Fic: La melancolía de la oscuridad (Contiene SPOILERS sobre T&T) ~Finalizado~

Joer Krystal siempre sacando fallos a su historia...xDDD

Muy buen capitulo Neil, me ha gustado mucho, sigue asi ^^

Waaaaaaaaa tito mola *_* sigue =D

Bueno pues, ya he escrito otro capítulo más para la historia. Al final he conseguido introducir otro elemento más a la historia (queda algo suelto, pero en el futuro quizás pueda acabarlo... por otras vías). Después de este capítulo vendrán 1 o 2 más sobre el juego y un par de capítulos extra que finalicen la historia, así que ya no queda mucho... En fin, os dejo aquí el capítulo, ¡feliz lectura!

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Capítulo 17: El poder del Destino

Y allí estaba yo, después de tantos meses... Más que meses, años. He luchado durante 2 años contra mis recuerdos, contra alguien que estaba dispuesto a matar a quien se le pusiera por delante para conseguir sus objetivos... No sé si soy yo el que he luchado, o es la vida quien lucha conmigo por haber levantado del coma.

De todas formas, había llegado por fin el día en el que el plan tendría lugar... Hacía unos cinco días que había llegado al templo para preparar bien mi escondite. Me ocultaba cerca del templo interior, al otro lado del puente que cruzaba el río Águila. Allí había un bosque en el que improvisamos una pequeña tienda de campaña.

La tienda era muy modesta, apenas cabía el saco de dormir, y poco más. También tenía unas cuantas mantas, el frío era desolador, pese a que el sol brillaba tímidamente durante todo el día, no podía con el clima invernal de la montaña. Para comer, normalmente iba al templo con Bikini e Iris, aunque cuando llegaron Misty y Larry tuve que ocultarme aquí y apañármelas para cocinar con un pequeño fuego que encendía fuera de la tienda.

En cuanto el plan se diese por finalizado, tiraría al río la tienda y todo lo que había dentro, no podíamos dejar pruebas de que había alguien acampando allí. En cierto sentido me daba algo de pena que el final estuviese tan cerca, pero a la vez sentía miedo por lo que pudiese pasar, mezclado con ganas de que todo acabase por fin... Supongo que estaba confuso como pocas veces en la vida.

Aquel día, al amanecer, Misty acudió a mi escondite. Al parecer quería asegurar algunas cosas antes de la noche...

-Buenos días Diego, hacía ya unos cuantos meses que no nos veíamos.
-Y que lo digas... ¿Cómo te ha ido todo?
-Bien, gracias... Aunque no nos andemos por las ramas, Larry es muy activo y se despertará pronto, así que si me ve por aquí te descubrirá.
-Pues dime, ¿qué te trae a mi humilde morada?
-Quería asegurarme de que no habías cambiado de opinión...
-Ya sería demasiado tarde, ¿no crees?
-Supongo que tienes razón. En cierto modo, venía a despedirme.
-¿A... Despedirte?
-Exactamente.
-Pero bueno, aún no sabemos qué es lo que va a pasar, ¿no crees que es demasiado pronto?
-Diego... Quizás si lo dejásemos para más tarde, nos tocaría despedirnos en el más allá.
-No digas tonterías, nadie va a morir esta noche.
-Me gustaría compartir esa creencia... De todos modos, gracias por todo Diego. Gracias por haber hecho feliz a mi hija antes de que muriese, y gracias por ayudarme a luchar por la vida de Maya y Pearl.
-Tonterías, no tienes que agradecerme nada. Al fin y al cabo, estoy en deuda con Mia también... Supongo que no podía negarme.
-Bueno, debo irme antes de que todo el mundo se despierte. Que los espíritus te guíen allá donde te lleve la vida.
-Muchas gracias y mucha suerte, Misty... Adiós.

Y se fue, con paso firme y decidido, sin vacilar, sin intentar evadir el destino que le esperaba, y que en el fondo los dos conocíamos. No parecía tener miedo a la muerte, no si esa muerte era por sus hijas, lo que ella más amaba en el mundo. Misty siempre quedará grabada en mi corazón como la mujer más sabia y valiente que jamás he conocido, la admiro muchísimo.

Recuerdo que cuando la vi marcharse, cuando su silueta desapareció entre los árboles, sentí como se escapaba la esperanza de mi cuerpo, y unas ganas irrefrenables de llorar como un chiquillo que sabe que va a perder a su madre... Pero decidí guardar las lágrimas para otro momento.

Tenía que pensar, tenía que sacar fuera todo lo bueno que quedaba en mí, dejar que el rencor, la ira y la sed de venganza se apoderasen de mí para poder matar a ese espejismo con forma de Dahlia que se aparecería ante mí aquella noche, si era necesario. ¿Pero cómo iba a librarme de todos mis pensamientos y sentimientos? Mi comportamiento como fiscal era frío como una de aquellas interminables noches de invierno, pero por dentro, cada vez que pensaba en qué me había convertido, en lo que siempre odié, me daba pena y asco a mí mismo.

Ahora que todo se acababa, que ya iba a finalizar aquel teatro, notaba la presión de los sentimientos que no habían acudido a mí durante muchísimo tiempo, agolpandose dentro de mí. ¿Pero por qué ahora tenía que pensar en todo aquello? Solo hacía las cosas más difíciles... Aunque quizás viendo en qué me había convertido, podría mentalizarme en que, al fin y al cabo, hay pocas diferencias entre matar directamente y mandar un inocente a que lo condenasen a muerte, como intenté en dos ocasiones, sabiendo que Wright tenía la razón...

Supongo que era el respeto hacia Misty lo que me frenaba, y quizás el miedo a convertirme en un asesino... Aunque de todos modos, si me diesen la oportunidad de volver atrás en el tiempo habría cosido a tiros al hijo de vonKarma en la montaña de la aldea. Y pensar que ese loco también sería un fiscal, como yo, en otro lugar...

Cuando aquel pensamiento llegó a mi cabeza, solo pude maldecirme a mí mismo por no haber caído en la cuenta de aquello. Cuando estuve metido en la oficina del fiscal, pude haber buscado los historiales de todos los vonKarma en los tribunales, tanto antiguos, como actuales... Pero ya era tarde, demasiado tarde para hacerlo.

Y entre pensamientos, entre recuerdos y momentos de angustia en los que casi rompí a llorar por la presión, me dormí y soñé algo que hacía mucho que no venía a mi mente...

~Hace 18 años...~

Era verano, ya habían llegado las vacaciones del instituto, yo tenía unos 15 años entonces... Recuerdo que mi padre me llevó de vacaciones... Pero donde... Ya sé, fue a una aldea, no en la que estuve, sino otra, extrañamente parecidas. Recuerdo que también había una gran mansión, era una aldea muy tradicional, y aquella familia por alguna razón parecía ser la familia líder.

Estábamos tranquilos en aquel lugar, la gente era amable y no había problemas... Una tarde yo iba paseando, viendo artesanía típica de la aldea y algunas otras cosas, cuando tropecé con una chica.

Ella.. Tenía el pelo castaño, la piel muy blanca y un lunar bajo los labios. Parecía tener mi misma edad, más o menos. Llevaba consigo algunos libros, que se le cayeron. Le ayudé a recojerlos del suelo.

-Perdón, no te había visto... Me llamo Diego, estoy de vacaciones aquí, con mi padre.
-Ah, ya decía yo que no eras de la aldea.. Mi nombre es Mia.

Eso es, ella era Mia... Nunca antes me había acordado de esto... Quizás me he acordado demasiado tarde, pero los hechos continuaron...

