que sospechaba que Alberto Mesas podía haber fingido su muerte. Entonces, me asomé al acantilado y dije que había un cuerpo en el mar. Él se asomó también y yo le empujé de una patada barranco abajo. Después volví a mi habitación sin hacer el menor ruido. Después, fui a la habitación de la Srta. Bernardus.
Le dije que pretendíamos buscar a Hohenstaufen por la isla y ella se dio la vuelta para coger un chubasquero en el armario. Igual que hice con la Srta. Stone me acerqué lentamente y la estrangulé. Lo de ponerle el vestido de gala fue un poco dantesco, pero debo reconocer que me divirtió. La canción debía cumplirse. Después intenté hacer todo el ruido posible y fui corriendo a la habitación de la Srta. Airy, preguntándole si estaba bien. También llamamos al Sr. Black. Y cuando fuimos a llamar a Jeanette, la encontramos muerta. Todo salía según lo planeado.
Llegaba lo más complicado del plan: Fingir mi muerte. Éramos tan solo tres personas en la isla, aunque ellos creyesen que Hohenstaufen seguía por ahí. Les dije que lo mejor era irnos a dormir. Cuando amaneció, coloqué todas mis cosas en una maleta para que cuando ellos entrasen pensasen que yo ya estaba preparado para irme y estaba esperando la embarcación fuera. Me tiré por las escaleras y quedé inconsciente. Tal y como había planeado, Celeste y el Sr. Black me encontraron. No tenían ningún motivo para sospechar que yo en realidad estaba vivo, así que supuse que simplemente me llevarían a mi habitación dándome por muerto. Desperté una hora después.
Antes de tirarme por las escaleras me había acercado al cuerpo del Sr. Hohenstaufen, encallado entre unas piedras, y le puse una pistola en un bolsillo. Como supuse, uno de los dos la encontró y mató al otro imaginando que era el asesino. Desperté antes de que todo esto pasase. Desde la ventana vi cómo Celeste disparaba al Sr. Black, así que corrí a su habitación y lo dispuse todo para que se suicidase. Me escondí detrás de la cama y la observé: La presión y el caos mental que tenía ahora mismo la inducieron para que se suicidase. Y si no lo hubiese hecho, yo la habría dormido y la habría colgado. Después coloqué el taburete en un rincón y fui a mi habitación. Ahora estoy escribiendo esto, no sé muy bien por qué. Supongo que, cual artista que pinta un cuadro, necesito dar a conocer mi obra. Es imposible que los policías que lleguen a esta mansión descubran lo que sucedió en realidad. Y es remotamente imposible que encuentren esta carta que voy a tirar al mar en una botella. Les describiré lo que haré a continuación: He dispuesto un mecanismo con una piedra pintiaguda y un hilo. Propulsaré la piedra hacia atrás y luego me golpeará contundentemente en la cabeza y moriré por el golpe. Después, y como está previsto, caerá por la ventana junto con el hilo y se perderá entre los arbustos. Dudo que los policías lleguen a encontrar ninguna de estas dos cosas.
Así pues, habré muerto de la forma en que me encontraron Celeste e Ethan: De un golpe en la cabeza. Cuando todo se calme, la gente encontrará diez persona muertas y un crimen imposible de resolver.
Atentamente,
Alphonse Breaks
Y con la confesión del asesino llega a su fin el rol de "Y no quedó ninguno...". Finalmente el asesino es el ganador, así que... ¡NO HAY PREMIO PARA NADIE! ¡BWAHAHAHHAA! Ahora comentad qué tal os ha parecido la experiencia y si os gustaría repetir =3
Sankii- Fiscal Sobresaliente (Moderador del clan de los fiscales)
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
*Alphonse hace una reverencia mientras sonríe burlón*
El rol me ha encantado, lo reconozco. Ha sido variado y de no ser porque era el asesino, quizás me habría molestado más en buscar pistas para hacer esto más largo, pero en fin. Han sido buenos personajes los de todos, os doy la felicitación por ello. Y también a Sanki, que ha sido una genial organizadora.
Espero y deseo que haya una segunda partida de este rol dentro de algún tiempo, comandado nuevamente por ti Sanki. Ha sido divertido.
PD: Después de ser el asesino aquí y Kira en el rol de Death Note, voy a tener que dejar este tipo de rol por un tiempo para evitar paranoias sobre mi persona XDDD
PD2: Solo faltó una cosa: la escena XXX entre Celeste y Alphonse. Lástima que no tuviéramos un poco más de tiempo para realizarla =P
El rol me ha encantado, lo reconozco. Ha sido variado y de no ser porque era el asesino, quizás me habría molestado más en buscar pistas para hacer esto más largo, pero en fin. Han sido buenos personajes los de todos, os doy la felicitación por ello. Y también a Sanki, que ha sido una genial organizadora.
Espero y deseo que haya una segunda partida de este rol dentro de algún tiempo, comandado nuevamente por ti Sanki. Ha sido divertido.