-Bueno, siento haberte molestado, veo que vas con prisa, y bastante cargada... ¿Te ayudo?
-Oh, muchas gracias... Tengo que llevar estos libros hasta la mansión, me los pidió mi madre.
-¿De qué tratan?
-Son de... Bueno, es muy largo de explicar... Si quieres después de dejar los libros podemos dar una vuelta por el pueblo, me gustaría devolverte el favor guiándote.
-Vale, por mí perfecto.

Siempre fue muy natural, muy simpática, desde la primera vez que la vi. Y también fue desde la primera vez que nuestras miradas se cruzaron, cuando nos robamos el corazón mutuamente, aunque no dijimos nada al principio...

Aquella tarde estuvo muy bien, vimos toda la pequeña aldea y los bosques de los alrededores, seguimos charlando por el camino, y me enseñó unas cuantas costumbres de la aldea... Quería confesarle lo que sentía, pero no podía ir tan rápido, al fin y al cabo aún nos quedaríamos unas semanas más, tendría tiempo de sobra para decírselo si nos seguíamos viendo.

Se nos había hecho un poco tarde, la acompañé hasta la mansión y después me fuí de nuevo a la humilde pensión donde nos alojábamos. Sin embargo, al llegar allí, no me esperaba en absoluto lo que iba a presenciar. Cuando entré en la habitación, estaba oscura, y una sombra salía por la ventana. Encendí la luz, y ví a mi padre muerto en el suelo, en un charco de sangre.

Recuerdo como salté de inmediato por la ventana, corriendo tras una sombra que se distinguía lejana a través de las estrechas calles de la aldea, hasta que llegué a los bosques, donde le perdí el rastro. Volví de nuevo corriendo hasta la pensión, no hacía falta pedir auxilio, cuando salí de allí mi padre ya estaba muerto.

¿Por qué le habían hecho aquello a un simple turista? Nadie nos conocía, tan solo estábamos de vacaciones... ¿Me habrían matado de no ser por que estaba paseando junto a Mia? Fuera como fuese, entre lágrimas acudí a la puerta del hombre que nos había alquilado la habitación y le pedí que llamase a la policía...

No tuve tiempo de investigar, no tuve tiempo de despedirme de Mia... Solo tuve tiempo de secar mis lágrimas antes de que la policía me arrestase como sospechoso del asesinato de mi padre, y jamás volví a aquella aldea...

En el juicio, el fiscal hacía todo lo posible por que me cayese una gran condena, basándose en que nadie conocía a mi padre excepto yo, y que era quien había denunciado el crimen después de un intervalo de tiempo, en el que según él, escondí el arma del crimen para que no se me pudiese acusar...

Odiaba la actuación de aquel fiscal, lo odiaba a él igual que odiaba al asesino de mi padre, porque poco se distaban condenando a gente inocente. Por suerte, mi abogado me sacó de aquel apuro... Marvin Grossberg, conocido de mi padre. Hasta que él llegó, me sentí completamente solo, y si no hubiese llegado, posiblemente se me habría condenado por asesinato...

Fue por aquello que odio a los fiscales que no ven más allá de su historial. Y fue por aquello por lo que me hice abogado, porque nadie merece estar solo, sin ninguna ayuda frente a la justicia, esperando una sentencia de muerte aún siendo inocente.

Y cuando volví a encontrarme con Mia, muchos años después, ya casi no recordaba aquel lejano amor de una tarde de verano, ni ella me recordaba a mí, habíamos cambiado mucho.

___

Y después de aquel recuerdo soñado, después de haber encajado una pieza de mi vida que había quedado oculta en el subconsciente, volví a despertar. Desperté lleno de ira, de rabia, por todo el tiempo que perdí, por todo el mal que había sufrido desde que era joven, porque en toda mi maldita vida solo había sido feliz un puñado de meses, ¡y no había hecho nada como para merecer este destino!

Salí de la tienda, el crepúsculo teñía ya la gélida montaña. El mismo ocaso que había iluminado el principio de todo, hacía ya tantos años, era el mismo que veía comenzar expectante el final de mi historia. ¿Casualidad? No lo creo. Se llama destino.

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Bueno, espero que os haya gustado el capítulo y ese pequeño paréntesis en la historia explicando un poco más el pasado de nuestro querido adicto al café. Gracias por leer, ¡y no olvidéis comentar!

Muy buen capitulo Neil, sigue asi ^^

Pobre Diego T__T jooo T_T

Tito,me encanta cómo escribes *¬* sigue así =D más capítulos we

Aqui dandole un vistazo a esto de nuevo... veo que aun me queda mucho, mucho por leer.

Espero ponerme al dia y comentarlo contigo, y tambien espero que continue XDD

Saludos

Bueno, después de todo un milenio sin continuar, por fin tengo la continuación del fic ^^ He de adelantaros que esta historia ya tiene un final predestinado (no el del juego, sino lo que pasa después de este), que ya tengo escrito también ^^ Supongo que ahora sí que queda un capítulo que narre un poco ese juicio final del juego y algunas cosillas que pasan antes de que acabe la historia de este gran personaje... Bueno, no me extiendo mucho más, espero que os guste ^^

Capítulo 18: Noche de espíritus

No me quedaba mucho tiempo, tenía que entrar al Templo Interior antes de que Bikini llegase con Maya. Entré dentro, y busqué un lugar seguro donde esconderme y en el que no fueran a pillarme. Me metí en una caja bastante grande, estaba en la entrada del templo, así que me enteraría bastante bien de quién entraba o salía de allí.

Pasó muchísimo tiempo sin que nadie entrase, yo empezaba a tener algo de claustrofobia, aunque de todas formas estaba acostumbrado a no ver absolutamente nada y no poder moverme... Era curioso, pero aquel escondite me recordaba muchísimo a cuando estuve en coma.

Estaba perdido en mis pensamientos cuando llegaron dos personas.

-Bueno Maya, ¿lista para comenzar?
-Claro, muchas gracias por esta sesión de entrenamiento, Bikini.
-No hay de qué, querida.

Bueno, me había dado cuenta por las voces, pero ya podía confirmar quienes eran. Según habíamos pactado, Iris se quedaría en el otro lado del puente, vigilando a quien intentase acceder, Bikini protegería a Maya en el templo, y si por algún casual Dahlia intentase engañarnos, yo saldría a escena y Bikini volvería al templo Hazakura, aquello podía ser peligroso. Pero por lo que sabíamos, Iris no iba a volver al Templo Interior, todo estaba calculado así para poder distinguirlas, auque en principio el plan era distinto, pero lo cambiamos a última hora.

-¿Cuándo vamos a empezar? -preguntó Maya.
-Ah, será mejor esperar a que Iris venga... Mi espalda me está matando, la verdad, y en estas condiciones prefiero que sea ella quien cuide de ti, aunque también estaba algo cansada hoy, ayer tuvo que ir a la ciudad y siempre vuelve agotada. Si vemos que no viene un rato después de que toquen las campanas, comenzaremos el entrenamiento.
-Ah, vale. Entonces toca esperar.
-¿Quieres tomar un té o algo parecido mientras esperamos? Tengo siempre un poco preparado listo para calentarlo cuando haga falta.
-Vale, gracias Bikini -dijo Maya en un tono feliz.

Yo seguía pendiente a cualquier cambio, pero no había señales de Dahlia por el momento. A partir de cuanto tocaron las campanas, me puse a alerta. No vino nadie, Maya y Bikini estaban esperando en silencio. Ya había pasado un buen rato, parecía que Dahlia no había conseguido ser canalizada... Pero entonces apareció.

-Disculpad el retraso, es que... Bueno, me daba un poco de miedo el puente por la noche, se movía mucho.
-No pasa nada querida -dijo Bikini-. Escucha, tengo que ir a darme un baño, estoy molida... Cuida de Maya en su entrenamiento, ¿vale? Volveré en cuanto pueda.
-Muy bien, no habrá ningún problema.
-Mucha suerte Maya, nos vemos luego.