PD: Después de ser el asesino aquí y Kira en el rol de Death Note, voy a tener que dejar este tipo de rol por un tiempo para evitar paranoias sobre mi persona XDDD
PD2: Solo faltó una cosa: la escena XXX entre Celeste y Alphonse. Lástima que no tuviéramos un poco más de tiempo para realizarla =P
Evans- Fiscal Sobresaliente (Moderador del clan de los fiscales)
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
Tu so guarro, ya sabia que eras tu o.o llamalo intuicion masculina juas xDDD- Pero por que me matastes? Eres un gay que lo sepas xDDDDDD
Aunque si, me ha gustado mucho este rol, habria que hacer roles asi y no los...ejm ejm xD
Aunque si, me ha gustado mucho este rol, habria que hacer roles asi y no los...ejm ejm xD
Apollo Justice- Fiscal en Prácticas
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
Apollo Justice escribió:Tu so guarro, ya sabia que eras tu o.o llamalo intuicion masculina juas xDDD- Pero por que me matastes? Eres un gay que lo sepas xDDDDDD
Aunque si, me ha gustado mucho este rol, habria que hacer roles asi y no los...ejm ejm xD
Bitches game anyone? :_D
Oh yeah, a cambio me debes un momento Roy x Yumeko. Solo que lo sepas, Evans >: D
Krystalwitch- Maestra Kurain (Administradora Clan Kurain)
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
Oh, dios mío, Sanki.
Me ha encantado la historia, la manera en que lo has conectado todo, la carta, los crímenes, lo has pensado todo a la perfección.
Me ha gustado mucho el rol y espero que hagamos otra parte, contigo como master, por supuesto.
Me ha gustado mucho estar hasta el final, vamos que ha sido un honor ser Celeste Airy y la "Vera Claythorne" de la historia.
En serio, ha sido magnífico. Te felicito ^^
Nunca sospeché de Evans, hasta el final, tras el asesinato de Jeanette. Pero supongo que no tenía pruebas, y podía ser tanto él como Ethan xD
Evans, has sabido disimularlo muy bien, pues tu pj era carismático, bondadoso, siempre sabía qué decisión tomar. Omg, qué papelazo.
Felicidades a todos por el rol =D
Me ha encantado la historia, la manera en que lo has conectado todo, la carta, los crímenes, lo has pensado todo a la perfección.
Me ha gustado mucho el rol y espero que hagamos otra parte, contigo como master, por supuesto.
Me ha gustado mucho estar hasta el final, vamos que ha sido un honor ser Celeste Airy y la "Vera Claythorne" de la historia.
En serio, ha sido magnífico. Te felicito ^^
Nunca sospeché de Evans, hasta el final, tras el asesinato de Jeanette. Pero supongo que no tenía pruebas, y podía ser tanto él como Ethan xD
Evans, has sabido disimularlo muy bien, pues tu pj era carismático, bondadoso, siempre sabía qué decisión tomar. Omg, qué papelazo.
Felicidades a todos por el rol =D
Skythe Skye- Fiscal en Ascenso
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
Apollo Justice escribió:Tu so guarro, ya sabia que eras tu o.o llamalo intuicion masculina juas xDDD- Pero por que me matastes? Eres un gay que lo sepas xDDDDDD
Aunque si, me ha gustado mucho este rol, habria que hacer roles asi y no los...ejm ejm xD
En realidad, Krystal tiene un poco de culpa XD. Recuerdo que en su primer post (o de los primeros, no sé) sugerió la idea de que el asesino estaba matando por el orden de las habitaciones donde cada uno residía. La verdad es que el hecho de que las dos primeras víctimas tuvieran las habitaciones justo al lado fue pura casualidad, pero decidí aprovecharme de eso para tener un orden y quizás engañaros un poco XD. Así, Hohenstaufen sería el sospechoso principal ya que el intervalo era "uno se salva, dos mueren, uno se salva, dos mueren", y su habitación era la que rompía ese "esquema".
Pero vamos, creo que nadie hizo puñetero caso a eso después de ese post, así que tampoco importa mucho XDDD. Y ey, reconoce al menos que Alphonse salió un buen asesino y elegante =P
Krystalwitch escribió:Oh yeah, a cambio me debes un momento Roy x Yumeko. Solo que lo sepas, Evans >: D
Juas, ¿sigues con eso? XD Vale vale, lo haremos entonces, pero sigo pensando que Roy es muy soso para Yumeko... bueno, o más que ella XD
Skythe Skye escribió:Oh, dios mío, Sanki.
Me ha encantado la historia, la manera en que lo has conectado todo, la carta, los crímenes, lo has pensado todo a la perfección.
Me ha gustado mucho el rol y espero que hagamos otra parte, contigo como master, por supuesto.
Me ha gustado mucho estar hasta el final, vamos que ha sido un honor ser Celeste Airy y la "Vera Claythorne" de la historia.