Bikini salió de la sala, yo seguí metido en mi escondite esperando a que Dahlia dijese o hiciera algo. Al principio durante unos instantes, ninguna de las dos dijo nada. Después, Dahlia tomó la iniciativa.

-Bueno, habrá que empezar... Verás Maya, antes de comenzar el entrenamiento tenemos que ir a un jardín que está aquí cerca, para purificar el alma con la luz de la gran linterna.
-Ah, muy bien, pues vamos allá.

Las dos salieron del Templo Interior, y un rato después de que cerrasen la puerta, cuando ya creía que nadie iba a entrar, salí de mi escondite y fui a seguirlas. No sé que tramaba Dahlia, pero no debía ser nada bueno.

Me quedé escondido donde no pudieran verme, si Dahlia descubría mi presencia el plan habría fracasado. Escuché atentamente cada palabra.

-Este sitio está muy oscuro, da un pelín de miedo, ¿no crees Iris?... ¿Iris? ¡¿Iris, que estás haciendo?! ¡Socorro, que alguien me ayude!
-No grites, niñata estúpida, nadie va a escucharte, nadie está aquí... Te ha llegado la hora de morir, y de dejar el relevo a la verdadera heredera de la técnica de canalización Kurain.
-¿De qué estás hablando? Iris, escucha, yo no quiero que...
-¡Silencio! Basta de palabrería...

No esperé ni un segundo más, salí de mi escondite y vi a Dahlia con una Daga. No podía pegarle un empujón porque había riesgo de que se la clavara a Maya, que estaba delante de ella, con la espalda apoyada en aquella especie de linterna enorme. Dahlia se dió cuenta de mi presencia, se giró y me lanzó una cuchillada directamente a la máscara. No pude evitar dar un grito. No era solo el dolor, por unos instantes volví a quedarme ciego, y no había cosa que más miedo me diese que no poder ver absolutamente nada. Al parecer, Dahlia pensó que había acabado ya conmigo.

Después de la cuchillada, me había tirado al suelo. Podía notar como el interior de mi máscara se llenaba lentamente de sangre, estaba caliente, y me daba una sensación de inseguridad y pánico que no podría describir con palabras, aunque no brotaba demasiada, por suerte. Cuando recuperé la visión, vi el bastón de Misty, tirado en el suelo... Lo cual confirmaba que había sido ella la que había canalizado a Dahlia.

Recordé lo que Misty me había contado, había un arma escondida bajo la capa de madera, el arma que tenía que utilizar para sentenciarla... En aquel momento no podía pararme a pensar demasiado, no había tiempo que perder. Aquel acto me iba a doler a mí muchísimo más en el alma que a Dahlia, pero no tenía otra opción. Me levanté por la espalda de Dahlia y empuñé el arma.

Conté hasta 3 mentalmente, no me atrevía a hacerlo... Aunque entonces pensé. Allí estaba ella, la mujer que había arruinado toda mi existencia, frente a mí, dispuesta a acabar con otra vida más, otra de tantas que había marcado con su crueldad incluso después de morir. Entonces la rabia me llenó por dentro, y atravesé a Dahlia con el bastón.

Ella pegó un grito de sorpresa y dolor, y se desplomó sobre la gran linterna. Maya no reaccionaba, estaba tendida en el suelo con los ojos cerrados. En ese momento me puse muy nervioso, aparté con cuidado el cadáver, que ahora tenía la apariencia de Misty, y comprobé que Maya tenía aún pulso.

Suspiré aliviado. Entonces me giré y abracé el cuerpo ya inerte de Misty, el dolor que sentía en ese momento era demasiado intenso, simplemente tenía ganas de morirme por lo que había hecho. Pero tenía que aguantar algo más, solo un poco más...

-Misty... Perdóname, por favor... Yo nunca podré perdonarme a mí mismo. Buena suerte... Estés donde estés.

Aparté los dos cuerpos del jardín, y limpié los alrededores de la gran linterna a fondo, para que no quedase ni resto de sangre. Era un verdadero fastidio el no poder ver el color rojo, tuve que limpiar lo suficiente como para asegurarme de que no quedaba ni rastro.

Después de aquello, me dispuse a salir con el cadáver de la escena del crimen. Lo llevé como pude hasta la salida del jardín, y entonces vi algo que no esperaba... El puente en llamas. ¿Cómo demonios podía pasar el cadáver al otro lado?... Solo se me ocurría llamar a Iris.

Cogí el móvil y busqué el número de Iris en la agenda. Esperé que las condiciones de la montaña no me impidiesen llamar, aunque lo veía francamente difícil. Comprobé aliviado que el teléfono daba señal, así que tuve que esperar poco para que Iris cogiese el teléfono.

-¡Diego? ¿Cómo va todo? ¿Qué ha pasado?
-Iris, ¿estás cerca del puente? Necesito tu ayuda... Hay un cadáver que tenemos que ocultar...
-Dios mío, no me digas que Pearl...
-No, no es Pearl... Es Misty.
-¿¡Cómo!? Pero se supone que ella estaría cuidando de Pearl y...
-No, Iris. Ella... Bueno, ahora no tenemos tiempo para aclararnos... Por favor necesito pasar el cadáver al otro lado... Sé que lo más difícil es deshacerse de él en el río... Pero lo siento muchísimo, no puedo hacerle esto ni a Misty, ni a nadie... He visto una cuerda muy larga cerca de aquí, cuelga del puente... Intentaré pasarte así el cadáver, ¿vale?
-Vale, Diego... Mucha suerte, lo peor ya ha pasado.
-Sí... Gracias por tu ayuda, Iris. Eres una persona maravillosa.

Até la cuerda a la cintura del cuerpo inerte de Misty, estaba sufriendo muchísimo más que con cualquier otra cosa que hubiese vivido antes. No saqué el arma del cuerpo, así solo conseguiría regar la nieve de sangre, y ya de por sí debería pasarle una limpiada por encima... Cuando vi la silueta de Iris al otro lado del puente, empujé el cadáver al vacío.

Por un momento pensé en lo peor, que la cuerda se desgarrase o que Misty no llegase bien al otro lado, y el cuerpo quedase colgando del puente... Pero por suerte llegó sin más complicaciones al otro lado del río.

Volví deprisa al lado de Maya, no había caído en la cuenta de que lo mejor sería haberme ocupado primero de ella, que seguía viva... Pero no había tiempo para lamentaciones, la cogí en brazos y la llevé hasta el Templo Interior. No podía dejarla en la entrada, era demasiado arriesgado, así que la dejé en otra de las salas. Le cambié la ropa por otro traje muy parecido al suyo, había montones en una caja grande, parecida a la que me sirvió de escondite. Una vez que la dejé a salvo, cogí la ropa, que supuse que se había manchado de sangre, y me deshice de ella.

Después volví a la escena del crimen y le pegué otro repaso limpiándola, hasta que me pareció que había quedado lo suficientemente bien. No podía creer del todo lo que había hecho hacía unos minutos, por una parte había saldado una cuenta que tenía pendiente desde hacía ya muchos años... Pero por otra parte, el dolor por la pérdida de Misty era muy superior al que me provocaba la sed de venganza, y no podía creer que me hubiese convertido en un asesino. Después de dejarlo todo preparado, volví a la tienda de campaña... Por el camino no conté con otro detalle del cual me percaté. La pequeña Pearl estaba allí, en la zona del Templo, atrapada por culpa del puente. Me escondí entre los bosques, necesitaba distraerla para que no me pillase... Tuve una idea.

-Pearl... Pearl... -la llamé desde los árboles.
-¿Quién eres?
-Soy un espíritu del bosque, llevo muchos años viviendo en estas montañas...
-¿Un espíritu?
-Sí...
-Entonces... ¿sabes por qué no he podido canalizar a una persona en especial?
-Claro, yo lo sé todo... No has podido canalizar a Dahlia... Porque no debías hacerlo.
-¿No debia? ¿Y entonces por qué me lo dijo mamá?
-Tu madre quiere lo mejor para ti... Pero a veces se equivoca en como conseguirlo... Escúchame, Pearl, vamos a hacer un trato...
-¿Qué trato?
-Maya está en peligro... Pero yo puedo salvarla.
-¿¡Cómo!? ¿Qué le ha pasado?
-Nada grave, si hacemos el trato... Escúchame, jamás debes intentar canalizar a Dahlia, si me haces caso, salvaré a Maya y todo saldrá bien... ¿Entendido?
-Va-Vale... Pero si no sale bien, volveré para echarte de las montañas.
-Jejeje... Muy bien pequeña, tienes un gran corazón y mucha fuerza. No puedes volver atrás, deberás pasar la noche en el templo hasta que alguien venga a recogerte, ¿vale? Pero no vayas más allá de la primera sala...
-¿Y si voy?
-Si vas, Maya puede correr peligro...
-Bueno... Está bien.
-Hasta siempre, pequeña. Espero que seas muy feliz, no te asustes estos días, aunque sean difíciles.
-Gracias, Sr. Espíritu.
-Ah, y una cosa más... No le digas a nadie que me has conocido, ¿vale?... Este será nuestro trato secreto.
-Vale, ¡adiós!
-Adiós, Pearl...

Pearl se fue de camino al Templo Interior. Yo me quedé muy aliviado después de haber conseguido convencerla de todo aquello, con un poco de suerte no se encontraría a Maya, ya que eso sería peligroso... Y bueno, tampoco volverá a intentar canalizar a Dahlia, o eso espero...

La noche ha sido muy larga, demasiado para mi gusto. Ahora tengo que deshacerme de mi particular campamento, y esperar a que la gente arregle el puente. Ya queda poco para el final de todo. Ya queda poco para reencontrarme con la única persona que he amado de corazón durante toda mi vida. Espérame, Mia... Te prometo que no tardaré mucho más.

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Espero que hayáis disfrutado leyendo, solo me queda decir un par de cosillas. La primera es dar las gracias a Krystalwitch (Alba para l@s hamij@s ^^), por haberme ayudado a repasar los acontecimientos. Y la segunda es que he intentado ceñirme lo más humanamente posible al juego, pero puede que se me haya pasado algún detalle. Aún así, espero que el capítulo os haya gustado.

Me ha encantado el capitulo Neil!!! ha estado fantastico!!! :D

o.O el fic esta genial o.O
me lo he leido de un tiron
se me caeran los ojos de tanto leer xD
qieroo ver qe continua >.<

Waaaaaaa!!!Desde luego este capítulo ha sido de los mejores ò.ó Está en lo mejor :P Me ha encantado tito =D

Naya escribió:o.O el fic esta genial o.O
me lo he leido de un tiron
se me caeran los ojos de tanto leer xD
qieroo ver qe continua >.<

Me alegro mucho de que te haya gustado tanto, no sabía que podía llegar a enganchar como para leerlo del tirón o.o Muchas gracias por leer y comentar, pronto tendré el próximo capítulo ^^

Tamy escribió:Waaaaaaa!!!Desde luego este capítulo ha sido de los mejores ò.ó Está en lo mejor :P Me ha encantado tito =D

¿En serio? A mí este capítulo me parecía un pelín flojo, pero si te ha gustado tanto, mejor que mejor ^^

Seguramente dentro de un rato o mañana me ponga a escribir de nuevo, así que pronto estará listo el capítulo 19, muchísimas gracias por vuestros comentarios ^^

Buen capitulo, pero tengo que decirlo....hay algunos errores XD
Bueno, los digo XD
1º: Cuando hablas con Pearl en el final de la ultima investigacion del caso 5, dice que no ha podido canalizar a Dhalia y aun seguia intentandolo, asi que si Godot/Diego le dijera que no lo hiciera es imposible que ella siguiera probando.
2º: ¿Maya estuvo todo el tiempo sola desde que Diego llevo el cadaver al puente hasta que volvio? Si no es que estuviera desmayada...y ademas, creo (no me acuerdo bien XD) que Dhalia encierra a Maya en la cueva del templo interior(aunque no estoy seguro si fue Dhalia XD) asi que..y despues de que llegara Diego del puente no estaba, sino es que Diego la encerrara dentro...igualmente no me acuerdo muy bien de algunas cosas del caso
Pero lo demas perfecto, sobretodo lo de que Diego no tirara el cuerpo al rio y lo pasara al otro lado, en el juego no se explica porque, y es raro que no se deshiciera del cuerpo, pero te ha quedado perfectamente la explicacion del porque.
Pues eso, solo he visto 2 errores (aunque el 2º puede que sea solo que no me acuerdo bien del caso XD)

Neil Edgeworth escribió:

Naya escribió:o.O el fic esta genial o.O
me lo he leido de un tiron
se me caeran los ojos de tanto leer xD
qieroo ver qe continua >.<

Me alegro mucho de que te haya gustado tanto, no sabía que podía llegar a enganchar como para leerlo del tirón o.o Muchas gracias por leer y comentar, pronto tendré el próximo capítulo ^^

Tamy escribió:Waaaaaaa!!!Desde luego este capítulo ha sido de los mejores ò.ó Está en lo mejor :P Me ha encantado tito =D

¿En serio? A mí este capítulo me parecía un pelín flojo, pero si te ha gustado tanto, mejor que mejor ^^

Seguramente dentro de un rato o mañana me ponga a escribir de nuevo, así que pronto estará listo el capítulo 19, muchísimas gracias por vuestros comentarios ^^

pues si qe engancha, si, te lo aseguro xD
al menos ami me engancho xD
nunca habia leido nada desde el punto de vista de Godot/Diego
espero qe sigas prontoo xP

Como ya dije, me iba a poner a escribir en breve... Y ya he acabado el penúltimo capítulo de esta historia. Después de esto solo queda otro más, y el epílogo que cierre por fin las andanzas de este gran personaje. Espero que os guste ^^

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Capítulo 19: Un último sacrificio


No he tenido tiempo para contar todo lo que ha pasado recientemente, han sido demasiadas cosas en muy poco tiempo... Hace tres días que se resolvió el caso que desencadenó mi crimen en el Monte Águila. Wright cayó enfermo al principio, según lo que me contaron, puesto que yo estaba encerrado cerca del Templo Interior hasta que se reparó el puente. Sin embargo cuando volví a los tribunales, no pude evitar que se descubriera la verdad... De hecho, ni siquiera quería evitarlo, realmente...

Aquel juicio me trajo muchísimos recuerdos, he sufrido mucho en su transcurso. Al final, cuando todo estaba a punto de acabar, pude ver algo impresionante. Wright, a base de las malas experiencias que había vivido, por fin maduró y se convirtió en un verdadero abogado... Pude ver el espíritu de Mia reflejado en su corazón, estoy seguro de ello.

Simplemente, cuando se descubrió todo... Solo me quedaron las lágrimas, las lágrimas que tanto tiempo estuve guardando. Ahora que todo el mundo sabía quién era y cual era mi historia, podía llorar sin que me tachasen de débil.

En realidad, nadie sabe por qué lo hice, todos creen que fue por mi propio rencor, algunos pueden pensar que fue por salvar a Maya, pero no creo que haya nadie que se haga una idea de que Misty era la que me había expresado su voluntad, y me había hecho ver que solo así engañaríamos a Morgan.