En serio, ha sido magnífico. Te felicito ^^
Nunca sospeché de Evans, hasta el final, tras el asesinato de Jeanette. Pero supongo que no tenía pruebas, y podía ser tanto él como Ethan xD
Evans, has sabido disimularlo muy bien, pues tu pj era carismático, bondadoso, siempre sabía qué decisión tomar. Omg, qué papelazo.
Felicidades a todos por el rol =D
Muchas gracias Skythe, de verdad XD. Tu personaje también ha sido genial: era la perfecta pareja para Alphonse o.ó. Y sí, Sanki lo ha hecho todo de manera increíblemente perfecta O.o
Evans- Fiscal Sobresaliente (Moderador del clan de los fiscales)
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
Evans escribió:En realidad, Krystal tiene un poco de culpa XD. Recuerdo que en su primer post (o de los primeros, no sé) sugerió la idea de que el asesino estaba matando por el orden de las habitaciones donde cada uno residía. La verdad es que el hecho de que las dos primeras víctimas tuvieran las habitaciones justo al lado fue pura casualidad, pero decidí aprovecharme de eso para tener un orden y quizás engañaros un poco XD. Así, Hohenstaufen sería el sospechoso principal ya que el intervalo era "uno se salva, dos mueren, uno se salva, dos mueren", y su habitación era la que rompía ese "esquema".
Jusjusjus, siempre sospeché de ti (que te lo diga Hector, que lo hablé con él antes de estar en el rol XD)
Evans escribió:Krystalwitch escribió:Oh yeah, a cambio me debes un momento Roy x Yumeko. Solo que lo sepas, Evans >: D
Juas, ¿sigues con eso? XD Vale vale, lo haremos entonces, pero sigo pensando que Roy es muy soso para Yumeko... bueno, o más que ella XD
Bah, chorradas, en el EP3 cambiarás de opinión. Porque Yumeko es.... ♥
Krystalwitch- Maestra Kurain (Administradora Clan Kurain)
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
Con esa cara lo digo todo, desde el principio sospeche de ti...y del pollo XD De hecho creo que me dijo Sankii que casi todos sospechaban de Evans y Pollo, aunque cuando murio el solo quedabas tu, no tenia pruebas suficiente buenas, pero siempre te tuve vigilando muy de cerca, y al contrario que en el rol (que es cosa de Sankii, yo logicamente nunca escribi esas notas) yo jamas sospeche de Blood, de hecho lo descarte casi automaticamente al empezar al igual que hice con Tamy.
Tengo que decir que durante unos momentos empeze a sospechar menos y sospechar mas de Gant.
Cuando quedaban solo 3 descarte totalmente a Skyte, quedaba mi sospechoso principal y mi segundo sospechoso principal, ¿quien era? La verdad es que no podia decidirme por cual sospechar mas...
En resumen, que aunque mas de una vez fuiste demasiado sospechoso (por lo menos para mi) conseguiste al final que sospechase tambien de otro y que estuviera indeciso...igualmente ya habia muerto asi que poco importaba acertar o no XD
Porque no tenia pruebas buenas, que sino no dudes que te hubiera apuntado con el dedo a lo Phoenix ->
PD: Muy bueno lo de la carta, no sabia si Sankii lo haria o no, me ha encantado el rol owo Y aunque Sankii me dijo muchas veces que no valia como detective tiene que admitir que siempre sospeche del asesino, desde el principio XD Y para demostrarlo preguntadle a Krystal, que mas de una vez le dije que sospechaba de Evans (y pollo XD lo siento pollo, pero tambien eras bastante sospechoso )
Y tambien acerte que Skyte seria la Vera de la historia, y seria la ultima y se suicidaria, aunque no lo sospechaba desde el principio poco a poco me fui dando cuenta por donde iban los tiros XD
Hector- Jefe del equipo de investigación (Administrador del Clan de Investigación)
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
Antes de nada, quiero felicitar a sankiiporque me ha encantado la historia, la manera de contarlo y lo de la carta, ha sido simplemente perfecto, chapó para tí .
Respecto al juego, no he podido participar mucho, porque he sido el primero en morir, he de decir que no sospechaba que Evans era el asesino,ya que ha interpretado perfectamente su papel. Aunque no te perdonare que me asesinaras el primero xDDD.
PD: ¿Quien era la sanadora? ¿Por que no revivio a nadie?
Respecto al juego, no he podido participar mucho, porque he sido el primero en morir, he de decir que no sospechaba que Evans era el asesino,ya que ha interpretado perfectamente su papel. Aunque no te perdonare que me asesinaras el primero xDDD.
PD: ¿Quien era la sanadora? ¿Por que no revivio a nadie?
Ploter- Fiscal Medio
Re: Y no quedó ninguno... [Rol]
me ha gustado, ahora estoy haciendo la 2º partida, apuntense, y no entiendo algo, no se porque en los roles le asignan el papel de asesino a evans, no se, creo que sería mejor detective que asesino, mi humilde opinión.
ismael- Abogado infalible (Clan de Abogados)
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