No estoy feliz por haber cumplido el deseo de Misty, de hecho solo he sido feliz unos momentos fugaces desde que desperté del coma, antes de que pasara todo aquello en el pueblo, y cuando los recuerdos me llevaban al pasado, e incluso así todo se tornaba en una pesadilla al final.

Antes de que se celebrase el juicio contra mí, quería hablar con un par de personas, para zanjar este asunto. Una vez que sepa con certeza mi destino, hablaré también con más gente... Pero de momento he concertado una cita con Iris, que será juzgada por ayudarme a llevar a cabo el delito... Por suerte nadie sabe que Bikini estaba al tanto de todo, no quiero que haya más afectados.

-Hola, Diego -me saludó la voz de Iris.
-Hola Iris, ¿cómo te va todo?
-Bueno, estoy pendiente de que llegue el día de mi juicio, no queda demasiado... ¿Como estás tú?
-He tenido épocas mejores, supongo... Pero bueno, ya he saldado mi deuda con Mia, era lo que necesitaba hacer desde que desperté y me enteré de lo que había pasado.
-Diego... Eres una persona admirable, te lo digo de corazón.
-Muchas Gracias... Escucha, Iris, voy a intentar que no te caiga ninguna condena.
-Pero... ¿Qué dices? ¿Cómo vas a hacer eso?
-No será fácil, al menos para mí... Pero por favor, tú eres muy joven, te queda mucho por vivir.
-Explícame que estás tramando, por favor...
-Me presentaré como testigo en tu juicio, y allí... Diré que te estaba amenazando con matarte si no me ayudabas.
-¿¡Qué!? ¡No puedes hacer eso!
-Claro que puedo... Escucha, yo estoy prácticamente muerto, y uno de mis dos posibles móviles de asesinato es la venganza. Puedo hacer que la gente se lo crea... Quiero salvarte, en compensación por haberte arrebatado a tu hermana.
-Diego...
-Por favor, déjame hacerlo. Es lo último que te voy a pedir.
-Pero yo no... No sé que hacer, no puedo dejar que quedes como un psicópata.
-Escucha... Ya me importa solamente la opinión de muy poca gente. Y la gente que me importa, sabe que jamás habría hecho algo así, sin embargo, en el tribunal nadie me conoce, simplemente soy un asesino. No me importa lo que puedan decir los periódicos... Por que sé que cada persona que ha llegado a conocerme de verdad, jamás hará caso de los escándalos y las polémicas.
-... ¿Estás seguro de esto?
-Sí, completamente.

Iris apartó la vista, y una vez que su cara se había girado, rompió a llorar en silencio al otro lado del cristal. Ella era simplemente demasiado buena persona para acabar en la cárcel, no debía ni siquiera estar arrestada... Pero sin embargo el destino es caprichoso, y si yo podía evitar la situación, debía hacerlo.

-Muchísimas gracias, Diego... No vas a morir nunca, ¿sabes?
-Vaya... Creo que eso es imposible.
-No, no lo es. Los muertos pueden morir dos veces. La primera vez es cuando el cuerpo deja de funcionar, y la vida acaba... La segunda es cuando ya nadie recuerda a esa persona. Yo contaré tu historia, contaré tu generosidad... Y siempre habrá alguien que te recuerde, siempre.
-Gracias Iris -dije sonriendo-. Ojalá tu hermana hubiese sido tan buena persona como tú... Hasta siempre.

Iris se marchó, aún lloraba... Pero lloraba con una sonrisa en los labios, que es la forma más bella de llorar. Tenía clara una cosa. Mi muerte no iba a arreglar que hubiésemos perdido a otra persona muy querida por mucha gente... Mi forma de mostrar mi arrepentimiento y de pagar por mis crímenes, sería ayudar a Iris, y a otra persona que estaba por llegar instantes después...

-God... Esto... Diego...
-Hola... Por favor, Maya, siéntate.
-¿Cómo estás?
-Muy bien, dentro de lo que cabe... ¿Y tú?
-Bien... Bueno, estos días estoy algo confusa...
-Lo siento mucho, Maya, yo no quería hacerle daño ni a tu madre ni a Pearl, en caso de que Morgan hubiese conseguido lo que se proponía...
-¿Pero por qué? ¿Por qué lo hiciste? No nos avisaste ni a mí ni a Nick...
-Maya... Voy a contarte algo que prometí que no iba a contar a nadie... Por favor, prométeme que no se lo contarás a nadie, y que tú no romperás la promesa nunca... Creo que tú si que debes saberlo.
-... ¿De qué se trata?
-Verás... Meses antes de que todo esto pasase, hablé con tu madre.
-¿Con... Mamá?
-Sí... Ella me dijo que lo tenía todo pensado... Si ella no hubiese canalizado a Dahlia, Pearl sería quien había muerto... Sé que no puedes elegir entre ninguna de las dos, pero ella sin embargo deseaba que fuese Pearl la que viviera, porque según ella, solo era un fantasma que ya había vivido mucho...
-No puede ser...
-Si no hacíamos creer a Morgan que su plan había surtido efecto, volvería a llamar a Pearl e intentaría matarte de nuevo por medio de la canalización. Pearl es muy pequeña como para pensar que su madre estaba pensando algo así... Si puedes ocultárselo, ahorrarás un gran sufrimiento para ella.
-Pero yo podría haber hecho una escisión de espíritus...
-No, no con ese espíritu. Morgan me lo explicó... Solo un niño con poderes, o alguien de corazón puro, podría lograr expulsar ese espíritu. Y además... Habrá poseído a Pearl, y la tendríamos que haber matado para parar el desastre.
-Eso es horrible -dijo Maya comenzando a llorar-. ¿Cómo pudo hacer algo así Morgan?
-Eso mismo me pregunté yo... Supongo que tenía fe en su hija, pero no sabía el verdadero riesgo que estaba corriendo en realidad... Maya, cuídate muchísimo, y cuida también a Pearl, su inocencia puede ser la clave para salir de una situación parecida sin tener que lamentar otra pérdida, tenlo en cuenta...
-Diego... ¿Puedes contarme como era mi madre?
-Tu madre... Tu madre junto a tu hermana y a algunas pocas personas más, era de la gente más maravillosa del mundo. Era muy inteligente, al igual que bondadosa... Y os tenía muchísimo cariño, a ti y a tu hermana. Érais lo más importante del mundo para ella... No hagas caso a los rumores del DL-6 ni cosas por el estilo, tu madre era de las mejores personas que he conocido en toda la vida, te lo digo de corazón.
-Ya veo... ¿Y Mia? ¿Puedes contarme algo de ella?
-Mia... Mia es otra de las mejores personas del mundo, dispuesta a darlo todo por sus clientes como abogada, y además... Bueno, ya sabes que ella no quería que las cosas fueran igual que como acabaron entre Morgan y tu madre, ella te apreciaba muchísimo también. Me había hablado muchísimo de ti antes de que yo cayese en el coma... Y ahora que me acuerdo... Maya, necesito hacerte una pregunta, aunque puede que no te acuerdes... ¿Mia te habló de un chico que conoció en la aldea hace muchos años, alguna vez?
-¡...! ¿Cómo sabes tú eso?
-¿Lo hizo, entonces?
-Sí... No me acuerdo muy bien, el caso es que hace ya algunos años, supongo que cuando tú estabas en coma, poco antes quizás, estuvimos hablando de chicos... Ella me dijo que solo se había enamorado realmente dos veces... La primera de un chico que conoció una tarde en la aldea, en verano... Y la segunda, de ti.
-Ya veo... -dije intentando disimular mis emociones-. Muchas gracias por contestarme.
-Aún no me has dicho como lo sabías...
-Bueno... Puede que no te lo creas, pero yo fui aquel mismo chico.
-¡¿En serio?!
-Sí...
-¿Y por qué desapareciste?
-Tuve que irme... Por problemas con mi padre.
-Vaya, que pena...
-Sí, la verdad es que es una lástima... Pero bueno, no pasa nada, al fin y al cabo, más tarde o más temprano me volveré a reunir con ella de nuevo...
-Diego... Me alegro mucho de que mi hermana se enamorase de alguien como tú, eres una buena persona.
-Gracias, Maya... En fin, será mejor que no te entretenga más... Me habría gustado poder conocerte mejor, y hablarte más sobre tu hermana y tu madre, pero por desgracia no ha sido posible... Te deseo muchísima suerte en la vida y siendo la próxima Maestra, estoy seguro de que tu hermana y tu madre están orgullosas de ti, allá donde quiera que estén.
-Creo que ellas también están orgullosas de ti, Diego... Y yo también lo estoy. No te olvidaré nunca, muchas gracias por todo...
-Adios, Maya. Cuida mucho de Pearl y... Bueno, dale recuerdos a Wright.
-Lo haré -dijo con una sonrisa-. Adios.

Aquella fue la última vez que vi a Maya con vida. Un tiempo después, ayudé a Iris en su juicio, y la sala no daba crédito a lo que estaba declarando... Pero conseguí mi objetivo. Según lo que supe por mi estancia en la oficina del fiscal, a Iris le podrían haber caído varios años de condena... Sin embargo, la pena se redujo a solamente 3 meses debido a las circunstancias en las que ella se encontraba.

Y después, cuando su juicio acabó con un final feliz, dentro de lo posible... Era mi turno de dar la cara ante la justicia. No sabía quién iba a defenderme, ni quién sería el fiscal... Solo sabía que aquella vez, por desgracia, sería la última en la que pudiese pisar los tribunales.

Sin embargo, ya estaba más cerca, más cerca de mi anhelado descanso... Solo tenía que aguantar un poco más.

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En el próximo capitulo, el juicio contra Diego ;)

madre mia o.O
me he viciado del todo a este fic, en serio
me encanta ^^

Ya queda poco àra terminar esta gran historia :P

Muy buen capitulo Neil, la verdad que no me extraña nada que ganases el 1º concurso de relatos del foro ^^

Lo mismo digo, no me extraña que me ganaste XD
Que ganas de leer el ultimo cap, que el juicio de Diego...sobretodo el final ¿ira a la carcel o no? O.o Me parece que me estoy hipeando a mi mismo con el final XDDDD

Se me han puesto los pelos de punta con la última frase en serio xDDDD Jo tito,qué pena que ya se vaya a acabar T___T Me encanta *¬*

Bueno, lo prometido es deuda, y aquí os traigo el capítulo del último de los juicios de Godot. Parece que con esto se acaba la historia, pero en realidad hay un epílogo que cuenta el final, lo tengo ya escrito, pero he de retocar un par de cosillas para que encaje del todo bien. Espero que disfruteis del capítulo, muchas gracias a tod@s por comentar ^^

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Capítulo 20: El juicio final


Aquella mañana podría haber sido como cualquier otra, era una mañana normal. Salvo por un pequeño gran detalle... Aquel día iba a conocer la condena que tenía que afrontar por el único delito que he cometido en toda la vida, me podría haber conformado con robar un par de manzanas en el supermercado... Pero en fin, supongo que si se hacen las cosas, hay que hacerlas a lo grande después de todo.

Grossberg se ofreció a ayudarme como abogado, pero ya le advertí de que este caso iba a perderlo, y bueno, la verdad es que no necesito otra ración de hemorroides antes de ir a prisión para no volver. Bueno, también está Wright... Pero prefiero que descanse después del otro caso que ha ocurrido hace tan poco tiempo.

Así que después de todo... Ni siquiera he aceptado un abogado de oficio. Ejerceré mi propia defensa. No espero nada del otro mundo, me limitaré a contestar un par de preguntas, a relatar lo sucedido y a escuchar el veredicto de culpabilidad.

A medida que noto que me va llegando el final, parece que el tiempo pasa cada vez más despacio, como intentando evadir el destino. No sé, la verdad es que estaba muy decidido, pero supongo que en el fondo estoy tan asustado como un chiquillo.

Ha llegado la hora de pasar al tribunal... No sé si entrar al estrado de la defensa o situarme en el banquillo de los acusados, la verdad... No me esperaba volver a ejercer de abogado, y menos en estas circunstancias. Pero da lo mismo, para que me defienda un abogado de oficio, prefiero intentar limpiar yo mismo mi imagen.

El juez es el mismo hombre mayor de siempre, al verme algo confuso, me ha mirado con cara de pena, y me ha indicado que tome mi lugar en el estrado de la defensa. Parece que no se entera de nada, quizás que está algo mal de la cabeza a veces... Pero sin duda es un buen hombre, después de todo. La verdad es que he coincidido muchísimas veces con él en los tribunales, y jamás he sabido su nombre... Es una lástima, la verdad. Por fin dio un golpe de mazo.

-Se abre la sesión en el juicio contra el Sr. Diego Armando. ¿Está la defensa preparada?
-Eso es evidente, Su Señoría -le dije después de tomar un sorbo de café, había comprado varias tazas antes de entrar a la sala.
-Usted y su café... Bueno, ¿está lista la acusación?
-La acusación está lista, Su Señoría.

No tenía ni idea de quién era el tipo que estaba en el estrado de la acusación. El caso es que creía haberlo visto antes... Era un hombre de mediana edad, al principio pensé en Payne. ¿Sería él? Bueno, no creo, este no tenía gafas ni estaba tan encorvado...

Además, parecía bastante seguro de si mismo. Tenía el pelo totalmente blanco a causa de las canas, y una expresión que resultaba seria y a la vez agradable. Las cejas eran muy espesas, aunque por suerte para él, no llegaban a juntarse. Vestía un traje verde, resultaba elegante, pero algo que le quitaba normalidad era... Un sombrero que llevaba en la cabeza, y era... más bien grande. Era un sombrero como esos que salen en las películas del oeste... Verde, era tremendamente extraño a primera vista. Aunque bueno, yo no me podía quejar, ya que era el hombre linterna...

-Caballero... -le dije-. Me gustaría saber el nombre del fiscal que ayudará a tomar una decisión respecto a mi veredicto.
-¿Mi nombre? Dante Benedetti -dijo haciendo un gesto de saludo con el sombrero, era italiano.
-... ¿Nos conocemos de algo?
-No que yo recuerde, Sr. Abogado...
-Ejem, esto... -dijo el juez-. ¿Podemos comenzar?
-Ah, disculpe, Su Señoría.
-No pasa nada, Sr. Abogado...
-Llámeme Godot, por favor...
-Muy bien... Sr. Benedetti, ¿puede dar su alegato inicial?
-Por supuesto, Su Señoría. Veamos, el acusado, el Sr. Diego Armando, cometió un asesinato en el Monte Águila hace escasos días... No solo se le acusa de asesinato, sino también de manipulación de la escena del crimen y de extorsión a la Srta. Iris del templo Hazakura, amenazándola en caso de que se negase de obedecerla... Este juicio no se extenderá demasiado, ya que a parte de todo esto, el acusado ha reconcido en los tribunales su culpabilidad en más de una ocasión. Me gustaría empezar haciendo unas preguntas al acusado, para esclarecer mejor su móvil y otros posibles delitos que haya podido cometer.
-Ya veo... -dijo el juez-. Sr. Godot, ¿algo que objetar?
-No, todo está más que claro... Cuando quiera puede empezar a preguntar, Sr. Fiscal.

Efectivamente, se había documentado sobre el caso antes de entrar a la sala... Estaba al tanto incluso de mi última intervención en un tribunal. Dentro de lo que cabe no parecía mal tipo, aunque habría que verlo en un juicio contra un inocente...

-Sr. Acusado -me dijo esta vez-. ¿Era usted consciente de que la persona que iba usted a asesinar no era Dahlia Hawthorne?
-Bueno, en ese momento no sabría decirle exactamente lo que yo...
-Limítese a contestar a mi pregunta -ya se había mosqueado, y eso que no había dicho nada malo, parece ser que tiene muy poca paciencia.
-Sí, era consciente, aunque en ese momento...
-¿Y era consciente usted de que su víctima podría haber sido una simple chiquilla que no alcanza los 12 años de edad?
-Bueno, sí, pero...
-¡Todo el mundo puede ver qué clase de persona se está juzgando en estos instantes! Este hombre, movido por la sed de venganza, no tuvo inconveniente en asestar una estocada mortal a un cuerpo del cual desconocía la verdadera identidad, sin importarle que pudiera ser una simple niña...

Eso no iba a permitírselo. Sería un asesino, pero jamás, jamás habría actuado de esa manera si Pearl hubiese estado en el lugar de Misty. Y como a mi nuevo amigo le gustaba tanto dar las cosas por hechas, se ganó algo... Mi última taza voladora. Casi parecía que el café me lo estaba susurrando ''¡Vamos, ciérrale la boca a ese caradura!''. Pero no le hizo falta mucho para convencerme.

Yo había dejado de escuchar al fiscal, me estaba poniendo enfermo, así que flexioné ligeramente mi brazo, a la vez que miraba al juez, que pareció adivinar lo que iba a hacer, porque le cambió el rostro y se le pusieron los ojos como platos, y entonces, le tiré la taza a aquel estúpido sabelotodo. La taza voló, derramando su preciado oro negro sobre el sombrero del Sr. Fiscal, y quedándose perfectamente puesta boca abajo.

-La próxima vez que no me deje declarar en condiciones, le prometo que apuntaré a la cara -le dije-. ¿Le ha quedado lo suficientemente claro?
-¡Esto es un abuso! ¡Usted no tiene derecho a hacer semejante... cosa!
-¿Y tampoco lo tengo a expresarme? Pues no ponía nada sobre el derecho del fiscal a poder callar a los testigos en los libros con los cuales estudié la ley.
-Bueno, cálmense los dos... Sr. Godot, ¿qué quería expresar?
-Antes de que el Sr. Benedetti me impidiese seguir con mi declaración... Quería decir respecto a la primera pregunta, que en el momento del asesinato, uno no sabe bien qué está haciendo realmente... Al menos así me sentí yo. Y respecto a lo de la niña... Créame, si hubiese habido una posibilidad de que hubiera sido la niña, no la habría matado. No soy un asesino por placer ni por venganza... Y pueden creerme o no, pero tengo algo de corazón y sentido común.
-Ya, muy bonito... Pero esto no quita que usted matase a Misty Fey.
-Soy perfectamente consciente de ello, Sr. Fiscal... Puede contar todo lo que pasó, pero lo que no le permito es que tergiverse mi imagen ni lo que sucedió. Ya sabe que le espera si lo hace...
-Bueno, tiene usted añadidos los cargos de múltiple agresión en el tribunal y amenazas.
-Ya empiezo a coleccionarlos, así que...
-¡Orden en la sala! -dijo el juez golpeando con su mazo en la mesa-. Sr. Fiscal, siga con su interrogatorio.
-Sr. Godot... Antes dijo que no lo movía ni el placer ni la venganza... ¿Qué estaba persiguiendo entonces con esa muerte, si era consciente de que Misty Fey, o incluso puede que Pearl Fey, estaba canalizando al espíritu?
-Es muy simple... Si no mataba a esa persona, habría acabado primero matando a Maya Fey, y después habría intentado lo mismo conmigo. No era consciente en aquel momento, pero he de decir también, que Pearl Fey, como todos sabrán, estaba también al otro lado del puente, y podría haber corrido la misma suerte que su prima, su tía y yo. Por lo tanto... Se podría decir que fue pura supervivencia.
-¿Supervivencia? Si se trataba de salvar vidas, ¿por qué no contactó con Maya Fey o con alguien de su entorno para alertarle?
-La verdad es que a día de hoy incluso yo me hago esa pregunta -mentí, puesto que era debido a que tenía que engañar a Morgan, pero le prometí a Misty que no contaría nada, y ya le había faltado contándoselo todo a Maya-. No tengo justificación para eso, pero todo el mundo comete errores, ¿no? Supongo que pensé que Wright no habría sido capaz de salvar a Maya, igual que no pudo salvar a Mia.
-Y por eso usted se tomó la justicia por su mano...
-¿Pero ha funcionado o no?
-Sí, si tenemos en cuenta la muerte de la madre de Maya, a la que usted mismo ejecutó siendo consciente de ello.

La sala soltó un murmullo en general de desaprobación hacia mí, el fiscal parecía estar satisfecho. Aquel espectáculo que estaba dando... Me era tan familiar... Pero debía ser mi imaginación.

-Mire... No me siento orgulloso de lo que hice, ya le he contado el por qué... Déjese de jueguecitos y si tiene que preguntar algo importante pregúntelo, si no, prefiero escuchar el verdicto cuanto antes.
-¡Ja...! ¡Esto solo acaba de comenzar!
-¿¡Tú!? -grité sorprendido.

Ese fiscal me era familiar, me era demasiado familiar como para ser una coincidencia. Cuando soltó esa risotada, tan solitaria, tan cortante... Me acordé del origen de ese gesto que yo mismo repetía con frecuencia. El fiscal que intentó condenarme cuando era un chiquillo, por el asesinato de mi padre... El mismo que ofreció una versión inhumana de un chaval de tan solo 15 años de edad a toda la sala... Era el mismo que se reía así. De él saqué aquel gesto, que utilizaba para intentar alejarme de mi propia forma de ser en los juicios con Wright, para evitar pensar de nuevo como un abogado y recordarme cómo debía actuar como fiscal... Era irónico, una de mis personas más odiadas, y un modelo a seguir... Aunque bueno, era un modelo a seguir para convertirse en un maldito... En fin, mejor volver a la realidad.

-Ya me lo has dicho todo, Benedetti...
-¿A qué viene ese tono, acusado?
-Viene a que ya me he acordado de ti, ya sé de qué te conozco.
-¿Cómo?
-No se si recuerdas un caso, hace ya muchos años... Un chaval de 15 años, acusado de asesinar a su propio padre, en sus vacaciones en la aldea Kurain -Benedetti ni se inmutó al escucharme, no se acordaba-. Ya veo que ni lo recuerdas... Toda tu vida has sido un desgraciado al cual no le importa ni lo más mínimo si el acusado es inocente o no. Vale, esta vez llevas las de ganar... Pero cuando yo tenía 15 años, y tú me trataste como a una maldita fiera de circo, era yo quien decía la verdad.
-Sr. Godot... -comenzó a decir el juez.
-Su Señoría, usted me conoce bien y sabe ya por qué lo hice, al igual que sabe que soy culpable. No quiero ver a este impresentable ni un minuto más... Por favor, acabe con todo... Acabe con todo el dolor, Su Señoría... Hágame ese favor, le estaré eternamente agradecido.
-Acusado, usted no tiene derecho a...
-¡Cállate de una maldita vez, no me interesa lo que digas, ya te he escuchado bastante! -el fiscal enmudeció-. Disculpe, Su Señoría... ¿Tiene el veredicto?
-Antes de dar mi veredicto... Necesito hablar con usted, Sr. Godot.
-No tengo ninguna objección.
-En ese caso, levanto la sesión hasta dentro de 20 minutos, en este descanso me gustaría hablar con el acusado personalmente. ¡Se levanta la sesión! -y dió un golpe de mazo.

Fui acompañado al despacho del juez escoltado por dos policías, supongo que debían asegurar su seguridad. El despacho estaba en la planta superior del tribunal. Había varios carteles con los nombres de los jueces. Pero... Vaya, justo el suyo no estaba.

-Su Señoría... ¿Qué le ha pasado a la placa con su nombre?
-¿La placa? Ah, sí... Bueno, estaba ya muy antigua, así que encargué que me hicieran otra.
-Vaya, ya veo...

Y yo que creía que me iba a enterar de su nombre al fin... Este hombre tiene el don de la casualidad. Cuando pasamos, les dijo a los policías que me permitiesen tomar asiento, y así lo hicieron.

-Sr. Godot...
-Llámeme Diego fuera de los tribunales, si quiere... Y tutéeme por favor.
-Bueno, Diego... Verás, como sabes estoy al tanto de tu caso.
-Así es...
-Verás... Tu situación es una muy peculiar. Eres un hombre que ha sufrido mucho a lo largo de la vida, y no me imaginaba que vivirías tal reencuentro aquí, en este último juicio... Verás, si quieres puedo intentar que esa pena se rebaje un poco, creo que ya has pasado por bastante...
-Su Señoría... De veras que le agradezco el gesto, pero no se preocupe por mí. Sea justo y aplique la ley sin temor alguno... Creame, lo que le dije antes iba muy en serio.
-Pero... ¿Por qué deseas tanto morir?
-Porque la única persona que he amado en toda mi vida murió... Y no sé donde estará, ni si de verdad me reuniré con ella muriendo... Pero usted mismo lo ha dicho, ya he pasado por mucho, y yo no quiero seguir luchando, estoy muy cansado, Su Señoría...
-Ya veo... De todas formas, las cosas pueden cambiar mucho en la vida, aún eres joven, y...
-De veras, no quiero seguir adelante... Es usted una buenísima persona al pensar tanto en la situación... Pero no quiero meterlo en problemas, simplemente dicte la sentencia... Y me hará el mayor favor que pueda hacerme.
-... Está bien -me dijo con semblante triste-. Escucha... ¿Puedes al menos contarme por qué lo hiciste en realidad?
-Jeje... Y pensar que parecía que no se enteraba usted de nada... Sin ánimo de ofender, por supuesto.
-Tranquilo, si esos rumores también llegan a mis oídos...
-Pues verá, lo siento mucho... Pero no puedo contárselo, se lo prometí a alguien muy especial. Espero que lo entienda.
-Bien, siendo así... ¿Cuánto tiempo crees que te queda, Diego?
-No lo sé, depende de usted... Pero le rogaría que no más de una semana.
-¿Cómo? ¿Tan pronto?
-Sí... Solo quiero hablar con un par de personas más antes de morir, y prefiero que no me dé mucho tiempo a pensar, para no arrepentirme de mi decisión... Si puede hacer algo en ese aspecto, se lo agradecería.
-Le recuerdo como abogado... Veo que era tan buen abogado como persona.
-Muchas gracias por el cumplido, Su Señoría... Está acabando el descanso, será mejor volver a la sala.
-Cierto... Espero que sea feliz, allá donde vaya -dijo ofreciéndome la mano.
-Muchas gracias... Yo le deseo a usted mucha suerte con sus deliberaciones -dije estrechándosela, como si fuésemos hombres de negocios.

De vuelta en la sala, ya solo queda escuchar la decisión del juez. Me miraba aún con tristeza, y quizás con algo de admiración. Dió otro golpe de mazo, dispuesto a dar su veredicto.

-Bien, después de haber visto los hechos y haber hablado personalmente con el acusado, he tomado una decisión. He de decir antes de exponer mi veredicto, que pese a lo sucedido, creo que el Sr. Diego Armando comprende la gravedad de sus actos y no ha disfrutado con los sucesos, no osbtante... El acusado, Diego Armando, alias Godot es... Culpable de los delitos de homicidio y extorsión, y como tal, lo condeno a pena de muerte, la cual se ejecutará dentro de una semana.

Y el último golpe de mazo, el último que iba a escuchar en toda mi vida. Por fin me sentía cada vez más libre, cada vez más cerca de mi meta... Al salir, el fiscal se acercó a mí con una sonrisa en el rostro. Aquel era otro perro que solo pensaba en ganar, y parecía que aún le quedaban fuerzas para pavonearse después de mis gritos.

-Como ves, la violencia y la intimidación no solucionan nada.
-Sí, pero sin embargo... Tú has quedado en ridículo de cara a tu público, y yo he conseguido lo que quería, que era descansar sin que gentuza como tu se interpusiera en tu camino -a Benedetti se le torció el rostro-. Y ahora, fuera de mi vista, pedazo de fantasma.

Hizo caso y se fue cabizbajo. Se lo tenía ganado, alguien le tenía que haber dado una lección de humildad muchos años antes, quizás incluso en la facultad de derecho... Pero parece ser que soy yo quien ha tenido que impartirle esa clase.

Y así fue como acabó la aventura de mi vida. A partir de aquel día, era un muerto en lista de espera, legalmente hablando. No estoy orgulloso de mí, porque pude haberlo hecho mucho mejor en muchos aspectos... Pude haberme llevado mi taza de café, y Dahlia no me habría inducido al coma. A raíz de aquello, podría haber salvado a Mia... Y supongo que entonces, habría podido ayudar a Wright a mejorar antes como abogado, habría sido más feliz... Y no habría tenido que matar a nadie, ni tendría que haberme convertido en un fiscal.

Por otra parte, me duele no haber podido salvar a los niños ni poder haber vuelto a mirar a Rose a la cara para decirle que lo había arreglado todo... De hecho, es lo que más me duele ahora mismo. Lo malo es, que incluso después de muerto, al igual que le pasa a Dahlia, siempre voy a recordar este dolor, que nunca se irá...

Siento de corazón no haber podido hacer nada más, ni haber podido compartir más momentos con la gente que me aprecia, por poca que sea, sin máscaras, sin falsas identidades y sin actuar... Pero pienso que si nada de esto hubiera pasado, habría sido quizás demasiado buena persona... Y al fin y al cabo, lo triste es que nunca se recuerda a los buenos, sino que es la mala gente la que antes llega a la memoria de las personas... ¿O quizás no?

Después de aquella amalgama de pensamientos y de sentimientos encontrados, fui a hacer lo último que debía hacer antes de marcharme por siempre de los tribunales...

-Disculpe, caballero... ¿Tiene una moneda?
-¿Cómo?
-Sí, verá... Es para la máquina de café.

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Perdón por el doble post, es que no cabía en uno solo n.n' Bueno, espero que os haya gustado, muchas gracias por leer, y comentad, ¡que es gratis! XD

PD: Mañana tendré el epílogo que finalizará la historia ;)

Anda la leche x3 Mola mola :D Sigueeeeeeeeeeeeee yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa u.u XDDDDDD

Me encanta de verdad qe me encanta
esta genial
ya qiero ver el epilogo ^^

Weeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!Me encanta tito ^^ Te adoro *_* Está genial,qué pena que se acabe ya T__T

Bueh,me lei la historia entera mas o menos en 3 o 4 horas xD aqui es mi pais son las 2:30 am ytengo bastante sueño,esta REBUENA LA HISTORIA,bueh,como ya estoy medio alucinando por el sueño xD mañana edito el post y pongo algo mejor

Me ha encantado neil, estoy deseando leer el epilogo ^^